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sábado, 20 de abril de 2024

GUERRA Y PAZ, Tolstói

Traducción: Serge T. Baranov y N. Balmanya
Supongo que la época de leer las grandes novelas del XIX es el período de formación juvenil, pero solamente leí unas pocas en aquel período y ha sido este año cuando me he dedicado a esta inmensa Guerra y paz cuya edición, la que aquí aparece, tan solo tiene un año menos que yo y que he heredado hace relativamente poco tiempo. 

Dejando a un lado la traducción, o más precisamente, el español al que se vertió en su momento la novela, debo admitir que todavía estoy impresionado (terminé de leerla hace poco más de una semana) y solamente quiero exponer aquí algunas razones que incidan en por qué debe alguien leerla... si es que no la ha leído. 

¿Por qué alguien del siglo XXI debería leer Guerra y paz?

  • Porque se trata de un clásico de la literatura universal, de esos libros que siempre citaríamos entre las cien novelas más... de la historia de la literatura. Aunque esto tal vez carezca de importancia para mucha gente. Pero dicho queda.
  • Porque Tolstói logró escribir una magnífica epopeya que, si bien comienza siendo una indagación acerca de lo que podríamos señalar como sus antepasados familiares, según vamos avanzando vamos descubriendo cómo se transforma en una gigantesca panorámica sobre la historia rusa que nace con la revuelta decembrista (1825) y se convierte en un profundo análisis de las historia rusa, los distintos estratos sociales que conforman su sociedad, y una búsqueda incansable de los muchos porqués en torno a la historia, la sociedad, las creencias religiosas, las relaciones humanas y, sí, también sobre la violencia y el pacifismo. (Debo recordar aquí que fue Gandhi quien se puso en contacto con Tolstói, a quien admiraba por su convencimiento sobre el tema —no hay que combatir el mal con violencia—).
  • Porque Tolstói no predica, no alecciona, sino que escribe una fantástica historia con una calidad narrativa excelente y son los hechos y sus consecuencias, junto con la masa coral de personajes y sus decisiones quienes nos hablan. 
  • Porque se trata de un estupendo friso socio-histórico donde podemos ver en vivo y en directo el enfrentamiento entre dos maneras de entender el mundo: la civilizada, de la que procede el propio autor y cuyas convenciones, ritos y costumbres repudia, y la natural, donde lo importante es la actuación espontánea dirigida por las pautas que marca la propia naturaleza. (Aquí también podemos ver la contradicción que supuso, como en casi toda Europa, el choque entre las ideas liberales, progresistas, afrancesadas, que buena parte de la nobleza y la intelectualidad rusa defendían y el patriotismo que suponía oponerse al enemigo invasor, que era quien traía aquellas ideas, el primogénito endiablado de la revolución francesa, Napoleón).
  • Porque —y con esto termino, que no quiero ser pesado— es el magnífico uso de ese recurso literario que se conoce con el nombre de extrañamiento. No es Tolstói quien lo inventa ni lo usa por primera vez. Ya se utilizaba incluso en los cuentos populares. La cuestión es que él se vale muy eficazmente de este recurso para poner en tela de juicio dogmas, ritos y costumbres aceptados hasta entonces con naturalidad, pero que gracias a su uso nos dimos cuenta de que no siempre lo que habíamos estando aceptando como natural o de sentido común tenía por qué serlo. Como decía el propio Tolstói: La inteligencia que yo tengo y que me gusta en los otros es la que se da cuando un hombre no cree en teorías, sino que, haciéndolas avanzar, destruye cada una de ellas y, sin culminarlas, construye otras nuevas (tomo la cita de Ricardo San Vicente, La literatura admirable, p 461).

Más de mil páginas llenas de gran literatura.

***


lunes, 18 de marzo de 2024

VERANO DEL 36

Editorial
 #elespesordelaherida

La banda sonora de El espesor de la herida se adentra en la penúltima sección del poemario y la creación de Ivan G.M. alcanza la excelencia. No es que la composición que ha realizado me parezca la mejor de las posibles, es que me ha dado pena tener que grabar sobre ella y que no podáis disfrutarla por sí misma. Es una auténtica cantata del dolor que recoge y expresa en toda su intensidad el dolor y las consecuencias que de él se derivaron, tal y como el poema cuenta.

"Verano del 36" es el texto más duro de todos cuantos conforman el poemario, porque cuenta un hecho real que no es una excepción ni un caso aislado. Estos hechos se producen en todas las guerras, aunque nunca sean noticia en ninguna. Son la cara oculta de todas ellas y su aspecto más feroz e inhumano. En este caso, se trata del asesinato de un maestro y su mujer que no militaban en ningún bando, y que marcará toda la vida del hijo huérfano.

