miércoles, 6 de diciembre de 2017

ATLAS DE ESCULTURAS EN SAN SEBASTIÁN


Donosti es, quién lo duda, una ciudad con muchos atractivos turísticos que van más allá de la icónica bahía de la Concha o del internacionalmente famoso festival de cine

Me acabo de enterar de que el Museo San Telmo tiene un estupendo Atlas de Esculturas en San Sebastián que se puede consultar en línea, lo que resulta muy cómodo porque con un teléfono podemos crear nuestra propia ruta y decidir qué visitamos y cuándo lo hacemos. 

Pero para los que gustan del papel, también existe en formato pdf, que se puede descargar o imprimir, y llevar en la mano como cualquier otra guía. Aunque el pdf ofrece más información que el que podemos consultar en internet, tiene el inconveniente de que no está actualizado —es de 2003 y solo dispone de 53 esculturas—.

La guía que podemos utilizar digitalmente a través de una tableta o un teléfono, ofrece una descripción técnica de la obra, un breve comentario sobre la misma, una estupenda foto para que no haya confusiones y un enlace a Google Maps para que nos guíe, si es que estamos un poco perdidos, hasta ella. Todo muy fácil de manejar y, además, disponible en cuatro idiomas: euskera, español, francés e inglés. 

Un recurso fascinante para ir conociendo un aspecto no tan conocido de la ciudad. Al fin y al cabo, se trata de un museo al aire libre con algo más de cien obras expuestas... de momento.


Se fue pero se quedóVILABOA BARREIRO, Xose Antonio

DURANGOKO AZOKA / FERIA DE DURANGO

Fuente: durangokoaazoka.eus
Como cada diciembre en torno al Día del Euskera, aquí tenemos la Feria de Durango, que permanecerá abierta desde hoy mismo hasta el domingo día 10.

Según nos anuncian, podremos encontrar nada menos que ¡400 novedades! —257 libros, 92 discos, 5 vídeos y 27 creaciones de otro tipo—.

La amplísima programación de actividades de todo tipo podéis encontrarla en este enlace, organizada por días. Si estáis pensando acercaros, no es mala idea echar un vistazo para aprovechar mejor la visita.

Y si no pudierais acercaros, pero no podéis resistir la tentación de saber qué está ocurriendo y cómo se está desarrollando, sabed que tenéis una emisión en directo que se encarga de acercarnos a la Feria y a todo cuanto está ocurriendo allí.


martes, 5 de diciembre de 2017

BOMBILLA Y LA PUBLICIDAD, de Günter Herburber

Aprovechando que las noches son más largas, que vienen días en los que podemos estar más tiempo con la gente menuda de la familia y que son quienes hacen aumentar el volumen de lecturas en el país, transcribo un cuento que he utilizado más de una vez y que a las criaturas les gustaba mucho. Es de Günter Herburger y fue publicado en 1980 en un cuentacuentos por Pablo del Río Editor. 

A ver si os gusta.


Todo el mundo se ha acostumbrado a los anuncios y la gente ya no se echa a reír cuando dicen en la tele que el helado de vainilla está muy rico, pese a que el de chocolate sabe mucho mejor. Los anuncios aseguran que una nevera produce hielo durante cien años o que el jabón tal hace tanta espuma que hasta puede uno atravesar en bicicleta las montañas de espuma. Los sostenes son tan resistentes que ni siquiera las ratas se atreven a atravesarlos. La leche en lata dicen que mana de unas vaquitas preciosas, y eso que todo el mundo sabe que le echan harina para espesarla. Los anuncios mienten.

Por la noche Bombilla sobrevuela la ciudad y escribe en el cielo con letras amarillas: "¡BEBA PIPÍ!"

Al principio la gente que anda por la calle no ve el eslogan. Lo descubre un camionero que acaba de chocar al dar marcha atrás contra una pared y baja de la cabina para ver qué ha roto. "¡Beba pipí!", piensa. ¿Pipí? Yo lo que quiero es beber cerveza para que se me pase el enfado. El camionero lleva el camión, que solo tiene unos rasguños y un stop roto, al aparcamiento, y se mete en la tasca más cercana. Dice que quiere pipí, una pipí en vez de decir una cerveza, que es en realidad lo que quiere.

—No tenemos pipí —dice el tabernero.
—¿Cómo que no tienen cerveza? —dice el camionero.
—Usted dijo pipí —dice el tabernero.
—Dije pipí y quise decir pipí —dice el camionero—. No, cerveza dije y quiero decir pipí. ¡Pipí, no, cerveza! ¡No, pipí!
—Mierda —grita el tabernero—. A mí las fábricas de cerveza me venden cerveza. El pipí se lo fabrica usted mismo. ¡Fuera!
—¡Al que me ponga la mano encima le doy! —grita el camionero—. Yo bebo lo que me da la gana. Pipí y cerveza. ¡Pipí no, solo cerveza! ¡No, solo pipí! ¡Nada es lo que bebo!

