Había comprendido que nadie escucha a nadie, que a nadie le importa gran cosa lo que otro haga, piense o diga. Y se iba. Miraba desde la ventanilla del tren como quien mira un paisaje desconocido, como quien fija por primera vez la vista en un arroyo, en un árbol, en una piedra descubiertos en ese momento.
Pitó el tren e inició la marcha. Atrás iban quedando proyectos no cumplidos, conversaciones inacabadas, ideas no resueltas, familia, amigos, compañeros, paisajes y edificios. Una ciudad pequeña y sin estímulos. La infancia que nunca soñó. Los años intrascendentes en el instituto. Las siempre eficaces y rituales costumbres.
En pocos años había logrado abrir un taller de cerámica y su correspondiente tienda. Con lo que vendía en ella y lo que conseguía colocar en las distintas ferias de la comarca tenía suficiente para vivir. Pero desde hacía poco tiempo había comenzado a realizar piezas nuevas, de diseño sorprendente, muy originales, con las que se sentía muy a gusto.
Al principio no pasó de ser un juego, una prueba; luego fueron ganando su atención y su tiempo. Con ellas sentía que era él el que se expresaba, como si sus pensamientos más íntimos, sus miedos y sus deseos se estuvieran manifestando a través del barro que con fruición y sin descanso modelaba día tras día. Era algo febril y poderoso. Esencial.
En seguida llegaron algunos comentarios. Apenas perceptibles, pero comentarios al fin y al cabo. No entraban en la naturaleza de su trabajo. Eran simples alusiones al cambio de estilo o al mucho tiempo que le dedicaba. A veces eran preguntas que no esperaban respuesta, palabras que alguien dejaba caer para indicar que, efectivamente, se había dado cuenta del cambio.
No duraron más allá de dos o tres semanas. Rápidamente fueron desapareciendo y el silencio se convirtió en el hábitat en el que componía sus formas. A medida que la costumbre de la indiferencia se extendía, fue creciendo la radicalidad del diseño. Sus composiciones eran cada vez más raras, menos realistas, más imaginativas. Hasta que un día entendió que lo que él hacia no tenía nada que ver con su entorno, y que éste era mudo a cuanto hacía.
Y se fue a donde nadie le conociera. Quería compartir su soledad con el aislamiento. No soportaba la indiferencia de lo próximo.
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
lunes, 24 de febrero de 2014
sábado, 22 de febrero de 2014
AGUSTÍN DELGADO: ESPÍRITU ÁSPERO
Agustín Delgado es uno de los teorizadores del grupo que puso en marcha la revista Claraboya. Es, por tanto, uno de los teóricos de aquello que se llamó poesía dialéctica. Pero no voy a detenerme aquí a comentar las características de su escritura o el itinerario poético del autor que eso lo hace muy bien el profesor Lanz en el excelente prólogo que acompaña a la obra del poeta —¡qué necesario es para un creador disponer de un lector atento y que sepa explicar su obra!—.
Lo que quiero señalar ahora es la oportunidad de la publicación de esta Poesía reunida. Agustín Delgado (1941-2012) ha sido un poeta más bien marginal, de provincias, poco conocido, al menos no conocido por ese pequeño número de personas que de vez en cuando leen poesía. De "lobo estepario" lo calificó José-Miguel Ullán. En estas circunstancias, que alguien recoja toda tu obra en una edición muy cuidada —tapa dura, dos colores, papel de calidad, estudio introductorio, bibliografía...— y que lo haga cuando efectivamente has escrito cuanto querías escribir es, cuando menos, oportuno. Y Agustín Delgado se lo merecía.
Después de esta loa a la oportunidad y al buen trabajo de quienes hicieron posible esta edición, corresponde dejar constancia aquí a través de algún ejemplo de lo que este poeta disidente e inconformista escribía.
OTRA VEZ MÁS
Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.
Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.
Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.
Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.
Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
estos días azules
y este sol de la infancia.
Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.
Del libro Nueve rayas de tiza (1966-68).
Lo que quiero señalar ahora es la oportunidad de la publicación de esta Poesía reunida. Agustín Delgado (1941-2012) ha sido un poeta más bien marginal, de provincias, poco conocido, al menos no conocido por ese pequeño número de personas que de vez en cuando leen poesía. De "lobo estepario" lo calificó José-Miguel Ullán. En estas circunstancias, que alguien recoja toda tu obra en una edición muy cuidada —tapa dura, dos colores, papel de calidad, estudio introductorio, bibliografía...— y que lo haga cuando efectivamente has escrito cuanto querías escribir es, cuando menos, oportuno. Y Agustín Delgado se lo merecía.
Después de esta loa a la oportunidad y al buen trabajo de quienes hicieron posible esta edición, corresponde dejar constancia aquí a través de algún ejemplo de lo que este poeta disidente e inconformista escribía.
OTRA VEZ MÁS
Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.
Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.
Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.
Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.
Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
estos días azules
y este sol de la infancia.
Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.
Del libro Nueve rayas de tiza (1966-68).
jueves, 20 de febrero de 2014
SHELLEY: ODA A NÁPOLES (un fragmento)
La ciudad de Nápoles con el Vesubio al fondo |
Gran Espíritu, amor más profundo que riges
y que mueves cuanto hay en la orilla italiana:
tú que extiendes el Cielo y que pones en torno
bosques, olas y rocas; tú, que sobre tu estrella
estás sentado, encima del suelo del océano;
¡alma de la belleza!, a cuyo suave mando
las lluvias y los soles destilan su abundancia
desde la gelidez del seno de la Tierra;
haz que esos rayos sean un fuego cegador
de rayos, y esas lluvias, rocío de veneno.
Haz mortal la abundancia de la Tierra, y ordena
al claro cielo en lo alto, mientras que lo rodean
la luz y la tiniebla, ¡que les haga su tumba
el que quiso hacer de él nuestra tumba y la suya!
O llena con tu ardor armonioso a tus hijos
y álzalos, mientras sobre el sumiso horizonte
tu lámpara da fuego a toda onda en la tarde;
¡sea la alta esperanza del hombre, su deseo
lo que haga realizarse tu voluntad divina!
...
Espíritu, no importa de tu estelar sagrario
qué concedas o qué guardes, ¡ojalá quede
esta ciudad por siempre de tu adoración libre!
Traducción de José María Valverde.
miércoles, 19 de febrero de 2014
POETAS EN BLANCO Y NEGRO
Tal y como anuncié la semana pasada, aquí está el comentario sobre uno de esos libros que me salieron al paso en la biblioteca.
Como se dice en la solapa —es el texto que sirve para presentar el libro en las páginas de las librerías en Internet—, y la solapa no es otra cosa que el primer párrafo de la introducción de Amalia Iglesias, no es propiamente una antología, es un recopilación de algunos de los poemas que han ido apareciendo en el suplemento cultural del periódico ABC desde 2001. Junto a ellos había una breve pero eficaz presentación del autor o de la autora correspondiente. Esa presentación, tan necesaria cuando se trata de alguien que desconocemos, también se mantiene en el libro.
