viernes, 16 de noviembre de 2018

EN UN PRINCIPIO ERA EL HAMBRE. ANTOLOGÍA ESENCIAL

Editorial
Nadie penetra en la profunda oscuridad de sí mismo si no es forzado de algún modo por las circunstancias. El abismo atrae, es un tópico, pero para que la atracción sea algo más que una inestable inclinación del ánimo, para que logre su fin y se convierta en caída, es menester que las formas hayan dejado de ser amables. 

                  Diarios indios (1990-2001).

  
                 I

Un hombre es aplastado.
En este instante.
Ahora.
Un hombre es aplastado.
Hay carne reventada, hay vísceras,
líquidos que rezuman del camión y del cuerpo,
máquinas que combinan sus esencias
sobre el asfalto: extraña conjunción
de metal y tejido, lo duro con su opuesto
formando ideograma.
el hombre se ha quebrado por la cintura y hace
como una reverencia después de la función.
Nadie asistió al inicio del drama y no interesa:
lo que importa es ahora,
este instante
y la pared pintada de cal que se desconcha
sembrando de confetis el escenario.

                Matar a Platón (2004).


escribir

para curar 
en la carne abierta
en el dolor de todos
en esa muerte que mana
en mí y es la de todos

escribir

para ahuyentar la angustia que describe
sus círculos de cóndor
sobre la presa


(...)


¿y no hacer literatura?
...
¡y qué más da?:

hay demasiado dolor
en el pozo de este cuerpo
para que me resulte importante 
una cuestión de este tipo.
                                        Escribo

para que el agua envenenada
pueda beberse.

               Escribir (2004).


Arderé en angustias antes que rendirme a ella. Yo soy, del lado del sueño, más que yo misma. En mis otras abono el terreno del alimento más delicado.

Dejemos el mundo en las manos de "Dios"; yo atenderé al vuelo, más abajo, y a las almas que gimen, por el peso.

Para la herida, esa herida por todos compartida, no hay cura posible. La existencia se remedia con la muerte tan sólo. La herida consiste en saberlo.

              Husos (2006).


Me pedís palabras que consuelan,
palabras que os confirmen
vuestras ansias profundas
y os libren
de angustias permanentes.
Pero yo ya no tengo
palabras de este género.
Aceptad mi silencio: lo mejor
de mí. huid del soplo que pronuncia,
en mi boca,
la amarga condición de lo humano.
y, entretanto, dejadme contemplar
el vuelo de la ropa
tendida en las ventanas.

             Hilos (2007).


Hay viajes que pueden contarse y otros que no. Los que no pueden contarse, a veces, se inscriben dentro de los que pueden contarse pero, al modo de esas inscripciones que grabamos en el interior de un anillo, esos signos para la memoria tan sólo son descifrables por quien ha realizado el periplo. Es así como decimos que, en el camino, se ha cumplido un viaje interior.

            Bélgica (2011).


        Me llamo Desamparo
Duermo de pie como las bestias

            Polvo de avispas (2011).


Si viniera,
si una mujer viniera, ahora,
si una mujer viniera al mundo con
la espiga de luz de
las matriarcas: debería
si hablara
de este
tiempo
debería
tan sólo balbucir, balbucir
y así tal vez
tal vez así
asíasí
tal vez

         La herida en la lengua (2015).


¿Difícil, mi discurso? Hay quienes no conocen otra dimensión que la superficie y confundiendo las voces de fuera con la interior andan errantes, bicéfalos (díkranoi), según la expresión que utilizaba Parménides. No hablo para ellos. Ante quien se retira, el mundo de superficie abre a otro, mucho más intenso. Allí es donde moro, y hablo a quienes conocen el umbral.

         La mujer de pie (2015).



Creo sinceramente que toda antología es un reto para poder pergeñar entre los textos escogidos lo que ha querido trasmitirnos quien los ha escrito. Incluso puede considerarse como una traición. Esta antología de la obra poética de Chantal Maillard, en cambio, es una excelente puerta de acceso a su obra. Y lo es tanto por la selección realizada como por el luminoso prólogo de Virginia Trueba Mira

También es, y no creo que exagere, una inmejorable invitación a la lectura de la obra ensayística de la poeta. Vale decir lo mismo a la inversa. Y es que el pensamiento de Maillard está tan profundamente arraigado en su poesía y su poesía dice tan a las claras su pensamiento que no hay solución de continuidad entre ellos, son formas de expresión diferentes para comunicar lo mismo: 

Poema-materia.
Materia lingüística.
Materia-lengua.
Aguafuerte del espíritu.

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