El camionero sale de la taberna y se queda parado en plena calle mirando hacia arriba. En el cielo pone todavía: ¡BEBA PIPÍ!". Vuelve a meterse en la taberna y grita que le saquen de una vez pipí, la nueva bebida, y que en el cielo lo pone. Los parroquianos salen corriendo de la taberna y leen el mismo anuncio, que sigue brillando por encima de ellos.Los parroquianos dicen que, en principio, no se puede beber pipí, pero que si en el cielo lo pone, por algo será.

—¡Aquí solo hay cerveza! —grita desesperado el tabernero—. ¡A mí la fábrica no me manda todavía pipí!
—¡Nosotros queremos pipí! —exigen los parroquianos y se ponen a gritar:
—¡Pipí, pipí, pipí!
—¡Os lo hacéis vosotros mismos! —grita el tabernero, y se encierra en el váter.

Bombilla se ha dado cuenta de que allá abajo, en la ciudad, no es el camionero el único que quiere beber pipí. Nadie sabe ya muy bien si se puede beber o no se puede beber, excepto los niños, que dicen que está claro que se puede beber pipí, que sabe salado y amargo, pero que los mayores no se atreven a probarlo. Si se atrevieran sabrían hace tiempo el mal gusto que tiene.

Bombilla traza en rojo un nuevo eslogan en el cielo: "¡PINTA POMPIS!" Bombilla da vuelta y más vueltas, como un reactor, para que las letras sigan bien visibles. Si se parase, el eslogan desaparecería. Solo iba a quedar un punto luminoso: Bombilla misma.

"¡Pinta pompis!", reflexionan muchos con la vista clavada en el cielo.

—Abajo los pantalones! —gritan los niños.
—¿Cómo que abajo los pantalones? —preguntan los mayores.
—¡A bajarse los pantalones y que traigan acuarelas! —gritan los niños.

Los niños se pintan unos a otros manchas y garabatos en el trasero. Luego salen a la calle a enseñar sus obras.

—Puesto que no nos atrevemos a beber pipí, vamos, por lo menos, a pintarnos los traseros —se dicen los mayores.

Y, en efecto, esa misma noche son muchos los que pasean por la ciudad enseñando el trasero y bebiendo zumos amarillos, de piña y de limón, porque el pipí realmente sabe mal. Bombilla, en cambio, pinta en el cielo un nuevo eslogan: "PIPÍS-POMPIS-PIMPAMPUM!"

UNA SIMPLE FIRMA PUEDE MEJORAR LA VIDA

Fuente: Amnistía Internacional
Sakris Kupila es un estudiante de medicina finlandés. Sus documentos de identificación dicen que es mujer. Él nunca se ha identificado como tal, pero tiene que soportar a diario la vergüenza de que sus documentos de identidad digan otra cosa.

En Finlandia para poder obtener la reasignación de género hay que tener diagnosticado un "trastorno mental" y someterse a esterilización. Sakris no quiere someterse a semejante humillación. A pesar de las amenazas y de la hostilidad hacia él, continúa reclamando que se reforme la legislación.

Con una simple firma podemos ofrecerle nuestro apoyo y ayudarle a que siga defendiendo los derechos de las personas transgénero.

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Fuente: Amnistía Internacional
El pueblo indígena lenca, de Honduras,  también necesita que le echemos una mano. La tierra es su vida, pero los grandes intereses hidroeléctricos y mineros quieren explotar su territorio. El Movimiento Indígena Lenca Independiente de La Paz (MILPAH) defiende como puede su tierra,  pero sus miembros se enfrentan a campañas de difamación, amenazas de muerte y agresiones físicas por proteger su entorno, y sin embargo sus agresores rara vez comparecen ante la justicia. Nuestras firmas pueden cambiar esta situación.

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Fuente: Amnistía Internacional
Taner Kılıç e İdil Eser, presidente y directora respectivamente de Amnistía Internacional de Turquía, han sido acusados falsamente de terrorismo por defender los derechos humanos.

Mientras İdil y otros nueve compañeros y compañeras se encuentran en libertad condicional, Taner sigue en prisión preventiva desde su detención el pasado mes de junio.

Nuestras firmas pueden hacer que la situación cambie.

Además de firmar, podemos difundir estas peticiones a través de los medios que tengamos a nuestro alcance. Un pequeño gesto puede significar mucho para estas personas. En los enlaces disponéis de toda la información necesaria.

lunes, 4 de diciembre de 2017

LA BIBLIOTECA DE TIANJIN BINHAI

Biblioteca de Tianjin Binhai. Fuente: elcultural.com
Ciertamente China me cae muy lejos de casa y el chino no es precisamente un idioma que pueda leer, pero descubrir bibliotecas como la que el estudio de arquitectos holandés MVRDV, junto el Instituto de Planificación y Diseño Urbano de Tianjín, ha realizado en Tianjín son el sueño de cualquier usuario de bibliotecas. La luminosidad, el espacio, la organización y distribución del mismo, lo bien nutrida que está, en fin, todo cuanto se puede apreciar en la galería fotográfica, es motivo de sana envidia y felicitación. Tal y como explican en la página web del estudio MVRDV, no se trata solamente de una biblioteca, sino de un centro cultural de 33.700 m².