Pero El espesor de la herida es, fundamentalmente y por encima de todo, un poemario pacifista, un grito de dolor ante la guerra, todas las guerras, y una reivindicación apasionada de un mundo que sea capaz de resolver sus diferencias sin recurrir a la violencia.

El espesor de la herida ha sido redactado en el deseo, sin duda ingenuo, pero fervientemente sincero, de que algún poema de los que en este librito se recogen sirva para modificar alguna conciencia. Quisiera creer que cumple la intención e, incluso, puede llevar a alguien a territorios del pensamiento próximos a los que defendían GandhiLuther King o Mandela.

La banda sonora:

El recitado con la música:



VERANO DEL 36


Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

MACHADO




José María y Valeriana,

naturales de Hervás y Aldeanueva del Camino

(Cáceres),

fallecieron algún día

del verano del 36,

poco antes de que las fuerzas sublevadas

llegaran a la ciudad.

Nadie sabe dónde están sus cadáveres.

Ni sus nombres. Nada.




No murieron

ni por Dios ni por España.

Alguien que no consta

ni en las listas de vencedores

ni vencidos

los sacó de casa

y los apeó de la vida

brutalmente

una noche de verano

del 36.

No sabemos

si llegó a salir la luna

o estuvo nublado todo el tiempo.

Tampoco sabemos

si cayeron de bruces

o lo hicieron de perfil.

Cayeron,

aunque no fuera

ni por Dios

ni por España.




Ni ellos ni sus asesinos

forman parte de la memoria.

Materia de olvido.

Ni vencidos ni vencedores,

solo un vacío en el registro de la historia,

en las listas de ausentes

y en las de las reivindicaciones.

Ni papeles. Ni cruces. Ni cementerios.

Silencio.

Ni por Dios

ni por España.




***




Días después

—ni por Dios ni por España—,

Luis, un muchacho

a punto de cumplir

los 15 años, recibe

la noticia

y el reloj de José María

rescatado de las ruinas.

Ni por Dios ni por España.

Solo rabia.

Y rencor.

Ciego de ira,

deja el internado

y se apunta a matar rojos.

Ni por Dios

ni por España,

por venganza.




***




No conocí a mis abuelos.

Unos pocos hombres malos

—ellos se creerían buenos—

una noche los mataron.

***


sábado, 2 de diciembre de 2023

POETAS NAVARROS DEL SIGLO XX

Ejemplar del KM
Cuando acudo a una biblioteca para recoger algún libro, suelo echar un vistazo en la sección de poesía por si encuentro algo qe me llame la atención. La última vez que pasé por la del koldo Mitxelena fue esta curiosa antología de poetas en castellano de la comunidad foral. 

Se encargó de la edición Víctor Manuel Arbeloa y supongo que fue un trabajo realizado a petición de la Fundación Diario de Navarra para la colección Biblioteca Básica Navarra. En ella se recogen poemas de estos diecinueve poetas:

Me gusta mucho la manera en que se ha realizado, porque la selección de poemas no responde al criterio del editor o del compilador, han sido los propios autores quienes han decidido qué poemas publicar. También resulta muy interesante la presentación de cada uno, pues la hacen ellos mismos a través de un cuestionario al que han dado respuesta quienes en ese momento estaban vivos, puesto que algunos ya habían desaparecido. El cuestionario propiamente no aparece, lo que aparecen son los párrafos de las respuestas, que dan como resultado un texto de presentación en el que explican por qué han elegido los poemas que podemos leer y no otros, qué entienden por poesía, qué poetas han influido más en su quehacer, y qué opinan sobre la poesía que se escribe en Navarra —entiendo que durante el siglo pasado, ya que la edición es de 2002—.

Dejo algunos versos del último y más joven de los antologados, Alfonso Pascal Ros:


EL LAMENTO DEL APÁTRIDA


Dios ha tenido la desgracia de ser único en su especie.



LEJOS DE UN DORMITORIO DORADO


Interior de café, de noche.

La duda en cualquier mesa

De si uno debe volverse loco primero,

Arruinarse

O suicidarse.



COLECCIÓN DE AFECTOS

                  Mi madre con su Singer


Mahatma, un verso es algo prescindible.

Predicar sin dar trigo es lo corriente:

ande caliente yo y allá la gente.

Observa la Verdad inconfundible,

no hagas el mal y rige en lo posible

en tu pasión. Los mansos son llamados

a servir sin violencia y confortados

en la humildad del polvo de la rueca

para alzar su plegaria en huerto y lleca:

Te amo, Señor, con todos mis pecados.


