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viernes, 12 de enero de 2018

ENTREVISTA CON TERESA RAMOS

Fotografía cedida por la autora
Conocí a Teresa Ramos en Pamplona, en un curioso encuentro sobre el haiku. Allí tuve la ocasión de hacerme con su poemario Sabe la noche y ella me obsequió con un ejemplar en A4 de Bancales del perfume.

Es creadora y coordinadora de Anaitaverso y del Grupo Psicosocial de Encuentro y Poesía. En 2017 apareció publicado su tercer poemario, Bancales de perfume, en la colección Poética y Peatonal (Ejemplar Único) con el artista plástico Gabriel Viñals. En 2015 ganó el I Concurso de poesía Noches Poéticas de Bilbao con Sabela noche. En 2012 obtuvo el XXXVIII Certamen de Poesía Rafael Fernández Pombo con el poemario Laconjura de lasletras. Ha prologado La X en la palabra, de Fermín Castro, y Aún tu nombre, de Ramón Campos.


La entrevista que aquí aparece se resolvió vía correo electrónico.

¿Cómo y por qué empezaste a escribir poesía? ¿Qué es lo que te llevó a la poesía o te atrajo de ella?

Empecé a escribir de una forma un tanto azarosa, cuando me encontraba en un impasse laboral, me había cogido un tiempo sabático, después de trabajar durante años muy activamente en el campo de la psicoterapia, individual y de grupos. Entonces dos personas diferentes en días próximos, me sugirieron que escribiera, francamente, era algo que jamás me había planteado, no estaba en mi mapa. Había escrito algunos poemas en la adolescencia y en momentos puntuales, casi siempre vinculados a la aparición de una persona en mi vida, pero eso era todo. Sucedió sobre los 45 años.

¿Qué poetas, qué escuelas, qué lecturas o vivencias son los que más te han influido?

Pienso que me influyeron mucho los poetas clásicos, a los que escuchaba a menudo a través de la música de los canta autores y también a través del folclore latinoamericano. Era entonces, más melómana que lectora. 

Luego empecé a escribir y con la escritura, llegaron las lecturas de poesía, yo era de letras, me gustaba la poesía, pero no era lectora de poesía. Veía cine, escuchaba radio, estudiaba la obra del médico Wilhem Reich, quien entregó su vida a la investigación de las leyes de la energía vital, discípulo de Freud, con quien se analizó y que creó, más tarde, su propia escuela. Leía textos psicoanalíticos, psicosomáticos y otros de psicología social de diferentes autores. Todos ellos necesarios para comprender el psiquismo humano y completar mi formación como psicoterapeuta. 


Me han influido algunos poetas actuales como Alfonso Brezmes y tantas otras autoras y autores de una manera o de otra, con algunos mantengo un contacto cotidiano, a través de las redes sociales. 

En este momento me siento influenciada por la obra de Antonio Orihuela, Laura Giordani, Begoña Abad, Karmelo Iribarren, David Trashumante, David González y Antonio Praena.

Me siento próxima a los poetas navarros, comunidad en la que resido.

Soy una lectora habitual de poetas en el Facebook, de modo que, leo poesía con tendencias muy diversas. Creo que mis afinidades están vinculadas, por otro lado, y en cierto modo, a mi momento personal y el cómo en ese momento resuena la poética de los demás autores en mi interior. Me interesa la exploración de la obra de otros autores, en ocasiones muy dispares o con planteamientos ideológicos distanciados. Diferencio la maestría en alguno de ellos, de otras cuestiones que hacen que el poeta capte mi atención.

¿Cómo definirías tu poética​?

Mi poética sucede en el devenir vital, en el que el pulso de lo vivo, lo orgánico, dentro de la escritura, me importa la exploración, a veces la ruptura del lenguaje, en esa línea he publicado menos cosas, aunque sí he escrito. Y por encima de todo está la búsqueda del conocimiento. 

No concibo mi existencia sin el pensamiento crítico y por lo tanto está implícito en mi escritura, del mismo modo, considero que en mi poesía está presente la transmutación de las emociones y del pensamiento. No obstante, es una pregunta que seguro que podrían responder mejor otras personas. Aquí dejo unas palabras que aportó la poeta Marina Aoiz quien presentó mi libro Bancales de perfume, mi último libro publicado:

Teresa Ramos me confió la presentación de su poemario bancales de perfume. Con su confianza, me entregó la llave invisible que abre el portón de entrada a su "tierra secreta", la que Robert Graves cantaba en aquel bello poema:

Toda mujer verdadera, posee 
una tierra secreta, más real para ella 
que este pálido mundo exterior. 
A medianoche, cuando está silenciosa, 
deja a un lado aguja o libro 
y la visita, invisible. 
Cerrando los ojos improvisa 
un portón de cinco barras entre los altos abedules, 
salta por encima y toma posesión (...)

Tenía, pues, la llave a una desconocida TIERRA SECRETA.