BERENICE ABBOTT en Tabakalera

Exposición Berenice Abbott
Estoy realmente fascinada con este siglo. Me mantendrá con vida. Estaré ahí hasta el último minuto, luchando.

No creo que este siglo tuviera más o mejores signos de fascinación que otro cualquiera. Berenice Abbott era una mujer entusiasta, capaz de entusiasmarse y a la que la fotografía le ofreció un instrumento para expresar su curiosidad y fascinación.

La exposición de su obra en Tabakalera nos muestra a una fotógrafa entusiasmada con plasmar la imagen de algunas de las personas más relevantes del mundo creativo de los años veinte del pasado siglo. Y conoció personalmente a muchas de ellas. Si pensamos en James Joyce, casi seguro que la imagen que nos viene a la mente es la de la fotografía que ella le hizo. Mira a ver si es así.  

También se sintió fascinada con el crecimiento y desarrollo de New York. Así, después de su estancia en Europa, y muy posiblemente motivada por el trabajo que Atget había realizado sobre París, durante los años treinta recorre las calles de la gran manzana y va fotografiando todo cuanto sale a su paso.

Pero donde se muestra más radicalmente innovadora —ella misma construyó los aparatos y las cámaras que necesitaba—. Fascinada por el mundo de la ciencia y sus investigaciones, quiso plasmar lo que el ojo humano era incapaz de ver.


Vivimos en un mundo hecho por la ciencia —afirmó— Tiene que haber un intérprete amistoso entre la ciencia y lo profano. Creo que la fotografía puede ser ese portavoz.

Sin duda, hoy existen mejores fotografías y mejores cámaras; pero difícilmente nos vamos a encontrar con el entusiasmo desbordante de una fotógrafa que nos enseñó a mirar la ciudad y nos mostró las primeras manifestaciones de algunos experimentos científicos que nuestros ojos no podían ver. 


(Fuente: Lumière)

domingo, 3 de diciembre de 2017

RECITAL GLORIA FUERTES EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO

Ocurre muchas veces que la imagen de un personaje no se corresponde con la realidad del mismo. La dedicación de Gloria Fuertes a la literatura infantil y la proyección que le dio la televisión en ese ámbito, provocaron que su imagen quedara prácticamente reducida a la de una escritora amante de la infancia y dedicada exclusivamente a ella. 

Nada más lejos de la realidad. Gloria Fuertes escribe la mayor parte de su obra para adultos, y en cuanto a la infancia, pues... seguramente le ocurría como a la mayoría. A veces las criaturas pueden cargar mucho. Hay varias anécdotas que indican cuánto tuvo que sufrir ese acoso, pero mejor reproduzco sus palabras expresadas en un momento de tranquilidad:

Me pasa con los niños como con los perros: me siguen, me notan algo raro, nos miramos a los ojos, les hago "kuri, kuri" con la mirada, y ya no se separan de mí. Los niños no me caen mal de uno en uno, pero cuando se juntan es que son tantos que tengo que salir por la puerta de atrás, parezco uno de los Beatles. Me aterran.

El recital poético del próximo día 13 no pretende deshacer tópicos o falsas imágenes. Ni podría ni es ese el objetivo de un recital. Pero sí quiere dar a conocer la obra poética dirigida a los adultos, la obra que la autora sentía como más suya y más próxima, al margen de la fama y sus vaivenes.

Este es el programa de mano del evento que hemos organizado desde las tertulias poéticas irunesas. Ampliadlo para poder leerlo. 




sábado, 2 de diciembre de 2017

STRANDBEEST, ENORMES ESCULTURAS QUE INTERESAN A LOS CIENTÍFICOS


Theo Jansen, (Scheveningen, 1948), físico de formación, disfruta del espíritu racionalista y de la imaginación creadora a partes iguales. Hace ya casi tres décadas comenzó a construir durante los veranos extrañas criaturas que sacaba a pasear a la playa, animaris —animal de mare, hoy conocidas como strandbeest —bestias de playa—.

Son algo así como esculturas que se mueven aprovechando la fuerza motriz del viento, pero tienen unas formas tan peculiares y tan sugestivas, tan parecidas a seres vivos que podrían existir, que en alguna ocasión se ha dicho de ellas que se trata de vida artificial.

Desde luego, el concepto biológico está siempre rondando sus creaciones. No en vano el libro El relojero ciego, de Richard Dawkins, le dejó una profunda huella, según dijo él mismo. Inspirado por su lectura, comenzó a probar con algoritmos evolutivos y luego con tubos de PVC. 

Este artista, tránsfuga de la área científica, trabaja a partir del resultado del año anterior. Cuando acaba la temporada veraniega, comienza a construir la próxima escultura, que pone a prueba durante el verano siguiente. Cuando acaba el verano, pasa a formar parte de una extraña colección de fósiles, según sus palabras —¿cementerio marino?— que nunca repara, y comienza una nueva escultura-animal.

