La tóxica combinación de un sistema judicial defectuoso, unos agentes de policía sin la formación adecuada y una impunidad generalizada están fomentando las detenciones arbitrarias. Las detenciones arbitrarias pueden dar lugar a tortura, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas.
Cuando los padres de José Adrián finalmente lo encontraron, descubrieron que les pedían el pago de unos 138 dólares estadounidenses por los daños en el automóvil, y 39 dólares de multa. Las autoridades locales les dijeron que, si no pagaban, José Adrián no sería puesto en libertad, así que finalmente los padres consiguieron reunir el dinero y pagar la multa.
La familia presentó una denuncia ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Fiscalía, pero cuatro años después aún no les han informado de ningún progreso en la investigación.
Y nos pide que mandemos peticiones para que tenga una reparación y se lleve ante la justicia a los funcionarios responsables. Copio: