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martes, 2 de febrero de 2016

GERARDO DIEGO, UN RECUERDO


Gerardo Diego, componente de aquella fantástica Generación del 27, tuvo su primer destino como profesor, lo mismo que Machado, en la ciudad de Soria. En ella se conserva el Casino, oficialmente Círculo Amistad Numancia, en el que de vez en cuando tocaba el piano. Hoy, en el tercer piso, se encuentra la Casa de los Poetas, espacio dedicado al recuerdo, sobre todo, de Bécquer, Machado y Gerardo Diego.

Archiconocidos son sus poemas El ciprés de Silos y el Romance del río Duero. El Ángelus, no tan famoso, es, en cambio, más representativo de su etapa creacionista, y del que intento reproducir la disposición de los versos, aunque esto es un blog y no una imprenta. No os perdáis el comentario que el profesor Ascunce Arrieta hizo del poema. 



                            ÁNGELUS
                           A Antonio Machado


                       Sentado en el columpio
                       el ángelus dormita.

Enmudecen los astros y los frutos.

Y los hombres heridos
pasean sus surtidores
como delfines líricos.

                             Otros más agobiados
                             con los ríos al hombro
                 peregrinan sin llamar en las posadas.

La        vida        es        un        único        verso        interminable.

                       Nadie llegó a su fin

Nadie sabe que el cielo es un jardín.

Olvido.

                                                                    El ángelus ha fallecido.

                       Con la guadaña ensangrentada
                       un segador cantando se alejaba.

miércoles, 14 de mayo de 2014

TERCERA APROXIMACIÓN A LA FIGURA DE ANTONIO MACHADO

Retomo la serie sobre Machado para ambientar el próximo recital del 13 de junio en el 75º aniversario de su muerte y, en esta entrega de hoy, os sugiero que os deis una vuelta por la Casa Museo de Machado, en Soria. Es un paseo virtual, un paseo desde la pantalla del trasto con el que estéis leyendo estas palabras; un paseo en el que ni se toca, ni se huele, ni se habla; sin embargo, gracias a estas cosas de la conectividad podemos entrar en las habitaciones y recorrer los pasillos y ver los muebles. No es lo mismo que estar allí, pero nos permite acceder a la casa y visualizar sus enseres. Para empezar, pinchad aquí.

Y un poema de los que estarán presentes en el recital:

He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y SanSaturio,
tras las murallas viejas
de Soria —barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra—.

Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.

¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!


PS: En la próxima entrega colgaré los textos del poeta que utilizaremos en el recital.

sábado, 1 de enero de 2022

PRÓXIMOS RECITALES Y TERTULIAS (ENERO Y FEBRERO)



Calendario (con algún cambio desde el día que publiqué esta entrada) de recitales y tertulias durante este mes:

 
    


miércoles, 21 de mayo de 2014

CUARTA APROXIMACIÓN A LA FIGURA DE ANTONIO MACHADO

En esta entrega sobre A. Machado, tal y como anuncié en la anterior, tenéis todos los textos del poeta que vamos a utilizar el día 13 de junio. De esta manera los podéis ir degustando con antelación hasta hacerlos enteramente vuestros. 

Son cinco apartados suficientemente significativos como para ofrecer una visión relativamente amplia de su quehacer. Son cinco apartados que pretenden ser, por encima de todo, una invitación a continuar con la lectura de su obra más allá de lo que el recital pueda dar de sí.

Así mismo, os dejo un vídeo que nos llega desde el otro lado del Atlántico, concretamente desde Lima (Perú). Fue realizado para conmemorar los 100 años de Campos de Castilla. Es obra de Diego Lazarte y Amador Castillo. 


miércoles, 23 de septiembre de 2015

RECUERDO INFANTIL, de Antonio Machado

Al otro lado de la ventana de mi casa se amontona lánguido y lento un bonito día modelo cornisa cantábrica. Google me recuerda que ha comenzado el otoño; el torbellino materno-infantil de la acera, que el curso escolar ya está en marcha. Acudo a las carpetas donde almaceno fotografías en busca de una que no encuentro, pero sale al paso este rincón de La Casa de los Poetas con el que ambientan el Recuerdo infantil, de Machado. No se me ocurre nada mejor para recoger la átmosfera del momento.

Un día perfecto para arroparse con palabras escritas.

Casa de los poetas. Soria
RECUERDO INFANTIL

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
”mil veces ciento, cien mil,
mil veces mil, un millón”.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

miércoles, 4 de junio de 2014

SEXTA APROXIMACIÓN A LA FIGURA DE ANTONIO MACHADO

En esta penúltima aproximación a la figura de A. Machado he seleccionado unos pocos textos del propio poeta para que sea él quien hable, no como en las anteriores, en las que eran otras personas las que hablaban sobre él. Todas las citas las he tomado de ese célebre profesor apócrifo que fue Juan de Mairena, quizás el más famoso alter ego del sevillano. Que sean una invitación a su lectura.

—Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: "Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa".
El alumno escribe lo que se le dicta.
—Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.
El alumno, después de meditar, escribe: "Lo que pasa en la calle".
Mairena. —No está mal (p 41).

Cuando el saber se especializa, crece el volumen total de la cultura. Ésta es la ilusión y el consuelo de los especialistas. ¡Lo que sabemos entre todos! ¡Oh, eso es lo que nadie sabe! (p 45).


Si se tratase de construir una casa, de nada nos aprovecharía que supiéramos tirarnos correctamente los ladrillos a la cabeza. Acaso tampoco, si se tratara de gobernar a un pueblo, nos serviría de mucho una retórica con espolones. (p 52).


Juan de Mairena hacía advertencias demasiado elementales a sus alumnos. No olvidemos que éstos eran muy jóvenes, casi niños, apenas bachilleres; que Mairena colocaba en el primer banco de su clase a los más torpes, y que casi siempre se dirigía a ellos (p 61).


Recordad el proverbio de Castilla: "Nadie es más que nadie". Esto quiere decir cuánto es difícil aventajarse a todos, porque, por mucho que un hombre valga, nunca tendrá valor más alto que el de ser hombre (p 65, la negrita es mía).


Nunca debéis incurrir en esa monstruosa ironía del homenaje al soldado desconocido, a ese pobre héroe anónimo por definición, muerto en el campo de batalla, y que si por milagro levantara la cabeza para decirnos: "Yo me llamaba Pérez", tendríamos que enterrarle otra vez, gritándole: "Torna a la huesa, ¡oh Pérez infeliz!, porque nada de esto va contigo" (p 66).


La poesía es —decía Mairena— el diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo. Eso es lo que el poeta pretende eternizar, sacándolo fuera del tiempo, labor difícil y que requiere mucho tiempo, casi todo el tiempo del que el poeta dispone. El poeta es un pescador, no de peces, sino de pescados vivos: entendámonos: de peces que puedan vivir después de pescados (p 80).


Si tu pensamiento no es naturalmente oscuro, ¿para qué lo enturbias? Y si lo es, no pienses que pueda clarificarse con retórica. Así hablaba Heráclito a sus discípulos (p 144).


Sobre la claridad he deciros que debe ser vuestra más vehemente aspiración. El solo intento de sacar al sol vuestra propia tiniebla es ya plausible. Luego, como dicen en Aragón: ¡Veremos! (p 245).


Yo nunca aconsejaré que escribáis nada, porque lo importante es hablar y decir a nuestro vecino lo que sentimos y pensamos. Escribir, en cambio, es ya la infracción de una norma natural y un pecado contra la naturaleza de nuestro espíritu. Pero si dais en escritores, sed meros taquígrafos de un pensamiento hablado (p 263). 

miércoles, 11 de junio de 2014

ÚLTIMA APROXIMACIÓN A LA FIGURA DE ANTONIO MACHADO


Esta es la última recomendación que os hago antes del recital: la lectura de Los complementarios, cuaderno de notas, apuntes y borradores que el poeta nunca llegó a dar a la imprenta y que, hasta la edición de Alvar (1987), siempre había sido editado mal, de forma incompleta y descuidadamente.

Cuando dos gitanos hablan
es la mentira inocente:
se mienten y no engañan

A continuación, un audio con algunos de los poemas dedicados a Soria que pasado mañana, mejor acompañados que aquí y ahora, podréis disfrutar:


Y para dar fin a esta serie con la que he pretendido que nos acercáramos a la figura de Machado y llegar con un conocimiento mayor de su vida y de su obra hasta el recital, aquí os dejo, por último, el programa que hemos preparado para el viernes. 

Os esperamos a las 19:30 en la biblioteca.

miércoles, 20 de noviembre de 2019

ADAM ZAGAJEWSKI EN SAN TELMO

Adam Zagajewski, uno de los poetas vivos más laureados de Europa, estará mañana a las 19:30 en San Telmo para hablar de su poética y del recorrido de su obra con Ramón Andrés.

El jurado del Premio Princesa de Asturias (2017) destacó de Zagajewski el sentido ético de la literatura, además de hacer que la tradición occidental se sienta una y diversa en su acento nativo polaco, a la vez que refleja los quebrantos del exilio. Y continuaba señalando otras virtudes como el cuidado por la imagen lírica, la vivencia íntima del tiempo y el convencimiento de que tras una obra artística alienta el fulgor, inspiran una de las experiencias poéticas más emocionantes de la Europa heredera de Rilke, Miłosz y Antonio Machado.

Entre la muchos aspectos que me gustan de su estilo, de su manera de expresar, el que más atractivo se me hace es esa aparente sencillez con que nos pone delante de los ojos trozos de realidad que dan la impresión de ser banales, pero que son profundamente significativos. Su luminosa claridad cotidiana se alimenta de hondas reflexiones en torno al diario vivir y sufrir de nuestra especie. La universalidad de lo consuetudinario.



CARTA DE UN LECTOR


Demasiado sobre la muerte,
sobre las sombras.
Escribe sobre la vida,
sobre un día normal,
sobre el deseo de orden.
La campana de la escuela
puede ser un modelo
de templanza,
hasta de erudición.
Demasiada muerte,
un exceso
de negro deslumbramiento.
Mira,
naciones amontonadas
en estadios apretujados
cantan himnos de odio.
Demasiada música,
Falta armonía, tranquilidad,
cordura.
Escribe sobre los momentos
cuando los puentes de la amistad
parecen ser más duraderos
que la desesperación.
Escribe sobre el amor,
sobre los largos atardeceres,
sobre el amanecer,
los árboles,
sobre la infinita paciencia
de la luz.
          
             De Tierra del fuego. Traducción de Xavier Farré. Acantilado.





INFANCIA

                  Give me my childhood again.
                                      John Burnside

Devolvedme mi infancia,
la república de los locuaces gorriones,
las infinitas selvas de ortigas
y el llanto nocturno de la tímida coruja.

Nuestra calle vacía en domingo,
la roja iglesia neogótica
que no favorecía a los místicos,
los lampazos susurrando en alemán

y la confesión de un alcohólico
ante el altar de una blanca pared,
y las piedras, y la lluvia, y los charcos
en los que brillaba el oro.

Ahora seguro que sabría
cómo ser niños, sabría
cómo mirar la escarcha en los árboles,
cómo vivir inmóvil.

                    De Asimetría.Traducción de Xavier FarréAcantilado.




domingo, 27 de octubre de 2019

CALENDARIO DE TERTULIAS 2020 EN LA CASA DEL LIBRO

El nacimiento de la poesía contemporánea en castellano

Durante el próximo año nos dedicaremos a repasar la poesía que surge a finales del XIX o primeros años del siglo XX y que, con mayor o menor fortuna, sienta las bases de lo que será la poesía contemporánea:




Y para ir entrando en materia, unos fragmentos de Martín Fierro recitados por Jorge Cafrune:

lunes, 28 de abril de 2014

RINCÓN LITERARIO de la UNED

Estaba buscando material sobre Antonio Machado cuando me he encontrado con este "Rincón Literario" de la UNED. Toda una sorpresa de lo más agradable. Son entrevistas con poetas de unos veinte minutos de duración. Lástima que tengan solamente 18 vídeos.

Os dejo la entrevista con Claudio Rodríguez, fallecido en 1999, y a quien dedicamos un recital in memoriam aquel mismo otoño leyendo su juvenil y sorprendente Don de la ebriedad.


Y para terminar de redondear las casualidades, buscando un enlace para el amigo Carles, que fue quien puso la música de su guitarra, me encuentro con que este fin de semana se celebra el XII Festival de Guitarra de Hondarribia, del que es director.

miércoles, 20 de marzo de 2019

PASEO DE LA POESÍA / POESIAREN BIDEA


El paseo ni es nuevo ni se encuentra en una calle de una ciudad por donde habitualmente podamos transitar, pero tampoco se trata de un lugar escondido e inasequible. Este paseo de la poesía se encuentra en un campus universitario, en el de Leoia, Vizcaya. Aproximadamente, a veinte minutos en coche desde el centro de Bilbao y a unos cuarenta minutos en transporte público.

La numeración corresponde al listado de poemas que tenéis más abajo.
Aunque fue inaugurado en mayo de 2012, apenas es conocido fuera de la comunidad universitaria, pero es de acceso público. En él podemos encontrar cuarenta losetas donde están inscritos poemas o partes de poemas de muy variada procedencia. Es algo así como un paseo de las estrellas, o como una antología mínima en piedra. En definitiva, un reconocimiento del valor de la palabra y la necesidad que tenemos de ella. Este es el listado completo:
  1. HIRUROGEITA HAMABOST URTE, Andoni Egaña.
  2. CAMINANTE NO HAY CAMINO, Antonio Machado.
  3. JosAnton Artze.
  4. HOW DO I LOVE THEE?, Elisabeth Barret Browning.
  5. COMO TÚ, Leon Felipe.
  6. EUSKAL HARRIA, Gabriel Aresti.
  7. LE GRAND HOMME, Jacques Prevert.
  8. TE QUIERO, Mario Benedetti.
  9. MENDIGOXALIARENA, Estepan Urkiaga «Lauaxeta».
  10. NEGRA SOMBRA, Rosalía de Castro.
  11. OIA, Xabier Lizardi.
  12. CANCIÓN 51, Rafael Alberti.
  13. ARDURA DORPEA, Itxaro Borda.
  14. LA POESIA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO, Gabriel Celaya.
  15. NI NAIZ, Xalbador.
  16. ROMANCE SONÁMBULO, Federico García Lorca.
  17. ESKU 2, Juan Mari Lekuona.
  18. SENSATION, Arthur Rimbaud.
  19. OBRA ESCRITA EN 1966, Jorge Luis Borges.
  20. APEXA ETA LOREA, Juan Bautista Elizanburu.
  21. EL CLAMOR, Alfonsina Storni.
  22. ESPERANTZARI LEIHO BAT, Bitoriano Gandiaga.
  23. SHE WALKS IN BEAUTY, Lord Byron.
  24. EN EL PRINCIPIO, Blas de Otero.
  25. ASSAIG DE CÀNTIC EN EL TEMPLE, Salvador Espriu.
  26. IZARREN HAUTSA, Xabier Lete.
  27. BESOS, Gabriela Mistral.
  28. HAUTSI DA ANPHORA, Bernardo Atxaga.
  29. LA PENSADORA DEL AURA, María Zambrano.
  30. KONTRAPAS, Bernard Etxepare.
  31. VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN, Miguel Hernandez.
  32. AGUR EUSKALERRIARI, Jose Maria Iparraguirre.
  33. ALALÁ, Manuel Rivas.
  34. GIZARTEAREN HORMA HANDIAN, Xabi Paya.
  35. SUSTRAIAK HAN DITUENAK, Joseba Sarrionandia.
  36. UNO NO ESCOGE, Gioconda Belli.
  37. BIDAIA KAIERA: BHUTAN, Kirmen Uribe.
  38. LOVE AND FRIENDSHIP, Emily Brontë.
  39. BLANCA BRUNA, Joan Salvat-Papasseit.
  40. SUA, Maialen Lujanbio.

Os dejo el poema de Alfosina Estorni y la invitación a que os acerquéis a este singular paseo donde la poesía brota del suelo.


EL CLAMOR

Alguna vez, andando por la vida,
por piedad, por amor,
como se da una fuente, sin reservas,
yo di mi corazón.

Y dije al que pasaba, sin malicia,
y quizá con fervor:
-Obedezco a la ley que nos gobierna:
He dado el corazón.

Y tan pronto lo dije, como un eco
ya se corrió la voz:
-Ved la mala mujer esa que pasa:
Ha dado el corazón.

De boca en boca, sobre los tejados,
rodaba este clamor:
-¡Echadle piedras, eh, sobre la cara;
ha dado el corazón!

Ya está sangrando, sí, la cara mía,
pero no de rubor,
que me vuelvo a los hombres y repito:
¡He dado el corazón!

martes, 31 de julio de 2018

EXPOESÍA 2018 (FERIA DEL LIBRO DE SORIA)


Ayer mismo se hizo público el programa definitivo del Festival de Poesía de Soria, Expoesía 2018, que se programa simultáneamente con la Feria del Libro y que extiende sus actividades desde este jueves, día 2, al jueves de la próxima semana, día 9, ambos incluidos. 

Las actividades a desarrollar se llevarán a cabo en la Alameda de Cervantes, el Casino, el Palacio de la Audiencia y el Instituto Antonio Machado. Bajo el lema "Poesía-Resistencia" hay programadas una infinidad de presentaciones, lecturas, recitales y actuaciones de todo tipo que tienen como nexo la creación poética.

No quiero destacar ningún nombre porque sería injusto con los no señalados, es mejor que accedáis al programa y decidáis qué es lo que os interesa para saber cuándo y dónde se produce. Allá por donde traza el Duero su curva de ballesta, la poesía anclará sus sueños durante ocho días seguidos.

sábado, 22 de febrero de 2014

AGUSTÍN DELGADO: ESPÍRITU ÁSPERO

Agustín Delgado es uno de los teorizadores del grupo que puso en marcha la revista Claraboya. Es, por tanto, uno de los teóricos de aquello que se llamó poesía dialéctica. Pero no voy a detenerme aquí a comentar las características de su escritura o el itinerario poético del autor que eso lo hace muy bien el profesor Lanz en el excelente prólogo que acompaña a la obra del poeta —¡qué necesario es para un creador disponer de un lector atento y que sepa explicar su obra!—.

Lo que quiero señalar ahora es la oportunidad de la publicación de esta Poesía reunida. Agustín Delgado (1941-2012) ha sido un poeta más bien marginal, de provincias, poco conocido, al menos no conocido por ese pequeño número de personas que de vez en cuando leen poesía. De "lobo estepario" lo calificó José-Miguel Ullán. En estas circunstancias, que alguien recoja toda tu obra en una edición muy cuidada —tapa dura, dos colores, papel de calidad, estudio introductorio, bibliografía...— y que lo haga cuando efectivamente has escrito cuanto querías escribir es, cuando menos, oportuno. Y Agustín Delgado se lo merecía.

Después de esta loa a la oportunidad y al buen trabajo de quienes hicieron posible esta edición, corresponde dejar constancia aquí a través de algún ejemplo de lo que este poeta disidente e inconformista escribía.

OTRA VEZ MÁS

Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.

Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.

Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.

Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.

Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
“estos días azules
y este sol de la infancia”.

Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.



   Del libro Nueve rayas de tiza (1966-68).

domingo, 25 de agosto de 2019

FRANCISCA AGUIRRE, ENSAYO GENERAL (poesía reunida 1966-2017)

Francisca Aguirre (1930-2019), cuando recibió el Premio Nacional de las Letras 2018, y como el jurado hacía una referencia a su influencia machadiana, declaró que cuando se sentía algo inquieta lo leía para relajarse y se refirió a él como el primero entre los dioses literarios. O sea, que sí, que si os acercáis a su obra poética vais a notar esa influencia, y Aguirre, además, la asumió con orgullo, sin ninguna angustia. Pero también la de otras figuras, como la de Luis Rosales, con quien estuvo trabajando como secretaria en el Instituto de Cultura Hispánica

Así, pues, su poesía es clara, directa y testimonial, iluminada y recorrida por la historia vivida por la propia autora. No rehuye ni el dolor ni el peso de la existencia. Lo cotidiano, lo próximo, la materia con que se van haciendo los días es la misma materia que recogen sus palabras y tejen el poema. 

También están presentes las múltiples referencias a sus admirados poetas en un juego intertextual muy nutritivo: Rubén Darío, Jorge Manrique, Miguel Hernández o los ya citados Luis Rosales y Antonio Machado

Pero de una poeta que se explica perfectamente ella sola lo mejor es leerla y dejar que su obra hable por sí misma.



Menos mal que la noche no es eterna,
y de pronto la luz nos ilumina
y los cinco sentidos se despiertan
y comienza una historia muy antigua,
una historia que va del miedo al llanto,
pero también del llanto a la alegría,
a la absurda manía de lo humano,
de la pasta de dientes y la ducha,
de la risa en los bordes del naufragio,
del orden cotidiano del saludo,
de la fuga solar de las ventanas
y la prisa por encontrar respuestas.
Menos mal que la tarde dura mucho
y podemos hacernos a la idea
de que llegan la noche y sus secretos.
Menos mal que la muerte nos consuela,
y nos va confesando día a día
que aquí nada es eterno.
Menos mal que a pesar de los pesares
seguimos aferrados al milagro,
a la ciega esperanza del sosiego
y a la terca ambición de la unidad.



                                De La herida absurda (2000-2006).


***

Gracias a Squirrel, que ha dejado un comentario con el enlace, está este vídeo aquí. Recoge una de las sesiones del Bilbao Poesía 2019. Leen sus poemas Francisca Aguirre (minuto 4), Guadalupe Grande, hija suya y del ya fallecido Félix Grande (minuto 22:30), y Nuno Júdice (minuto 39:05).

jueves, 16 de septiembre de 2021

KARMELO C. IRIBARREN, EL ESCENARIO

Editorial
EL ÚLTIMO VERSO DE ANTONIO MACHADO


No parece gran cosa,

no deslumbra,

                     apenas

unas pocas palabras gastadas por el uso:


Estos días azules y este sol de la infancia.


Pero todo cabe en ellas,

no se terminan nunca.


                                  Quizás por eso

yo las evoco ahora frente al mar.


Este es el poema que cierra El escenario. Un breve poema marca de la casa: fraseo corto, quebrado, saltos semánticos, silencios, final inesperado y redondo. 

No recuerdo en qué red social Iribarren anunciaba la pronta salida de su último poemario con estas palabras: Más de lo mismo. Sí y no. Es cierto que permanece el estilo propio tan característico del poeta donostiarra, que ya va creando escuela. Es cierto que continúa la mirada distanciada y descreída. También está presente en esta última entrega el suave pesimismo barojiano, los paraguas rotos como símbolo de lealtad, la ciudad, el paseante que comprueba el paso de las estaciones, la defensa incondicional de su forma de hacer poesía y otros muchos elementos que nos vienen acompañando desde su primer título. Pero van apareciendo así mismo, otros rasgos, acaso unidos a la edad.

El verso se ha alargado un poco. No es que sea un elemento diferencial, pero ya no está tan presente ese poema cuyos versos son tan solo una palabra. Ha desaparecido el tono más callejero, más crudo. Tenía la cara/grasienta/y el dedo/en el gatillo,/me apuntaba/a la polla/y se reía (El torturador, Serie B). Y, especialmente, han ido adquiriendo mayor presencia el tono elegíaco, reflexivo; la absoluta personalización de la naturaleza en sus distintas manifestaciones; los poemas de amor, a pesar de que se queje en el poema que lleva por título esas palabras; los mínimos acontecimientos cotidianos, e, incluso, la familia.

LA ALEGRÍA


No sabemos 

de dónde viene

                       ni por qué

lo hace en ese momento

y no en otro.


                   Se alimenta del sol

y de las miradas limpias.


Vive en el lado opuesto de la sombra.


Es una ola repentina

llena de luz

que lo inunda todo

y nos arrastra y nos deja en la orilla

como después de un buen día

de verano.


                Neruda

le dedicó una oda.


                            A mí

donde más me gusta verla

es en los ojos de mi hija.


Otro título más que agradecerle.

martes, 23 de julio de 2019

JORGE GALÁN, RUIDO


Dice la solapa del libro que Jorge Galán ha recibido el Premio de la Real Academia Española en 2016, por la novela Noviembre; el Premio Casa de América de Poesía Americana en Madrid 2016; el Premio Iberoamericano para obra publicada Jaime Sabines de México en 2012; el Premio Internacional Antonio Machado en 2009; el Premio Adonais en 2006; y el premio nacional de su país, El Salvador, tanto en poesía como en novela. 

Escritor ampliamente laureado, no defrauda cuando nos adentramos en este poemario donde predomina el carácter narrativo, el diálogo, el verso largo (muchas veces versículo), el testimonio, el recurso a la memoria y la denuncia de una realidad compleja, por momentos cruel y embrutecida, bárbara casi siempre, por más que hablemos de occidente. A veces, también, está lleno de ternura, como cuando habla de los seres más débiles que pululan por esta tierra áspera e insensible.

El poema que da título a esta magnífica colección, todo él tan extraordinario como desbordante —sesenta versículos a lo Whitman—, termina con estas estremecedoras y hermosas palabras:

Tuve que convencerme de que lo habías olvidado todo,
la dignidad, el nombre del cielo. Hermosa madre oscura
que ya no sabes escuchar tus propios gritos súbitos, los gritos
de todos tus padres, esa alma extensa de tus praderas,
oh madre y padre y madre del tamaño de todo lo perdido.
Oh américa sin vida como el cuerpo de un niño sobre un país de fango.     

Recién sacado del horno, seguro que lo encontráis en cualquier librería.

jueves, 22 de septiembre de 2022

INCENDIO MINERAL, María Ángeles Pérez López

Editorial
I

MI CUERPO CHOCA CONTRA LOS PRONOMBRES

Mi cuerpo choca contra los pronombres. No sé a cuál de sus exigencias obedezco.
    No es cierto que sean cáscaras vacías: son vísceras y plasma en la transfusión que cede cada uno de nosotros. 
    Cuando va a amanecer y salimos desnudos a la habitación más fría del idioma, entregamos materia y ADN.
    La luz parece tan solo una escaramuza y los hospitales todavía no apaciguan el pavor, pero nosotros ya avanzamos por corredores simétricos y grises con un hilo de sangre de la mano, como si Ariadna hubiese decidido no llamarse Ariadna sino Penélope y tejer toda la noche su condena. Como si ellas dos se hubieran abrazado en la temperatura del temor y hubieran recordado que la sangre es un hilo que cose cada parte de su cuerpo: un riñón sobre el otro en la diálisis; las dos clavículas como dos mariposas atrapadas que el esternón clavó contra su tórax; un ovario que llama al otro en las veintiocho ocasiones en que la luna gira alrededor; o el agua en los pulmones del ahogado. Como si las dos fueran una: solo un hilo. 
    De la sangre que gotea por él, muy deprisa, caen los pronombres y manchan el suelo. Se enfadan quienes limpiaban las salas del hospital. Podríamos haber soltado piedritas para tropezar en el agotado itinerario de la vuelta. De todas formas se habrían enfadado, o ¿es que acaso se incluyen en la palabra nosotros? Lo desconozco.
    ¿Y ahora? ¿Quién crees que eres yo?
    Solo soy una herida en el lenguaje.


Este es el primero de los 15 poemas en prosa que conforman esta bellísima reflexión sobre el lenguaje, sobre lo que somos, sobre nuestra relación con las palabras y sobre el permanente juego de ser en las palabras y en los otros. 

Hay un eco lejano de aquel vivir en los pronombres de Salinas. Es cierto, somos seres transitivos, esto es, cuanto hacemos y decimos tiene repercusión en los otros. Además, bien lo sabemos, somos palabra; en ella nos reconocemos y con ella fundamos cuanto somos, conocemos y queremos. Ya nos lo dijo el alemán: El lenguaje es la casa del Ser. En su hogar habita el hombre. Los que piensan y los que crean con las palabras son los guardianes de este hogar.

María Ángeles Pérez López es una de esas excelentes guardianas. En este hermoso poemario nos da buenas muestras de permanente indagación, y lo hace acompañada de otros poetas que también han transitado esa misma inquietud en sutil y delicado diálogo. 

También aquí está presente ese hilo larguísimo y ubérrimo que mencionaba ayer y que conviene cuidar. Una forma de hacerlo es leer este hermoso Incendio mineral.



XV

¿Y SI ERES NADIE?

¿Y si eres nadie?
    Miras dentro de ti y solo hay un inmenso páramo en el que nada se oye. Ni
siquiera la respiración agitada en el incendio de aquello que fuiste. ¿Adónde irás
cargando tu vacío?
    Nada pesa lo que no tienes, pero no hay ligereza posible para ti porque el vacío
te arrastra hacia sus pies. Ha arrasado con toda la flora, los días sin viento, las
reservas de agua y de pardales. Quedan muchos más pájaros atrapados contra las vallas: vencejos, cormoranes, petirrojos. Un viejísimo albatros sacude su cabeza como si se hubiera atragantado con un mal verso. Entre ellos se disputan las raspas del sol y todos los poemas sobre ruiseñores o palomas que han sido capaces de digerir. Disputan también con quienes han quedado crucificados contra esas vallas, atrapados en la larga migración del hambre, de la guerra.
    Y mientras, tú sobre tu páramo vacío.
    Te asomas con miedo al brocal de la boca y solo se ve un espejo negro que
parece saludarte desde el fondo. También alguna mano de gente difusa tras tantas pantallas entreabiertas. Nada se oye sino la frugalidad de la desgana.
    A lo lejos, tal vez el agua pida que abras la puerta de tu cuerpo. 
    ¿O vas a conformarte con ser páramo? ¿Eriazo que no habilitan las hormigas? ¿Pedregal que golpea con su sed?
    ¿Y si nadie somos todos? Pájaro perro, pájaro persona, población y polluelo
enardecido. ¿Qué harás en el tránsito de las taxonomías?
    En ti están los cien mil caracteres hereditarios que te atan dulcemente a los demás, los tres mil millones de letras del genoma humano que has aprendido sin esfuerzo y silbas con felicidad al levantarte, veinticuatro de los noventa elementos químicos, todas las maletas que quedan extraviadas frente a las aduanas y las noches de Ítaca y Caronte.
    En ti, partículas lejanísimas de estrellas y otros parientes, piedras, peces,
patronímicos, banderas deslucidas y otros trapos del dolor. Incluso meteoros en el
festejo de la luz.
    Todos ellos te bendicen y completan.
    Bendicen cada una de las capas freáticas que alimentas con tu desesperación y tu amor radical a esta extrañeza que llamaron vivir, estar viviendo.
    Porque tú no eres suficiente para ti.
    Desconoces quién eres y no importa.
    De pronto apremian la vida y los tendones. De pronto estallan granos rojísimos de luz sobre la superficie torpe de tu lengua. Algunos estorninos los disputan y te besan con su canción de alambre.
    ¿Cómo dejar entonces que el día colisione? ¿Que haya personas aparcadas como muebles mientras viajan las mesas en primera?
    Alguna vez recibiste en herencia un baúl y una silla de esparto pero hoy todo ha sido arrasado por el fuego, hasta el flequillo que desordenó los días y la expiación y nota a lápiz del convenio laboral, mientras hay personas aparcadas como muebles y están dentro de ti, son tu apellido. Con el agua que mana de sus letras humedeces tu frente y te levantas.



***

Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 5 de noviembre de 2008

JUAN KRUZ IGERABIDE

La entrevista que aquí aparece se realizó por correo electrónico en el mes de octubre.

Juan Kruz Igerabide estuvo en todo momento amabilísimo e incluso aportó la fotografía que encabeza el texto. Espero que sus respuestas puedan aportar más luz sobre su obra.

He aquí las respuestas y las preguntas:



-Empecemos por el principio. ¿Cómo llegaste a la poesía?

Aterricé en ella de una manera bastante accidentada; fue una especie de aterrizaje forzoso. Mis primeros contactos con ella tuvieron lugar a través de intermediarios (el que más contribuyó fue la música, a lo largo de toda la etapa juvenil; seguía de cerca las creaciones de Ez dok Hamahiru, de Paco Ibañez, De Atahualpa Yupanqui...), pero no logramos constituir una pareja de hecho.
Tras la hecatombe ideológica que cierta gente sufrimos después de la muerte de Franco, sentí que me precipitaba en barrena. Y fue cuando apareció de nuevo ella, pura y deslumbrante incluso en el lodazal. Desde entonces, formamos pareja de lecho.

-Eres posiblemente el poeta vasco más importante en la poesía infantil y juvenil ¿Qué te impulsa a escribir poesía para estas edades?

Le doy poca importancia a la importancia. He visto tanta tontería en el ranking de poetas y escritores, que creo que es urgente desrankingizar (algo así como desratizar) la literatura.
Escribo poesía infantil y juvenil porque es lo mismo que escribir poesía para adultos, con pantalón corto y una piruleta en la boca quizás. Yo estoy haciendo lo mismo en todos los ámbitos: un complicado aforismo encuentra una respuesta en la respiración de un niño asmático que profiere un haiku a la lluvia.
Hoy mismo, un niño vecino que aún toma teta de su madre, repetía un poema "titia bete-bete" (teta llena llenita), y me ha dejado flipado.
Oteiza y los ojos de Asiertxo.

-Hay, si no me equivoco, una constante simbolista en tu obra que se va adelgazando a medida que pasa el tiempo para dejar paso a una mayor presencia de lo cotidiano. ¿Es esta una apreciación correcta? Y, si es así, ¿qué te lleva a dar mayor espacio a la cotidianeidad?

Partí de un concepto muy cerebral del símbolo, quizá excesivamente misterioso. Ahora concibo el símbolo como cada acto de vida convertido en anhelo de duración. Podemos montar andamiajes abstractos complicadísimos en nuestro afán de duración, pero la reverberación de una triste vocal proferida desde las entrañas rebota en los confines del universo y regresa convertida en un soplo de brisa de mar, en el balanceo de una hoja de roble, en la duda de una gota al desprenderse.
El simbolismo me sigue atrayendo (tanto en su vertiente antropológica y tradicional, como en su vertiente poética transgresora), pero lo quiero hecho carne y habitando entre nosotros.

-¿Consideras tu obra y tu estilo dentro de alguna corriente o generación poética?

Me gustaría tal vez, pero no puedo. Me sobrepasa. Tengo buenos amigos poetas, y otros que no quiero como amigos pero sí como poetas. Pero, de corrientes.. ríos de alcohol, a lo sumo. Y como soy abstemio...
Me hubiera gustado crear una corriente sáfico-horaciana con retoques de Catulo, efusiones románticas (Coleridge, Novalis, Hölderlin, y mucho Rilke), deprecaciones simbolistas (Baudelaire, Rimbaud), locuras surrealistas y ultraístas, y el ritmo fluvial y trigal de Mandelstam o Claudio Rodríguez. Pero no ha podido ser, aunque conozco a mucha gente que quiere lo mismo, pero en otro orden. En poesía, el orden de factores sí que altera el producto.

-En algunos poemas hay un diálogo con otros poetas -Lizardi, Aresti, Mirande...- ¿Cuáles son los autores que más te han influido o que más te han estimulado?

Con respecto a la literatura vasca, en mis comienzos tuve mucho contacto con Juan Mari Lekuona, un poeta de verso muy fino y preciso. A Aresti lo llevaba conmigo desde la época juvenil. Pero luego descubrí a otro Aresti, que hablaba desde Aresti, y no desde lo que mi ideología quería escuchar de Aresti. A Mirande lo conocí al mismo tiempo que a Rimbaud y a Baudelaire; no me impactó tanto desde su poética (llegó un poco tarde como poeta maldito), pero sí desde lo que suponía su peculiar "constructo" en el seno de la literatura vasca.
Lizardi ha estado siempre ahí. Había algo en él que no me convencía al principio, y tampoco me convence ahora. Pero su fuerza lírica sigue creciendo sin parar ante mí. Es curioso; en rigor, podría considerársele incluso un poeta torpe; cuando se le traduce, se le cae a uno de las manos. Y sin embargo, sigue aguantando, y algunos de sus versos en euskera quedan grabados hasta el tuétano. Tiene una fuerza lírica descomunal, chapuceada por una ideología castrante. Siempre irá conmigo, aunque a veces me dé calambre.

-Podemos apreciar una constante tanto en los poemas infantiles como en los textos para adultos: la búsqueda de la palabra precisa. ¿Es esta búsqueda la que te ha llevado al haiku y al aforismo?

Estoy más en el río de palabras que en la palabra misma. Busco la línea precisa que adelgace el sentimiento hasta hacerlo prácticamente transparente. Esa es la apuesta. El haiku es un buen género para dicha práctica; es como la pintura zen, pocos trazos y mucha respiración; el vacío que llena.
Con respecto al aforismo, siempre me ha interesado la gente que interpreta la vida de una manera personal y "respondiendo al instante". Una filosofía demasiado sistemática como la que se enseña en las universidades siempre se va quedando atrás en el tiempo, porque carga con demasiado aparato para poder adecuarlo al presente con ligereza y rapidez. Por eso me gusta el aforismo; al fin y al cabo, no decimos cosas muy distintas a las que pudo decir Séneca; pero, al ser fruto del momento, parecen nuevas, frescas como un recién nacido.

-En tu obra podemos ver una gran riqueza estrófica, rítmica y métrica. ¿Qué impulso, razón o sentimiento te lleva a practicar esta polifonía, si me permites denominarla así?

Me atrae sobremanera la polifonía; sin embargo, en la raíz, aprecio sobre todo la monodia. El resultado es polifónico, pero en los instantes concretos estoy cantando monodias.
Por otra parte, el verso libre me ha enseñado que primero está la fuente y luego el recipiente. Mi generación llegó a despreciar los metros clásicos y los de los bertsolaris, porque te obligaban a crear un hermoso recipiente y luego comenzabas a buscar la fuente; pero el recipiente se rompe en la búsqueda, o queda a medio llenar, o vacío del todo.
La poesía infantil me ha devuelto al recipiente. Una vez encontrada la fuente, podemos construir un recipiente adecuado y beber más a gusto. El ritmo, el metro, la estrofa... deben responder a una necesidad del mensaje. Rimar, por ejemplo, luna con cuna puede resultar muy significativo y alcanzar un gran poder de sugerencia. Otro ejemplo podría ser la utilización del soneto para desarrollar una visión que va más allá del concepto pero que se mantiene dentro de unos límites muy precisos, que te obliga a algo así como a condensar una novela en catorce líneas.

-Que no podemos vivir sin la naturaleza es algo evidente, pero en tus textos parece algo mucho más evidente que en la obra de otros poetas contemporáneos. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación?

Hay muchos poetas contemporáneos, de todas clases. Colinas, por ejemplo, abarca la naturaleza de cien poetas juntos.
En ese sentido, me sitúo en la línea de Lizardi, Antonio Machado, la tradición japonesa y china y un lago elenco que llega hasta Horacio. Pero, al mismo tiempo, huyo de lo pastoril como de la peste. Para mí, la naturaleza es cruda, y a la vez puro éxtasis que convive con el ruido de la lavadora.

-Siempre aportas una mirada crítica y diferente sobre el mundo en que vivimos, especialmente en los aforismos. ¿Hasta qué punto es precisamente ésta una función del escritor, es decir, hacernos reflexionar sobre nuestro ser y nuestro entorno?

En sentido estricto, no intento hacer reflexionar a nadie. Es como si todo el mundo hubiese reflexionado antes que yo, y yo intentara entablar un diálogo socrático con ellos, no desde la razón sino desde la paradoja. Socrático, en el sentido de que no me trago las mentiras que me cuentan; sin embargo, les aviso que lo mío también es otra mentira más, un escalón más de la escalera que quisiéramos que nos condujese a la verdad. Por eso es paradójica.

-Me parece ver como una marca de tu estilo la reflexión sobre las preocupaciones éticas y existenciales, siempre presentadas con una gran elegancia y sutileza, incluso en los poemas infantiles ¿De dónde surge esta preocupación?

La estética como pura decoración no me interesa; provoca un asombro vano. Me interesan las personas de carne y hueso y sus sufrimientos y alegrías. Los niños son un reflejo nítido de nuestras almas; me atrae lo que van dibujando con sus actitudes y sus palabras. Los mayores tenemos varias capas de pintura y hay que raspar un poco; aunque duela, merece la pena ver el niño que va asomando.
Hoy, una mujer me ha contestado de mala manera en una ventanilla. La he observado a prudente distancia. Sus rasgos eran bellos, pero era como si se hubiera puesto una máscara de hierro. He hurgado en sus ademanes y he descubierto un gran dolor bajo el casco. Me la he imaginado con su amante, y el casco de hierro entre ambos. Mediante un poema, podría arrancarle el caso, y ver lo que asoma: quizá una cara ensangrentada, quizá una tez fulgurante.