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lunes, 12 de febrero de 2024

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 11

Después de un sábado con viento y lluvia, ayer por la tarde salió un día luminoso, de esos que embellecen cuanto tocan. El día perfecto para que las distintas clases de magnolias que florecen en invierno brillaran con sus más hermosos colores. La contundencia y belleza de sus flores es tal que les da lo mismo aisladas, en grupo, contra el cielo azul de fondo, a contraluz o como sea. Ellas están hermosas siempre.



 

El invierno no tendrá la exuberancia colorista de la primavera, pero lo que ofrece es magnífico y se aprecia mejor, porque nos lo da de forma más singularizada, como estas delicadas y diminutas campanillas de invierno, que son mis preferidas, y a las que cada año espero como si fueran la señal de que, efectivamente, un nuevo año ha comenzado y todo está en orden y en su sitio.



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martes, 30 de enero de 2024

MURAL DE LA PLAZA SAN MIGUEL


Desde 2019 hay un nuevo mural en las calles de Irún. Es obra del artista Luis Olaso, quien en su momento decía que el arte tenía que inundar las calles para mayor disfrute de la ciudadanía. Como puede apreciarse por la fotografía, lo más interesante de esta obra es la vocación de trampantojo, de crear ilusión, pues ahí donde vemos callejón y escalera no hay nada más que muro impenetrable. Pero la ilusión es divertida y nos permite el juego.

Ahora bien, hay algo más en este entorno al que de alguna manera da sentido esta pintura.

Quien sea de la zona o pase por ahí y lea lo que pone en la placa que indica el lugar en el que está, sabrá que esta es la plaza San Miguel, pequeñita y muy abierta, pero gracias a la intervención urbanística realizada, aunque con esfuerzo, puede hoy llamarse plaza, porque ahí donde vemos un enlosado peatonal con sus grandes maceteros y sus bancos hasta hace poco tiempo existía una calzada practicable por el tráfico rodado y dos estrechas aceras, una situada en el lado del mural y otra donde me he colocado para obtener la imagen. Lo curioso es que antes también este singular trozo de calle recibía el nombre de plaza. ¿Por qué recibía el nombre de plaza algo que a todas luces era una calle?, cortísima, eso sí, pero calle al fin y al cabo.

Acudo al libro de José Monje García, archivero de la ciudad, en busca de respuesta y leo: 

No ha sido posible encontrar la fecha en que se acuerda dar este nombre a dicha plaza, lo que me inclina a pensar que, como la zona del entorno era conocida como barriada de San Miguel, a la plaza que existía en aquellos parajes se la conociera genéricamente como plaza de San Miguel y haya permanecido con posterioridad sin que en realidad se le haya asignado de forma oficial.

Consultados los padrones de habitantes, hasta la década de los años 60 no aparece esta plaza. (en realidad se debe hacer observar que no se trata de una plaza entendida en sentido tradicional, sino más bien de una calle; de hecho cuando en 1960 el constructor de las viviendas situadas en dicha plaza la casa que vemos con el mural— presenta al Ayuntamiento la documentación pertinente, en los planos viene reflejada como "calle nueva" (p 314).

Ya lo véis, el trampantojo y la actuación urbanística última vienen a recuperar la ilusión perdida, esto es, a dar realidad a lo que en su origen fue, la gente nombró como tal y durante muchos años había desaparecido.

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lunes, 15 de enero de 2024

ALEJANDRO III - Mª CRISTINA

 

Puente Alejandro III, París

Puente María Cristina, San Sebastián.

No, la cosa no va de familias reales ni de monarquías. Va de puentes. 



Es sabido que el de aquí, el de Donosti, se inspiró en el de París, que había sido inaugurado en 1900. El nuestro, poco después, en 1905. Pero una cosa es que la idea del uno segundo surgiera de la del primero y otra que se copiara. Es cierto que la idea de los enormes pilares, pairones u obeliscos situados en las entradas de ambos puentes con sus alegorías doradas a caballo es la misma, pero las diferencias entre sus distintos elementos son notables. 

París

París

San Sebastián

San Sebastián

Donde sí veo una coincidencia casi exacta es en los niños que se dan la mano y juguetean en la base de las farolas centrales.

París

San Sebastián
Seguramente, Benlliure, que participó como escultor e incluso fue premiado en la Exposición Universal de París de 1900, acontecimiento para el que fue levantado el puente Alejandro III, tuvo ocasión de pasear más de una vez por el puente parisino, le gustaría la idea de los niños desnudos jugueteando alrededor de una farola, típica escena de la decoración practicada durante la belle epoque, y decidiera utilizarla en la ornamentación del puente donostiarra. 

Otra cosa, claro, es cuál guste más o guste menos.

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sábado, 13 de enero de 2024

REGALOS DEL DÍA (diario de un epicúreo agradecido), 10


Ignoro a qué clase de belleza corresponde la que tanto ayer por la tarde como esta mañana se me ofrecía, pero belleza era, sin duda, o yo al menos así lo he percibido. 