La larguísima nómina de poetas contemporáneos,227, abarca poetas de ambas orillas del Atlántico y de las lenguas que se hablan en la Península y alguna que otra americana. Los poemas aparecen en su lengua original, acompañados de la traducción al castellano a pie de página y menor tamaño.
El libro tiene un gran valor como presentación de autores, pues en un sólo ejemplar disponemos de la primera información necesaria para acercarnos a la lectura posterior de los estilos y poéticas que más nos hayan llamado la atención si se trata de poetas que desconocemos, o para tener noticia de los títulos últimos de poetas consagrados a quienes habíamos dejado de seguirles la pista.
Para cerrar esta comentario os dejo un poema en mapudungun de Leonel Lienlaf.
PALIN
Leliturkey pu manke
nagün antü
wente pewen
ina ti kürüf
Küpalerkey ñi düngu
ñi müpun düngu
Pürumerkey pu alwe
aliwen triwe püle
kachill trayen mülelu
Machi pewmarkey anay
pürumerken tromu
wente ñi wecharuka
Ketranmew ta
pikun kürüf
kewañmakefi
willi kürrüf
ñi pewma
Los ojos de los cóndores / miraron el atardecer desde las araucarias / y el viento de la noche / trajo su aleteo sobre el campo de juegos / Saltan los espíritus / sobre los laureles del estero. / Mientras la gran machi canta, / las nubes / bailan sobre su casa // Afuera entre las siembras / el viento norte / desafía los sueños del viento sur
Traducción del autor.
Como se dice en la solapa —es el texto que sirve para presentar el libro en las páginas de las librerías en Internet—, y la solapa no es otra cosa que el primer párrafo de la introducción de Amalia Iglesias, no es propiamente una antología, es un recopilación de algunos de los poemas que han ido apareciendo en el suplemento cultural del periódico ABC desde 2001. Junto a ellos había una breve pero eficaz presentación del autor o de la autora correspondiente. Esa presentación, tan necesaria cuando se trata de alguien que desconocemos, también se mantiene en el libro.
La larguísima nómina de poetas contemporáneos,227, abarca poetas de ambas orillas del Atlántico y de las lenguas que se hablan en la Península y alguna que otra americana. Los poemas aparecen en su lengua original, acompañados de la traducción al castellano a pie de página y menor tamaño.
El libro tiene un gran valor como presentación de autores, pues en un sólo ejemplar disponemos de la primera información necesaria para acercarnos a la lectura posterior de los estilos y poéticas que más nos hayan llamado la atención si se trata de poetas que desconocemos, o para tener noticia de los títulos últimos de poetas consagrados a quienes habíamos dejado de seguirles la pista.
Para cerrar esta comentario os dejo un poema en mapudungun de Leonel Lienlaf.
PALIN
Leliturkey pu manke
nagün antü
wente pewen
ina ti kürüf
Küpalerkey ñi düngu
ñi müpun düngu
Pürumerkey pu alwe
aliwen triwe püle
kachill trayen mülelu
Machi pewmarkey anay
pürumerken tromu
wente ñi wecharuka
Ketranmew ta
pikun kürüf
kewañmakefi
willi kürrüf
ñi pewma
Los ojos de los cóndores / miraron el atardecer desde las araucarias / y el viento de la noche / trajo su aleteo sobre el campo de juegos / Saltan los espíritus / sobre los laureles del estero. / Mientras la gran machi canta, / las nubes / bailan sobre su casa // Afuera entre las siembras / el viento norte / desafía los sueños del viento sur
Traducción del autor.
martes, 18 de febrero de 2014
PENSAMIENTO RACIONAL, VERDAD Y ESCEPTICISMO
Resulta desolador el estrago que pueden hacer el pensamiento mágico, la superstición y el uso irracional de cualquier hecho en el conjunto de opiniones de la sociedad e incluso en el saber social mismo.
Para combatir esta nefasta influencia tenemos la mejor herramienta que podamos imaginar: el estudio, la instrucción, la información. Sin embargo, a pesar de escuelas, institutos, universidades y centros de investigación de todo tipo, parece que a una parte del personal le resulta más fácil creer en lo misterioso, lo esotérico, lo irracional... que en la realidad tangible y demostrable.
La serie Escépticos de ETB, dirigida por José A. Pérez, quiere colaborar poniendo un poco de sentido común ante este dislate. El primer capítulo tiene ya algo más de tres años y trató el fascinante tema de si fuimos o no a la Luna. Increíble parece que alumnos de una facultad de ciencias pudieran creer que eso era un engaño. Podéis verlo haciendo clic AQUÍ.
Para combatir esta nefasta influencia tenemos la mejor herramienta que podamos imaginar: el estudio, la instrucción, la información. Sin embargo, a pesar de escuelas, institutos, universidades y centros de investigación de todo tipo, parece que a una parte del personal le resulta más fácil creer en lo misterioso, lo esotérico, lo irracional... que en la realidad tangible y demostrable.
La serie Escépticos de ETB, dirigida por José A. Pérez, quiere colaborar poniendo un poco de sentido común ante este dislate. El primer capítulo tiene ya algo más de tres años y trató el fascinante tema de si fuimos o no a la Luna. Increíble parece que alumnos de una facultad de ciencias pudieran creer que eso era un engaño. Podéis verlo haciendo clic AQUÍ.
EL POETA EVOCA LA IMAGEN DE LA AMADA
Museo de Arte Moderno. Estocolmo |
Cualquier motivo es bueno
si sirve a la alegría,
si aligera el llanto,
si detiene el tiempo.
Cualquier adorno es bello
si sirve a la belleza,
si la vida aviva,
si hasta tu luz me lleva.
si sirve a la alegría,
si aligera el llanto,
si detiene el tiempo.
Cualquier adorno es bello
si sirve a la belleza,
si la vida aviva,
si hasta tu luz me lleva.
lunes, 17 de febrero de 2014
ANTOLOGÍA DE REDES
rtve acaba de poner a disposición de cualquiera en su página web una selección de 16 entrevistas realizadas por Eduardo Punset en su programa Redes con otros tantos científicos. Los nombres que componen esa selección podéis verlos en el enlace, pero no me privo de escribirla aquí. Sólo el hecho de transcribir sus nombres uno a continuación del otro produce placer: Leonard Susskind, Max Tegmark, Juan Maldacena, Lawrence Krauss, Roger Penrose, Daniel Dennett, António Damásio, Richard Dawkins, Lynn Margulis, Stephen Jay Gould, Edward O. Wilson, Jane Goodall, Frans de Waal, Steven Pinker, James Lovelock y Mario Molina.