Descalza penetré en el espacio cuajado de fragancias: rosas, azahares, madreselvas, tulipanes, jazmines, girasoles, lavandas. Y sabores: fresas, granadas, naranjas. En aquella tierra había además acacias, trigales, líquenes...

Descalza y cegada por una luz centelleante. O descalza y clandestina cómplice de la sombra.

Nada pregunté a Teresa sobre la gestación de estos versos. Sólo imaginé y bebí sustancias de una fuente misteriosa. 

En el corazón de Teresa descubrí el verano, bajo una sombrilla, sobre blancas arenas, a la orilla de un mar permanentemente renovado. Las olas eran bancales de espuma perfumada y la sensualidad de inefables instantes se derramaba por la piel. Sin embargo, intuí que había llorado. Y descubrí que sus lágrimas hicieron crecer el césped[...](Texto completo, aquí).

Mi poesía aborda diversos temas: es social, metafísica, amorosa, aforística… Me interesan las cuestiones existenciales que se acababan reflejando en mis textos.

¿Cuáles son tus temas preferidos, tus obsesiones poéticas, si es que las tienes?

Mis obsesiones, si las tuviera, son las de todos los seres vivos pensantes, poetas o no: el amor, el paso del tiempo, la conciencia, el lugar en lo social, la coherencia ética. Tal vez la trasmutación de la propia autopercepción, la exploración de lo que llamamos realidad, puede que sea esa.

¿Tienes algún método de escritura, te dejas llevar por ese primer verso que ofrecen "los dioses", trabajas sobre un tema previo...?

Cuando comencé a escribir estaba absolutamente conectada con una suerte de fuente que manaba poesía. Escribí un poema que está en el libro Sabe la noche, esperando el autobús y que se titula “Diez Minutos” y que surgió así, como una suerte de escritura automática. Ese periodo fue muy fértil, vivía en un estado poético, coincidiendo con un periodo de cambios vitales, luego eso se calmó, incluso he llegado a pasar periodos de sequía, en los que no podía escribir una palabra.

Hay de todo como en botica. Soy más de iniciar un verso y a partir de ahí empezar el baile, es como me gusta construir un poema, a partir de una imagen que desencadena una historia que acaba construyendo el poema. Pero, también es cierto, que en ocasiones me hacen propuestas de colaboraciones en antologías, entonces me ciño al tema que me ocupa y me documento. Lo que sí es fundamental para mi escritura, es el estado de silencio.

¿Qué importancia tiene la forma, si es que la tiene, en tus creaciones?

Cuando empecé a escribir para mí era prioritario el contenido, buscaba mi propia narración, mi discurso, mi relato, probablemente eso obedecía a la búsqueda de mi propia voz. Ahora mismo eso sigue siendo importante, es una cuestión fundamental, pero también lo es la forma, el cómo se cuenta, el lugar, el ritmo, la exploración del lenguaje en ocasiones, y siempre tiene que producir un pellizco como apostillan tantos autores.

Has ganado algunos premios de poesía. ¿Crees que son necesarios los premios de​ poesía?

He ganado algunos premios, he quedado finalista en otros. No sé si son necesarios. Los premios deben ser necesarios porque existen, lo que resulta lamentable es que en ocasiones los premiados pertenezcan a un círculo endogámico. En ocasiones me quedo perpleja ante la poética de algunos autores encumbrados, y me pregunto, en dónde está la poesía. Yo misma he participado como miembro de un jurado y el criterio ha sido el de elegir la que considerábamos mejor obra, doy fe que así ha sido, en el II Premio de Noches Poéticas de Bilbao. Creo que esa debería ser la pauta fundamental, en mi opinión. Recientemente he quedado entre los 5 finalistas del Premio Reinaldo Arenas de Cuba entre más de 100 candidatos. Personalmente trato de conectarme con distintas formas de mirar en lo poético, por eso, en parte, prefiero la vía del concurso que, en teoría, al menos ofrece diversidad.

En mi caso han sido importantes los premios, pocos y modestos, en cuanto que han afianzado mi identidad poética, sirven para recibir un feedback del mundo. Lo que una hace resulta de interés o llega a personas que no tienen ninguna cultura poética, eso es algo que aprecio sobremanera. A mí me han servido también, para conectar con otros universos poéticos que me han enriquecido. En cualquier caso, el valor de la obra de un poeta, no creo que dependa de los premios que se le otorguen o no. Conozco poetas que ni siquiera pretenden publicar y son magníficos. Los premios sirven para visibilizar la obra de la persona que escribe.

¿Qué aspecto es el que más te gustaría que se recordara de tu obra poética?

Me gustaría que mi poética expresara la búsqueda de una suerte de libertad que sucede en el interior de quien explora la escritura.

Para terminar, ¿qué poetas actuales nos recomendarías?

