jueves, 20 de febrero de 2025

LLENADME DE FELICIDAD

Editorial
Rosalía de Castro no fue una escritora vanguardista, no abrió caminos nuevos para la expresión poética, no tuvo una escuela que siguiera sus pasos, pero de entre las muchas cualidades que me gustan de su obra hay dos que me atraen por encima de todas las demás: su amplísimo espectro de intereses temáticos (leedla in extenso, no os quedéis con la docena de poemas que se reproducen continuamente por todas partes) y su sentido común, ese formar parte de la vida del resto de los mortales y la manera de abordar las cuestiones más cotidianas. Es, en ese sentido, una escritora a la que se puede sentir tan próxima como a una compañera de trabajo a la que habitualmente recurrimos para consultar las dudas que tenemos y que siempre encuentra una manera fácil de afrontar la tarea, o como esa vecina en la que tenemos plena confianza para hablar de cualquier cosa, siempre comprensiva y siempre dispuesta a darnos un punto de vista que nos haga sentirnos cómodos.

De los muchos ejemplos que se pueden citar relacionados con el ejercicio del sentido común, a mí, que no comparto los rituales en torno a la muerte, ni cristianos, ni paganos, ni de ningún tipo, me gusta especialmente este párrafo de La hija del mar, su segunda novela, la que publicó en 1859, cuando tenía tan solo 22 años:

¡Dios mío! ¡Qué rodeada de melancolía aparece siempre esa tardía felicidad con que la casualidad o la fortuna nos brinda cuando no podemos gozar de ella!... ¡La gloria después de la muerte..., los vanos honores, los laureles sobre el sepulcro, una lágrima por un recuerdo...! ¡Oh, llenadme de felicidad, sembrad flores en torno mío y apartad la hiel de mis labios en tanto existo, vosotros los que me améis!... Las riquezas, el poder, la gloria... y sobre todo el cariño de vuestro corazón, dejadle, dejadle que sonría en torno mío, que engañe los días de mi existencia y que murmure a mi oído en mis últimos instantes un ternísimo adiós. Decidme en aquellos momentos que no me olvidaréis jamás, porque esa idea es hermosamente halagadora para el espíritu celoso y egoísta de la mujer. Coronad mi lecho de flores y prometedme, si acaso os lo pido, sembrar sobre mi tumba siempre vivas regadas con vuestras lágrimas... pero en el momento en que mis ojos se cierren a la luz y en que mi sangre cese de animarme, olvidadme si queréis, no os creáis obligados por unos vanos juramentos hechos a una cosa que ya no existe y dejad al tiempo que siembre silencioso sobre mi sepulcro la pequeña parietaria y las rosas silvestres que nacen al azar..., él no encierra ya más que unos miserables y leves restos... ¡más tarde el vacío!...

En la edición de Castro, que es la que tengo, se encuentra en el vol I, pp. 153-4). 

Pues eso, haced lo posible por llenar de felicidad a las personas que tengáis a vuestro alrededor. Después de muertos, las palabras son vanas.

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miércoles, 19 de febrero de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Francisco Ferrer Lerín)

Editorial
#unlibrounpoema

Francisco Ferrer Lerín (pertenece a la generación de los novísimos, esa que según la antología de Castellet estaba formada por Manuel Vázquez Montalbán (1939-2003), Antonio Martínez Sarrión (1939-2021), José María Álvarez (1942-2024), Félix de Azúa (1944), Pere Gimferrer (1945), Vicente Molina Foix (1946), Guillermo Carnero (1947), Ana María Moix (1947-2014) y Leopoldo María Panero (1948-2014). Luego, como siempre ocurre, hubo que hacer mejor recuento y nos encontramos con una nómina bastante más amplia. 

Dentro de esa generación, por tendencia, Ferrer Larín estaría más cerca de los Gimferrer, Ullán, Azúa y Panero que del resto, pero dejemos ese trabajo a los manuales. 