Como selección que es, son entrevistas ya realizadas y de las que hemos podido disfrutar con antelación. En cualquier caso, si no lo hicisteis en su momento, ahora puede ser una buena ocasión para verlas. Es un auténtico placer escuchar a tanto sabio.
Como selección que es, son entrevistas ya realizadas y de las que hemos podido disfrutar con antelación. En cualquier caso, si no lo hicisteis en su momento, ahora puede ser una buena ocasión para verlas. Es un auténtico placer escuchar a tanto sabio.
domingo, 16 de febrero de 2014
R. QUENEAU: EJERCICIOS DE ESTILO
La mejor presentación y publicidad que se puede hacer de este ya clásico ejemplar es recoger un par de ejemplos y decir a continuación que en él aparecen nada más y nada menos que 99 ejemplos o maneras de contar la misma intrascendental anécdota. Son auténticos ejercicios de estilo, son 100 - 1 maneras de enseñarnos a contar, son una auténtica declaración poético-práctica de qué podemos hacer con una anécdota y una buena dosis de imaginación.
Notaciones
En el S, a una hora de tráfico. Un tipo de unos veintiséis
años, sombrero de fieltro con cordón en lugar de cinta, cuello muy largo como
si se lo hubiesen estirado. La gente baja. El tipo en cuestión se enfada con un
vecino. Le reprocha que lo empuje cada vez que pasa alguien. Tono llorón que se
las da de duro. Al ver un sitio libre, se precipita sobre él.
Dos horas más tarde, lo encuentro en la plaza de Roma, delante de la estación de Saint-Lazare. Está con un compañero que le dice: "Deberías hacerte poner un botón más en el abrigo." Le indica dónde (en el escote) y por qué.
Dos horas más tarde, lo encuentro en la plaza de Roma, delante de la estación de Saint-Lazare. Está con un compañero que le dice: "Deberías hacerte poner un botón más en el abrigo." Le indica dónde (en el escote) y por qué.
Punto de vista subjetivo
No estaba descontento con mi vestimenta, precisamente hoy.
Estrenaba un sombrero nuevo, bastante chulo, y un abrigo que me parecía pero
que muy bien. Me encuentro a X delante de la estación de Saint-Lazare, el cual
intenta aguarme la fiesta tratando de demostrarme que el abrigo es muy escotado
y que debería añadirle un botón más. Aunque, menos mal que no se ha atrevido a
meterse con mi gorro.
Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos.
Poco antes, había reñido de lo lindo a una especie de patán que me empujaba adrede como un bruto cada vez que el personal pasaba, al bajar o al subir. Eso ocurría en uno de esos inmundos autobuses que se llenan de populacho precisamente a las horas en que debo dignarme a utilizarlos.
Filosófico
Sólo las grandes ciudades pueden presentar a la
espiritualidad fenomenológica las esencialidades de las coincidencias
temporales e improbabilísticas. El filósofo que sube a veces en la
inexistencialidad fútil y utilitaria de un autobús S puede percibir en él con
la lucidez de su ojo pineal las apariencias fugitivas y decoloradas de una
conciencia profana afligida por el largo cuello de la vanidad y por la trenza
sombreril de la ignorancia. Esta materia sin verdadera entelequia se lanza a
veces con el imperativo categórico de su impulso vital y recriminatorio contra
la irrealidad neoberkeleyana de un mecanismo corporal inapesadumbrado de conciencia.
Esta actitud moral arrastra al más incosciente de los dos hacia una
espacialidad vacía donde se descompone en sus átomos elementales y ganchudos.
La indagación filosófica prosigue normalmente con el encuentro fortuito pero
anagógico del mismo ser acompañado de su réplica inesencial y costurera, la
cual le aconseja nouménicamente transponer al plano del intelecto el concepto
de abrigo situado sociológicamente demasiado bajo.
Había dicho dos, he puesto tres ejemplos. Espero que el paciente lector ocasional que por aquí pase lo sepa agradecer.
Imprescindible para alguien que empiece a ejercitarse en el mundillo de la narración.
UN POEMA DE JOSE LUIS OTAMENDI
maite zaitudalako
amets egin dut
burdinezko hostoetatik zintzilikatu
zuregana amildu naiz
gure maitasuna euri tanta delako
maite zaitudalako
sortu egin dut
nakarezko izerditan irristatu
zati izan naiz
gure maitasuna euri tanta delako
maite zaitudalako
uste
sinesten dut
dakit
gure maitasuna euri tanta dela
De Egunsenti biluzia, Ustela, 1980.
porque te quiero / he soñado / suspendido de las hojas de hierro / he caído hacia ti / porque nuestro amor es una gota de lluvia
porque te quiero / he surgido / resbalado en sudor de nácar / he sido fragmento / porque nuestro amor es una gota de lluvia
porque te quiero / pienso / creo / sé / que nuestro amor es una gota de lluvia
La traducción es mía.
Jose Luis Otamendi (1959, Azpeitia). En Literaturaren zubitegia podéis encontrar sus poemarios completos, además de algunos audios en los que el poeta recita sus propios poemas
sábado, 15 de febrero de 2014
PAUL VALÉRY, 2
Amigos pertrechados con todo tipo de materiales para afrontar la poesía de J. Martí en la tertulia de ayer |
Yo aconsejo esta edición especialmente por los dos trabajos que la acompañan: las veinte páginas de presentación que hizo el propio autor y el estudio, ya clásico y referente, de Gustave Cohen. Ya sé que hay quien prefiere leer "sin muletas". Es una opción y el estudio sobre el poema está ahí para quien lo quiera utilizar, no es obligatorio leerlo. La edición de Cátedra que presenté en la anterior entrada sobre Valéry también se acompaña de una excelente guía de lectura sobre el cementerio.
Y ya metidos en traducciones, os aconsejo que os leáis el artículo de Caterine Figueredo y Alessandra Ramos sobre el tema en cuestión. Lo tenéis disponible aquí. Yo, para por si acaso, he recogido dos traducciones diferentes en la colección que he preparado para la tertulia de marzo.
El vídeo que os dejo a continuación está en francés; sin embargo, me ha parecido que tenía calidad suficiente como para ofrecerlo aquí, además del valor añadido de ser el lugar que inspiró el poema.
viernes, 14 de febrero de 2014
FÁBULA DEL ELEGANTE GRIFO QUE BUSCABA UNA PUERTA INVISIBLE
Cuando quieres algo, todo el universo se conjura para que realices tu deseo. El Alquimista. Paulo Coelho. |
(Dibujo de Erni Cabat, del libro Erni Cabat's Magical World of Monsters)
Sin embargo, en su vida no todo era perfecto. Desde pequeño había estado obsesionado con los seres humanos. Había oído muchas leyendas sobre ellos: la manera en la que andaban sobre dos piernas, la forma de comer tan elegante utilizando unos misteriosos adminículos, los espacios especiales dedicados a la higiene personal... Todas estas cosas eran, en la imaginación de Charles, lo más parecido al paraíso. Estaba decidido a encontrar la puerta de acceso a ese mundo maravilloso.