Karmelo Iribarren, Antonio Medinilla, Laura Giordani, Alfonso Brezmes, Antonio Orihuela, Marina Aoiz, Francisco Javier Irazoki, David Trashumante, Ana Pérez Cañamares y Ramón Eder.

jueves, 29 de diciembre de 2016

CHARLANDO CON IAN SWEDLUND

Ian Swedlund practicando el surf. Imagen cedida por el músico.
Ian Swedlund nació en Nueva Zelanda, ha recorrido medio mundo con su violonchelo y su tabla de surf, y desde hace ya un buen puñado de años tiene su residencia en el País Vasco. Forma parte del grupo de profesores que componen la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Es, por tanto, músico de formación clásica,pero, por encima de todo, un amante de la música sin calificativos.

• Comencemos por los orígenes: ¿qué es lo que te llevó a la música?

¡Mis padres! Mi madre era pianista y profesora de música y a mi padre (científico) siempre le había encantado la música, pero nunca tuvo oportunidad de aprenderla. Así que los 4 hijos tuvimos clases de música desde joven …. Y 3 de los 4 salimos músicos de profesión …. Así que ellos dieron el empuje inicial, pero luego me enganché por mí mismo. Sin embargo, nunca quise ser músico. Tomé un año de estudios musicales como descanso después de terminar el colegio y tuve la "mala suerte" de estudiar con un chelista de una expresividad descomunal. Éste me dejó una espina que no me pude quitar. A los 19 años dejé mis estudios de ciencia (emocionalmente árida) para intentar lo de la música (un volcán de emociones).

• Dejando aparte que es tu manera de ganarte la vida, ¿qué significa para ti la música?

¡La música, en general, puede (incluso debe) ser pura magia! Pero también es filosofía, historia, literatura, emociones, un universo paralelo de sueños, una forma muy potente de sentir y comunicar las cosas más importantes. Y tocar un instrumento es un potente y complejo cóctel de actividad intelectual, física y emocional que no se encuentra en ningún otro campo.

• El arte nos aporta un conocimiento de la realidad desde un punto de vista diferente al de la especulación filosófica o al de la investigación realizada desde las ciencias naturales. ¿Cómo crees que ha contribuido la música al conocimiento?

Muchísimos grandes pensadores no solamente aprecian mucho la música, sino que en ella encuentran una fuente de inspiración. En general, la música nos provoca reflexión, enciende emociones, crea estados meditativos, rompe barreras. Einstein dijo que su teoría de la relatividad fue inspirada totalmente ¡por la música! Al ser la música normalmente un lenguaje sin palabras, es un lenguaje más potente, más universal, menos limitado que los que utilizan palabras.

• ¿Qué es lo que más valoras de la música?, ¿cuál es el aspecto, la característica que consideras esencial, insustituible?

La emotividad, la sinceridad, la comunicación de emociones y estados emocionales.

• De entre todas las manifestaciones artísticas, la música es la que más rápidamente nos puede transmitir emociones. ¿Crees que puede tener también la capacidad de hacernos un poco mejores, de mejorar el mundo? Y si es así, ¿cuáles serían en tu opinión los compositores que más han contribuido a esta tarea?

Por supuesto, ¡pero también puede hacer lo contrario muy eficazmente! Los Beatles eran pura iluminación, amor, cariño, humor y sinceridad. Los Rolling Stones, al contrario, salvajes, egoístas, duros. Y mira quién ha ganado. Los Stones siguen, mientras los Beatles fueron como una mariposa: de una increíble belleza pero de vida corta. La sociedad de hoy día es mayoritariamente de los Stones!
Fotografía cedida por Ian Swedlund.

La mayoría de los cantautores son pura intimidad y sinceridad: son poetas musicales que hacen que el mundo mejore; sin embargo, la mayoría de la música pop es más comercial (sobre todo la que procede de EEUU) es como Mcdonalds o Coca-Cola: es basura tanto a nivel musical como a nivel filosófico (los mensajes que transmite), llena de los equivalentes musicales del azúcar, la grasa mala y la sal para asegurar el éxito comercial. Esta música hace empeorar el mundo, animando los valores de egoísmo, materialismo, avidez, superficialidad, etc.


• Vamos a dejar las generalidades y adentrémonos en lo concreto. ¿Cómo son los ensayos en una orquesta sinfónica?, ¿qué es lo más estimulante y qué lo más aburrido?


Los ensayos son muchas veces horribles, sobre todo los primeros hasta que conocemos la pieza. Hay mucha frustración, mucho ruido, cero autonomía, y mucha gente intentando superar las diferentes dificultades, más la de tocar juntos. Lo más estimulante: la música (cuando es buena). Lo más aburrido: no suele haber sitio para el aburrimiento, hay demasiadas cosas que pasan tanto musicalmente como humanamente con 90 personas en el escenario. Lo peor de todo: los directores y gerentes cuando son chulos, agresivos, despectivos, inhumanos.

• Si pudieras elegir un director ahora mismo bajo cuya batuta tocar, ¿con quién te gustaría hacerlo?

La nueva generación de directores son normalmente mucho menos autoritarios que antes. Me gustan todos los directores sinceros, humanamente respetuosos y con algo emocional que comunicar por la música.

