Eduard Punset: El
anticuario Anton Francesco Gori, corrígeme si me equivoco, fue en 1737 al
cementerio... ¿o a dónde?
Peter Atkins: Creo que era cuando movieron el cuerpo, en una época menos higiénica...
Punset: Es cuando movieron el cuerpo de Galileo...
Atkins: Era una época menos higiénica...
Punset: Que le cortó el dedo medio, me imagino que con ira: ¿protestando de qué?
Atkins: Creo que lo que quería era un recuerdo, un souvenir. Creo que en ese momento existía un culto hacia Galileo, y él simplemente quería tener un recuerdo. Es muy irónico que alguien que se opuso a la iglesia – como Galileo – acabe dando la única reliquia auténtica que existe.
Punset: Vamos a examinar a varios científicos que han sido tratados de forma injusta. Galileo, por supuesto, incluso cuando estaba vivo. Max Planck ...
Atkins: Max Planck es un ejemplo de alguien que tenía dudas acerca de sí mismo, de manera que no sólo tenía que luchar con el mundo exterior y con otros científicos, sino también contra si mismo. Tenía que autoconvencerse de que no estaba equivocado. Se había educado en la física clásica, de la más clásica, y sin embargo tuvo que ir en contra de lo que él sabía, que era la esencia de la física clásica, diciendo que la energía no era como un río, sino como una colección de cubos de agua.
Punset: Quantums.
Atkins: Sí, quantums de energía; y esto era tan ajeno a lo que él había estudiado, que le hizo dudar de sí mismo, y en realidad se pasó el resto de su vida intentando demostrar que estaba equivocado.
Punset: Es increíble; pero otra... —estoy pensando en aquellos otros a los que haces referencia en tu libro El Dedo de Galileo— era Rosalin Franklin, y ella sí que tuvo que luchar contra sus jefes ¿no? Y de alguna manera le hicieron trampas.
Atkins: Sí, esa era una época difícil, y nos gusta pensar que entonces eran diferentes a como somos ahora. Pero era una mujer en un entorno de hombres ...
Punset: El diseño cristalográfico – o imagen - de la molécula, que recuerda la de la doble hélice, en realidad fue su contribución.
Atkins: Sí, sus datos fueron la contribución que hizo que Watson y Crick, en cuanto la vieron, supieran con certeza lo que tenían que hacer. Sabían que la molécula de ADN era una doble hélice, pero sin haber contado con esos datos se les podría haber criticado el estar haciendo un trabajo de pura intuición. Desde luego, buena parte de su trabajo era intuitivo, pero esto es cierto de buena parte del trabajo de los mejores científicos.
Punset: ¿Sería injusto decir que la religión ha sido un obstáculo para el progreso científico o para el cambio de mentalidad necesario para ...?
Atkins: Creo que lo único bueno que ha hecho la religión en la esfera intelectual fue al principio, en sus inicios, cuando animaba a tener un espíritu inquieto. Las respuestas que se ofrecieron, que todo era debido a un acto de un Dios aquí y de otro Dios allá, de las religiones primitivas, eran un signo de que la humanidad se estaba agrupando para poder entender el mundo que la rodeaba. Pero entonces, por supuesto, en sus manifestaciones posteriores y en la actualidad, las religiones son completamente ajenas a todo el progreso de la ciencia; porque los científicos estamos buscando explicaciones que podamos comprender, que sean de acceso público, mientras que las explicaciones religiosas son algo en relación a una aclaración que sucederá cuando se esté muerto. Nosotros los científicos buscamos explicaciones que sean claras antes de estar muertos.
Punset: Eres muy duro —bueno, muy preciso— en tu..., yo no diría queja, sino reflexión sobre la religión. Te cito: “la religión discute los temas difíciles con guerras, terror y coerción, y construye una red de ideas en conflicto, que esconden la ignorancia bajo un manto de palabras grandilocuentes y vacías”. Es duro ¿eh?
Atkins: Creo que capta perfectamente la esencia de la religión. No le quitaría ni una palabra a esto. Creo que la religión es una corrupción de la inteligencia. Y creo que, como se basa en la autoridad, no tiene ninguna base y se utiliza para coaccionar. Es privada, es interna y se entiende por el sentimiento. Y porque es irracional, es una base para que haya conflictos.