Esta obsesión le producía infelicidad. Por un lado, no había manera de conseguir la perfección que él imaginaba en los humanos, y su madre siempre le decía: "¿No entiendes que eres un grifo? Los grifos tenemos nuestras propias formas de ser". Por otro, todos sabemos que no es nada sencillo encontrar la puerta que te lleve al otro lado y esto le producía más infelicidad.
Charles pasaba la mayor parte de su tiempo investigando dónde podría estar esa misteriosa entrada. Al principio, en los años de la infancia, realizaba esta investigación con sus amigos, como si se tratara de un juego más. Poco a poco, en cambio, se fue encontrando solo en esta tarea.
Un día Augustus, su mejor amigo desde hacía mucho tiempo, ideó un plan para salir de aquella situación. Charles debía darse cuenta de que la comunidad grifiniana necesitaba de sus habilidades.
—Tienes que cambiar tu punto de vista. Si continúas así, lo único que lograrás es golpearte una y otra vez contra la invisibilidad de tus puertas.
Luego le comentó algo sobre un sitio en el que aprender maneras, reglas y costumbres acerca de la higiene personal, la cortesía y el respeto.
Una bonita mañana de verano, Charles abrió él mismo una escuela: ACADEMIA DE LA ELEGANCIA ÚTIL. Antes de lo que Charles hubiera podido imaginar, se formó una larga cola de padres que deseaban matricular a sus pequeñuelos.
Por fin, Charles había triunfado. No encontró el impoluto y excelente mundo de los humanos, al que nunca volvió a intentar acceder, sino que descubrió la forma perfecta de vivir consigo mismo.
jueves, 13 de febrero de 2014
ELOGIO DE LAS BIBLIOTECAS
¡Qué gran cosa son las bibliotecas!
Ayer me di una vuelta por la biblioteca de la pequeña ciudad en la que vivo sin otra intención que devolver los ejemplares que había estado utilizando. Pero los libros me llaman. No iba en busca de ninguno, sólo tenía que devolver los que ya había leído. No pude alejarme sin echar un vistazo por la zona dedicada a la poesía. Fui repasando los lomos y diciéndome a mí mismo que no cogiera ninguno, que ya tenía bastante literatura atrasada en casa como para llevarme otros. Inútil intento.
De repente se alzó ante mi la poesía reunida de Agustín Delgado, de quien lo ignoro todo, pues, confieso mi ignorancia, nunca había oído hablar de él. Comprenderéis que no podía dejarlo allí. Poco después tropiezo con otro que despierta mi curiosidad, el que aparece en la foto. Repaso el índice y vuelvo a descubrir mi más profunda ignorancia por segunda vez. Compruebo que de la larga lista de nombres hay un montón de los que tampoco sé absolutamente nada. Lo cogí y me acerqué con mis dos nuevos tesoros al mostrador de la biblioteca.
La biblioteca de mi pueblo es una pequeña biblioteca y, sin embargo, yo no podría de ninguna manera competir con ella. Ni mi casa puede albergar los títulos que ella recoge, ni mi sueldo adquirirlos. Y ahí está la biblioteca. Pequeña, humilde, recoleta y, no obstante, dispuesta a ofrecerme sus socializados ejemplares y a recordarme, de paso, que no soy nada más que un aspirante a aprendiz, que mis lecturas ni tan siquiera dan para reconocer los autores que figuran en los lomos de los libros que se guardan en la pequeña biblioteca de al lado de mi casa.
¡Qué gran cosa son las bibliotecas y qué pequeño mi conocimiento!
Ayer me di una vuelta por la biblioteca de la pequeña ciudad en la que vivo sin otra intención que devolver los ejemplares que había estado utilizando. Pero los libros me llaman. No iba en busca de ninguno, sólo tenía que devolver los que ya había leído. No pude alejarme sin echar un vistazo por la zona dedicada a la poesía. Fui repasando los lomos y diciéndome a mí mismo que no cogiera ninguno, que ya tenía bastante literatura atrasada en casa como para llevarme otros. Inútil intento.
De repente se alzó ante mi la poesía reunida de Agustín Delgado, de quien lo ignoro todo, pues, confieso mi ignorancia, nunca había oído hablar de él. Comprenderéis que no podía dejarlo allí. Poco después tropiezo con otro que despierta mi curiosidad, el que aparece en la foto. Repaso el índice y vuelvo a descubrir mi más profunda ignorancia por segunda vez. Compruebo que de la larga lista de nombres hay un montón de los que tampoco sé absolutamente nada. Lo cogí y me acerqué con mis dos nuevos tesoros al mostrador de la biblioteca.
La biblioteca de mi pueblo es una pequeña biblioteca y, sin embargo, yo no podría de ninguna manera competir con ella. Ni mi casa puede albergar los títulos que ella recoge, ni mi sueldo adquirirlos. Y ahí está la biblioteca. Pequeña, humilde, recoleta y, no obstante, dispuesta a ofrecerme sus socializados ejemplares y a recordarme, de paso, que no soy nada más que un aspirante a aprendiz, que mis lecturas ni tan siquiera dan para reconocer los autores que figuran en los lomos de los libros que se guardan en la pequeña biblioteca de al lado de mi casa.
¡Qué gran cosa son las bibliotecas y qué pequeño mi conocimiento!
miércoles, 12 de febrero de 2014
CELEBRACIÓN DE CORTÁZAR, 1
Durante el 2013 hemos estado recordando el quincuagésimo aniversario de la aparición de esa novela extraordinaria que es Rayuela. Hoy, 12 de febrero de 2014, se cumple el trigésimo aniversario de la muerte del autor. Y a lo largo de todo el año estaremos recordando el centenario de su nacimiento.
Quiero iniciar aquí una serie de entradas, sin plan previo, para celebrar la figura del escritor excepcional que fue Julio Cortázar. Para empezar, aquí tenéis la entrevista de la serie A fondo que dirigía y presentaba el periodista Joaquín Soler Serrano. Es una entrevista (1977) larga y profunda, como todas las que preparaba para aquel programa. Una delicia poder recordarla.
Julio Cortázar en 'A fondo' (1977) (I)
¿ES POSIBLE TANTA TRISTEZA?
Quien haya leído a Rosalía de Castro sabe que si hay un sentimiento que podamos identificar con su poesía es el de tristeza. Su obra entera está atravesada por la melancolía. Pero hoy quiero resaltar un poema de su último libro, A orillas del Sar, en el que seguramente antes no había reparado o no había leído con suficiente atención, y que ayer me pareció lo más triste que persona alguna puede expresar.
No va solo el que llora.
No os sequéis, ¡por piedad!, lágrimas mías;
basta un pesar al alma,
jamás, jamás le bastará una dicha.