• ¿Qué obras o qué compositores son los que más te gusta interpretar y cuáles que no hayas tocado te gustaría hacerlo?

No hay regla, salvo que me gusta lo emocional. Todo compositor tiene sus obras maestras, pero también sus obras mediocres. La inspiración no siempre viene. Algunos momentos (incluso obras) de Bach y Brahms son demasiado académicos, pero otras veces son inmejorables. Mozart a veces es absoluta magia, otras veces es algo infantil. Schumann a veces es lo mejor que hay; en otros momentos, no tanto. Me encantan Shostakóvich, Vivaldi, Schubert, Beethoven, Schumann.... y tantos más en sus mejores momentos. En general, los compositores famosos lo son por buenas razones. Normalmente son genios, no solamente de la música, sino también de la sensibilidad, de la filosofía, del pensamiento. Los Beatles, Antonio Jobim (bossa nova) y muchos más del mundo de la música popular del siglo XX lo eran también. Poco importa que sea reggae, punk, folk..., o música clásica, cada estilo tiene sus mensajes musicales, su lenguaje humano y musical, su comentario sobre el mundo y sobre la sociedad. Cada estilo de música tiene sus compositores geniales y esa es la música que me gusta, la de los genios.

• Has participado con orquestas de diversos países. ¿Hay alguna diferencia cualitativa entre ellas?

Hoy día hay gente de muchos países diferentes en casi todas las orquestas. Esto hace que haya siempre menos diferencias regionales entre orquestas. Pero en cada músico individual se suele notar mucho la influencia de la sociedad en la que ha crecido y estudiado, tanto en cómo toca como en las relaciones humanas. Las orquestas son un laboratorio de mestizaje cultural.

• ¿Qué opinas de la música conceptual? ¿Podemos dar el nombre de música a una obra como 4'33" de Cage?

Yo creo que en la música contemporánea clásica hay muchas cosas que no se deberían de llamar "música". Puede que sean experimentos auditivos (o filosóficos) interesantes (para algunos) pero si no utilizan los recursos musicales de ritmo, melodía y armonía de una forma inteligible no sé si se la debe llamar "música". Eso no quiere decir que la música tenga necesariamente que ser "bonita". Tanto la música contemporánea clásica como la música rock utilizan sonidos deliberadamente feos. Es muy difícil decidir dónde ponemos la barrera después de la cual la fealdad llega a tal extremo que se cruza la frontera entre música y ruido.

La consagración de la primavera, de Stravinsky, anticipó la música punk y rock. Es una obra de genio, pero roza (y para mucha gente de entonces cruzó) esos límites. En mi opinión, desde mediados del siglo veinte, casi toda la música interesante compuesta viene del mundo de la música "popular". El 80% de lo que yo he tocado de la "música clásica" orquestal compuesta en este periodo me parece simplemente patético, pretencioso e incluso asqueroso. Creo que es un fenómeno que merece un estudio psiquiátrico de nuestras sociedades más que musical.

• Además de la música culta o clásica, ¿qué otras músicas te interesan?

Como he dicho antes, todo lo genial, da igual de qué estilo sea.

• La música clásica puede tener muchas virtudes, pero no pertenece al gran público. ¿Por qué? ¿Qué habría que hacer para que llegara más allá de donde llega?

Ninguna cosa realmente buena pertenece al gran público. Al gran público le gustan las grandes mediocridades: Benidorm, Mcdonalds, Coca-Cola, el dinero, ser vip, los coches de lujo, los cruceros, las vacaciones en la playa, las discotecas. Placeres instantáneos, fuertes y fáciles. Se puede hacer Mozart más popular poniendo una batería, ritmos de disco y un vídeo musical con chicas bailando en bañador. Que a uno le guste o no la música clásica es cuestión principalmente de dos cosas: la curiosidad intelectual y la educación musical. Si los niños no cantan y no tocan música, es casi imposible que de adultos, tengan cultura e interés musical.

Explicando, hablando, introduciendo las piezas con interesantes anécdotas sobre los compositores, la época o las circunstancias de la composición, se logra que incluso el público más inocente aprecie más y entienda mejor lo que luego va a escuchar.

• Para terminar, recomiéndanos un libro sobre música y una pieza musical.

El nuevo libro autobiográfico de James Rhodes, Instrumental: Memorias de música, medicina y locura. Y como piezas musicales: los Nocturnos para piano de Chopin, tocados por Arthur Rubinstein y su complemento, los valses tocados por Krystian Zimmerman. Estos dos repertorios de Chopin son como el yin y el yang.

Muchas gracias, Ian, por tu tiempo y tus palabras.

martes, 20 de diciembre de 2016

CARLES MESA ENTREVISTA A CARLOS TAIBO

Carlos Taibo es un conocido profesor de Ciencias Políticas de la UAM para quienes han estado atentos a los movimientos sociales que la crisis económica y política ha removido. Sabida es su postura ante el sistema en que vivimos y más conocida aún la frase con la que a veces se suelen encabezar las entrevistas que le hacen, La globalización avanza hacia un caos que escapa a todo control, citada, incluso, en Wikipedia.