Punset: Creo que fue Newton quien dijo “me gustaría conocer los mecanismos por los cuales la percepción del mundo y del universo se transforma a sí misma en la gloria de los colores”. Probablemente estaba pensando en cómo demonios...
Atkins: Es increíble... Quiero decir: esto es lo que la gente dice que se limita a hacer la ciencia: explicar las experiencias sensoriales, externas... pero creo que esto sencillamente, no es cierto. Hoy en día conocemos todos los pasos, desde el momento en que la luz llega a la retina hasta la propagación del impulso nervioso hasta el cerebro. Lo que sucede en el cerebro es un misterio, pero estamos empezando a conocerlo.
Punset: De manera que según tú podemos decir que nada está fuera del dominio de la ciencia, a excepción de una pregunta equivocada, o mal planteada, como por ejemplo: ¿hay algún motivo en el universo?
Atkins: Eso es, son preguntas disparatadas, que están fuera de la ciencia.
Punset: ¿Por qué son preguntas disparatadas?
Atkins: Porque son inventos, como si yo ahora dijera que hay 15 planetas y 15 lunas alrededor de Marte. ¿Por qué hay que decir esto? ¿Por qué hay que hacerle perder el tiempo a la gente diciendo esto e intentar que lo resuelvan? Es lo mismo que preguntar cuál es la razón del universo o del mundo, es un pregunta estúpida. A la gente le gusta tener una explicación, un motivo, porque éste motivo puede aliviar el dolor que se va recogiendo a lo largo de la vida, pero eso no quiere decir que realmente haya un motivo.
Punset: Es difícil ver alguna compatibilidad entre la ciencia y la religión. Pero, ¿y el método científico? Quiero decir: ¿es eterno como la iglesia?
Atkins: Creo que está cambiando. Y sospecho que tiene que cambiar...
Punset: ¿Hay algo nuevo?
Atkins: Sí, ahora lo explico. Creo que el cambio más importante en la forma... de la ciencia griega a la ciencia moderna, es el papel del experimento: todo tiene que haber estado testado con experiencias externas, bajo condiciones controladas. Es decir, el hacer experimentos que se puedan reproducir para ver si se consiguen los mismos resultados. Y para impulsar la teoría hacia adelante hay que buscar las predicciones de la teoría y comprobarla con experimentos. Y buscar las deficiencias, es decir cambiar la teoría si no concuerda, amoldarla para que se ajuste a los experimentos. Esto es lo que significa el dedo de Galileo, es un símbolo del cambio en la dirección del mundo, del mundo griego antiguo al mundo de la experimentación moderna. Es decir, en lugar de ir diciendo cómo debería ser el mundo, ir a descubrir cómo es en realidad. Pero estamos empezando a bordear una era de la ciencia en la que algunas de las ideas dejan de poderse experimentar, como son algunas de las ideas de cosmología o de la teoría de las cuerdas, ... o la estructura fundamental de la materia. Estamos empezando a salir, con mucho cuidado, del dominio de la comprobación por medio de experimentos, y pasamos a una región en la que podemos decir que al tener tanta seguridad en la base científica, podemos construir por ejemplo la parte superior de un puente, incluso sin poder hacer los experimentos. Estamos empezando a tener confianza y a cambiar la forma de hacer ciencia, aunque esto puede ser peligroso para la ciencia.
Punset: En cierta forma hay más resistencia a las ideas que a las personas, y estoy pensando por ejemplo en los átomos. No nos los creíamos en absoluto.
Atkins: Bueno, tú y yo si que nos lo creemos, porque hemos nacido más tarde y hemos visto fotos de átomos. No nos hace falta dar el salto intelectual. El tema de que la materia no era atómica, y que los átomos sólo son un sistema para contar, para poder medir la materia, persistió hasta entrado el siglo XX, y la gente al principio del siglo XX no estaba convencida. Incluso hubo alguno, como Philip Boltzman, que basó todo su trabajo en el concepto de la materia atómica, y que sufrió una depresión porque nadie veía el simple hecho de que el mundo estaba construido de átomos.
Punset: ¿Se deprimió por eso?