Luz y forma. Tan solo dos elementos son suficientes para proporcionarme un momento de felicidad. Me dejo seducir por el idealismo platónico







Aunque parezca increíble, esta hermosísima abstracción no es nada más que el resultado de alargar el zoom sobre el reflejo en el agua de la fotografía anterior. La cámara lo ha hecho todo.

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viernes, 5 de enero de 2024

TORRE EIFFEL

La torre Eiffel desde el cementerio Lachaise (7 km los separan).

 Mentiría vilmente si dijera que la torre más emblemática de París, y tal vez la más visitada de todo el mundo, se ve desde cualquier punto de la capital francesa, pero sin duda es la que más se ve, la que domina la línea del cielo y la que más admiración causa de cuantas torres conozco ya estén realizadas en piedra, cristal, madera, metal o cualquier otro material. Así, pues, aprovecho algunas fotografías que realicé la semana pasada y los 101 años —¡qué bonito capicúa!— de la muerte del ingeniero que le dio su nombre para airearla un poco.

Esta "guitarra del cielo" —ver más abajo el poema de Huidobro— luce bien a pesar de sus más de 135 años, sus 7.300 toneladas de hierro, sus 2.500.000 de remaches y sus 60 toneladas de pintura, y le da igual que sea de día o que sea de noche, que el día esté luminoso o que las nubes la dejen a medio definir.

De ella, que yo sepa, se han ocupado Apollinaire, Cendrars —los enlaces dirigen a los poemas que escribieron sobre ella, traducidos al castellano— y Huidobro quien, por cierto, escribió primero en francés su "Tour Eiffel" y posteriormente nos dejó este poema pintado:

El original está en el Museo Reina Sofía

Desde la base

Desde el Puente Nuevo con la cúpula del Instituto de Francia.

Desde el puente Alejandro III con la torre de la iglesia americana.



Y aquí el poema (intento mantener la disposición de los versos): 


TOUR EIFFEL 


Torre Eiffel 


Guitarra del cielo 

                            Tu telegrafía sin hilos 

                            Atrae a las palabras 

                            Como un rosal a las abejas 

Durante la noche 

ya no corre el Sena 

                            Telescopio o clarín 

                            Torre Eiffel 

Y es una colmena de palabras 

O un tintero de miel 

                            En la profundidad del alba 

                            Una araña de patas de alambre  

                            Urdía su tela de nubes 


                            Mi niño 

                            Para subir a la Torre Eiffel 

                            Se trepa por una canción 

                            do 

                               re 

                                  mi 

                                      fa 

                                         sol 

                                             la 

                                                si 

                                                   do 

                           Ya estamos arriba 


Un pájaro canta

En las antenas    

Telegráficas 

                           Es el viento 

                           De Europa 

                           El viento eléctrico 


                           Allá abajo 

Los sombreros vuelan 

Tienen alas pero no cantan 

Jacobina 

                          Hija de Francia 

¿Qué ves en lo alto? 


El Sena duerme 

Bajo la sombra de los puentes 

Veo girar la tierra  

Toco el clarín 

Para todos los mares 

                         Sobre el camino 

                         De tu perfume 

                         Todas las abejas y palabras se van 


                         En los cuatro horizontes 

                         Quién no oyó este cantar


YO SOY LA REINA DEL ALBA DE LOS POLOS 

YO SOY LA ROSA DE LOS VIENTOS QUE SE

MARCHITAN CADA OTOÑO 

Y TODA LLENA DE NIEVE 

MUERO CON LA MUERTE DE ESA ROSA 

EN MI CABEZA CANTA UN PÁJARO TODO EL AÑO 


Así un día me habló la torre 

Torre Eiffel 

Jaula del mundo 

Canta 

                         Canta 

Repique de París 


El gigante colgado en medio del vacío 

Es el cartel de Francia 


                          El día de la victoria 

                          Tú se la contarás a las estrellas


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martes, 26 de diciembre de 2023

DIARIO SUCINTO DE UNA ESCAPADA, 2



Hoy han tocado luces y colores, las luces y colores que proporcionan las impresionantes vidrieras de la catedral de Chartres, uno de los mejores conjuntos de la cristiandad.




Hay muchas maneras de recorrer el hermosísimo y extenso grupo de vidrieras que, simplificando de forma extrema, podemos reducir a dos: paseamos mirando hacia arriba sin enterarnos de casi nada o contamos con elementos que nos permitan ir más allá de la belleza inmediata. Sí optamos por lo segundo, podemos incluir en nuestro equipo una cámara con un potente objetivo, unos prismáticos de teatro, una guía (hay muchas y muy completas) o sin nada de eso, un paseo por el museo de las vidrieras que se encuentra a pocos metros de la catedral. Allí se encuentran reproducidas y explicadas buena parte de las que hay en el templo. 



Pero la sorpresa en este museo llega cuando se baja a las salas del sotano






y nos encontramos ante las vidrieras de Kim En Joong, artista y hombre de religión, nacido en Corea y afincado en Francia.

De vuelta a la capital, las luces de la más alta dama parisina brillan tan elegantes como siempre, y eso a pesar de las nubes bajas que envolvían la ciudad... de la luz.



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