Ensayista prolífico —medio centenar de títulos le avalan—, participó en el movimiento 15M. Sus convicciones ideológicas y la posición política que mantiene con respecto al sistema económico y la democracia liberal han contribuido a que sus intervenciones en los medios de comunicación mayoritarios sean muy escasas. El final de la entrevista con Carles Mesa —muy buena— en el programa Gente despierta lo hace patente.

En fin, aquí os dejo el mejor comentario del libro que publicó el profesor Taibo hace unos meses, su propia entrevista —29/11/2016—.

miércoles, 9 de marzo de 2016

CHARLANDO CON JUAN GARAYAR sobre fundamentos del Derecho

Juan Garayar ha sido Director de Desarrollo Industrial del Gobierno Vasco, es abogado, novelista —La estrategia de la sardinay, por encima de todo, una persona amable que se presta de manera generosa a responder públicamente las cuestiones que le hice llegar por correo electrónico. 

Él mismo, incluso, me ofrece su propia y modesta presentación en este Aviso a los lectores: Soy un abogado tardío, que primero viví “los conflictos sociales: cárcel, sindicalismo…” y luego estudié Derecho intentando encontrar respuestas y soluciones a los mismos. Me hice abogado con 38 años. Quizás por eso mismo, mi visión del Derecho está más ligada a la negociación, los pactos, a dar solución a los conflictos, en particular laborales y de empresas en crisis, y menos a pleitos. De hecho, no piso los Juzgados, no me sé los Códigos y solo voy a pleito “cuando no hay más remedio”. Advertido queda.

¿Qué es y para qué nos sirve el Derecho?

El Derecho puede entenderse como la compilación del esfuerzo de los humanos por regular mediante principios, sistemas y normas, sus conductas, su convivencia, su organización, sus poderes, sus conflictos y sus litigios, plasmada a lo largo de la Historia en Leyes, Códigos, Constituciones, Reglamentos mediante la labor de Instituciones con capacidad de legislar y de crear órganos y procedimientos especializados de control y sanción legal.  

El Derecho sirve para regular mediante normas objetivas las conductas, los poderes, los conflictos entre los hombres; sirve para juzgar y sancionar hechos; y sirve para aplicar procedimientos de arbitrar y mediar, aceptando que cada persona, cada grupo, puede tener derechos e intereses distintos, pero que pueden resolverse mediante la Ley y no mediante la guerra, mediante la sanción legal y no mediante la venganza de la víctima. 

¿En qué medida podemos hablar con propiedad de Ciencia del Derecho?

Se habla de Ciencia del Derecho, al igual que se habla de la Ciencia de la Historia o de la Filosofía, no como si fuera una ciencia matemática o física, sino como Ciencia Social, con su propia historia, sus técnicas, sus análisis comparados, sus procedimientos y sus principios reguladores.

¿Podría existir una sociedad sin Derecho?

No. Por la misma razón que no cabe una sociedad sin Historia, o sin Lenguaje. Pues no cabe concebir una sociedad sin normas o principios que regulen las relaciones entre sus individuos, sus familias, grupos y poderes, y que no discierna entre los comportamientos beneficiosos: el matrimonio, el trabajo…, y los perversos: el incesto, el robo…, y entre los actos positivos: el amor filial, la paz social, y los dañinos: el asesinato…, y que carezca de norma, regla o criterio de control y sanción de los mismos.

Otra cosa es el Derecho entendido como Ley escrita, que es tardío, lo mismo que primero fue la literatura oral y luego la escrita. O diferenciar el Derecho Natural, basado en principios filosóficos, y el Derecho Positivo, con normas escritas, con Leyes objetivas.

¿Qué diferencia hay entre legal y legítimo?

  • LEGAL: conforme a lo que establece una Ley
  • LEGITIMO: que alguien, persona o institución, tiene capacidad, competencia y derecho a actuar en algo, conforme a la ley. 

En el lenguaje común pueden ser sinónimos: acto ilegal, mujer legítima…, aunque apuntan a dos temas distintos: Legalidad y Legitimidad.
Ejemplo simple: un árbitro de futbol está legitimado para sacar una tarjeta a un jugador que da una patada a otro, y aplicarle una sanción de expulsión del campo por esa falta, conforme a las normas de ese deporte contra las agresiones, pero no lo está para matarlo, esto no sería legal. Tampoco puede entrar en la clase de su hijo y, al ver que otro niño le da una patada, decidir él mismo la expulsión del agresor. No puede hacerlo incluso si ese comportamiento concreto es sancionable así conforme a la Normativa Escolar, pues él no está legitimado para aplicar esa sanción. Puede denunciar el hecho, pero son los órganos de la Escuela los únicos legitimados para decidir la sanción. Solo así la sanción será legal y legitima, las dos cosas.