Atkins: Fue una de las cosas que contribuyó a que se suicidara, el que su trabajo no fuera aceptado en general por los científicos. Me imagino que ahora las personas aceptan los protones y los electrones aunque nunca los hayan visto, porque son un concepto que explica y expone tantas cosas, que la gente está preparada para aceptar su existencia real.
Punset: Peter Atkins... cuando mis colegas estaban mirando tu biblioteca han visto tantos libros escritos por Peter Atkins sobre química, escritos en tantos idiomas, que ....
Atkins: Es más barato escribirlos que tener que comprarlos.
Punset:... que me han comentado si tenías una editorial. Y les he dicho que no, que eras un químico de fama mundial. En realidad, si hay alguien en este planeta que sabe sobre las substancias químicas y de cómo apareció la materia al principio, este eres tú. ¿Tienes alguna idea de cómo comenzó la materia?
Atkins: Sí, existe esa magnifica frase, que dice:“la carne humana es polvo de estrellas”, que lo recoge exactamente. Sabemos que cuando se produjo el Big Bang, en el alumbramiento del universo, se formó el hidrógeno, y un poco de helio. Era un universo aburridísimo, en el que sólo había hidrógeno y helio. Cuando se condensó el hidrógeno en estrellas, y éstas se empezaron a calentar, se formaron nuevos átomos, en los que los átomos de helio y de hidrógeno podían colisionar y fundirse en un solo átomo más grande y producir nuevos elementos. Y entonces, cuando las estrellas explotaron y extendieron sus cenizas por el universo, éste se convirtió en suficientemente rico en elementos para poder tener el potencial de formar planetas, y las rocas de las que están formados los planetas tenían el potencial de formarnos a nosotros. Ésta creo que es una historia extraordinaria. Todos los átomos de hidrógeno de nuestro cuerpo se formaron en el Big Bang, de manera que somos realmente las cenizas del Big Bang. Pero los átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y hierro que hay en nuestro cuerpo son las cenizas de las estrellas que le siguieron, que explotaron y depositaron su preciosa carga por todos los sitios.
Punset: La preciosa tabla de elementos.
Atkins: Sí. Y el saber que somos polvo de estrellas nos proporciona una perspectiva maravillosa del universo.
Peter Atkins: Creo que era cuando movieron el cuerpo, en una época menos higiénica...
Punset: Es cuando movieron el cuerpo de Galileo...
Atkins: Era una época menos higiénica...
Punset: Que le cortó el dedo medio, me imagino que con ira: ¿protestando de qué?
Atkins: Creo que lo que quería era un recuerdo, un souvenir. Creo que en ese momento existía un culto hacia Galileo, y él simplemente quería tener un recuerdo. Es muy irónico que alguien que se opuso a la iglesia – como Galileo – acabe dando la única reliquia auténtica que existe.
Punset: Vamos a examinar a varios científicos que han sido tratados de forma injusta. Galileo, por supuesto, incluso cuando estaba vivo. Max Planck ...
Atkins: Max Planck es un ejemplo de alguien que tenía dudas acerca de sí mismo, de manera que no sólo tenía que luchar con el mundo exterior y con otros científicos, sino también contra si mismo. Tenía que autoconvencerse de que no estaba equivocado. Se había educado en la física clásica, de la más clásica, y sin embargo tuvo que ir en contra de lo que él sabía, que era la esencia de la física clásica, diciendo que la energía no era como un río, sino como una colección de cubos de agua.
Punset: Quantums.
Atkins: Sí, quantums de energía; y esto era tan ajeno a lo que él había estudiado, que le hizo dudar de sí mismo, y en realidad se pasó el resto de su vida intentando demostrar que estaba equivocado.
Punset: Es increíble; pero otra... —estoy pensando en aquellos otros a los que haces referencia en tu libro El Dedo de Galileo— era Rosalin Franklin, y ella sí que tuvo que luchar contra sus jefes ¿no? Y de alguna manera le hicieron trampas.
Atkins: Sí, esa era una época difícil, y nos gusta pensar que entonces eran diferentes a como somos ahora. Pero era una mujer en un entorno de hombres ...
Punset: El diseño cristalográfico – o imagen - de la molécula, que recuerda la de la doble hélice, en realidad fue su contribución.
