lunes, 29 de septiembre de 2014

RECORDAR ES TENDER PUENTES

En un muro de la catedral de Limerick

Uno va por ahí y entre grandes piedras, grandes nombres y grandes palabras se encuentra, de repente, pequeños gestos. Estos gestos son, si se perpetúan y se hacen cotidianos, los que dan sentido y hacen grandes las relaciones humanas. 

Lo que veis en la foto es una humilde inscripción que nos recuerda el trabajo desinteresado de una mujer, Katie Smyth, por cuidar esas hermosas flores durante más de cincuenta años. 

Seguramente las fucsias habrían sobrevivido sin ella. Seguramente a las personas que van a la catedral les de lo mismo la placa, o no le presten atención, y tal vez sólo unas pocas conocieron a Katie. No lo sé.

Sin embargo, ese pequeño gesto de recordarla a través de una inscripción situada junto a las hermosas fucsias de las que ella se ocupó durante tanto tiempo, nos ofrece a todos algo de la nobleza del ser humano.

Recordar es tender puentes. A través del texto grabado en la piedra quedamos unidos Katie, quienes la conocieron y la amaron, y los descuidados paseantes que por casualidad descubrimos la placa.

Entre la piedra, la flor y la palabra se estable un gesto cómplice que nos recuerda la noble y sencilla facultad del agradecimiento, la necesaria y generosa tarea del reconocimiento. 

UN POEMA DE W. H. AUDEN

29 de septiembre de 1973: fallece en Viena el poeta inglés, nacionalizado estadounidense, Wystan Hugh Auden. Reconocido poeta y ensayista, es uno de los escritores fundamentales del siglo XX en lengua inglesa.

LA LEY COMO EL AMOR

La Ley, dicen los jardineros, es el sol,
la Ley es aquello
que todos los jardineros obedecen
mañana, ayer, hoy.

La Leyes la sabiduría de los viejos,
rezongan lánguidos los abuelos impotentes;
los nietos sacan una lengua atiplada,
la Ley es la razón de la juventud.

La Ley, dice el sacerdote con mirada piadosa,
explicándose ante una congregación impía,
la Leyes las palabras en mi piadoso libro,
la Ley es mi púlpito y mi campanario.
La Ley, dice el juez con su mirada de menosprecio,
hablando con claridad y suma dureza,
la Ley es como ya os dije,
la Ley es como, supongo, sabéis es
la Ley, pero dejadme que os lo explique otra vez,
la Ley es La Ley.

Sin embargo, los eruditos cumplidores de la ley escriben:
la Ley no acierta ni se equivoca,
la Ley no es más que crímenes
castigados por lugares y épocas,
la Ley es la ropa que llevan los hombres
en cualquier momento, en cualquier lugar,
la ley es Buenos Días y Buenas Noches.
Otros dicen, la Ley es nuestro Destino;
otros dicen, la Leyes nuestro Estado;
otros dicen, otros dicen
la Ley ya no existe,
la Ley ha desaparecido.

Y siempre la muchedumbre furiosa y vociferante,
muy furiosa y muy vociferante,
la Ley somos nosotros,
y siempre el débil idiota débilmente Yo.

Si nosotros, cariño, sabemos que no sabemos más
que ellos sobre la Ley,
si yo no sé más que tú
qué deberíamos y no deberíamos hacer
salvo que todos aceptamos
de buen grado o por fuerza
que la Ley es
y que todos lo sabemos,
si por tanto pensando que es absurdo
identificar la Ley con otra palabra,
a diferencia de tantos hombres
no puedo decir que la Ley es otra vez,
no más que ellos podemos sofocar
el deseo universal de descubrir
o zafarnos de nuestra propia situación
hacia una condición indiferente.

Aunque al menos puedo limitar
tu vanidad y la mía
a expresar tímidamente
una tímida similitud,
alardearemos de todos modos:
como el amor, digo yo.

Como el amor que no sabemos dónde o por qué,
como el amor que no podemos imponer ni abandonar,
como el amor que a menudo lloramos,
como el amor que rara vez conservamos.

                   Traducción de Eduardo Iriarte

domingo, 28 de septiembre de 2014

HE AQUÍ MIS JOYAS Y ADEREZOS

Para los tres

He aquí mis joyas y aderezos

Esta es la respuesta que Cornelia, hija de Escipión el Africano y casada con Sempronio Graco, dio a una mujer de la nobleza romana que preguntaba por las joyas que poseía Cornelia después de haberle enseñado orgullosa las que llevaba encima, mientras señalaba a sus hijos.

Una respuesta ejemplar que quienes tenemos "joyas" estamos dispuestos a reconocer como nuestra.

¡Bravo por Cornelia!

jueves, 25 de septiembre de 2014

DE BUROCRACIAS, POEMAS TRISTES Y MÚSICAS ALEGRES

Llevo un par de horas largas haciendo de funcionario burócrata on line, rellenando fichas inútiles y repasando datos que desconozco a quién pueden interesarle, pero que los burócratas que me pagan me obligan a ello. Necesito algo de alegría y un poco de vitalidad. Miro en la agenda y descubro que un 25 de septiembre fallecieron Johann Strauss padre y Alejandra Pizarnik, además de otras insignes personas que no me dicen nada. A la Pizarnik le tengo mucho cariño, pero no me vale para subirme el ánimo. Opto por el viejo Strauss y esa pieza que sólo se escucha en el cierre de los conciertos de año nuevo. En este caso, dirigida por el magistral Karajan. Todo el mundo la conoce, es muy machacona, pero vale para ponerte en pie.

¡Hala, Jesús, olvídate de la administración y ponte a dar palmas!


lunes, 22 de septiembre de 2014

BERTOLT BRECHT

Independientemente de la ideología y la adscripción comunista de Brecht, es indudable que forma parte del canon literario alemán, como prueba esta escultura del Paseo de las ideas instalado en Berlín que estáis viendo a la izquierda de estas palabras.

Sin duda, Brecht es mucho más importante como autor teatral que como poeta, pero hubo un tiempo en que sus poemas también se leyeron con asiduidad y, en España, Alianza vendió miles de ejemplares de la antología Poemas y canciones, aunque es la misma editorial la que en la actualidad ha colgado el libro en la red.