Juguete del Destino, arista humilde,
rodé triste y perdida;
pero conmigo lo llevaba todo:
llevaba mi dolor por compañía.
No os sequéis, ¡por piedad!, lágrimas mías;
basta un pesar al alma,
jamás, jamás le bastará una dicha.
Juguete del Destino, arista humilde,
rodé triste y perdida;
pero conmigo lo llevaba todo:
llevaba mi dolor por compañía.
Independientemente de que creyera o no en el destino, que ya de por sí me parece triste; independientemente del juego de las palabras, en el que más de un poeta cae, y lo que allí está escrito no es tanto lo que significa cuanto lo que la vaguedad de los ritmos, sugerencias o escondidas alusiones proponen a pesar de lo que realmente se dice; independientemente de esas cuestiones, digo, ¿cabe mayor plenitud de la tristeza que afirmar que para sentirnos plenos no hay nada mejor que una pena?, ¿es posible decir que no es necesario nada más, porque ya se tiene todo si llevamos con nosotros el dolor?
A mí se me hace difícil creer en la sinceridad de las palabras. Se me hace muy difícil imaginar una persona que en su sano juicio pueda llegar a decir que más le satisfacen los momentos de tristeza que los de alegría, a no ser que, como la paloma de Alberti, tenga trastocados todos los elementos perceptivos de la realidad.
martes, 11 de febrero de 2014
LA BONDAD
- No hay medio más eficaz para hacerse bueno que hacer bien.
Concepción Arenal. El Pauperismo.
- Haznos felices y nos harás buenos.
Robert Browning. El anillo y el libro.
- Si quieres algo bueno, búscalo en ti mismo.
Epicteto. Discursos.
- Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a uno malo, examínate a ti mismo.
Confucio. Analectas.
- El hombre bueno será siempre un principiante.
Marcial. Epigramas.
- Lo bueno es bueno aunque carezca de nombre; lo vil es siempre vil.
Shakespeare. Bien está lo que bien acaba.
- No basta sólo ser bueno, es necesario parecerlo. Y si esta máxima es conveniente a los gobiernos y a los funcionarios públicos, si éstos, lo mismo que aquéllos necesitan no sólo obrar bien, sino inspirar la más completa confianza, ningún cargo hay en la nación, señores diputados, absolutamente ninguno, que necesite sobresalir más en estas bellas cualidades, que el digno, el elevado de representante del país.
Sagasta. Discursos.
lunes, 10 de febrero de 2014
SOÑANDO CAMINOS
Subida al Pagasarri |
medio de vereda en cuesta,
100 gramos de niebla
o tal vez un poco más,
3/4 de bosque,
varios kilos del mejor ánimo,
silencio y soledad a discreción.
Mézclalo suavemente
y paso a paso
sin otro propósito
que el de hacer camino
y cuando creas que está hecho...
sigue andando.
PROYECTO NOCILLA
La primera vez que tuve noticia de Agustín Fernández Mallo fue por la reseña que el Diario de Burgos daba del ganador del premio que lleva el nombre de la ciudad. De lo que allí se decía me interesó, sobre todo, el que procediera del mundo de la física y lo que Jaime Siles, presidente del jurado, resaltaba de la colección de poemas diciendo que abría nuevos territorios expresivos en la poesía española contemporánea y que lo hacía integrando la tradición literaria en un juego de espejos, en un diálogo con determinados logros de la física nuclear.
Después vino el estallido del Proyecto Nocilla —Nocilla dream, Nocilla experience y Nocilla lab—, recogido por Alfaguara en un solo tomo el año pasado y del que los medios dedicados a la literatura no han dejado de hablar. Algunos, por cierto, muy bien.
A mí estas apariciones que suponen un antes y un después, que marcan lo que se puede o no se puede escribir a partir de ellas, que refundan el universo narrativo, me llaman la atención y como soy curioso (¿cotilla, quizás?), acabo comprando el libro y leyéndolo. Además, ¡qué caray!, a todos nos hace ilusión ver cómo nace una nueva revolución... literaria. Luego, cuando el tiempo pasa, los ánimos se serenan y somo capaces de ver con perspectiva, entonces es cuando nos damos cuenta de sí aquello fue una auténtica novedad que abrió nuevos caminos expresivos o no. Yo, simplemente, os dejo mi impresión.
De las tres novelas la que más me ha gustado es la tercera, Nocilla lab, si bien la primera, Nocilla dream, me parece más fresca, más espontánea. Como juego vanguardista me parece ingenioso —aunque muchos de los textos que inserta no aportan nada a la historia— y me parece también que tiene momentos muy divertidos, lo cual no suele ser muy frecuente con los juegos vanguardistas que se toman la vida y la escritura muy en serio y muy a la tremenda, pero siempre hay excepciones. En cuanto a la técnica, en cuanto a cómo están escritos los libros y todo ese canto a la realidad fragmentada, la verdad es que me es indiferente siempre y cuando lo que se cuente tenga su propio peso y el suficiente atractivo como para atraer al lector. Por otra parte, ahí, precisamente ahí, no resulta muy novedoso, Rayuela o 62/modelo para armar ya estaban escritas así.
El peligro con las vanguardias, desde mi punto de vista de lector aficionado, es que suelen convertirse más en una reflexión teórica sobre lo que la literatura debe ser o no ser, que en una obra propiamente literaria. Quiero decir que, a veces, el nuevo objeto se parece más a un ensayo que a una narración y cuando eso ocurre mi parte más primitiva y afectiva se siente muy engañada, porque lo que iba buscando era la magia de una buena historia de la que "colgarme" durante unas cuantas horas. Por otra parte, ese juego de las referencias, los espejos, la indeterminación y el efecto looping, yo diría que se consigue mucho mejor con un hipertexto que con palabras impresas en papel; aquí, en la red, en este espacio virtual e indeterminado la realidad sí es fragmentaria y absolutamente referencial. O con un cuento de Borges, del que Mallo es admirador y ¿plagiador?
En cualquier caso, Mallo me parece un autor imaginativo, con un gran sentido del humor, digno de ser leído y que maneja muy bien los hilos del mundillo extraliterario para venderse, que al final es lo que cuenta si se quiere vivir de la literatura. Fijaos que el Proyecto Nocilla tiene incluso su película.
Después vino el estallido del Proyecto Nocilla —Nocilla dream, Nocilla experience y Nocilla lab—, recogido por Alfaguara en un solo tomo el año pasado y del que los medios dedicados a la literatura no han dejado de hablar. Algunos, por cierto, muy bien.