Atkins: Sí, sus datos fueron la contribución que hizo que Watson y Crick, en cuanto la vieron, supieran con certeza lo que tenían que hacer. Sabían que la molécula de ADN era una doble hélice, pero sin haber contado con esos datos se les podría haber criticado el estar haciendo un trabajo de pura intuición. Desde luego, buena parte de su trabajo era intuitivo, pero esto es cierto de buena parte del trabajo de los mejores científicos.
Punset: ¿Sería injusto decir que la religión ha sido un obstáculo para el progreso científico o para el cambio de mentalidad necesario para ...?
Atkins: Creo que lo único bueno que ha hecho la religión en la esfera intelectual fue al principio, en sus inicios, cuando animaba a tener un espíritu inquieto. Las respuestas que se ofrecieron, que todo era debido a un acto de un Dios aquí y de otro Dios allá, de las religiones primitivas, eran un signo de que la humanidad se estaba agrupando para poder entender el mundo que la rodeaba. Pero entonces, por supuesto, en sus manifestaciones posteriores y en la actualidad, las religiones son completamente ajenas a todo el progreso de la ciencia; porque los científicos estamos buscando explicaciones que podamos comprender, que sean de acceso público, mientras que las explicaciones religiosas son algo en relación a una aclaración que sucederá cuando se esté muerto. Nosotros los científicos buscamos explicaciones que sean claras antes de estar muertos.
Punset: Eres muy duro —bueno, muy preciso— en tu..., yo no diría queja, sino reflexión sobre la religión. Te cito: “la religión discute los temas difíciles con guerras, terror y coerción, y construye una red de ideas en conflicto, que esconden la ignorancia bajo un manto de palabras grandilocuentes y vacías”. Es duro ¿eh?
Atkins: Creo que capta perfectamente la esencia de la religión. No le quitaría ni una palabra a esto. Creo que la religión es una corrupción de la inteligencia. Y creo que, como se basa en la autoridad, no tiene ninguna base y se utiliza para coaccionar. Es privada, es interna y se entiende por el sentimiento. Y porque es irracional, es una base para que haya conflictos.
Punset: Creo que fue Newton quien dijo “me gustaría conocer los mecanismos por los cuales la percepción del mundo y del universo se transforma a sí misma en la gloria de los colores”. Probablemente estaba pensando en cómo demonios...
Atkins: Es increíble... Quiero decir: esto es lo que la gente dice que se limita a hacer la ciencia: explicar las experiencias sensoriales, externas... pero creo que esto sencillamente, no es cierto. Hoy en día conocemos todos los pasos, desde el momento en que la luz llega a la retina hasta la propagación del impulso nervioso hasta el cerebro. Lo que sucede en el cerebro es un misterio, pero estamos empezando a conocerlo.
Punset: De manera que según tú podemos decir que nada está fuera del dominio de la ciencia, a excepción de una pregunta equivocada, o mal planteada, como por ejemplo: ¿hay algún motivo en el universo?
Atkins: Eso es, son preguntas disparatadas, que están fuera de la ciencia.
Punset: ¿Por qué son preguntas disparatadas?
Atkins: Porque son inventos, como si yo ahora dijera que hay 15 planetas y 15 lunas alrededor de Marte. ¿Por qué hay que decir esto? ¿Por qué hay que hacerle perder el tiempo a la gente diciendo esto e intentar que lo resuelvan? Es lo mismo que preguntar cuál es la razón del universo o del mundo, es un pregunta estúpida. A la gente le gusta tener una explicación, un motivo, porque éste motivo puede aliviar el dolor que se va recogiendo a lo largo de la vida, pero eso no quiere decir que realmente haya un motivo.
Punset: Es difícil ver alguna compatibilidad entre la ciencia y la religión. Pero, ¿y el método científico? Quiero decir: ¿es eterno como la iglesia?
Atkins: Creo que está cambiando. Y sospecho que tiene que cambiar...
Punset: ¿Hay algo nuevo?