De su biografía me gusta mucho la anécdota relativa a su trabajo sobre Horacio. Era bachiller cuando estalló la Primera Guerra Mundial y aprovechó el trabajo que estaba realizando sobre el poeta latino para criticar la ingenuidad de los alistados y la mala intención de los alistadores. La ocasión se la dio el tercer libro de odas, en el que la segunda de ellas tiene una estrofa que comienza con esta frase: Dulce y honorable es morir por la patria. El trabajo casi le cuesta la expulsión.

Sea como sea, y aunque su poesía haya perdido interés, frescura o lo que quiera que haya perdido, todavía hay muchos poemas que se mantienen jóvenes... o que otros jóvenes siguen utilizando, incluso, para componer sus creaciones


MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA


Ya sé que sólo agrada
quien es feliz. Su voz
se escucha con gusto. Es hermoso su rostro.

El árbol deforme del patio
denuncia el terreno malo, pero
la gente que pasa le llama deforme
con razón.

Las barcas verdes y las velas alegres del Sund
no las veo. De todas las cosas,
sólo veo la gigantesca red del pescador.

¿Por qué sólo hablo
de que la campesina de cuarenta años anda encorvada?
Los pechos de las muchachas
son cálidos como antes.

En mi canción, una rima
me parecería casi una insolencia.
En mí combaten
el entusiasmo por el manzano en flor
y el horror por los discursos del pintor de brocha gorda.
Pero sólo esto último
me impulsa a escribir.

domingo, 21 de septiembre de 2014

SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR, de Luis Cernuda

Estoy buscando un anécdota de la vida de Luis Cernuda que no encuentro entre mis libros y acudo a internet para ver si esta gigantesca biblioteca me ayuda. Lo primero que me encuentro es que hoy es el aniversario de su nacimiento. Poco después tropiezo con unos paseos literarios organizados por la Junta de Andalucia que, a partir de ese estupendo libro de recuerdos que se llama Ocnos, dan ganas de irse a Sevilla, echarse el libro en el bolsillo y pasear por sus calles con las palabras del poeta. 

Desisto de mi intento de encontrar lo que quería, pero no evito la tentación de recordar una vez más ese espléndido poema de amor que lleva por título 

SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


A PROPÓSITO DE LA DIVINA COMEDIA

¿Se puede leer hoy la Divina Comedia sin caer en un profundo aburrimiento? 

Dar respuesta a esta pregunta es, claro, tarea personal e intransferible. A mí me correspondería aquí hablar de sus virtudes, aunque esto puede que tampoco evite el sopor personal de cada cual, pues tal vez las virtudes intrínsecas de una obra no coincidan con los gustos personales y sea ésta tarea insuficiente para acercar la obra al público lector. En este caso, ¿podemos seguir hablando de la Divina Comedia como un clásico universal? ¿Es lícito mantener como clásica la obra que hoy no se lee si no es por obligación o imperativo académico? ¿Lo que en su momento gustó, pero en la actualidad no gusta, qué status mantiene en la Historia de la Literatura? ¿Aquellas obras que solo son capaces de disfrutar una pequeñísima porción de la población lectora muy preparada, continúan manteniendo la posición de clásicas? ¿Podemos decir que es una obra clásica la que se ha alejado de los gustos e intereses actuales de la población? ¿Cómo definimos lo clásico?

Vayamos, pues, con las virtudes de esta obra, tal vez así podamos responder con mayor criterio a alguna de las preguntas anteriores. Utilizo solamente aquellos rasgos que reconocidos analistas y expertos en la obra del florentino han señalado de manera reiterativa. Intento, de esta manera, buscar la mayor objetividad posible y apartar mis propios gustos de este análisis. Y, de entre esos rasgos, me decanto por los que tienen que ver con valores literarios, ya que de literatura es de lo que hablamos y no de teología, por ejemplo.

El primero y más importante de todos ellos es la fabulosa riqueza del lenguaje que aparece en la obra. Según se nos hace saber es tal el dominio del que Dante hace gala, que hoy, en Italia, se le considera como el “padre del idioma”, como “el sumo poeta”. En buena medida, la utilización del toscano por su parte, hace que la “lengua vulgar” empiece a ser considerada tan digna como el latín y tan apta como esta para expresar grandes ideas y, en consecuencia, para construir la literatura del país. Esta formidable destreza en el uso del lenguaje, nos advierten los expertos, lleva al poeta a utilizar registros distintos en función de que estemos atravesando el infierno, el purgatorio o el paraíso.

Otra cualidad, si no de la obra sí del autor, es el impresionante esfuerzo para construirla toda ella en tercetos encadenados (invención, por cierto, del poeta), que van multiplicándose hasta producir 33 cantos para cada uno de los paisajes míticos por los que el poeta-protagonista va pasando. Y no estamos hablando precisamente de una obra breve, ni mucho menos. Todo ello exige concentración, esfuerzo y dominio técnico. Más aún si tenemos en cuenta que se trata de una obra alegórica, en la que el número tiene su propio significado (el tres, la trinidad; el poema tiene 3 partes que constan de 33 cantos que junto con el canto inicial dan un total de 100, el número de la perfección; cada territorio se divide en 9 tramos, tres al cuadrado).

Fundamental es, entre las virtudes del texto, la enorme riqueza y variedad de los endecasílabos, la multitud de rimas diferentes, la destreza en el uso de los ritmos y los acentos del verso, la increíble capacidad técnica para no caer en la repetición en una obra tan gigantesca donde por mucha variedad que haya parece que lo natural es incurrir en ella. Es necesario advertir aquí que este tipo de habilidades técnicas se pierden en la mayoría de las traducciones (la de Martínez Merlo intenta mantener el ritmo interno; las de Ángel Crespo y Bartolomé Mitre conservan la estrofa completa, pero no conozco todas las traducciones). Por otra, en la actualidad el público lector se inclina preferentemente por las traducciones en prosa.