Lerín es difícil de encajar dentro de un grupo, una actividad y un estilo porque para empezar se ha dedicado a la práctica de actividades tan diversas como la poesía, la narración, la traducción, la realización de guiones para el cine o el estudio de la ornitología. También tiene un curioso manifiesto sobre el arte casual, que es, claro, creación suya, así como un blog y un canal en YouTube. 

Hecha la sucinta presentación, dejo un par de muestras de su quehacer poético:


A UN ALMA PRECORDIAL, ASESINADA


Japonesa
son tantas las cautelas y la previsión
de los hijos que
la escuela de poetas pobres y la lavandería
mecánica
adolecen estos días de crudo invierno
de los más indispensable enseres: aperos,
gasas, alcanfor en rama
y monumentales jaliscos.


¡Qué sumisión
a las normas establecidas! Guayaberas,
moriscos, hasta un terno fosco capihundido que el maestro
de ayuno
importó de las islas. Amo
en especial
aquellas tardes
de lectura, besos
de carmín a carmín, pintalabios, lápiz
de labios que, en nuestra lengua (tendida al fondo,
pacata)
son varias las acepciones
y las imágenes (hombreras
de plenilunio,
bombera,
pájaro carpintero,
dama de cobalto
en la cuna,
silenciada).

De Hiela sangre, 2013.



UN OPACO VOLADOR

Un opaco volador, lobo fino a quien le asustan los blancos.
Viejo infame, medidor, tañedor de amplio ladrido.
Fue llamado observador
del peso ajeno.

Abastecía de carne
al presidio y a las minas, permutaba,
él guiaba a los perplejos, consumía,
como amante confesado,
el agua de consonantes.

Alguien citó a Gikatilla, dijo algo de la lengua
que ya no hablaba, de la cábala del viaje, del regreso al frío hogar,
el hogar clarividente, el regreso apresurado, la lengua,
dijo el poseso, tiene caudal, abre puertas,
las negras puertas de tierra, invita
a la quema de corrales, descuartizando las bestias.

Aseo de loberías, inventor de la humedad, descubridor
de las cosas, caballero de manteca,
quiso, desde ese instante, evitar nuestro destino, doblar
la esquina anunciada, acelerar la agonía,
en ella nacía el germen, con ella, literalmente,
comienza la desecación,
en esa niña.

De Libro de la confusión, 2019.

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martes, 18 de febrero de 2025

TÀPIES

Traducción: Armando Pego Puigbó
 No sé si aprovecho el libro de Tàpies (1923-2012) para ilustrar el documental radiofónico sobre el artista catalán o si es el documental el que me sirve para acompañar al libro. 

Vaya por delante que ambos, libro y documental, me parecen estupendos, independientemente de que la obra de Tàpies guste más o menos, ya que la creación contemporánea parece abocada a ser experimental y eso, claro, impide que esté en la órbita de los gustos populares, órbita de la que hace ya más de un siglo que se fue distanciando; es decir, nunca llegarán a formar parte del conjunto de bienes culturales reconocidos por la inmensa mayoría de la población. Ese no sería el caso, por ejemplo, de el Ulises de Joyce, el Pierrot Lunaire de Schönberg o la Fuente de Duchamp, recluidos a un reducido espacio del mundo académico, aunque este reconozca la gran influencia que dicha obra haya podido tener en el desarrollo posterior de su género. 

Pero el libro no es uno de los muchos que se han escrito sobre el trabajo y el estilo de Tàpies. Es un libro de Tàpies. Se trata de una excelente edición de Siruela donde se reúnen textos muy interesante del artista y se hace una oferta visual (fotografía de buen tamaño e impecable resolución) que abarca más de 300 reproducciones de obras de ámbitos culturas diferentes al occidental y que recorren períodos históricos muy diversos. Son obras de arte que por una razón u otra han tenido algún tipo de repercusión o influencia en la manera de hacer y de percibir de los artistas europeos, incluido el autor del libro. En definitiva, es un libro que se puede disfrutar leyendo (las primeras cien páginas) y viendo (las trescientas siguientes). 