Weber distinguía tres formas de legitimación del poder: la basada en el poder carismático, en el poder de la tradición y en el poder de lo legal-racional. ¿Ha asumido el poder político que deberíamos transitar por el de la autoridad basada en el marco legal-racional?

En las llamadas Democracias sí, pues el poder nace de la legitimidad que da el voto legal de los ciudadanos y se debe ejercer conforme a las leyes. Y si no se respeta la Ley, el poderoso puede ser juzgado y sancionado… ejemplo hispano: Rato, Bárcenas…. En las jerarquías tradicionales y en las dictaduras, no. Éstas se fundamentan y basan en tradiciones y libros sagrados, o en principios superiores que solo el líder puede interpretar y aplicar a su antojo… hasta ser depuesto o sustituido por otro.

A una parte de la población no le parece evidente la relación entre Justicia y Derecho ¿Cuál es el problema?

Por principio, ambas están relacionadas, pero realmente son dos cosas distintas y, a veces, eso puede generar confusión. 
Ejemplos: cuando se dice “hay que hacer justicia aplicando la Ley, y no tomándose la justicia por su mano”, todos entendemos que si alguien me atropella, no debo pegarle dos tiros, sino denunciarlo para que lo detengan, lo juzguen y le condenen, porque “es la Ley la que hace justicia”. Pero hay muchas Leyes que pueden no ser justas: ¿es justo que en muchos países sus leyes no acepten el Divorcio, o el Matrimonio Homosexual, o la igualdad Hombre-Mujer, o el voto femenino…, o que esté legalizada la Esclavitud, el Appartheid, la Poligamia, la pena de muerte, la lapidación de la mujer adúltera, la ablación del clítoris a las niñas, la mutilación de las manos al ladrón…, o que no haya Libertad Religiosa, o Política, o de pensamiento…, o que se prohíba una lengua, un libro, una canción…, o que la Herencia favorezca el Mayorazgo… etc. etc.?

Iusnaturalismo, positivismo jurídico. ¿Qué está en juego detrás de esos términos?

Se trata de conceptos de la Ciencia del Derecho para distinguir entre los llamados “Derechos Naturales” y el “Derecho positivo regulado en las Leyes”, dos conceptos que parecería que deberían ser lo mismo, pero no es así. 

Derechos Naturales son los que descansan en algunos principios filosóficos de valor general, por ej. “todos los hombres son iguales ante la Ley”, pero a lo largo de la Historia se consideró Derecho Natural a cosas como el derecho a tener esclavos, el derecho del hombre sobre la mujer, el derecho a ajusticiar al blasfemo o al hereje, el derecho a la guerra santa…, dependiendo de la cultura, las ideologías y la religión de cada sociedad. Solo con el auge del racionalismo, el laicismo, la filosofía humanista y la ciencia se han ido acotando una serie de derechos naturales “universales” como la igualdad de todos los hombres y mujeres independientemente de su sexo, raza, tribu, nación o riqueza… 

Con todo, no se debe olvidar que, hace apenas 70 años se implantó en el muy culto país de Kant, Goethe y Beethoven el supuesto “Derecho Natural” de la Raza Aria a dominar a las demás y a acabar con los judíos. Igualmente, hubo teóricos que viendo el comportamiento del rey de la selva, el león, que, al emparejarse con una leona, empieza por matar a los cachorros de la camada anterior para que solo quede la suya, consideraron que los aspirantes a reyes tenían el mismo “derecho natural” a matar a los demás hermanos e hijos, para asegurar el reinado de su propia estirpe.

El Derecho Positivo tendría que asentarse en los Derechos Naturales Universales, pero el ejemplo nazi basta como botón de muestra de que no es oro…

¿Derechos individuales o derechos colectivos? 

Los dos. ¿Por qué esa “o”? Se debe cambiar la o por la “y”.
Ejemplo laboral sencillo: yo tengo Derecho Individual al salario y a que no me traten como a un esclavo y a que, por ej, no me corten la mano por haber hecho mal una pieza. Pero tengo, como todos los trabajadores, una norma reguladora sobre qué salario me corresponde, y qué derechos laborales tengo: vacaciones, permisos, pluses, sanciones tipificadas y no denigratorias…

Si solo pedimos derechos Individuales acabaremos en la Ley del más fuerte, en la selva del todos contra todos. Si solo colectivos, se acaba en la dictadura.

¿Puede ser la Carta de los DDHH una aspiración universal o está condenada al fracaso?

Debe serlo. Y, si no la hubiera, habría que reinventarla. Precisamente, una de sus funciones es la de servir de faro y de contraste para ver dónde no se respeta… El que se vulnere la Carta de DDHH no es el fracaso de la carta, es el fracaso de los que se comportan contra ella, y, ante éstos, ella es el mejor espejo y referente. Al igual que no decimos, porque siga habiendo asesinatos, que estos condenan al fracaso la Ley contra el asesinato; al contrario, eso resalta su importancia.