                   Enero de 1988, 50º aniversario de la muerte de Gandhi.

***




 

viernes, 22 de septiembre de 2023

VERANO DEL 36

#elespesordelaherida

"Verano del 36" es el texto más duro de todos cuantos conforman el poemario, porque cuenta un hecho real que no es una excepción ni un caso aislado. Estos hechos se producen en todas las guerras, aunque nunca sean noticia en ninguna. Son la cara oculta de todas ellas y su aspecto más feroz e inhumano. En este caso, se trata del asesinato de un maestro y su mujer que no militaban en ningún bando, y que marcará toda la vida del hijo huérfano.

Pero El espesor de la herida es, fundamentalmente y por encima de todo, un poemario pacifista, un grito de dolor ante la guerra, todas las guerras, y una reivindicación apasionada de un mundo que sea capaz de resolver sus diferencias sin recurrir a la violencia.

El espesor de la herida ha sido redactado en el deseo, sin duda ingenuo, pero fervientemente sincero, de que algún poema de los que en este librito se recogen sirva para modificar alguna conciencia. Quisiera creer que cumple la intención e, incluso, puede llevar a alguien a territorios del pensamiento próximos a los que defendían Gandhi, Luther King o Mandela.



VERANO DEL 36


Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

MACHADO




José María y Valeriana,

naturales de Hervás y Aldeanueva del Camino

(Cáceres),

fallecieron algún día

del verano del 36,

poco antes de que las fuerzas sublevadas

llegaran a la ciudad.

Nadie sabe dónde están sus cadáveres.

Ni sus nombres. Nada.




No murieron

ni por Dios ni por España.

Alguien que no consta

ni en las listas de vencedores

ni vencidos

los sacó de casa

y los apeó de la vida

brutalmente

una noche de verano

del 36.

No sabemos

si llegó a salir la luna

o estuvo nublado todo el tiempo.

Tampoco sabemos

si cayeron de bruces

o lo hicieron de perfil.

Cayeron,

aunque no fuera

ni por Dios

ni por España.




Ni ellos ni sus asesinos

forman parte de la memoria.

Materia de olvido.

Ni vencidos ni vencedores,

solo un vacío en el registro de la historia,

en las listas de ausentes

y en las de las reivindicaciones.

Ni papeles. Ni cruces. Ni cementerios.

Silencio.

Ni por Dios

ni por España.




***




Días después

—ni por Dios ni por España—,

Luis, un muchacho

a punto de cumplir

los 15 años, recibe

la noticia

y el reloj de José María

rescatado de las ruinas.

Ni por Dios ni por España.

Solo rabia.

Y rencor.

Ciego de ira,

deja el internado

y se apunta a matar rojos.

Ni por Dios

ni por España,

por venganza.




***




No conocí a mis abuelos.

Unos pocos hombres malos

—ellos se creerían buenos—

una noche los mataron.


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martes, 14 de febrero de 2023

LA FÍSICA DEL FUTURO, MICHIO KAKU

Editorial
Estoy seguro de que si Michio Kaku escribiera ahora La física del futuro cambiaría algunas cosas. Una docena de años dan para mucho en investigación científica, aunque la mayoría de las proyecciones puedan mantenerse. Estoy igualmente convencido, en cambio, de que no quitaría las palabras de Gandhi con que cierra el libro: 

Las raíces de la violencia:
la riqueza sin trabajar,
el placer sin conciencia,
el conocimiento sin carácter,
el comercio sin moralidad,
la ciencia sin humanidad,
el culto sin sacrificio,
la política sin principios.

Convicciones mías a un lado, este hermoso libro sobre lo que podemos esperar en un futuro próximo (el horizonte es el año 2100) se ocupa de los siguientes temas: 

  • Ordenadores.
  • Inteligencia artificial. Los robots.
  • Medicina.
  • Nanotecnología.
  • Energía.
  • Viajes espaciales.
  • Riqueza. Ganadores y Perdedores.
  • El futuro de la Humanidad. Una civilización Planetaria.
  • Un día cualquiera del 2100.

No voy a comentar cuáles son sus previsiones porque el texto, siendo como es un libro de divulgación científica, tiene el poder sugestivo de una novela, lo que hace su lectura asequible a cualquier persona sin ningún conocimiento científico y, especialmente, muy entretenida. 