Reseñable es, sin duda, el conocimiento enciclopédico de Dante con respecto a casi todos los temas y materias, especialmente la teología de la época, sin despreciar los referidos a la astronomía, aunque dudo de que el vasto saber de un escritor pueda ser considerado como un mérito literario. Sí lo sería, en cambio, la gran capacidad para crear personajes que señalan diversos analista, pero ahí ya no tengo yo tan claro que podamos atribuir a mérito del autor el que por su obra desfilen cientos de personajes, de los cuales creación propiamente suya serían Beatriz y él mismo. Y en este caso no diría que se trata de una creación precisamente literaria. En cualquier caso, de Beatriz no podemos decir que tenga una gran personalidad.

Sin embargo, y a pesar de todo, por muchas virtudes estéticas que queramos reseñar, el viaje acompañando a Dante por esos tres espacios de la mitología cristiana, hoy desechados, no impide la fatiga ni la falta de interés, porque lo fundamental resulta tan falso y fraudulento que uno termina por cansarse. Alguien dirá, tal vez, que, con respecto a la falsedad, otro tanto ocurre con la literatura clásica greco-latina. No es así, porque la intención de la Comedia es literal, mientras que la de sus predecesores es solamente literaria. Las Metamorfosis, por citar un ejemplo, no pretende describirnos un mundo realmente existente, y así lo entendían los lectores de ayer y lo entienden los de hoy.

Se me dirá también que la poesía no tiene como centro de interés lo que comunica, que lo importante es la expresión, la capacidad de creación estética que se logra a través de las palabras. A mí, y hablo sólo por mí, no me interesa la hermosa sonoridad de una oración con una elevada belleza formal si lo que comunica es simplemente falso o claramente nada —¿a alguien le interesa hoy verdaderamente saber del cielo, sus virtudes y cómo alcanzarlo?—. Pero por lo que me estoy preguntando aquí es por la permanencia entre los clásicos de una obra que, hasta donde yo conozco y no conozco a todos los posibles lectores, ha dejado de interesar a la comunidad lectora.

No quiero que se me entienda mal. No estoy diciendo que el criterio de calidad venga determinado por la mayor o menor cantidad de personas que leen un determinado título. El best seller, en general, carece de calidad y los libros que hoy venden millones de ejemplares seguramente estarán fuera de la circulación dentro de un siglo. Sin embargo, en la actualidad una persona no preparada especialmente puede leer Romeo y Julieta y emocionarse con ella, puede leer El avaro y soltar más de una risa, puede —me voy más lejos— leer La Odisea sin que se le caiga de las manos, aunque quizá le resulte repugnante la escabechina que Ulises organiza en su palacio. Ese mismo lector no llega a terminar nunca la primera parte de la Comedia. ¿Es esto lo que esperamos de un clásico?


Pero hay más. Posiblemente lo más importante. De un clásico no esperamos una visión del mundo tan sesgada que deje fuera de su lectura a una gran parte de la humanidad. Yo leo La novela de Genji, y por muy diferente que sea la cultura y la época de procedencia, el libro no me expulsa. Leo el Cántico espiritual y no necesito la fe de Juan de la Cruz para disfrutarlo. Leo Los viajes de Gulliver y la fantasía del relato no pide en ningún momento que admita la existencia de semejantes lugares. La Comedia, por el contrario, exige del lector la aceptación de unas creencias que se oponen a cualquier uso de la razón. Es más religión que literatura, más fe que humanidad y eso no es lo que se espera de una obra clásica.

sábado, 20 de septiembre de 2014

CURA DE HUMILDAD, un poema de Ana Merino

Con este libro consiguió Ana Merino el accésit del XX Premio Jaime Gil de Biedma en 2010. Desde hace unos años trabaja en universidades estadounidenses y en la actualidad dirige un curso de escritura creativa en la de Iowa.

Curación es el penúltimo poemario que ha publicado y de él extraigo —también— el penúltimo poema. Como bien se nos dice en la contraportada, la madurez es una cura, y este camino de madurez es el que recorre la autora a través de los 26 poemas que conforman el libro.

CURA DE HUMILDAD

Quédate en las palabras deseadas
y escucha su temblor
con el recogimiento que merecen.

Los límites son parte de su esencia,
y a veces no hay idioma
que pueda articularlas.

Acostúmbrate a ser experto en las rutinas
del alma cotidiana de las cosas.
Repara su penumbra con una horquilla rota,
ilumina su miedo
con una linternita de dentista,
desengrasa su ombligo con agua de colonia;
y así, con el talante programado
de las leyes paralelas
que reinventan toda lógica,
te verás retratado
en el salón de los autómatas.

viernes, 19 de septiembre de 2014

CLÁSICOS DEL PENSAMIENTO

Ya estamos acostumbrados a que cada comienzo de curso editoriales y distribuidoras de todo tipo lancen al mercado, vía quiosco de prensa, productos reciclados para coleccionistas. Para conseguir muchos compradores ofrece la primera entrega a un precio ridículo, de tal forma que nos sintamos enganchados y terminemos haciéndonos con la colección completa. 

La semana pasada me sorprendió ver en un quiosco que había aparecido la colección Grandes pensadores a un precio irresistible, pero lo que más me sorprendió fue ver que lo que estaban ofreciendo era un producto de auténtica calidad, que se mantiene en el mercado y que son ediciones bien cuidadas en todos los sentidos.

La oferta de lanzamiento marcaba 3,95€, cuando el ejemplar —el mismo ejemplar, la misma traducción, el mismo aparato crítico, la misma edición con la excepción de la sobrecubierta— tiene un precio de 59€. Estoy hablando de la colección Grandes pensadores de la Editorial Gredos. Creo que los siguientes títulos los ofrecen al también ridículo precio de 12,95€.