Y ahora el documental en el que Ignacio Elguero recorre su trayectoria vital y artística, tomando como hilo conductor la entrevista que concedió a Documentos RNE. Además, participan también la catedrática de Historia del Arte Lourdes Cirlot y los escritores y críticos Pere Gimferrer, Rafael Argullol y José Miguel Ullán.


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lunes, 17 de febrero de 2025

LA IGLESIA ROMÁNICA DE RIBERA DE VALDEREJO (un escondido tesoro)


El Parque Natural de Valderejo está situado en el extremo occidental de Álava, lindando con la provincia de Burgos. A él se puede acceder desde la pequeña población de Lalastra (Álava) o desde Herrán (Burgos). Las fotos que aquí aparecen son del recorrido realizado desde Herrán hasta la abandonada iglesia del abandonado pueblo de Ribera de Valderejo. Hay unos 4,5 km perfectamente practicables por cualquier persona y un hermoso desfiladero del que vamos a poder disfrutar durante bastantes trechos del camino. 

Fuente de Herrán


Inicio del camino

El río Purón





Iglesia de san Esteban de Ribera de Valderejo
La primera sorpresa con que nos encontramos es la que se encuentra en los capiteles historiadas de la portada:
Capiteles de la portada

Capiteles de la portada

Capiteles de la portada

Capiteles de la portada
En el interior prácticamente no queda nada, excepto estas pinturas murales que, increíblemente se mantienen todavía visibles a pesar del abandono del edificio. 
Arriba, los apóstoles (san Pedro con la llave, san Pablo con la espada)
Abajo, escena del paraíso (izq), san Lorenzo, san Esteban y san Miguel (dcha)



Herrán al pie de la ladera

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domingo, 16 de febrero de 2025

ZUREKIN BATERA & LOVE IS IN THE AIR

 
Fuente: Conservatorio J. C. A.


Hoy no traigo una agrupación profesional ni un tema de música clásica. 

Anteayer, viernes 14 de febrero, tuvo lugar en el Conservatorio Juan Crisóstomo Arriaga un encuentro de flautas de Euskal Herria. En el concierto que ofrecieron participaron 125 flautas procedentes de distintos conservatorios y escuelas musicales. De entre los temas que interpretaron he recatado dos: Zurekin batera y Love is in the air.

El primero se utilizó como lema de la campaña ‘Sin ti no soy nada / Zurekin batera bai’, que buscaba reforzar la solidaridad ciudadana, concienciar y recaudar fondos para poder seguir atendiendo a las personas y familias que acompaña Caritas Bizkaia.

El segundo, dado el día que era, 14 de febrero, venía muy a mano, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de adolescentes que participaban y que son más propensos a este tipo de campañas.
Se encargó de la dirección: Txaber Fernandez.

Que la música os sea favorable.

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sábado, 15 de febrero de 2025

REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 22




Me gusta mucho esta breve reflexión que Balmes anotaba al final de la segunda carta de la serie Cartas a un escéptico en materia de religión: No olvidemos que la sencillez es el carácter de la verdad, y que poco fía de sus descubrimientos quien no se atreve a presentarlos a la luz del día


No voy a entrar a discutir la mayor o menor exactitud empírica de lo que dice Balmes, porque lo que quiero destacar es lo de la sencillez y el descubrimiento, que es en lo que coincido con nuestro pensador ilustrado. 

Sencillo, discreto y frágil es el musgo que cubre suelos —naturales y urbanos—, paredes y cortezas; tan expuesto a cualquier impulso humano como tenaz en su insistencia. En cuanto al descubrimiento, yo no soy protagonista de ninguno, han sido el frágil musgo y la sutil luz quienes me ha descubierto su belleza. Yo solo hago de intermediario para proclamarla y difundirla.