Todos los capítulos están organizados en torno a tres períodos: el futuro inmediato (hasta el 2030), el futuro medio (de 2030 a 2070) y el futuro lejano (de 2070 a 2100). Para quien conozca su anterior Física de lo imposible tal vez este le parezca poco atrevido, pues en aquel jugaba con la idea de físicas imposibles y podía proyectar poderosas soluciones tecnológicas profundamente imaginativas.

A mí, de este me atraen más todas esas reflexiones en las que a manera de llamada de atención nos va recordando que, independientemente de la tecnología y de los conocimientos científicos que acumulemos, lo importante, lo verdaderamente importante es qué podamos llegar a realizar y cómo lo hagamos. De ahí las citas de Gandhi, Kant —La ciencia es conocimiento organizado. La sabiduría es la vida organizada— o Asimov —El aspecto más triste de la sociedad actual es que la ciencia es más rápida adquiriendo conocimientos que la sociedad adquiriendo sabiduría—. 

***


martes, 15 de noviembre de 2022

LO PEQUEÑO ES HERMOSO, E. F. Schumacher

Desde el punto de vista económico, el concepto principal de la sabiduría es la permanencia (...) incompatible con una actitud depredadora.
E. F. SCHUMACHER

He releído durante los últimos días este libro que se publicó en castellano hace ya 34 años; en inglés, el próximo año hará medio siglo. Hoy está descatalogado, pero todavía se puede conseguir en librerías de segunda mano.


Parece increíble que lo que en él defendiera Schumacher siga siendo absolutamente necesario hacerlo hoy. Hoy más que nunca

Es un libro escrito por un economista, pero un economista que lo mismo se nutría de la filosofía oriental —Gandhi incluido—, que de Kierkegaard. Un economista que al ver el camino que estaba tomando la sociedad durante los años 60 del pasado siglo, intentó poner un poco de sensatez en una economía que devoraba literalmente la Tierra con el modo de vida insostenible y el consumo enloquecido de recursos. Un economista que sabía que el mayor recurso que tenemos es la educación, pero parece que no sabemos aprovecharlo.

Pero en lugar de poner mis palabras aquí, os dejo tres párrafos sacados del libro:

¿Vamos a seguir aferrándonos a un estilo de vida que crecientemente vacía el mundo y devasta la naturaleza por medio de su excesivo énfasis en las satisfacciones materiales, o vamos a emplear los poderes creativos de la ciencia y de la tecnología, bajo el control de la sabiduría, en la elaboración de formas de vida que se encuadren dentro de las leyes inalterables del universo y que sean capaces de alentar las más altas aspiraciones de la naturaleza humana? (Prefacio, pag. 7).

Los fundamentos de la paz no pueden descansar sobre la prosperidad universal, en el sentido moderno de la palabra, porque tal prosperidad, si es que puede obtenerse, lo es gracias al cultivo de impulsos naturales tales como la codicia y la envidia, que destruyen la inteligencia, la felicidad, la serenidad y, finalmente, la tranquilidad del hombre (pag. 32).

Nos retraemos de la verdad si creemos que las fuerzas destructivas del mundo moderno pueden ser "puestas bajo control" por la simple medida de movilizar más recursos (económicos, educativos y de investigación) para combatir la contaminación, para preservar la vida silvestre, para descubrir nuevas fuentes de energía y para concretar acuerdos más efectivos de coexistencia pacífica. No hay necesidad de decir que la riqueza, la educación, la investigación y muchas otras cosas son necesarias en cualquier civilización, pero lo que es más necesario hoy es una revisión de los fines a los que se supone que sirven estos medios. Y esto implica, por encima de todo, el desarrollo de un estilo de vida que otorgue a las cosas materiales su lugar legítimo y propio, que es secundario y no primario. (Epílogo, pag. 306).

Todo un alarde de sentido común, argumentación equilibrada, estilo ameno y una invocación, tan necesaria como ineludible, a la defensa de lo pequeño. Los datos que Schumacher utiliza en el libro, lógicamente, corresponden a los años 60. Hoy son aún más escandalosos. Y ya somos 8.000.000.000 de personas.

Especialmente recomendado para quienes todavía van a comprar el tabaco en coche🚬🚘.

***


Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 31 de agosto de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, y 26 (YO TENGO UN SUEÑO)

Fuente: Wikipedia.
Pongo fin a esta serie con un discurso. Es uno de los discursos más emblemáticos del siglo pasado. Es una forma de rendir homenaje a Martin Luther King, el más destacado activista en la reivindicación de los derechos civiles de la comunidad afroamericana desde los principios de la acción no violenta que aprendió en los textos de Gandhi y que supo hacer suyos. Desgraciadamente, tanto él como su maestro, fueron víctimas del odio y murieron asesinados. 