Ya sé que el libro en papel tiene los días contados, pero no me imaginaba que pudieran darse semejantes gangas. En cualquier caso, es una excelente ocasión para aproximarnos a algunos de los más destacados filósofos de la historia, si es que aún no lo hemos hecho, o para hacerse con algún título que todavía no hayamos leído, o quién sabe si para iniciarse en la reflexión filosóficas.

jueves, 18 de septiembre de 2014

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE LEÓN FELIPE (Yo también aspiro a ser como tú)

El 18 de febrero de 1968 moría León Felipe en México. Poeta, republicano y anarquista, marchó al exilio como otros miles a consecuencia de la guerra civil, aunque ya había estado allí anteriormente. Pablo Neruda, en Confieso que he vivido, cuenta una anécdota que indica bien el carácter de este hombre profundamente orgulloso. 

En Madrid, durante la guerra, llevaban los milicianos un pequeño grupo de gente para fusilar. Entre ellos estaba León Felipe. Por suerte, Neruda se cruzó con el grupo y vio con horror que entre los que iban a ser fusilados se encontrada nuestro poeta. Paró inmediatamente a los milicianos y les indicó quién era el que llevaban entre los fascistas. Aclarada la cuestión, León Felipe salió del grupo. Lo extraordinario de la anécdota es que, según refiere Neruda, el de Zamora ni siquiera se había molestado en intentar aclarar el malentendido.

Os dejo uno de sus poemas más conocidos:

COMO TÚ


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera...


             De Versos y oraciones de caminante.

             La Poesía completa está publicada en Visor.

Y el responsable de que toda una generación la cantásemos antes de saber nada de León Felipe:

miércoles, 17 de septiembre de 2014

NO SIEMPRE ES LO QUE PARECE

y hace alguna acotación a las palabras de
Ochogiro, Fancine y el gnomo de la cocina

Muda es la fuerza, 
la bondad y
la belleza.
Deléitate con las tres.

Sal de casa al amanecer
y disfruta del día cuanto puedas.
Sumérgete en los ojos
de la persona amada.
Recita suaves sonetos de amor.
Observa la naturaleza 
y aprende sus leyes y sus formas.
Zambúllete en las límpidas aguas de la montaña,
habla con el zorro, el pastor y con los pájaros.
Descubre la cara oculta de la Luna
y haz por los demás cuanto esté a tu alcance.


Pero no te descuides,
en cualquier momento 
puedo darme la vuelta 
y tú perderías la cabeza.

domingo, 14 de septiembre de 2014

QUÉ SIGNIFICA TODO ESTO, de R. Feynman

De R. Feynman tengo comentado por aquí Seis piezas fáciles. Aquél era un libro de divulgación; éste, en cambio, es un libro de opinión. Uno más de los que sumar a esa lista de libros que tratan de poner un poco de sentido común en la interpretación de la realidad, esto es, de no fantasear sobre lo que nos rodea.

El libro recoge tres conferencias que Feynman dio en 1963: La incertidumbre de la ciencia, La incertidumbre de los valores y Esta era acientífica. La tercera es la más larga y, en mi opinión, la más divertida, si bien el humor del Nobel se deja ver en todas ellas. En todas ellas también es muy combativo con la estupidez humana.

Os dejo algunas frases del genial físico por si os sirven de motivación:

  • Lo que llamamos hoy conocimiento científico es un corpus de enunciados con grados de certeza variables. Algunos de ellos son muy inseguros; algunos de ellos son casi seguros; pero ninguno es absolutamente cierto. Los científicos están acostumbrados a esto. Sabemos que es compatible ser capaces de vivir y no saber (p 38). Mucha gente aún ignora esto.
  • Ningún gobierno tiene el derecho a decidir sobre la verdad de los principios científicos, ni a prescribir en ningún modo el carácter de las cuestiones investigadas. Ni tampoco puede un gobierno determinar el valor estético de las creaciones artísticas, ni limitar las formas de expresión artística o literaria (p 70). ¿Os suena de algo?
  • Nadie comprende el mundo en el que vive, pero algunas personas lo hacen mejor que otras (se refiere al uso racional del intelecto por oposición a uso mágico e irracional, p 96).
A pesar del medio siglo que ha pasado desde que se pronunciaron las tres conferencias, parece que la forma de ver e interpretar el mundo no ha cambiado mucho y todavía seguimos combatiendo con lo obvio.

jueves, 11 de septiembre de 2014

PEQUEÑOS EXPERIMENTOS CIENTÍFICOS FÁCILES

He aquí algunas páginas con experimentos sencillos para ir descubriendo cómo funciona el mundo o simplemente para disfrutar y sorprenderse. Son páginas que he utilizado alguna vez hace años y que pueden servir para planificar actividades en un centro educativo o para disponer de ellas según la curiosidad del momento.
Y un libro de Manuel Lozano, muy interesante y atractivo, que recoge "los diez experimentos más bellos de la física". En él aparecen esos experimentos que han cambiado el curso del conocimiento y una propuesta para realizarlos. El autor, mejor que yo, lo explica muy bien en esta presentación ante alumnos universitarios de Física.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

NO HAY NADA MÁS EXCITANTE QUE LA VERDAD

Sirena comparte con los otros seres extraordinarios

Dicen los hombres que simbolizo el peligro
que supone atravesar las fronteras,
que nuestro canto advierte de las dificultades,
que somos espíritus del último límite.

Pero los hombres no saben y por eso inventan
acerca de lo que desconocen y temen,
conciben historias para ellos mismos,
hablan demasiado y confunden lo esencial 
con lo accesorio, lo triste, lo lejano.
Imaginan bellísimas historias 
llenas de miedo y de prodigios,
de comportamientos heroicos e imposibles,
de perversiones que atribuyen a seres fantásticos.
Con ellas adormecen la realidad 
y excitan su imaginación.

Yo no soy nada más que un juego hermoso
que se entretiene peinando su aún más hermosa cabellera
a la orilla del agua y del tiempo,
pero no puedo adentrarme 
en la magia profunda de los seres vivos,
su fantasía
y su misterio.

lunes, 8 de septiembre de 2014

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

8 de septiembre de 1645, Francisco de Quevedo, el gran Quevedo, muere en Villanueva de los Infantes. 
Un  recuerdo para él.



PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO

Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero
.


Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
porque en las venas de Oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla
ver en su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero, pues da al bajo silla
y al cobarde hace guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Sus escudos de armas nobles
son siempre tan principales,
que sin sus escudos reales
no hay escudos de armas dobles
y pues a los mismos robles
da codicia su minero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Por importar en los tratos
y dar tan buenos consejos,
en las casas de los viejos
gatos le guardan de gatos.
Y pues él rompe recatos
y ablanda al juez más severo,
poderoso caballero
es don Dinero.

Y es tanta su majestad
(aunque son sus duelos hartos)
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nunca vi damas ingratas
a su gusto y su afición;
que a las caras de un doblón
hacen sus caras baratas;
y pues las hace bravatas
desde una bolsa de cuero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
[¡mirad si es harto sagaz!]
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Y pues al pobre le entierra
y hace proprio* al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

*Forma antigua de propio.

sábado, 6 de septiembre de 2014

CUADERNO DE VACACIONES, de Luis Alberto de Cuenca

El gozo de escribir, el placer de leer

Todos los poemas que aparecen en esta última entrega de L. A. de Cuenca están escritos, según dice él, durante las vacaciones de verano. Son, por tanto, fruto de la escritura gozosa, vacacional, ausente de todo tipo de preocupaciones laborales o académicas (p 15). Y se nota, aunque también hay que decir que desde hace muchos años la escritura que practica el poeta siempre nos ha transmitido un aire gozoso, optimista, relajado y juguetón que tanto se agradece desde el punto de vista del lector. Eso y la "línea clara" que mantiene desde que nos ofreció el magistral La caja de plata en 1985.

Los 85 poemas que contiene este cuaderno están agrupados en ocho apartados y por ellos desfilan todo tipo de temas y de métricas. Bueno, dejémoslo en una gran variedad de temas y de métricas. Pero lo característico del libro no es propiamente la variedad, sino ese aire juguetón, ese mirar la vida desde un punto de vista ligero y ofrecernos siempre mucho humor, también ironía, para quitarle gravedad a lo que ya de por sí pesa. Ejemplar resulta en este sentido Plegaria de la buena muerte (p 25). Y cuando el tema del amor y de la muerte se conjugan, aparecen poemas de una belleza y una intensidad emotiva verdaderamente sorprendentes y muy próximos a los poemas de amor quevedianos.

MEMORIA DE TUS OJOS AL DESPERTAR

Quítame la guirnalda de tu risa
de encima de la tumba, róbame
el póstumo recuerdo de tus besos,
entrégame a la noche del olvido
total, que es finalmente lo que toca
en esta coyuntura de la muerte,
pero hay algo que nunca lograréis
ni tú ni la tiniebla que me cubre,
y es que me muera sin hacer memoria,
aunque sea un segundo, de la cara
que me ponías al abrir los ojos
cada mañana, de esa cara llena
de vida, de esos ojos iniciándose
en la fiesta del mundo, en la alegría
de existir, y que ahora, al otro lado
del espejo, de alguna forma mágica,
guían mis pasos en la oscuridad.

Si gozosa es la escritura para el poeta, no es menos gozosa la lectura de poemas como este. ¡Bravo por las vacaciones y por los frutos que nos ofrecen!

viernes, 5 de septiembre de 2014

LA NATURALEZA Y LOS GRIEGOS, de Schrödinger

Pocos son los grandes científicos que se atreven a divulgar sus propias investigaciones y menos aún los que se manejan bien en el campo del debate de las ideas o el de las implicaciones filosóficas que sus nuevos hallazgos acarrean. No es el caso del gran Schrödinger que, además de ser uno de los físicos fundamentales del siglo XX, demuestra tener unos conocimientos sobre la filosofía presocrática más que notables y una capacidad expositiva singular.

Schrödinger plantea en estas conferencias de 1948 algunas líneas de pensamiento que aún no están cerradas, ni mucho menos. La primera de ellas es la cuestión en la que nos encontramos enfangados desde hace mucho tiempo sobre la separación entre el pensamiento científico y el pensamiento filosófico o, más específicamente, metafísico o religioso. La segunda es la necesidad de explicar cuándo y por qué surge esa fractura y, como consecuencia, poder abordarla con mayores garantías de éxito. La tercera es que partir de nuestros conocimientos con la humildad de quien sabe que no son inamovibles ni definitivos, sino revisables en todo momento, es la mejor manera de comprender lo que somos y la naturaleza en la que vivimos.

En definitiva, un texto básico y necesario que disfruta de las virtudes del relato científico y humanista al mismo tiempo. Un libro que demuestra que el mundo es cognoscible, que no es necesario recurrir al pensamiento mágico para hallar respuestas, aunque la ciencia no tenga —ni mucho menos— todas las respuestas que necesitamos. Un título que se disfruta por su claridad expositiva, la profundidad de su pensamiento y la humildad desde la que ha sido escrito.

***
Tusquets mantiene en su catálogo cuatro títulos más de este genial físico, todos ellos igualmente recomendables y vigentes a pesar de los más de 50 años transcurridos desde que se publicaron por primera vez.

jueves, 4 de septiembre de 2014

CENTENARIO DE NICANOR PARRA. ¡FELICIDADES NICANOR!

Nicanor Parra: 5 de septiembre de 1914, Chile.

¡Que gusto que podamos celebrar el centenario de alguien —sea quien sea— y que este alguien esté vivo!

¡Qué alegría que un poeta salga a un balcón a leer sus versos y una plaza llena de gente lo jaleé y lo aplauda!



¡Qué emoción que nadie espere en su país a que este poeta se muera para leer sus versos por las calles a la hora más redonda y luminosa del día!

¡Qué placer saber que su pueblo se entrega a todo tipo de iniciativas para celebrar su obra!

¡Felicidades, Nicanor! ¡Enhorabuena, Chile! 

***

Algunos poemas, (anti)poemas y artefactos del poeta en este mismo espacio.

HISTORIA DEL BLOG QUE NO ENCONTRABA SENTIDO A SU VIDA

Había una vez un blog que estaba triste y melancólico porque no encontraba sentido a su vida. Ésta es, si queréis leerla, su terrible y escueta historia.