Al margen del mundo artístico, sus creaciones han despertado un enorme interés en el campo de la robótica, pues, según parece, los robots con patas se mueven mejor y tienen menos problemas cuando el terreno en el que se tienen que desplazar es escarpado, exactamente como el de un planeta. De ahí el interés de la NASA y de la ESA.

Se llegue a utilizar o no su ingeniosa forma de dotar de movilidad a tan curiosos artefactos, nosotros podremos seguir disfrutando cada año de un nueva creación, que nos devuelve al gozo primero de la infancia, cuando todo objeto podía ser un potencial juguete con el que echar a volar nuestra imaginación.

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No dejéis de visitar su página oficial ni esta otra de exploratium, donde le dedican un artículo con vídeos y gráficos de lo más didáctico.

viernes, 1 de diciembre de 2017

EL CIELO NOCTURNO, DICIEMBRE 2017

Vídeos de La costa de las estrellas.

HEMISFERIO SUR



HEMISFERIO NORTE



  • Solsticio: Día 21. Comienza el verano en el hemisferio sur; el invierno, en el hemisferio norte.
  • Planetas: No se puede decir que este mes sea un buen mes para la observación de los planetas. Veamos: Mercurio puede verse con mucha dificultad en el horizonte ONO durante los primeros días del mes; luego se oculta y reaparece a finales de mes en el horizonte ESE a finales de diciembre. Venus comienza a aparece en el horizonte ESE al amanecer, pero todavía está muy cerca del Sol. Marte se ve al final de la noche en el horizonte ESE, primero en Virgo y luego en Libra. Júpiter se al final de la noche hacia el SE situado en Libra. Saturno, igual que Mercurio, se encuentra los primeros días del mes muy pegado al horizonte cuando el Sol se pone y es necesario usar prismáticos para verlo; el día 21 se coloca en conjunción con el Sol y reaparecerá por el E en enero del próximo año.
  • Luna: Llena, día 3; nueva, día 18.
  • Lluvia de meteoros: Las Gemínidas, visibles entre los días 4 y 17, alcanzarán su mejor momento la noche del 13 al 14. Parece que puede ser la mejor lluvia de estrellas del año.
  • Estación Espacial Internacional: Para saber dónde y cuándo mirar, consulta aquí los pasos visibles.
¡Feliz observación!

jueves, 30 de noviembre de 2017

LA VERDAD SE CONSTRUYE DIALOGANDO

Fuente: elcolumnero.com
Y es que en el mundo traidor
nada es verdad ni mentira:
"todo es según el color 
del cristal con que se mira".

        Final del poema "Las dos linternas", del libro Doloras y Humoradas. Ramón de Campoamor.

Seguramente, definir la verdad es tan difícil como definir el tiempo. No hay persona que no tenga experiencia de la una y del otro, pero resulta francamente complicado ponerse de acuerdo a la hora de definirla, y más complejo es todavía convenir en el grado de verdad de un hecho determinado o de una afirmación cualquiera cuando los puntos de vista son diferentes o incluso opuestos.

Para Aristóteles la verdad era la conformidad del pensamiento y lo que decimos con el modo o manera en que las cosas son. El primer problema con el que nos enfrentamos aquí es definir en qué consiste esa conformidad. Pero aunque eso no fuera un gran obstáculo, tampoco nos ayuda mucho a reconocer la verdad cuando la tengamos delante. Y si empezamos a ponernos quisquillosos, también sería necesario saber qué pueda ser eso a lo que atribuimos la verdad o la falsedad. ¿Son los enunciados, las proposiciones, las creencias?

Sin entrar en el largo, rico y técnico debate filosófico que la historia del pensamiento nos ofrece, y sin caer en el escepticismo irresoluble que los versos del poeta nos indican, quiero subrayar, en primer lugar, que la verdad importa, es decir, es un valor que apreciamos y al que aspira cualquier investigación y nuestro propio pensamiento; después, que la verdad puede ser un elemento cambiante. ¿Es necesario recordar, por ejemplo, que hasta el siglo XVI reconocíamos como verdad indubitable que el Sol giraba en torno a la Tierra? 

¿Cómo podemos, entonces, reconocer la verdad o estimar que estamos en lo cierto? Creo que un buen criterio puede ser diferenciar claramente de qué afirmación se trata. No es lo mismo una aseveración de tipo científico, que una de tipo social, ideológico, poético, o referida a un hecho que ha acontecido, lo hayamos visto o no. Los criterios para valorarlas son diferentes, aunque la veracidad o falsedad que contengan sean objetivables.

Ante una proposición de carácter matemático o científico, solamente cabe la demostración o recurrir a la comunidad especializada, a la que utilizamos como criterio de verdad, sabiendo, cómo no, que lo que hoy es cierto, mañana puede que no lo sea. Los hechos acontecidos deberíamos remitirlos a las pruebas y evidencias de los mismos. Sobre las verdades poético-artísticas me atrevería a decir que conviene dejarlas a la capacidad imaginativa y a la sensibilidad estética de quien se encuentra con ellas. 