A mí estas apariciones que suponen un antes y un después, que marcan lo que se puede o no se puede escribir a partir de ellas, que refundan el universo narrativo, me llaman la atención y como soy curioso (¿cotilla, quizás?), acabo comprando el libro y leyéndolo. Además, ¡qué caray!, a todos nos hace ilusión ver cómo nace una nueva revolución... literaria. Luego, cuando el tiempo pasa, los ánimos se serenan y somo capaces de ver con perspectiva, entonces es cuando nos damos cuenta de sí aquello fue una auténtica novedad que abrió nuevos caminos expresivos o no. Yo, simplemente, os dejo mi impresión.
De las tres novelas la que más me ha gustado es la tercera, Nocilla lab, si bien la primera, Nocilla dream, me parece más fresca, más espontánea. Como juego vanguardista me parece ingenioso —aunque muchos de los textos que inserta no aportan nada a la historia— y me parece también que tiene momentos muy divertidos, lo cual no suele ser muy frecuente con los juegos vanguardistas que se toman la vida y la escritura muy en serio y muy a la tremenda, pero siempre hay excepciones. En cuanto a la técnica, en cuanto a cómo están escritos los libros y todo ese canto a la realidad fragmentada, la verdad es que me es indiferente siempre y cuando lo que se cuente tenga su propio peso y el suficiente atractivo como para atraer al lector. Por otra parte, ahí, precisamente ahí, no resulta muy novedoso, Rayuela o 62/modelo para armar ya estaban escritas así.
El peligro con las vanguardias, desde mi punto de vista de lector aficionado, es que suelen convertirse más en una reflexión teórica sobre lo que la literatura debe ser o no ser, que en una obra propiamente literaria. Quiero decir que, a veces, el nuevo objeto se parece más a un ensayo que a una narración y cuando eso ocurre mi parte más primitiva y afectiva se siente muy engañada, porque lo que iba buscando era la magia de una buena historia de la que "colgarme" durante unas cuantas horas. Por otra parte, ese juego de las referencias, los espejos, la indeterminación y el efecto looping, yo diría que se consigue mucho mejor con un hipertexto que con palabras impresas en papel; aquí, en la red, en este espacio virtual e indeterminado la realidad sí es fragmentaria y absolutamente referencial. O con un cuento de Borges, del que Mallo es admirador y ¿plagiador?
En cualquier caso, Mallo me parece un autor imaginativo, con un gran sentido del humor, digno de ser leído y que maneja muy bien los hilos del mundillo extraliterario para venderse, que al final es lo que cuenta si se quiere vivir de la literatura. Fijaos que el Proyecto Nocilla tiene incluso su película.
domingo, 9 de febrero de 2014
NEBRASKA
Hacía bastante tiempo que no comentaba una película y hacía mucho más que no lo hacía a gusto. Con ésta, en cambio, no tengo ningún problema, porque no hay nada más sencillo y satisfactorio para escribir tres líneas que decir que algo me ha gustado.
Nebraska cuenta la historia de un anciano que tiene problemas para percibir correctamente la realidad, básicamente porque la realidad y el alcohol le han dejado fuera de juego hace mucho tiempo —¡qué triste es no tener nada que hacer y que los demás nos consideren un molesto estorbo!—. En esta situación, le llega el engañoso aviso de que ha ganado un millón de dólares. Cobrar esa cantidad será su único objetivo y su motivación vital.
Ese hecho es el punto de arranque de la película y el que sirve para hacer una radiografía de cómo somos y cómo nos comportamos en torno al dinero. Desde ahí, la trama va creciendo y se van añadiendo motivos y personajes a la historia, mientras los espectadores nos vamos implicando cada vez más con este anciano y con su hijo, hasta llegar a la maravillosa escena final.
Absolutamente recomendable.
sábado, 8 de febrero de 2014
HIMNO A AFRODITA
Safo es la primera poeta de la que tenemos noticia. Es también la única persona real de las Heroínas de Ovidio. Es, además, el origen, el principio, de eso que llamamos poesía lírica. En realidad poco, muy poco, sabemos sobre su vida, excepto lo que podemos inferir leyendo sus poemas, y de ellos el Himno a Afrodita es el único que está completo. Disfrutadlo.
Inmortal Afrodita de polícromo trono,
Inmortal Afrodita de polícromo trono,
hija de Zeus que enredas con astucias, te imploro,
no domines con penas y torturas,
soberana, mi pecho;
mas ven aquí, si es que otras veces antes,
cuando llegó a tu oído mi voz desde lo lejos,
te pusiste a escuchar y, dejando la casa
de tu padre, viniste,
uncido el carro de oro. Veloces te traían
los hermosos gorriones hacia la tierra oscura
con un fuerte batir de alas desde el cielo,
atravesando el éter:
De inmediato llegaron. Tú, feliz,
con la sonrisa abierta en tu rostro inmortal,
preguntabas qué sufro nuevamente, y por qué
nuevamente te invoco
y qué anhelo, ante todo, alcanzar en mi pecho
enloquecido: ¿A quién seduzco ahora
y llevo a tu pasión? ¿Quién es, oh Safo,
la que te perjudica?
Porque si hoy te rehuye, pronto habrá que buscarte;
si regalos no acepta, en cambio los dará,
y si no siente amor, pronto tendrá que amarte
aunque no quiera ella.
Ven a mí también hoy, líbrame de desvelos
rigurosos y todo cuanto anhela
mi corazón cumplir, cúmplelo y sé tú misma
mi aliada en esta lucha.
Traducción de Aurora Luque.
Podéis leer unas cuantas versiones en este enlace.
viernes, 7 de febrero de 2014
WILLIAM BLAKE
William Blake es uno de esos bichos raros que merecen ser leídos con detenimiento por el tipo de escritura que practica y por la concepción que tenía de la belleza. Otra cosa es que luego guste o no. Francisco Rico, entre muchos de los adjetivos que le dedica, le ofrece el de inquietante. Borges dijo de él que "era uno de los hombres más extraños de la literatura"
Blake (1757-1827) comparte centenario con Góngora (1561-1627). Curiosamente, como bicho raro que fue —aunque esto no tiene por qué ser así—, vivió en soledad y murió sin que nadie le hubiera hecho el más mínimo caso. Tuvo que ser el centenario de su muerte el que lo pusiera delante de los lectores, y desde entonces no ha dejado de ser reconocida su genialidad ni de formar parte del panteón más selecto de la poesía inglesa.
Hace poco Atalanta ha publicado en una estupenda edición los Libros proféticos I. Es, como podéis ver por el enlace, una edición de lujo, sólo apta para regalos o caprichos, pero magnífica en todos los sentidos. De ese título os dejo algunos proverbios del infierno, en traducción de Pablo Mañé:
Blake (1757-1827) comparte centenario con Góngora (1561-1627). Curiosamente, como bicho raro que fue —aunque esto no tiene por qué ser así—, vivió en soledad y murió sin que nadie le hubiera hecho el más mínimo caso. Tuvo que ser el centenario de su muerte el que lo pusiera delante de los lectores, y desde entonces no ha dejado de ser reconocida su genialidad ni de formar parte del panteón más selecto de la poesía inglesa.