Yo también tengo un sueño. Mi sueño es que algún día la humanidad aprenda a resolver sus diferencias sin recurrir al uso de la fuerza. Y puesto a soñar, que ese día no esté muy lejos.

Este es el discurso que dio el 28 de agosto de 1963, en Whasington D.C., ante cientos de miles de personas:


Estoy feliz de unirme a ustedes hoy en lo que quedará en la historia como la mayor demostración por la libertad en la historia de nuestra nación.

Hace años, un gran americano, bajo cuya sombra simbólica nos paramos, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio.

Pero 100 años después, debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro todavía no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.

Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En un sentido llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaratoria de la Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería el heredero. Esta nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de "Vida, Libertad y la búsqueda de la Felicidad".

Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto marcado "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Entonces hemos venido a cobrar este cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.

También vinimos a este punto para recordarle de Estados Unidos de la feroz urgencia del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios.

Sería fatal para la nación el no percatar la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro sólo necesita evacuar frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina habitual.

No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en la violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma.

Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado a nuestro destino. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de que marcharemos hacia el frente. No podemos volver atrás.

Existen aquellos que preguntan a quienes apoyan la lucha por derechos civiles: "¿Cuándo quedarán satisfechos?" Nunca estaremos satisfechos en tanto el negro sea víctima de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados con la fatiga del viaje, no puedan acceder a alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos en tanto la movilidad básica del negro sea de un gueto pequeño a uno más grande. Nunca estaremos satisfechos en tanto a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad por carteles que rezan: "Solamente para blancos". No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Mississippi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.

No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes apenas salieron de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención.

Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que de alguna forma esta situación puede ser y será cambiada.

No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.

Yo tengo un sueño que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo, creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales.

Yo tengo un sueño que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.

Yo tengo un sueño que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.

Yo tengo un sueño que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas.

¡Yo tengo un sueño hoy!

Yo tengo un sueño que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada, y toda la carne la verá al unísono.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.

Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.

Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: "Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad". Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad.

Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania! Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada topera de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad!

Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día cuando todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo spiritual negro: "¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!"

(Fuente: BBC Mundo. Ignoro quién lo ha traducio. En libro conozco tres títulos que lo recogen: Martin Luther King, Discursos, Universida de León, 1997; Los discursos del poder, Belacqua, 2003; Lavier Alonso López, Discurso históricos, Arzalia, 2022. Seguro que hay más).


¡Soñemos!


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Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 24 de agosto de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 25

Ejemplar del KM
Antes de nada quiero destacar este párrafo del prólogo que firma el Dalai Lama: Creo firmemente que si adoptamos el punto de vista correcto, y hacemos esfuerzos decididos, incluso en medio de aquellas circunstancias en las que la hostilidad ha aumentado con el paso del tiempo, podremos restaurar la confianza y la comprensión. Esta es la postura que yo mismo he adoptado con respecto a las autoridades chinas en lo concerniente al Tíbet. Responder a la violencia con violencia nunca es razonable. Sin embargo, hablar de la no violencia cuando las cosas van bien no tiene mayor trascendencia. Es precisamente cuando las cosas se complican, cuando son urgentes y críticas, cuando tenemos que pensar y actuar con no violencia (p 14).

El de Mark Kurlansky es uno de esos libros centrales en la exposición de la práctica no violenta. El autor diferencia entre pacifismo y no violencia. Parte de las enseñanazas de Gandhi y realiza un recorrido por el mundo actual (el libro se publicó en su idioma original en 2006), analiza logros de las prácticas no violentas, revisa hechos históricos en los que la violencia fue absoluta e incide una y otra vez en el punto de vista no violento para poder avanzar de forma estable y sostenida. Es, podríamos decir, un libro a medio camino entre el ensayo histórico y el ensayo sobre el tema que enuncia. Termina con las 25 lecciones, que son las que dan título al libro y que paso a transcribir:

1. No existe un término proactivo para expresar la no violencia.

2. Las naciones que organizan ejércitos como fuerza disuasoria acabarán usándolos.

3. A los practicantes de la no violencia se les considera enemigos del Estado.

4. Una vez que un Estado conquista una religión, esta pierde sus enseñanzas no violentas.

5. A un rebelde se le desarma y se le pone del otro bando santificándolo tras su muerte.

6. Detrás de cada guerra siempre hay una cuantas mentiras que le sirven de fundamento.

7. La maquinaria propagandística que fomenta el odio siempre tiene una guerra en la recámara.

8. La gente que va a la guerra empieza a parecerse al enemigo.

9. El conflicto entre una fuerza violenta y una no violenta es un argumento moral. Si el bando violento puede provocar al no violento para que este cometa actos violentos, lo habrá vencido.