Los obstáculos aparecen cuando nos enfrentamos con propuestas y afirmaciones de carácter social, político e ideológico. Estas son las verdaderamente complicadas, pero de las que depende nuestra relación con las demás personas y, por consiguiente, buena parte de la satisfacción con que podamos vivir. Sería bueno que las afrontáramos entre todos, de manera conjunta y buscando un punto de encuentro colectivo que resulte ser lo más beneficioso posible para todos. La verdad, en este caso, se construye dialogando, y el diálogo la transformará en la medida en que cambien nuestras necesidades.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

QUÉDATE ESTE DÍA Y ESTA NOCHE CONMIGO

Belén Gopegui se plantea con Quédate este día y esta noche conmigo una historia difícil de afrontar y de resolver. Veamos: tres personajes —Olga, Mateo y Google—, dos informes —una petición de ingreso en Google y el informe sobre la misma— y unas larguísimas conversaciones entre los dos personajes humanos que se van entrecruzando con el texto de la solicitud. Encontrar el tono adecuado y una buena solución técnica para que la historia fluya y sea convincente no es tarea fácil. Gopegui, en mi opinión, sale airosa del trabajo, si bien es cierto que tal vez hubiera sido más apropiado darle el formato del ensayo. No sé, me parece que hubiera resultado más convincente y verosímil. A mí, al menos, el aparataje me resulta un poco forzado, como una excusa para exponer ideas que a través del ensayo se hubieran manifestado de manera natural y más creíbles.

El argumento en sí resulta muy atractivo: una matemática, Olga, con una enfermedad terminal a la que ha decidido no permitir que sea ella la que ponga punto final a su vida y un estudiante universitario, Mateo, interesado en la inteligencia artificial y la robótica, deciden redactar una solicitud de trabajo en Google absolutamente atípica y singular, como la vida misma. Quien recibe y lee la solicitud realiza igualmente un informe atípico. Todo ello sirve de excusa a la autora para hablar de la falta de libertad, de la injusticia reinante, del paso del tiempo y sus secuelas, de la finalidad y el uso de la tecnología, de la comercialización de los datos, de la desigualdad de oportunidades...

Lo que me parece un tanto incoherente es atribuir a Google todas las características y efectos del mal y al mismo tiempo mandar una solicitud de ingreso. Y lo que resulta desde cualquier punto de vista exagerado, incluso como metáfora, es atribuir a la compañía los poderes de la política, las finanzas, la creencias e incluso la responsabilidad de que alguien padezca alzhéimer. En fin, que Google archive y utilice el rastro que dejo cada vez que me pongo a navegar es algo que no ignoro; que utilice la información que generamos los millones de usuarios para convertirlo en producto mercantil, tampoco. Pero de ahí a pensar que sea responsable de lo que escribo en este momento o de mi decisión de acudir esta mañana a una biblioteca media mucho trecho. 

El problema del mal en el mundo no nació con Google ni con ninguna otra tecnología nueva o vieja. Nació con nosotros y desaparecerá también con nosotros. Pueden agravarlo si las utilizamos indebidamente, y pueden aliviarlo si somos capaces de manejarlas más inteligentemente. Otra cosa es si la inteligencia artificial llega al punto de singularidad, toma conciencia de sí misma y decide apartar a la especie humana de las decisiones importantes. ¿Mejor?, ¿peor? Singular. Sin duda, diferente. 

Lo mejor del libro, en mi opinión, las reflexiones de carácter moral que lo impregnan, y el llamamiento a vivir más despacio y más conscientemente, más inequívocamente cerca.

martes, 28 de noviembre de 2017

LA URGENTE REALIDAD

Me disponía hoy a comentar la última novela de Belén Gopegui, pero abro el correo y me encuentro con una nueva llamada de socorro de Médicos Sin Fronteras. Miro la agenda del Museo San Telmo porque quería saber cuándo abrían la nueva exposición y veo que para mañana está anunciada la charla Dignity I, el Mediterráneo como frontera. Amnistía Internacional de Donosti, por su parte, me convoca este sábado, día 2, a una jornada con charla y recogida de firmas a favor de quienes trabajan por los DDHH. Otras ciudades tienen programadas actividades similares, buscad la vuestra y podréis comprobarlo. 

Abandono la idea del comentario y me pongo a das noticia sobre lo más urgente, lo más necesario, lo que sí tiene nombre —discúlpame, Gabriel, por posponer la poesía—. El nombre es injusticia, indignidad, horror, violencia, abyección, ruindad... Poned el que queráis. 
  • Este es el vídeo de MSF:

lunes, 27 de noviembre de 2017

EL PLACER DE APRENDER, EL GOZO DE ENSEÑAR

Hoy, 27 de noviembre, recibo por correo electrónico un regalo de Mertxe Bikandi, la directora del CEPA Zuloaga, centro en el trabajé hasta hace poco tiempo. Se trata de una entrevista en A vivir que son dos días, Euskadi, donde hablan ella misma, un alumno, Galas Diop, y una alumna, María Luisa Borné. 