Cuando vino al mundo, cuando se publicó el primer post, cuando apareció en la sacrosanta y bendita Red de Redes, todo era alegría. Allí estaba él, con su nombre bien limpio y su diseño impoluto, para anunciar a todos las maravillas que iba a exponer a los cuatro puntos cardinales, vía digitalización exprés e hiperenlace hiperactivo.


Pronto llegaron más y más entradas. Enseguida aparecieron los primeros comentarios, no muchos, es verdad, porque a la gente le cuesta —¡y cómo!—expresar por escrito lo que piensa, qué le vamos a hacer. No tardaron en hacerse seguidores algunos familiares y amigos del administrador, pocos, y algún que otro desconocido, que rápidamente pasó a ser conocido.

¡Qué alegría saber que alguien se había detenido durante varios hermosos segundos en un post suyo! ¡Qué emoción descubrir en las estadísticas internas que dos habitantes de la India y uno de Lituania habían posado su cursor sobre la misma página en el último mes! ¡Qué temblor de bits al comprobar que venían a él desde distintos sistemas operativos! ¡Qué bien estaba hecho el mundo digital!

Poco a poco fue aumentando el número de entradas. La organización se hizo más precisa para favorecer el crecimiento de los contenidos. Fueron acrecentándose las visitas y se hicieron cada vez más frecuentes los enlaces. En alguna ocasión, incluso, pasó a ser el espacio web más visitado de su localidad, un pequeño pueblo perdido en la montaña —competir con las páginas de las tres casas rurales que había era muy duro, que ya conocemos la tendencia a la holganza del género humano—.

Y cuando todo era felicidad, de repente, un día, su administrador escribió un post sobre los libros. Sobre los libros de papel. Ese objeto caduco y rencoroso, carne de desaparición. En él pedía, o poco menos, que el personal acudiera a las librerías y los comprara y los leyera. Hablaba de la importancia de mantener con vida la imprenta Gutenberg. Escribía impudicias sobre el tacto y el olor de semejantes artilugios. ¡Impulsaba a los lectores a tener sus propias bibliotecas de papel mohoso y caduco en sus casas!

Su vida ya no tenía sentido. Cómo ser un blog digno, si quien se encargaba de llenar con letras sus entradas quería defender lo indefendible; si su administrador había escrito hace poco tiempo que nada le gustaba —al autor, no al blog—, o que le gustaba a medias, o que le gustaba contradictoriamente que el mundo digital estuviese produciendo una muerte lenta pero segura del texto impreso en papel.

Su vida ya no tenía sentido. Detrás de aquel post vinieron otros que se dedicaban a ensalzar esos horribles entes pesados y acaparadores de espacio físico. ¿Cómo sobrellevar la existencia si quien le llenaba las tripas lo hacía cada vez con mayor frecuencia de elogios extravagantes hacia todo lo que él denostaba? 

Su vida ya no tenía sentido. Comenzó a dar continuos errores de memoria, se desconfiguró y desapareció.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

ENTREVISTA DE PUNSET A PETER ATKINS

Hace cosa de un mes, cuando estaba enredado en la lectura del libro Indagaciones de un científico..., me encontré en el blog de filosofía para alumnos de bachillerato, La criada tracia, con la entrevista que ahora copio aquí. Se me olvidó, cuando coloqué el comentario, dejar un enlace y, ahora que me he acordado, os dejo la entrevista completa. Aquí la tenéis. Espero que os resulte interesante.