10. El problema no está en la naturaleza humana, sino en la del poder.

11. Cuanto más dura una guerra, más impopular se vuelve.

12. El estado cree que está impotente sin ejército porque no logra concebir un poder sin fuerza.

13. A menudo el grupo que prevalece no es el más grande, sino el mejor organizado y el que mejor se expresa.

14. Todo debate se interrumpe temporalmente debido al "silencio impuesto" que provocan los primeros disparos.

15. No es necesario una guerra cruenta para derrocar a un poder establecido, pero se usa para consolidar la propia revolución.

16. La violencia no resuelve nada; siempre produce más violencia.

17. La guerra crea activistas por la paz. Un lugar probable donde halla pacifistas es un grupo de veteranos de guerra.

18. Las personas motivadas por el miedo no actúan bien.

19. Aunque es perfectamente posible convencer a un pueblo sometido a una represión brutal para que se alce en un ataque suicida contra su opresor, es casi imposible convencerlo para que se enfrente a la violencia letal con una resistencia no violenta.

20. Cuando un ejército compuesto de voluntarios puede librar una guerra, no hay que vendérsela a la opinión pública.

21. Una vez que empezamos a matar, cada vez nos hundimos más en un abismo sin fondo.

22. La violencia siempre va acompañada de una explicación supuestamente racional... que luego se tachará de irracional si la violencia no surte efecto.

23. La violencia es un virus que infecta y toma el control.

24. Es un milagro que, a pesar de lo mucho que la sociedad fomenta la guerra, la mayoría de los soldados la consideren una negación angustiosa de sus propios valores morales.

25. El trabajo más duro consistente en empezar un movimiento que acabe con la guerra ya está hecho.

Editorial Debate. Traducción: Daniel Menezo García.

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Путин, немедленно останови войну!

miércoles, 3 de agosto de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 22

Editorial. Traducción: Juan Arnau.
Quienes no somos religiosos solemos dejar a un lado textos de esa procedencia, como si tuvieran una categoría intelectual inferior o como si lo que dijeran tan solo pudiera tener interés para quienes practican la creencia en la que se fundan. Afortunadamente, hay muchas excepciones. Una de ellas fue Gandhi, no por ser agnóstico, que no lo era, sino porque perteneciendo a la comunidad hindú nunca despreció lo que podían aportarle para enriquecer su propio pensamiento los textos de la tradición cristiana o musulmana. Así, desde su estancia en Sudáfrica, nunca abandonó la lectura del Corán ni de la Biblia —especialmente el sermón de la montaña—, además, como es comprensible, de la lectura del Bhagavad-gītā, texto sagrado de la religión hindú. De él solía leer con mucha asiduidad el capítulo segundo y sobre él centraba en muchas ocasiones su meditación. El par de citas que entresaco os llevará a entender el porqué de esta fidelidad.

Abandona el apego, pero na caigas en la pasividad. Recréate en la actividad, pero olvida sus frutos. Firme en el yoga, equlibrado, impertérrito ante el éxito o el fracaso, alcanzarás la cima del conocimiento (...) Cualquier actividad es inferior al cultivo de la mente. Busca refugio en ella. Quien ha disciplinado la mente deja atrás sus buenas y malas acciones (p 64).

Quien está continuamente pendiente de los objetos de los sentidos acaba encadenado a ellos. De ese lazo nace el deseo y del deseo la cólera. La cólera origina el error y el error el olvido. Un olvido que termina por aniquilar la inteligencia y producir la muerte. Sin embargo, cuando la atención se pone en la observación misma y no en su objeto, uno se libra de su atracción y repulsión, y, liberado, logra la quietud. Esa serenidad desarraiga toda desdicha y hace brillar la inteligencia. el que no cultiva la mente no es capaz de concentrarse, y sin meditación el pensamiento no logra la paz, en ausencia de la cual, ¿cómo podría haber alegría? (pp 65-66).

El Bhagavad-gītā es parte de ese inmenso monumento literario que conocemos como Mahabharata. Como bien nos recuerda la primera frase de la contraportada, constituye la esencia de la sabiduria hindú. Agrego yo: al interés como elemento de reflexión en torno a la paz hay que añadir el literario y el mitológico. Todas ellas son razones para no perderse el deleite que produce su lectura.