María Luisa, Mertxe y Galas. Fuente: SER Euskadi.

El regalo consiste en que, aunque yo ya no estoy ahí, la alumna se acuerda de mí con cariño —muchas gracias, Marisa—, y, además, se atreve a leer un poema mío que regalé a la clase cuando estaba con ellas.  



Os dejo el poema con la correspondiente imagen, origen del mismo. Marisa lo lee en el minuto 22.


SERENIDAD


Para Irene, hacedora de sueños


Ochogiro es feliz y deja pasar el tiempo.

Tengo el sol de invierno en una mano,
el tiempo de los besos en la otra,
habito un espacio sin nostalgias,
con la ternura me duermo
y con ella amanezco.

Dejadme vivir en este aire enamorado.

VERSOS POR LAS PAREDES


Primavera. Gregorio Antolín.
C/ Lope de Vega, confluencia con
C/ Los Soldados
Andaba yo ayer por la mañana aún emocionado por el hallazgo de San Pedro Cultural, mientras el cielo azul y transparente de la capital palentina daba una concreción mayor a los objetos, cuando me tropecé con este panel en una de sus calles —el de la primavera, no el del alquiler—. 

Ocre la tarde entre los peatones

Un poema visual de Gregorio Antolín. ¿Una acción poética del autor? ¿Un compromiso de la comunidad de vecinos con la poesía? ¿Un deseo de la ciudadanía por vivir permanentemente bajo el sol de primavera? 

Un poco más adelante en el itinerario que yo mismo me había fijado me encuentro con otro panel; en esta ocasión de Julián Alonso y dedicado a Francisco Pino. La explicación se encontraba al lado, como en el cartel anterior; pero en este caso, a una altura asequible a la vista humana. El misterio quedaba desvelado. El título me llevó a una pequeña búsqueda en internet, que rápidamente me aclaró el asunto.

Poema infinito. Julián Alonso. C/ Obispo Nicolás Castellanos,
fachada Museo Díaz Caneja.
Versos por las paredes es una iniciativa de la Asociación de Amigos de la Caneja que, aprovechando el buen momento creativo de los poetas palentinos, quiere llenar la ciudad de poesía visual. Así, pues, se ponen en marcha y en junio de este año colocan los primeros carteles; después, alguno más. Me entero de dónde se encuentran localizados, tiro de mapa de la ciudad y me dispongo a encontrarlos todos.

Lluvia. Felipe Boso. C/ Lope de Vega,
fachada Museo Díaz Caneja.
Azul, pájaros. María Sánchez.
C/ O. Nicolás Castellanos
No tardo mucho en dar con los que me faltan. Todos ellos se encuentran en lo que es la parte histórica de la ciudad, prácticamente peatonalizada en toda su extensión y de muy fácil acceso. 

María Sánchez nos propone un azul tan intenso como el día que envuelve la ciudad, tan sutil como el vuelo de los pájaros que se cuelan en su poema.

El último corresponde a Fernando Zamora y se encuentra en el corazón de la ciudad, detrás del Ayuntamiento, en plena calle Ignacio Martínez de Azcoitia.


***


domingo, 26 de noviembre de 2017

SAN PEDRO CULTURAL

Fuente de la C/San Pedro. De noche la esfera se ilumina y aparecen en
ella las constelaciones. Al fondo, el edificio de S. Pedro Cultural. 

Acabo de llegar a casa de mi visita a Palencia. El sábado por la mañana estuve en el hermoso y coqueto pueblo de Becerril de Campos. Allí se encuentra, entre otras muchas gratas sorpresas, un singular edificio dedicado a la astronomía; una antigua y semiderruida iglesia, hoy recuperada magistralmente para servir a la cultura, a la ciencia y al desarrollo del pueblo. Todavía estoy bajo los más agradables efectos del trabajo bien hecho. 

No os voy a contar lo que podéis encontrar mucho mejor explicado en la página de San Pedro Cultural —merece la pena recorrerla detenidamente—. Pero sí quiero mencionar algunas cosas. Si sois gente atenta a la astronomía, podéis realizar la visita por vuestra cuenta, pero no perdéis nada si os dejáis atender por la guía, que es encantadora, y tendréis la oportunidad de preguntarle cosas que no forman parte de la charla ni de los folletos.

Sorprendido por tanto y tan buen hacer, me entero de que la chispa que enciende la mecha es una visita del alcalde de Becerril a Roma, donde se encuentra con una meridiana —¿la de la Plaza de S. Pedro?, ¿la del Vaticano?, ¿la de Sta. María de los Ángeles?—. Espoleado por la curiosidad y uniendo el tema con la posible recuperación de la iglesia de San Pedro, se ponen en marcha las consultas y las personas adecuadas. Resultado: una magnífica recuperación arquitectónica y un estupendo lugar para la astronomía. ¡Y un 10% más barato del presupuesto inicial!

Trampantojo sobre el muro sur. Este muro se había caído totalmente. 