Atkins: Sí, ahora lo explico. Creo que el cambio más importante en la forma... de la ciencia griega a la ciencia moderna, es el papel del experimento: todo tiene que haber estado testado con experiencias externas, bajo condiciones controladas. Es decir, el hacer experimentos que se puedan reproducir para ver si se consiguen los mismos resultados. Y para impulsar la teoría hacia adelante hay que buscar las predicciones de la teoría y comprobarla con experimentos. Y buscar las deficiencias, es decir cambiar la teoría si no concuerda, amoldarla para que se ajuste a los experimentos. Esto es lo que significa el dedo de Galileo, es un símbolo del cambio en la dirección del mundo, del mundo griego antiguo al mundo de la experimentación moderna. Es decir, en lugar de ir diciendo cómo debería ser el mundo, ir a descubrir cómo es en realidad. Pero estamos empezando a bordear una era de la ciencia en la que algunas de las ideas dejan de poderse experimentar, como son algunas de las ideas de cosmología o de la teoría de las cuerdas, ... o la estructura fundamental de la materia. Estamos empezando a salir, con mucho cuidado, del dominio de la comprobación por medio de experimentos, y pasamos a una región en la que podemos decir que al tener tanta seguridad en la base científica, podemos construir por ejemplo la parte superior de un puente, incluso sin poder hacer los experimentos. Estamos empezando a tener confianza y a cambiar la forma de hacer ciencia, aunque esto puede ser peligroso para la ciencia.
Punset: En cierta forma hay más resistencia a las ideas que a las personas, y estoy pensando por ejemplo en los átomos. No nos los creíamos en absoluto.
Atkins: Bueno, tú y yo si que nos lo creemos, porque hemos nacido más tarde y hemos visto fotos de átomos. No nos hace falta dar el salto intelectual. El tema de que la materia no era atómica, y que los átomos sólo son un sistema para contar, para poder medir la materia, persistió hasta entrado el siglo XX, y la gente al principio del siglo XX no estaba convencida. Incluso hubo alguno, como Philip Boltzman, que basó todo su trabajo en el concepto de la materia atómica, y que sufrió una depresión porque nadie veía el simple hecho de que el mundo estaba construido de átomos.
Punset: ¿Se deprimió por eso?
Atkins: Fue una de las cosas que contribuyó a que se suicidara, el que su trabajo no fuera aceptado en general por los científicos. Me imagino que ahora las personas aceptan los protones y los electrones aunque nunca los hayan visto, porque son un concepto que explica y expone tantas cosas, que la gente está preparada para aceptar su existencia real.
Punset: Peter Atkins... cuando mis colegas estaban mirando tu biblioteca han visto tantos libros escritos por Peter Atkins sobre química, escritos en tantos idiomas, que ....
Atkins: Es más barato escribirlos que tener que comprarlos.
Punset:... que me han comentado si tenías una editorial. Y les he dicho que no, que eras un químico de fama mundial. En realidad, si hay alguien en este planeta que sabe sobre las substancias químicas y de cómo apareció la materia al principio, este eres tú. ¿Tienes alguna idea de cómo comenzó la materia?
Atkins: Sí, existe esa magnifica frase, que dice:“la carne humana es polvo de estrellas”, que lo recoge exactamente. Sabemos que cuando se produjo el Big Bang, en el alumbramiento del universo, se formó el hidrógeno, y un poco de helio. Era un universo aburridísimo, en el que sólo había hidrógeno y helio. Cuando se condensó el hidrógeno en estrellas, y éstas se empezaron a calentar, se formaron nuevos átomos, en los que los átomos de helio y de hidrógeno podían colisionar y fundirse en un solo átomo más grande y producir nuevos elementos. Y entonces, cuando las estrellas explotaron y extendieron sus cenizas por el universo, éste se convirtió en suficientemente rico en elementos para poder tener el potencial de formar planetas, y las rocas de las que están formados los planetas tenían el potencial de formarnos a nosotros. Ésta creo que es una historia extraordinaria. Todos los átomos de hidrógeno de nuestro cuerpo se formaron en el Big Bang, de manera que somos realmente las cenizas del Big Bang. Pero los átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y hierro que hay en nuestro cuerpo son las cenizas de las estrellas que le siguieron, que explotaron y depositaron su preciosa carga por todos los sitios.
Punset: La preciosa tabla de elementos.
Atkins: Sí. Y el saber que somos polvo de estrellas nos proporciona una perspectiva maravillosa del universo.