Nada más salir del portal de casa, a unos escasos metros de distancia, ahí estaba este pequeño núcleo de musgo, con sus esporófitos bien erguidos, como si fueran un campo de césped sin cortar, bañados por la luz matinal del sol y ofreciendo toda su espléndida belleza natural y verdadera a quien quisiera pararse a contemplarla. Dos escasos centímetros de altura y una extensión superficial de poco más de un palmo son materia más que suficiente para ofrecer un soberbio regalo en forma de vida.


Y ya que esto es el diario de un epicúreo, habrá que recordar el famoso tetrafármaco (τετραφάρμακος), esos cuatro versos recuperados de los papiros de Herculano, donde se plasmaban en forma de máximas las ideas clave de Epicuro sobre Dios, la muerte, el placer y el dolor: 

No temas a los dioses,
No te preocupes por la muerte;
Lo que es bueno es fácil de conseguir,
(la negrita es mía)
Lo que es terrible es fácil de soportar.

La naturaleza, que siempre se ofrece generosa, es una de las mayores fuentes de placer que los seres humanos tenemos a nuestro alcance y no puede ser más sencillo acceder a ella, solamente se necesita mirar. No en vano De la naturaleza era el tratado más importante de Epicuro del que, por desgracia, no se conservan nada más que unos pocos fragmentos.

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jueves, 13 de febrero de 2025

ESTOY AQUÍ, Luis Alberto de Cuenca

Esta litoral fue un regalo de cumpleaños de hace más de una década. Cualquier número de las magníficas publicaciones de la revista Litoral es siempre un regalo por la enorme belleza y cuidado con que se realizan. Un regalo para la inteligencia y para los sentidos, especialmente el de la vista. Y también un regalo para el bolsillo en este momento... porque este número se vendía entonces (2013) por 30€ y ahora lo podéis adquirir por la mitad. Un chollo.

Pero no son las bondades (muchas y en muchos sentidos) de la publicación las que han originado esta entrada, sino un hermoso poema de Luis Alberto de Cuenca

Andaba yo enredado con un dato que se me resistía y del que estaba convencido de que se encontraba en este número dedicado al poeta madrileño —este número, además de ser una buena antología de poemas, es una hermosa publicación que contiene entrevistas, artículos de todo tipo sobre la obra del poeta y  muchas cosas más (el índice podéis consultarlo aquí)—. Pero no es así. 

Me he puesto a buscar en internet y he tropezado con un extenso comentario sobre este poema realizado por el profesor Jesús G. Maestro. No me he resistido a colocarlo. 

El poema es hermosísimo. Espero que el comentario también os guste.


ESTOY AQUÍ



Estoy aquí, mi amor, estoy aquí,
velando tus naufragios en las noches
en que nadie responde, en las heladas
madrugadas vacías, en las tardes
de desesperación y de locura.
Pon en duda, si quieres, que la Tierra
gire en el desolado precipicio
del espacio infinito alrededor
del Sol, o que los astros sean fuego,
o que el amargo río de la vida
desemboque en la muerte. Pero nunca
dudes de que, en la fiebre del fracaso
o en la sed de la angustia, en el abismo
de la ansiedad y del desasosiego,
estoy aquí, amor mío, estoy aquí.

Aunque tú no me veas ni me oigas.

Del poemario Sin miedo ni esperanza.

[El vídeo lo he colocado a partir del minuto 5'35'', que es donde Maestro comienza propiamente el comentario, lo anterior es una larga introducción que no afecta al comentario].


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miércoles, 12 de febrero de 2025

UN LIBRO, UN POEMA (Vicente Aleixandre)

#unlibrounpoema


Para quienes tenemos una edad y hemos estudiado en España no es necesario realizar ninguna presentación de Vicente Aleixandre (1898-1984). Así, pues, dejo esta nota para quienes accedeis al blog desde otros países y desde otras lenguas. Por cierto, sois bastantes más de los que lo hacen desde aquí, concretamente 3 personas de cada 4.