Tal vez os estéis preguntando qué es una meridiana. Simple: una línea meridiana es una línea norte-sur representada en el suelo de un lugar. El meridiano más famoso es el de Greenwich, línea imaginaria a partir de la cual  marcamos el este y el oeste.
Fuente: circulosolar.wordpress
El Sol sale por el este y se pone por el oeste. Según el momento del año y la hora del día, va a estar más alto o más bajo, más a la izquierda o más a la derecha de un punto determinado.

Eso hace que la sombra de un objeto sea más o menos larga. Pero si en un espacio cerrado —pongamos una iglesia— abrimos un pequeño agujerito, por él entrará un delgado rayo de sol que se irá moviendo al tiempo que se desplaza el Sol por el cielo, o para ser más exactos, a medida que gira la Tierra sobre su propio eje. De esta manera, el rayo de sol proyectado en el interior, alcanzará la línea que hemos marcado en el suelo durante el mediodía solar, es decir, durante el momento más elevado del Sol en el cielo. Pero en invierno, como el Sol está muy bajo, el reflejo aparecerá más alto, o más pegado al muro norte del edificio. En verano, en cambio, lo veremos mucho más abajo, o más pegado al muro sur. 






Y, además, el extraordinario péndulo de Foucault, que prueba de forma sencilla y elegante el giro de la Tierra sobre sí misma, el trozo de meteorito que les regalaron procedente del que cayó el 4 de enero de 2004 en la zona de la Peña, los relojes de sol, los eventos que realizan de forma continua, la bóveda pintada con las constelaciones...
Una pista: la Osa Mayor está abajo y a la derecha.
Solamente me quedé con una pena: que no apareciera colocado el símbolo de la constelación zodiacal Ofiuco donde corresponde. ¿Cesión a la ignorancia mayoritaria? Me consta que además lo tienen preparado, pero en el último momento no se decidieron a colocarlo. Me alegraría verlo colocado en una próxima visita. Al fin y al cabo, el desconocimiento solamente se vencen a base de explicaciones y buenos comentarios. Y eso es algo que saben hacer muy bien.

viernes, 24 de noviembre de 2017

99 LIBROS PARA SER MÁS CULTO

Que me gustan los libros que hablan de libros es algo que ya he dicho más de una vez. Que no me gustan nada los títulos que se han puesto de moda desde aquel famoso La cultura. Todo lo que hay que saber, también. Esa mezcla de mercantilismo, aire amenazante y autoayuda para salir de la ignorancia me irrita. Pero me resulta difícil resistir el impulso de leer un libro dedicado a hablar de libros, y disfruto con ellos, aunque el título que estén comentando lo haya leído varias veces. Es el placer de sentirse rodeado por los clásicos y el calor que desprenden.

Juan Ignacio Alonso y Francisco Javier Zabaleta nos hacen una propuesta mesurada —99 libros pueden leerse fácilmente en unos pocos años— y adaptada al ámbito europeo y castellanoparlante, muy didáctica y nada académica, lo que hace que pueda convertirse fácilmente en una guía de lecturas atractiva para cualquier persona sin formación, o un divertimento placentero para quien la tenga. 

Tal vez echemos de menos en el listado un buen puñado de obras maestras de la literatura universal, pero todas las que aparecen recogidas en esta pequeña biblioteca de bolsillo son obras canónicas indiscutibles. La secuencia se inicia con el Mahabharata y se cierra con Cien años de soledad

Me ha gustado mucho el modo en que presentan cada una. Me parece un modelo muy atractivo para despertar la curiosidad y las ganas de leer: entre cinco o seis páginas, distribuidas siempre entre estos apartados: 
  • El autor y su obra, 
  • Argumento y personajes, 
  • Claves de lectura, 
  • Curiosidades y anécdotas, y 
  • Si te ha gustado...
Este último lo utilizan para sugerir otras propuestas de lectura que guardan relación con la comentada. Así, por ejemplo, el comentario sobre Crimen y castigo nos sugiere la lectura de El lobo estepario; el de la poesía de Whitman a la de Dickinson; el del Satiricón, a El asno de oro... Este juego de referencias y parentescos hace que las propuestas de lectura, como mínimo, se dupliquen. 

Muy ameno y adecuado me ha aparecido el apartado que dedican al anecdotario. A veces, aquello que no es propiamente el libro, pero lo circunda y engalana, puede convertirse en un motivo excelente para acercarnos a la lectura. Alonso y Zabaleta, como buenos editores que han sido, lo saben y sacan buen provecho de él. No os perdáis la respuesta de Galdós a Clarín (p 388), todo un máster de elegancia y suave ironía en tan solo dos líneas.

***

Una obra para despertar las ganas de leer lo no leído o simplemente para renovar el placer de lo ya conocido. O para poner de relieve aquello que cuando nos acercamos por nuestra cuenta a la obra no supimos ver.

jueves, 23 de noviembre de 2017

UTOPÍA, EUTOPÍA Y DISTOPÍA

Belén Gopegui y Zigor Etxebeste ayer en Tabakalera

La distopía es, posiblemente, uno de los escenarios por los que más transitan la novela y el cine de ciencia ficción. Ejemplo de su actualidad es el apartado que en las jornadas de Literaktum han dedicado a reflexionar sobre el asunto. Ayer por la tarde les tocó el turno a Gopegui y Etxebeste, si bien es cierto que, como dijo la autora, su última novela, Quédate este día y esta noche conmigo, no es propiamente una novela distópica, aunque si plantea unos cuantos problemas en torno a Google y la Red.