Eduard Punset: El anticuario Anton Francesco Gori, corrígeme si me equivoco, fue en 1737 al cementerio... ¿o a dónde?
Peter Atkins: Creo que era cuando movieron el cuerpo, en una época menos higiénica...
Punset: Es cuando movieron el cuerpo de Galileo...
Atkins: Era una época menos higiénica...
Punset: Que le cortó el dedo medio, me imagino que con ira: ¿protestando de qué?
Atkins: Creo que lo que quería era un recuerdo, un souvenir. Creo que en ese momento existía un culto hacia Galileo, y él simplemente quería tener un recuerdo. Es muy irónico que alguien que se opuso a la iglesia – como Galileo – acabe dando la única reliquia auténtica que existe.
Punset: Vamos a examinar a varios científicos que han sido tratados de forma injusta. Galileo, por supuesto, incluso cuando estaba vivo. Max Planck ...
Atkins: Max Planck es un ejemplo de alguien que tenía dudas acerca de sí mismo, de manera que no sólo tenía que luchar con el mundo exterior y con otros científicos, sino también contra si mismo. Tenía que autoconvencerse de que no estaba equivocado. Se había educado en la física clásica, de la más clásica, y sin embargo tuvo que ir en contra de lo que él sabía, que era la esencia de la física clásica, diciendo que la energía no era como un río, sino como una colección de cubos de agua.
Punset: Quantums.
Atkins: Sí, quantums de energía; y esto era tan ajeno a lo que él había estudiado, que le hizo dudar de sí mismo, y en realidad se pasó el resto de su vida intentando demostrar que estaba equivocado.
Punset: Es increíble; pero otra... —estoy pensando en aquellos otros a los que haces referencia en tu libro El Dedo de Galileo era Rosalin Franklin, y ella sí que tuvo que luchar contra sus jefes ¿no? Y de alguna manera le hicieron trampas.
Atkins: Sí, esa era una época difícil, y nos gusta pensar que entonces eran diferentes a como somos ahora. Pero era una mujer en un entorno de hombres ...
Punset: El diseño cristalográfico – o imagen - de la molécula, que recuerda la de la doble hélice, en realidad fue su contribución.
Atkins: Sí, sus datos fueron la contribución que hizo que Watson y Crick, en cuanto la vieron, supieran con certeza lo que tenían que hacer. Sabían que la molécula de ADN era una doble hélice, pero sin haber contado con esos datos se les podría haber criticado el estar haciendo un trabajo de pura intuición. Desde luego, buena parte de su trabajo era intuitivo, pero esto es cierto de buena parte del trabajo de los mejores científicos.
Punset: ¿Sería injusto decir que la religión ha sido un obstáculo para el progreso científico o para el cambio de mentalidad necesario para ...?
Atkins: Creo que lo único bueno que ha hecho la religión en la esfera intelectual fue al principio, en sus inicios, cuando animaba a tener un espíritu inquieto. Las respuestas que se ofrecieron, que todo era debido a un acto de un Dios aquí y de otro Dios allá, de las religiones primitivas, eran un signo de que la humanidad se estaba agrupando para poder entender el mundo que la rodeaba. Pero entonces, por supuesto, en sus manifestaciones posteriores y en la actualidad, las religiones son completamente ajenas a todo el progreso de la ciencia; porque los científicos estamos buscando explicaciones que podamos comprender, que sean de acceso público, mientras que las explicaciones religiosas son algo en relación a una aclaración que sucederá cuando se esté muerto. Nosotros los científicos buscamos explicaciones que sean claras antes de estar muertos.
Punset: Eres muy duro —bueno, muy preciso— en tu..., yo no diría queja, sino reflexión sobre la religión. Te cito: “la religión discute los temas difíciles con guerras, terror y coerción, y construye una red de ideas en conflicto, que esconden la ignorancia bajo un manto de palabras grandilocuentes y vacías”. Es duro ¿eh?
Atkins: Creo que capta perfectamente la esencia de la religión. No le quitaría ni una palabra a esto. Creo que la religión es una corrupción de la inteligencia. Y creo que, como se basa en la autoridad, no tiene ninguna base y se utiliza para coaccionar. Es privada, es interna y se entiende por el sentimiento. Y porque es irracional, es una base para que haya conflictos.
Punset: Creo que fue Newton quien dijo “me gustaría conocer los mecanismos por los cuales la percepción del mundo y del universo se transforma a sí misma en la gloria de los colores”. Probablemente estaba pensando en cómo demonios...
Atkins: Es increíble... Quiero decir: esto es lo que la gente dice que se limita a hacer la ciencia: explicar las experiencias sensoriales, externas... pero creo que esto sencillamente, no es cierto. Hoy en día conocemos todos los pasos, desde el momento en que la luz llega a la retina hasta la propagación del impulso nervioso hasta el cerebro. Lo que sucede en el cerebro es un misterio, pero estamos empezando a conocerlo.
Punset: De manera que según tú podemos decir que nada está fuera del dominio de la ciencia, a excepción de una pregunta equivocada, o mal planteada, como por ejemplo: ¿hay algún motivo en el universo?
Atkins: Eso es, son preguntas disparatadas, que están fuera de la ciencia.
Punset: ¿Por qué son preguntas disparatadas?
Atkins: Porque son inventos, como si yo ahora dijera que hay 15 planetas y 15 lunas alrededor de Marte. ¿Por qué hay que decir esto? ¿Por qué hay que hacerle perder el tiempo a la gente diciendo esto e intentar que lo resuelvan? Es lo mismo que preguntar cuál es la razón del universo o del mundo, es un pregunta estúpida. A la gente le gusta tener una explicación, un motivo, porque éste motivo puede aliviar el dolor que se va recogiendo a lo largo de la vida, pero eso no quiere decir que realmente haya un motivo.
Punset: Es difícil ver alguna compatibilidad entre la ciencia y la religión. Pero, ¿y el método científico? Quiero decir: ¿es eterno como la iglesia?
Atkins: Creo que está cambiando. Y sospecho que tiene que cambiar...
Punset: ¿Hay algo nuevo?
Atkins: Sí, ahora lo explico. Creo que el cambio más importante en la forma... de la ciencia griega a la ciencia moderna, es el papel del experimento: todo tiene que haber estado testado con experiencias externas, bajo condiciones controladas. Es decir, el hacer experimentos que se puedan reproducir para ver si se consiguen los mismos resultados. Y para impulsar la teoría hacia adelante hay que buscar las predicciones de la teoría y comprobarla con experimentos. Y buscar las deficiencias, es decir cambiar la teoría si no concuerda, amoldarla para que se ajuste a los experimentos. Esto es lo que significa el dedo de Galileo, es un símbolo del cambio en la dirección del mundo, del mundo griego antiguo al mundo de la experimentación moderna. Es decir, en lugar de ir diciendo cómo debería ser el mundo, ir a descubrir cómo es en realidad. Pero estamos empezando a bordear una era de la ciencia en la que algunas de las ideas dejan de poderse experimentar, como son algunas de las ideas de cosmología o de la teoría de las cuerdas, ... o la estructura fundamental de la materia. Estamos empezando a salir, con mucho cuidado, del dominio de la comprobación por medio de experimentos, y pasamos a una región en la que podemos decir que al tener tanta seguridad en la base científica, podemos construir por ejemplo la parte superior de un puente, incluso sin poder hacer los experimentos. Estamos empezando a tener confianza y a cambiar la forma de hacer ciencia, aunque esto puede ser peligroso para la ciencia.
Punset: En cierta forma hay más resistencia a las ideas que a las personas, y estoy pensando por ejemplo en los átomos. No nos los creíamos en absoluto.
Atkins: Bueno, tú y yo si que nos lo creemos, porque hemos nacido más tarde y hemos visto fotos de átomos. No nos hace falta dar el salto intelectual. El tema de que la materia no era atómica, y que los átomos sólo son un sistema para contar, para poder medir la materia, persistió hasta entrado el siglo XX, y la gente al principio del siglo XX no estaba convencida. Incluso hubo alguno, como Philip Boltzman, que basó todo su trabajo en el concepto de la materia atómica, y que sufrió una depresión porque nadie veía el simple hecho de que el mundo estaba construido de átomos.
Punset: ¿Se deprimió por eso?
Atkins: Fue una de las cosas que contribuyó a que se suicidara, el que su trabajo no fuera aceptado en general por los científicos. Me imagino que ahora las personas aceptan los protones y los electrones aunque nunca los hayan visto, porque son un concepto que explica y expone tantas cosas, que la gente está preparada para aceptar su existencia real.
Punset: Peter Atkins... cuando mis colegas estaban mirando tu biblioteca han visto tantos libros escritos por Peter Atkins sobre química, escritos en tantos idiomas, que ....
Atkins: Es más barato escribirlos que tener que comprarlos.
Punset:... que me han comentado si tenías una editorial. Y les he dicho que no, que eras un químico de fama mundial. En realidad, si hay alguien en este planeta que sabe sobre las substancias químicas y de cómo apareció la materia al principio, este eres tú. ¿Tienes alguna idea de cómo comenzó la materia?
Atkins: Sí, existe esa magnifica frase, que dice:“la carne humana es polvo de estrellas”, que lo recoge exactamente. Sabemos que cuando se produjo el Big Bang, en el alumbramiento del universo, se formó el hidrógeno, y un poco de helio. Era un universo aburridísimo, en el que sólo había hidrógeno y helio. Cuando se condensó el hidrógeno en estrellas, y éstas se empezaron a calentar, se formaron nuevos átomos, en los que los átomos de helio y de hidrógeno podían colisionar y fundirse en un solo átomo más grande y producir nuevos elementos. Y entonces, cuando las estrellas explotaron y extendieron sus cenizas por el universo, éste se convirtió en suficientemente rico en elementos para poder tener el potencial de formar planetas, y las rocas de las que están formados los planetas tenían el potencial de formarnos a nosotros. Ésta creo que es una historia extraordinaria. Todos los átomos de hidrógeno de nuestro cuerpo se formaron en el Big Bang, de manera que somos realmente las cenizas del Big Bang. Pero los átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y hierro que hay en nuestro cuerpo son las cenizas de las estrellas que le siguieron, que explotaron y depositaron su preciosa carga por todos los sitios.
Punset: La preciosa tabla de elementos.
Atkins: Sí. Y el saber que somos polvo de estrellas nos proporciona una perspectiva maravillosa del universo.