Vicente Aleixandre fue miembro de la más ilustre generación de poetas del siglo XX en España, es decir, la generación del 27. Perteneció, por tanto, a eso que aquí se conoce como la edad de plata de la literatura española, formada por las generaciones del 98del 14 y del 27. De entre todas las grandes figuras de la literatura, del arte y del pensamiento que componen esas tres generaciones, solamente Juan Ramón Jiménez (1956) y él (1977) recibirán el Nobel.

La Asociación de Amigos de Vicente Aleixandre lleva muchos años reivindicando que la casa del poeta se salve de la ruina y se convierta en un centro de cultura como Casa de la Poesía.


SE QUERÍAN

Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente sólo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

De La destrucción o el amor.

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martes, 11 de febrero de 2025

DE JOYCE A ALMODÓVAR

Leves toques en el vidrio lo hicieron volverse hacia la ventana. De nuevo nevaba. Soñoliento vio cómo los copos, de plata y de sombras, caían oblicuos hacia las luces. Había llegado la hora de variar su rumbo al poniente. Sí, los diarios estaban en lo cierto: nevaba en toda Irlanda. Caía nieve en cada zona de la oscura planicie central y en las colinas calvas, caía suave sobre el mégano de Allen y, más al oeste, suave caía sobre las sombrías, sediciosas aguas de Shannon. Caía, así, en todo el desolado cementerio de la loma donde yacía Michael Furey, muerto. Reposaba, espesa, al azar, sobre una cruz corva y sobre una losa, sobre las lanzas de la cancela y sobre las espinas yermas. Su alma caía lenta en la duermevela al oír caer la nieve leve sobre el universo y caer leve la nieve, como el descenso de su último ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos (Traducción: Guillermo Cabrera-Infante. Ha pasado casi medio siglo desde esta edición que yo tengo a la que hoy mantiene la editorial y, aunque la traducción actual es de Eduardo Chamorro, las diferencias son insustanciales).

Este es el párrafo final del último cuento recogido en Dublineses, The Dead (Los  muertos), en mi opinión el mejor de todos ellos. De ese párrafo final es de donde Almodóvar ha sacado la cita sobre la nieve con que se cierra su última película, La habitación de al lado.

Traigo la cita porque cuando vi la profundamente esteticista película me pareció más un panfleto muy bien adornado que una profunda reflexión sobre el derecho a disponer de la muerte propia como cada cual quiera, y el paralelismo entre el cuento de Joyce y la película es absolutamente inexiste. Es más, el uso que el director hace de la nieve cayendo mientras una voz en off dice alguna de las frases del cuento es también esteticista, mientras que en Los muertos, donde todos los personajes están vivos, es una hermosa y exacta metáfora sobre lo que esa historia encierra. 

Es la diferencia entre la fuerza expresiva de un relato que aborda la existencia sin pretender engañar ni convencer de nada, sino exponiendo honestamente un punto de vista sobre la sociedad de un momento y un lugar determinados (en este caso Irlanda, primeros años del siglo pasado), y el uso indiscriminado de cualquier material para realizar la propaganda de la idea de defendemos, que es lo que viene realizando, por cierto, en las últimas películas.

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lunes, 10 de febrero de 2025

MALLARMÉ

Además de las entradas dedicadas al poeta francés o en la que hay alguna referencia a él, dejo aquí la grabación del apartado dedicado a él, redactado por Alain Verjat Massmann en la Historia de la literatura francesa que Cátedra editó en 1994, más unos cuantos enlaces a comentarios sobre su obra en la convicción de que pueden ayudar a facilitar el acercamiento a la obra poética.