Mientras escuchaba su exposición y lamentaba no haber leído la novela —por cierto, su influencia ha sido notoria en la ciudad, pues ninguna biblioteca disponía de ejemplares, todos estaban prestados— no podía dejar de pensar en lo muy entrelazados que están los términos utopía y distopía. Tanto, que suele ser necesario recurrir al neologismo eutopía para evitar confusiones. Y es que lo que algunos autores concibieron como un lugar o una sociedad deseable y buena, no estaba tan claro que fuera a ser así para todos nosotros.

El ejemplo más evidente de esta discrepancia fue la utopía imaginada, y afortunadamente malograda, por Hitler y sus secuaces del Tercer Reich. Es obvio que aquella sociedad imaginaria de rubios y saludables teutones no hubiera sido otra cosa que una auténtica pesadilla para el resto de las personas, en caso de haberse hecho realidad. Pero sin recurrir a ejemplos extremos en los que rápidamente podemos convenir, hay otros que resultan más escurridizos y en los que la discusión puede entretenerse largo tiempo. 

Pensemos, por ejemplo, en la muy célebre y prestigiosa República de Platón. ¿Estaríamos dispuestos a admitir que solamente se permitiera engendrar a los mejores, que el Estado regulara las relaciones entre ambos sexos con el fin de que se perpetuara la división entre mejores y peores? Tal vez una concepción tan racionalista de la organización de la ciudad no sea un mundo deseable. ¿Es utópico? ¿Es distópico? ¿Y qué decir de ese mito del que no acabamos de desprendernos, el mito de la Edad de Oro, transformado luego por las religiones como promesa de futuro?

Lo cierto es que las propuestas utópicas de la literatura universal no han recibido ni el esfuerzo ni la dedicación necesarios para intentar ponerlas en práctica. Somos conscientes de que son, efectivamente, no-lugares, si bien nos ofrecen lo mejor de ellas: mantenernos alerta acerca de lo que estamos haciendo mal y salvaguardar el impulso hacia lo que nos es dado mejorar; en definitiva, alimentar la ilusión necesaria para seguir en el camino.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

OBSERVAR EL CIELO, APRENDER SOBRE NOSOTROS MISMOS

Poco a poco van creciendo las asociaciones de aficionados a la astronomía, la intervención de investigadores y astrofísicos en foros de aficionados, la demanda por una ley del cielo que permita la visión de constelaciones y estrellas, e incluso los lugares en los que se ofrece la observación nocturna del cielo como una atracción turística más. En fin, que poco a poco se va extendiendo el conocimiento sobre eso que llamamos el universo y empezamos a ser capaces de diferenciar la astronomía de la astrología.

Esto es así por muchas razones entre las que están, sin duda, el esfuerzo de los científicos por divulgar y el empeño de las asociaciones de aficionados por extender su pasión. Pero creo que hay una fundamental, que se encuentra en el corazón de todas ellas y que es la misma que señaló Aristóteles en el comienzo de su MetafísicaTodos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber. El placer que nos causan las percepciones de nuestros sentidos es una prueba de esta verdad.

Y es que el conocimiento acerca de lo que vemos en una noche oscura y limpia nos atañe directamente, es un (querer) saber sobre nosotros mismos y lo que somos, atañe a las preguntas fundamentales que desde siempre nos hemos hecho: ¿de dónde venimos?, ¿quiénes somos?, ¿por qué existe todo eso?, ¿a dónde vamos?... Esa primera perplejidad ante lo inmenso enciende nuestra curiosidad. Del intento de dar respuesta a esas preguntas surgieron la religión, la filosofía y la ciencia.

Más aún, la revolución científica de la que da buena cuenta el libro que comentaba ayer, nace de la observación del cielo, del deseo de saber qué lugar ocupamos en el universo, dónde estamos. Las investigaciones de Copérnico, Kepler, Brahe y Galileo, que son las que dan forma al método científico, son estudios sobre lo que vemos en el cielo nocturno. Observaciones y trabajos que hoy, por cierto, puede realizar cualquier aficionado con mayor precisión, porque dispone de unos telescopios mucho mejores.

Es así, uno empieza preguntándose por las perseidas, distinguiendo un planeta de una estrella, descubriendo la distancia que media entre Júpiter y nosotros,  y acaba sumergiéndose en preguntas por el caos y el azar, el tiempo y la aparición de la vida, la materia oscura y la empatía, lo que somos y lo que deberíamos ser. Termina intentando encontrar respuestas en la física, en la biología, en la neurociencia o en la filosofía, porque la emoción inicial de contemplar un cielo profundo suele despertar el deseo de saber, la pretensión natural de que cada cosa que vemos tenga sentido.