Hace poco Atalanta ha publicado en una estupenda edición los Libros proféticos I. Es, como podéis ver por el enlace, una edición de lujo, sólo apta para regalos o caprichos, pero magnífica en todos los sentidos. De ese título os dejo algunos proverbios del infierno, en traducción de Pablo Mañé:
- La senda del exceso lleva al palacio de la sabiduría.
- La prudencia es una fea y rica solterona cortejada por la incapacidad.
- Quien desea y no actúa engendra la plaga.
- El gusano cortado perdona el arado.
- El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.
- A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena.
- El acto más sublime consiste en poner a otro ante ti.
- Lo que hoy está probado, en su momento era sólo algo imaginado.
- La cisterna contiene, el manantial rebosa.
- Si otros no hubiesen sido tontos, tendríamos que serlo nosotros.
- Crear una florecilla es labor de eras. (De aquí salió el verso de Whitman).
- El mejor vino es el más añejo; la mejor agua, la más nueva.
- Donde no está el hombre la naturaleza es estéril.
jueves, 6 de febrero de 2014
GABRIELA MISTRAL, UN RETRATO Y UN POEMA
La periodista Valle Alonso dirige este interesante programa dedicado a mujeres que han destacado en sus respectivas actividades, pero que por unas u otras razones fueron señaladas de forma negativa por la sociedad en la que vivieron. Cada semana nos ofrece un retrato radiofónico de una de ellas.
Mujeres Malditas - Gabriela Mistral - 29/10/13
CANCIÓN DE LA MUERTE
La vieja Empadronadora,
la mañosa Muerte,
cuando vaya de camino,
mi niño no encuentre.
La que huele a los nacidos
y husmea su leche,
encuentre sales y harinas,
mi leche no encuentre.
La Contra-Madre del Mundo,
la Convida-gentes,
por las playas y las rutas
no halle al inocente.
El nombre de su bautismo
-la flor con que crece-,
lo olvide la memoriosa,
lo pierda, la Muerte.
De vientos, de sal y arenas,
se vuelva demente, 6
y trueque, la desvariada,
el Oeste, y el Este.
Niño y madre los confunda
lo mismo que peces,
y en el día y en la hora
a mí sola encuentre.
En esta página podréis encontrar la obra poética de Mistral y muchas cosas más.
miércoles, 5 de febrero de 2014
LA ENSEÑANZA DE LA FILOSOFÍA A DEBATE, y 2
En este debate sobre la enseñanza de la Filosofía como materia de estudio en el bachillerato creo percibir un aire gremialista que no me gusta nada. Y me gusta menos porque en ese bando encuentro profesionales de la materia a los que admiro y quiero. Es sin duda legítima y necesaria la defensa del puesto de trabajo, pero no parece que la razón por la que se deba introducir en la enseñanza una asignatura sea el mantenimiento de los puestos de trabajo del personal que la imparte. La razón de los beneficios de esa actividad no puede hallarse fuera de la actividad misma.
La palabra filosofía, como bien se encargan de recordarlo los manuales de bachillerato, significa amor por la sabiduría, pasión por el conocimiento, ganas de saber. Nace en la Grecia clásica como actividad específica y aglutina a buen puñado de sabios cuyo deseo de conocer origina un progreso inequívoco en la sociedad y un abandono paulatino del pensamiento mágico e irracional. Es decir, gracias a los filósofos empezamos a salir de la ignorancia y las tinieblas para empezar a conocer cómo funciona el mundo y qué somos.
El filósofo no era, por tanto, una persona que se sumergía en pensamientos abstrusos, cuyo sentido se escapaba a la inmensa mayoría de la sociedad. Quien se dedicaba a saber quería encontrar respuestas a los sucesos que ocurrían a su alrededor. De hecho, se dice que quien inventó el término fue Pitágoras, a quien hoy identificamos como matemático. Más aún, en la famosa Academia de Atenas, la de Platón, sobre la puerta de entrada estaba escrito aquello de Nadie entre sin saber geometría. Y si nos paramos a mirar los títulos de las obras que escribió Aristóteles, el más grande filósofo de la Antigüedad, descubriremos que la mayor parte de ellas se dedican a lo que hoy identificamos como ciencias (física, biología, meteorología, geografía, astronomía...)
Ocurre que la Filosofía es la que se ha dedicado al saber, sin más especificaciones, hasta que los distintos conocimientos han ido teniendo cuerpo suficiente como para independizarse y hacerse con un nombre y una actividad. De la Filosofía, de ese preguntarse por todo y reconocer que no sabemos nada, se van desgajando con el tiempo los demás saberes, porque la especialidad que generan ya no puede ser atendida como se merece sin un acopio exhaustivo de conocimientos técnicos. Y esto comienza en Occidente con la Revolución científica (Copérnico, Brahe, Kepler, Galileo, Newton...), aunque todos ellos se reconocieran como filósofos y hoy no los identifiquemos como tales.
Y en este parir conocimiento la Filosofía se ha ido quedando sin una actividad claramente reconocible como propia. Cada nueva hija, cada nueva ciencia, ha ido abandonando la casa familiar y se ha llevado sus trastos, sus técnicas y su metodología para construir una nueva casa, aunque la ciudad del saber abarca todas esas casas. Y en este momento ninguna persona sensata que se haga aquella vieja pregunta tan típicamente filosófica como era ¿qué es el hombre? acudirá a la Filosofía para encontrar una respuesta. Hoy sabemos que para responder qué somos necesitamos, fundamentalmente, ir a la casa de su hija la Biología.
Es difícil señalar en la actualidad qué parcela del saber, de la actividad cultural, queda reservada a la Filosofía. A mí me gusta pensar que la Filosofía tiene que seguir aglutinando ese impulso por el descubrimiento, esa mirada crítica y autónoma sobre la sociedad y su quehacer. Sapere aude, no te conformes con lo que te digan, busca la luz del conocimiento y pon todo bajo sospecha. Pero también es cierto que esa actitud profundamente filosófica es la que anima a todos los grandes científicos que son y han sido, porque si no fuera así, no llegarían a ser realmente grandes.
Y es por eso mismo por lo que decía en el anterior comentario que a mí lo que me interesa no es que se imparta o no la Filosofía como asignatura. Lo que me interesa es contar con un profesorado, con un conocedor de la materia, que tenga esa actitud apasionada por el saber, por el descubrimiento, por la curiosidad y que lo sepa transmitir a sus alumnos, ya que el saber a cerca de algo implica siempre otras áreas del conocimiento. Si es así, y explique la materia que explique, estará haciendo filosofía. Tal y como hacía Kant en sus clases; tal y como hacen hoy miles de profesores que no son de filosofía en escuelas, institutos y universidades en todo el mundo.