Y uno de sus más antologados sonetos: 

LA TUMBA DE EDGAR POE
 
Tal cual la Eternidad lo transforma en Sí mismo,
el poeta provoca con acero desnudo
a su siglo espantado de no haber conocido
que la muerte triunfaba en su voz tan extraña.

Con un vil sobresalto de hidra oyeron al ángel
dar más puro sentido al verbo de la tribu
proclamando muy alto bebido al sortilegio
en la onda sin honor de algún negro brebaje.

Si al cielo y a las nubes hostiles ¡oh amargura!
nuestra mente no esculpe duro bajorrelieve
donde se orne de Poe la tumba deslumbrante,

calmo bloque caído de algún desastre oscuro,
que siempre este granito interrumpa los negros
vuelos que la Blasfemia esparza en lo futuro.


Traducción: Pedro Provencio.

Y un título de Pilar Gómez Bedate que aglutina la biografía, el ensayo sobre la obra y la antología (bilingüe) de los poemas esenciales:

domingo, 9 de febrero de 2025

SCARLATTI, Sonata en la mayor, K.208


Alessandro Scarlatti (1660-1725). O sea, que hace 300 años de su muerte, una fecha redonda para recordarlo este domingo de invierno y dejarnos llevar por esta música tan aparentemente sencilla, pero, por encima de todo, remanso de paz y acogedora.

Scarlatti fue un compositor y clavecinista que se suele situar a finales del barroco y como transición al clasicismo. Tal vez su mayor contribución fuese la de desarrollar el lenguaje de la ópera. Entre sus óperas más conocidas están Gli Equivoci nel Sembiante, Il trionfo dell’onore y Griselda.

Interpreta: Paul Barton.

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sábado, 8 de febrero de 2025

REGALOS DEL DÍA (Diario de un epicúreo agradecido), 21





Ya no recuerdo dónde leí algo así como que Cézanne era capaz de distinguir cien matices distintos del amarillo en los limones. Me impresionó lo de la centena. Supongo que esa capacidad es similar a lo del oído absoluto que tienen algunas personas que se dedican profesionalmente a la música. Yo me conformo con saber que el azul y el amarillo son colores complementarios, y como en casa hay algunos limones y algunos objetos de vidrio azules, mientras decidía por dónde comenzar la tarea diaria, he cogido unos y otros me he puesto a realizar pruebas para ver si conseguía una foto bonita con la que sorprender y regalar a la propietaria de los recipientes, pues ese azul es el azul que más le gusta.

Y en esas estaba: que si un limón por aquí, que si un vaso por allá, que si la botella mejor..., mientras el día avanzaba y la luz iba cambiando el aspecto de los objetos. Hasta que vi cómo se colaba el sol en una de las habitaciones del piso y para allá que llevé limones y recipientes. 


Yo quería sorprender y regalar, pero a medida que la luz del sol iba transformando paredes y objetos, el sorprendido y regalado he sido yo. Era como estar contemplando el nacimiento del día a través de unos limones, una bandejita, un vaso y una botella. Pura fantasía de la luz. Felicidad del color.


Como escribe Sartwell en su Los seis nombres de la belleza, la monotonía del mundo surge de nuestra propia monotonía, del embotamiento de los deseos y del empacho de sensaciones. Si no hemos perdido la ilusión, si somo capaces de percibir en cada objeto, en cada gesto, en cada línea, lo novedoso y fascinante que el día nos depara, este se convierte en una fiesta. Una fiesta al alcance de cualquiera, porque está siempre a nuestro lado. No es necesario tirarse en paracaídas ni utilizar drogas ni blandas ni duras para disfrutar intensamente de los placeres que el día nos ofrece si somos capaces de captarlos.


O como decía Rosalía, que lo decía mejor y más bonito:

Hermosas son las estaciones todas
para el mortal que en sí guarda la dicha;
mas para el alma desolada y huérfana,
no hay estación risueña ni propicia.

No es la estación la que nos proporciona la felicidad, sino nuestra capacidad para descubrirla.


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