Vivimos en medio de una crisis y, así como se tambalean algunos principios económicos y políticos, se ponen en cuestión los fundamentos del Derecho. ¿Hasta qué punto es esta una posición razonable y qué consecuencias puede tener?

Sí, vivimos en medio de una crisis; y en toda crisis, en la que el marco legal y las normas establecidas no logran dar respuesta a los nuevos problemas que surgen, es lógico poner en cuestión los viejos principios y buscar nuevas normas que sirvan mejor para darles respuestas. Es inevitable. 

Otra cosa es que la salida a la crisis tiene siempre varias puertas. Eso es fácil verlo en experiencias del pasado: en los años 30, ante la crisis de 1929, HITLER vio la solución a la crisis en Alemania apostando por el nazismo, la expansión militar y la economía y la política de guerra. STALIN la vio reforzando la dictadura del Partido Único, la represión a los disidentes y la colectivización forzosa. Y, frente a ellos, nos es fácil defender la política keynesiana de un Roosevelt que huyó de una fórmula y de la otra y desarrolló una política socialdemócrata, que sería la guía en la Europa de postguerra, consolidando la llamada “economía social”: empresa, trabajo y derecho, base del mayor desarrollo económico y social en Occidente. 

Hoy existe el mismo reto y el mismo dilema, y vuelve a ver quienes ponen a la Política, de derechas o de izquierdas, por encima del Derecho y la economía social –digamos Maduro, en Venezuela, o Putin en Rusia-, quienes ponen al Poder Financiero –digamos los candidatos republicanos, como Cruz o Trump, en USA-, y quienes ponen a la Guerra –digamos Corea del Norte, Siria, Bush…-. Lo que no se ve nada claro es dónde está hoy la respuesta correcta, por decirlo irónicamente, ¿dónde está hoy Willy… digo Roosevelt? En esto, en España, la propia izquierda está muy dividida.

Da la impresión de que la sociedad en general se encuentra muy alejada del mundo del Derecho y de sus prácticas. Parece que lo percibe como algo de lo que hay que desconfiar y, además, lo asocia al ejercicio del poder. ¿Estoy equivocado? Y si no es así, ¿qué habría que hacer para reconducir la situación?

No coincido con esa impresión, aunque el tema es complejo. 

El más tonto del pueblo reclama hoy sus derechos ante el patrón, ante el banco, ante la policía, ante sus padres, ante sus hijos, ante su pareja, ante la Comunidad de Vecinos o la Escuela… Y el más desconfiado se alegra de que detengan al corrupto, al asesino, al ladrón, al estafador y pide que “les den su merecido”… Vivimos inmersos en el mundo y en las prácticas del Derecho.

Otra cosa es que en la cultura actual, a la vez individualista y gregaria, cada individuo se considere él “con derecho a todo” pero desprecie el  derecho de los demás; o que lo que éste considera un “penalti injusto a mi equipo”, el l contrario lo ve como “el penalti más justo del mundo”. O que, ya en relación con el Poder, exijamos poder CONTRA los demás, pero no poder SOBRE nosotros mismos; denunciemos la Corrupción de los otros, pero entendamos la nuestra y la de los nuestros; e incluso que, conociendo la relación entre Poder Político, Poder Económico y Justicia, y que a menudo vemos que “no se castiga a los poderosos”, ésa sea una excusa perfecta para defender que yo “puedo hacer lo que se me pone: robo porque roban todos, le pego a mi novia porque todos lo hacen, mato a mi mujer con toda razón, porque me ha dejado y se ha ido con otro; o lo ha matado porque era un facha antivasco y él es un guerrillero de la ETA, o porque era un rojo antiespañol y yo soy un patriota del GAL; o por ser un caricaturista de Charlie H., que atacaba al profeta y yo soy un cruzado…”… etc., etc.

Frente a este subjetivismo atroz, y frente a los abusos de los poderosos y de los fundamentalistas de todo color, no queda otra sino seguir defendiendo contra viento y marea la primacía de la Ley y la defensa de la Carta de DDHH, y una filosofía humanista que defienda el imperio de las leyes sobre todos por igual.

sábado, 6 de febrero de 2016

CONVERSANDO CON VERÓNICA ARANDA

Hace unos días me puse en contacto con Verónica Aranda con la intención de pasarle un cuestionario cuyas respuestas pudieran acercarnos mejor al conocimiento de la escritora. Ella, muy amable, no solamente se prestó al juego de las preguntas y respuestas, sino que se ofreció para cualquier otra información que necesitáramos. Aquí está el resultado:

¿Cómo y por qué empezaste a escribir poesía? ¿Qué es lo que te llevo a la poesía?


Estudié solfeo, piano y clarinete en el colegio, pero en la adolescencia, sentí que con la música no conseguía expresar todo lo que tenía dentro. Me puse a hojear libros de poesía que tenían mis padres, a leer a Bécquer, Lorca, Rafael de León, Cernuda y a los 14 años empecé a escribir mis primeros poemas, sentí ese impulso interior y me di cuenta que era la mejor forma en la que podía comunicar lo que no era capaz de nombrar con el lenguaje corriente. Estaba a gusto en esa introspección, en esa búsqueda.