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miércoles, 20 de julio de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 20

Ejemplar del KM
Gandhi es el corazón de la no violencia. Él fue quien con su ejemplo y sus escritos inspiró a otros líderes del movimiento pacifista internacional como Martin Luther King, Nelson Mandela, Dorothy Day o Desmond Tutu. Escribió miles de páginas, pero nunca se ocupó de recoger en un libro de forma sistemática su pensamiento. Estaba convencido de que la mejor forma de transmitir su mensaje era su propio ejemplo, su actuación diaria. Y así lo dijo cuando llegó hasta él un grupo que pretendía entrevistarle para que les resumiera lo más importante de sus ideas. Era el día de la semana que él dedicaba a la meditación. Insistieron mucho, pero no interrumpió su actividad y les hizo llegar una frase ya célebre: Mi vida es mi mensaje

En 1984 el gobierno de la India, haciendo caso omiso de su voluntad —Mis escritos deberían ser quemados con mi cuerpo— terminó de publicar la obra escrita de este ser extraordinario: 98 volúmenes, decenas de miles de páginas en forma de cartas, discursos, ensayos, telegramas, artículos... están recogidas en The Collected Works of Mahatma Gandhi, de acceso libre a todo el mundo. 

Este libro, introducido por John Deer, es, tal vez, una de las mejores aproximaciones en castellano a la vida y al pensamiento de ese ser único que fue capaz de movilizar a millones de personas con su ejemplo, con su ejemplo detener varias veces la violencia desatada entre las distintinas comunidades religiosas de la India, y también con su ejemplo lograr la independencia de ese gigantesco país.

La verdad y la no violencia son nuestro fin. La no violencia es el dharma supremo. No hay ningún descubrimiento más importante que este. Siempre que realicemos acciones mundanas, mientras el alma y el cuerpo estén unidos, nuestra actividad seguirá produciendo alguna violencia. Pero tenemos que renunciar al menos a la violencia a la que podemos renunciar. Tenemos que comprender que cuanto menor es la violencia que una religión permite, tanto mayor es la verdad contenida en ella.

El amor es una hierba rara que convierte en amigo incluso al enemigo más acérrimo, y esta hierba nace de la no violencia.

La persona y sus obras son dos cosas distintas. Mientras que una obra buena debería suscitar aprobación, y una acción mala tendría que provocar desaprobación, la persona que realiza la acción, sea esta buena o mala, siempre merece respeto o piedad, según el caso. "Odia el pecado, no al pecador" es el precepto que, si bien es fácil de entender, se practica pocas veces, y por esta razón el veneno del odio se extiende por el mundo.

No puedo llevar una vida religiosa si no me identifico con toda la humanidad, y no puedo hacerlo si no participo en la vida política. Toda la gama de las actividades de la humanidad constituye un todo indivisible. No podemos dividir el trabajo social, económico, político y puramente religioso en compartimentos estancos. No conozco más religión que la actividad humana. Esta proporciona una base moral para todas las demás actividades que, de otro modo, carecerían de ella, de manera que la vida quedaría reducida a un laberinto "que no significa nada".

Durante los últimos treinta años he predicado y practicado el satyagraha. Este se diferencia de la resistencia pasiva como el Polo Norte del Polo Sur. La resistencia pasiva ha sido concebida como un arma de los débiles y no excluye el uso de la fuerza física o la violencia para conseguir los fines propuestos, mientras que el satyagraha ha sido concebido como un arma de los más fuertes y excluye el uso de la violencia de cualquier modo o forma.

La no violencia, en su condición dinámica, significa sufrimiento consciente. No significa dócil sumisión a la voluntad del malhechor, sino entregar toda el alma contra la voluntad del tirano. Si trabaja bajo esta ley de nuestro ser, una sola persona podrá desafiar a todo el poder de un imperio injusto para salvar su honor, su religión, su alma y sentar las bases para la caída o la regeneración de ese imperio. 

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miércoles, 13 de julio de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 19

Ejemplar del KM
Judith Butler no es propiamente una pensadora pacifista, en este ensayo no se ocupa extrictamente de la paz ni de la violencia que estalla entre naciones y, como posestructuralista que es, tampoco el lenguaje que utiliza es de los más sencillitos. Hay que tener paciencia o estar ligeramente habituado. 