La palabra filosofía, como bien se encargan de recordarlo los manuales de bachillerato, significa amor por la sabiduría, pasión por el conocimiento, ganas de saber. Nace en la Grecia clásica como actividad específica y aglutina a buen puñado de sabios cuyo deseo de conocer origina un progreso inequívoco en la sociedad y un abandono paulatino del pensamiento mágico e irracional. Es decir, gracias a los filósofos empezamos a salir de la ignorancia y las tinieblas para empezar a conocer cómo funciona el mundo y qué somos.
El filósofo no era, por tanto, una persona que se sumergía en pensamientos abstrusos, cuyo sentido se escapaba a la inmensa mayoría de la sociedad. Quien se dedicaba a saber quería encontrar respuestas a los sucesos que ocurrían a su alrededor. De hecho, se dice que quien inventó el término fue Pitágoras, a quien hoy identificamos como matemático. Más aún, en la famosa Academia de Atenas, la de Platón, sobre la puerta de entrada estaba escrito aquello de Nadie entre sin saber geometría. Y si nos paramos a mirar los títulos de las obras que escribió Aristóteles, el más grande filósofo de la Antigüedad, descubriremos que la mayor parte de ellas se dedican a lo que hoy identificamos como ciencias (física, biología, meteorología, geografía, astronomía...)
Ocurre que la Filosofía es la que se ha dedicado al saber, sin más especificaciones, hasta que los distintos conocimientos han ido teniendo cuerpo suficiente como para independizarse y hacerse con un nombre y una actividad. De la Filosofía, de ese preguntarse por todo y reconocer que no sabemos nada, se van desgajando con el tiempo los demás saberes, porque la especialidad que generan ya no puede ser atendida como se merece sin un acopio exhaustivo de conocimientos técnicos. Y esto comienza en Occidente con la Revolución científica (Copérnico, Brahe, Kepler, Galileo, Newton...), aunque todos ellos se reconocieran como filósofos y hoy no los identifiquemos como tales.
Y en este parir conocimiento la Filosofía se ha ido quedando sin una actividad claramente reconocible como propia. Cada nueva hija, cada nueva ciencia, ha ido abandonando la casa familiar y se ha llevado sus trastos, sus técnicas y su metodología para construir una nueva casa, aunque la ciudad del saber abarca todas esas casas. Y en este momento ninguna persona sensata que se haga aquella vieja pregunta tan típicamente filosófica como era ¿qué es el hombre? acudirá a la Filosofía para encontrar una respuesta. Hoy sabemos que para responder qué somos necesitamos, fundamentalmente, ir a la casa de su hija la Biología.
Es difícil señalar en la actualidad qué parcela del saber, de la actividad cultural, queda reservada a la Filosofía. A mí me gusta pensar que la Filosofía tiene que seguir aglutinando ese impulso por el descubrimiento, esa mirada crítica y autónoma sobre la sociedad y su quehacer. Sapere aude, no te conformes con lo que te digan, busca la luz del conocimiento y pon todo bajo sospecha. Pero también es cierto que esa actitud profundamente filosófica es la que anima a todos los grandes científicos que son y han sido, porque si no fuera así, no llegarían a ser realmente grandes.
Y es por eso mismo por lo que decía en el anterior comentario que a mí lo que me interesa no es que se imparta o no la Filosofía como asignatura. Lo que me interesa es contar con un profesorado, con un conocedor de la materia, que tenga esa actitud apasionada por el saber, por el descubrimiento, por la curiosidad y que lo sepa transmitir a sus alumnos, ya que el saber a cerca de algo implica siempre otras áreas del conocimiento. Si es así, y explique la materia que explique, estará haciendo filosofía. Tal y como hacía Kant en sus clases; tal y como hacen hoy miles de profesores que no son de filosofía en escuelas, institutos y universidades en todo el mundo.
martes, 4 de febrero de 2014
JOSÉ MARTÍ, Y 3
Para cerrar la serie sobre José Martí os dejo este vídeo donde se repasa rápidamente la biografía del poeta cubano.
También os dejo un enlace a una página que recoge con gran amplitud la iconografía martiana. Y os recuerdo que ya está subida la colección de poemas que utilizaremos en la tertulia del viernes 14 de febrero —tertulias, 2014, J. Martí—.
CUANDO ME PUSE A PENSAR
Cuando me puse a pensar
La razón me hizo elegir
Entre ser quien soy, o ir
El ser ajeno a emprestar,
Mas me dije: si el copiar
Fuera ley, no nacería
Hombre alguno, pues haría
Lo que antes de él se ha hecho:
Y dije, llamando al pecho,
Sé quién eres, alma mía!—
UNA CITA DE KANT
No cabe confiar en que los reyes filosofen o esperar que los filósofos lleguen a ser reyes, pero tampoco hay que desearlo, porque detentar el poder corrompe inexorablemente el libre juicio de la razón. Sin embargo, es imprescindible que los reyes no hagan desaparecer o acallar a la clase de los filósofos y que, por el contrario, les dejen hablar públicamente para que iluminen su tarea.
Hacia la paz perpetua. Suplemento segundo. Traducción Rodríguez Aramayo.
Una aclaración tal vez innecesaria: donde pone reyes, léase gobernantes; donde dice filósofos, intelectuales.
Podéis consultar otra traducción en la Biblioteca virtual universal.
Hacia la paz perpetua. Suplemento segundo. Traducción Rodríguez Aramayo.
Una aclaración tal vez innecesaria: donde pone reyes, léase gobernantes; donde dice filósofos, intelectuales.
Podéis consultar otra traducción en la Biblioteca virtual universal.
lunes, 3 de febrero de 2014
QUERIDO Y CONFUSO LECTOR:
Ayer fue mi cumpleaños,
felicítame mañana.
Felicítame ayer
porque mañana fue
mi cumpleaños.
O no me felicites
o felicítame mi no-cumpleaños,
mi lunes trivial,
mi semana cotidiana,
mi mes, mi día, mi luna,
mi continuo paso por el tiempo,
mi ir y venir con ilusiones
o sin ellas.
Sorpréndeme
entre horas
con un juego disonante,
confuso, atolondrado,
al margen de la ceremonia de los días,
sin color establecido,
sin nada que decir.
Ayer no fue mi cumpleaños,
hazme hoy una fiesta
sin palabras.
felicítame mañana.
Felicítame ayer
porque mañana fue
mi cumpleaños.
O no me felicites
o felicítame mi no-cumpleaños,
mi lunes trivial,
mi semana cotidiana,
mi mes, mi día, mi luna,
mi continuo paso por el tiempo,
mi ir y venir con ilusiones
o sin ellas.
Sorpréndeme
entre horas
con un juego disonante,
confuso, atolondrado,
al margen de la ceremonia de los días,
sin color establecido,
sin nada que decir.
Ayer no fue mi cumpleaños,
hazme hoy una fiesta
sin palabras.
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