martes, 2 de septiembre de 2014

PERFECCIÓN, de Jorge Guillén

Hoy ha salido un día de esos que a mí me gustan mucho: limpio, de atmósfera transparente, claro y luminoso, soleado pero fresco, redondo, perfecto. Un día de esos que se merecen por méritos propios el poema de Jorge Guillén, de quien creo que nunca he citado nada en este blog y ya va siendo hora de que lo haga.

Guillén, para ofrecernos la idea de la perfección, recurre a elementos muy simples: la hora central del día, la redondez del cielo, la belleza sencilla y efímera de una rosa, y  la concreción del presente a través de una pisada que se siente perfectamente afianzada sobre la tierra. 

Queda curvo el firmamento,
compacto azul, sobre el día.
Es el redondeamiento
del esplendor; mediodía.
Todo es cúpula. Reposa,
central sin querer, la rosa,
a un sol en cenit sujeta.
Y tanto se da el presente
que el pie caminante siente
la integridad del planeta.

Todo me gusta en este poema, en cuyo centro se produce una de las imágenes más contundentes y eficaces: todo es cúpula. Y parece que el mundo se para —reposa— y ya no puede ser nada más que perfecto. Materia sin fisuras. Belleza perfecta. Presente eterno y redondo.

domingo, 31 de agosto de 2014

DUBLINESCA, de Enrique Vila-Matas

Cierro el ciclo irlandés con esta novela de Vila-Matas del 2010, que yo he ido leyendo mientras daba una vuelta a la isla en el sentido contrario a las agujas del reloj. Como el protagonista de la novela, quien parece moverse contra el tiempo, por más que se empeñe en vivir dentro de él.

La novela puede entenderse como una escenificación de muchos temas: el mundo editorial y el mundillo literario, la jubilación, las relaciones personales, los fantasmas que nos acechan, la teoría literaria, pero a mí lo que más me gusta de ella es ese homenaje al Ulises de Joyce y, por extensión, a la literatura. De hecho, el propio autor, por boca de su protagonista, nos dice cuáles son los elementos de los que va a constar la novela: intertextualidad; conexiones con la alta poesía; conciencia de un pasaje moral en ruinas; ligera superioridad del estilo sobre la trama; la escritura vista como un reloj que avanza (p 15).

Dublinesca toma el título de un poema de Larkin que el protagonista leerá en Glasnevin, el cementerio de Dublín, a manera de réquiem por la galaxia Gutenberg, es decir, por la literatura en papel.


Down stucco sidestreets,
Where light is pewter
And afternoon mist
Brings lights on in shops
Above race-guides and rosaries,
A funeral passes.

The hearse is ahead,
But after there follows
A troop of streetwalkers
In wide flowered hats,
Leg-of-mutton sleeves,
And ankle-length dresses.

There is an air of great friendliness,
As if they were honouring
One they were fond of;
Some caper a few steps,
Skirts held skilfully
(Someone claps time),

And of great sadness also.
As they wend away
A voice is heard singing
Of Kitty, or Katy,
As if the name meant once
All love, all beauty.
Por las callejuelas de estuco
donde la luz es de peltre
y en las tiendas la bruma obliga
a encender las luces sobre
rosarios y guías hípicas,
está pasando un funeral.

La carroza va delante,
pero detrás la acompaña
a pie una tropa de mujeres
con anchos sombreros floreados
vestidos hasta los tobillos
y manguitos de carnero.

Hay un aire de amistad
como si rindieran honra
a una que era muy querida;
algunas se alzan las faldas
diestramente y dan saltitos
(dos palmas marcan el tiempo);

y también de gran tristeza.
Mientras siguen su camino
se oye una voz que canta
para Kitty, o Katy, como
si el nombre hubiese albergado
todo el amor, toda la belleza.

                    Supongo que la traducción es del propio Vila-Matas. 

Independientemente del argumento, la novela se hace atractiva y envolvente por el ambiente que es capaz de recrear el autor —si entráis en el juego de las alusiones literarias, mucho más—. En ese ambiente nos atrapa, como atrapan los fantasmas que pululan por la historia al protagonista en su obsesión hacia el abismo, y que resultan tan divertidos como misteriosos para quien está leyendo. La anécdota —que no os cuento—, en realidad es bien escasa, pero como se dice en la página 102, el mundo es muy aburrido o, lo que es lo mismo, lo que sucede en él carece de interés si no lo cuenta un buen escritor, y Vila-Matas lo es.

Estéis en Dublín o donde estéis, feliz lectura.