Sobre las muchas maneras de entender el pacifismo yo creo que esta serie puede ofrecer algunas pistas, sobre el posestructuralismo solo me cabe decir que no es este el momento ni el espacio; por tanto, vayamos con lo que me parece sustancial de La fuerza de la no violencia

La imagen que muestra la portada ofrece bastante bien cuál es el tema de reflexión: la resistencia ante la violencia estatal. La resistencia ante la desigualdad, ante la discriminación en función del sexo, de la raza, del origen social o nacional. La resistencia ante la violencia que ejerce el poder sobre grupos de personas desfavorecidas. No es necesario romperse la cabeza para darse cuenta de que el texto viene dado por dos movimientos que han tenido una enorme repercusión en su país: el Me Too y el Black Lives Matter.

Contrarrestar el esquema de la fantasmagoría letal que con tanta frecuencia justifica la violencia policial hacia las comunidades negras y mestizas, la violencia militar hacia los migrantes y la violencia estatal hacia los disidentes, requiere de un nuevo imaginario, un imaginario igualitario que aprehenda la interdependencia de las vidas. Poco realista e inútil, sí, pero posiblemente sea una manera de alumbrar una nueva realidad que no se base en las lógicas instrumentales y en la fantasmagoría racial que reproducen la violencia estatal. En la "falta de realismo" de ese imaginario reside su fuerza. No es solo que en un mundo así cada vida merecería que se la tratara como a un igual, o que cada uno tendría el mismo derecho a vivir y desarrollarse, aunque ciertamente se deben afirmar ambas posibilidades. Pero es necesario dar un paso más: "cada uno" es, desde el inicio, entregado a otro, social, dependiente, pero sin los recursos adecuados para saber si esa dependencia que se requiere para vivir es explotación o amor (p 198).

En cuanto al aparato intelectual en que se envuelve, marca habitual de la casa, hay que contar con la presencia de Melanie Klein, Michel Foucault, Frantz Fanon, Sigmund Freud, Walter Benjamin y Étienne Balibar. A mí todo este esfuerzo por justificar y fundamentar el discurso con un aparato crítico tan extenso me resulta excesivo. Entiendo que rodearnos de nuestros más queridos maestros pensadores está muy bien, pero la fuerza, la fuerza verdaderamente radical de la no violencia consiste en algo tan limpio, sencillo y transparente como admitir que la persona que tenemos enfrente, en cuanto persona, tiene la misma dignidad que nosotros y los mismos derechos. Y que la forma de resolver el conflicto que tengamos entre ambos pasa siempre por el diálogo, nunca por el uso de la violencia. 

Próximo título: Mi vida es mi mensaje. Mahatma Gandhi.

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miércoles, 15 de junio de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 15

 

Ejemplar del KM
Este libro nació de un ciclo de conferencias sobre el tema organizado por el Centre d'Estudis per la Pau —ahí mismo, en la página enlazada, podéis encontrar más títulos que amplíen estas sugerencias de los miércoles—. Posteriormente, las conferencias se adaptaron y corrigieron para el formato libro, aunque quedaron fuera las referentes a Bertrand Russell y Johan Galtung. Las ochos que sí están son estas:

Henry D. Thoreau o el derecho a la desobediencia, de Carme Romia i Agustí.

La estaca verde de León Tolstói, de José Luis Gordillo.

Gandhi y la no violencia, de Antoni Soler Ricart.

Sobre el pacifismo de Albert Einstein, de Francisco Fernández Buey.

—"Sentada en mi lado del abismo". Sobre Tres guineas, de Virginia Woolf, de Elena Grau Biosca.

"Lo espantosamente nuevo":guerra y paz en la obra de Hannah Arendt, de Verena Stolcke.

Martin Luther King. Un hombre que tuvo un sueño de igualdad, de Joan Gomis.

E. P. Thompson: protestar para sobrevivir al extremismo, de Jaime Pastor.

Cada una de las ponencias anda en torno a las 20 páginas y todas tienen al final una bibliografía más o menos amplia para continuar ahondando en el personaje del que se ocupan y en las ideas que defendió. Todas ellas son de fácil lectura y gran agilidad expositiva. Pueden valer, asimismo, para despertar el interés, si es que no se conocían previamente, como puerta de acceso al pensamiento de quienes protagonizan las ideas pacifisitas que el texto se divulgan.

A mí me parece que el mayor atractivo de este título, todavía a la venta en librerías, es el amplio abanico de perspectivas que recoge y, sin ser un libro de historia del pensamiento pacifista o de introducción al mismo, da buena cuenta de los distintos puntos de vista que sobre el tema ha habido hasta los años 80 del siglo XX gracias a la variedad y relevancia de las personas de las que se ocupa.  Acaso, pueda parecer extraña la inclusión de V. Woolf en este título, pero la extrañeza desaparecerá en cuanto se lea el texto de Elena Grau o, mejor, el de V. Woolf.

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