¿Qué poetas, qué escuelas, qué lecturas o vivencias son los que más te han influido?

En mis comienzos, me influyó muchísimo Lorca, su “Romancero gitano” marcó para mí un antes y un después, y también la generación del 27, Neruda, San Juan de la Cruz. A los 18 me deslumbraron la poesía árabe, Kavafis y Fernando Pessoa (soy una lectora voraz de literatura portuguesa y también la traduzco). Y otro descubrimiento que me transformó, que fue una revelación, es el haiku, al que llegué por un libro de Basho. Y en cuanto a  lecturas me han influido especialmente: “El libro del frío” de Antonio Gamoneda, “Las flores del mal” de Baudelaire,  “Dignum est” de Odysseas Elytis o “Aquí” de Szymborska.  Por otro lado, vivir en la India transformó mi manera de escribir.   

¿Cuál es tu poética? ¿Cómo concibes la poesía? ¿Qué es lo que más te interesa de ella?

No me adscribo a ningún movimiento concreto. Concibo la poesía como un territorio de libertad, un espacio conciso donde cada palabra tiene sentido en sí misma. Lo que más me interesa de la poesía es su capacidad para renombrar las cosas y su profunda estética. 

¿Cuáles son tus temas preferidos, tus obsesiones poéticas, si es que las tienes?

Mis obsesiones poéticas son los viajes, el contacto con otras culturas, el paso del tiempo, revivir la plenitud de un instante a través de la escritura. Y cuando escribo haikus, la naturaleza, sin duda. 

¿Tienes algún método de escritura, te dejas llevar por ese primer verso que ofrecen "los dioses", trabajas sobre un tema previo...?

No soy muy metódica a la hora de escribir, pero lo de un primer verso como punto de partida que tira del resto del poema, me suele funcionar. Otras veces, lo primero que me viene es el último verso. Cuando ya tengo varios poemas en torno a un tema y veo que podrían formar parte de un poemario, que tienen una coherencia unitaria, entonces me ayuda trabajar en torno a un tema. 

¿Qué importancia tiene la forma en tus creaciones?

Tiene mucha importancia. Escribo en verso blanco con métrica (endecasílabos, heptasílabos, alejandrinos, eneasílabos). No entiendo la poesía sin musicalidad, y la métrica y el ritmo interno incrementan las posibilidades expresivas del poema. 

¿Hasta qué punto crees que la poesía es una forma de conocimiento?

Heidegger consideraba la poesía como la única epistemología capaz de captar la esencia del ser. La metáfora supera muchas veces al concepto como instrumento  de captación de la condición humana.

Has ganado unos cuantos premios de poesía. ¿Crees que son necesarios los premios para alguien que empieza a escribir poesía?

Gracias a los premios pude publicar mis primeros libros de poesía. Por tanto, ayudan y dan impulso en los comienzos literarios, además de difusión por el nombre del premio (en mi caso con el accésit del Adonáis) o por la editorial que lo publica, como me pasó con mi segundo libro, “Tatuaje” que gracias al premio Antonio Carvajal de poesía joven salió publicado en Hiperión. 

¿Qué compartes, si es que compartes algo, con la poesía de tu generación?

La poesía social, que también está presente en mi obra, el compromiso. Somos hijos de nuestro tiempo.

¿Qué aspecto es el que más te gustaría que se recordara de tu obra poética?

-Mi aportación al subgénero de la “poesía de viajes”.


Y para cerrar esta entrada, Aute y su experiencia de tan emblemático café:



jueves, 5 de febrero de 2015

ELI TOLARETXIPI

Quien pasa por aquí sabe que este espacio nació como una herramienta de apoyo a las tertulias que mensualmente llevamos a cabo en la biblioteca. Con esa intención, siempre que puedo, me pongo en contacto con los poetas para recabar de ellos permisos, colaboración y/o información. En el mes de mayo disfrutaremos de la obra de la poeta donostiarra. Con ese motivo le hice llegar un cuestionario. Pero ella hizo algo más que contestar a las preguntas. Unió todas las respuestas y construyó un texto que puede funcionar muy bien como carta de presentación a su mundo creativo.


Gracias, Eli, por tu amabilidad y tu trabajo.


Me atrae de la poesía el hecho de que dice las cosas al sesgo, de modo comprimido; que exprime la realidad y que a la vez se imprime en ella; que habla desde otro lado y abre puertas hacia otros lados. No es la creación de otros mundos fantásticos, etc., sino que parte de este mismo mundo que todos compartimos, y lo transforma.

Empecé a escribir poesía en el colegio. Estudié en el Liceo Santo Tomás de San Sebastián. Teníamos que leer la literatura contemporánea vasca, la española que estaba en el programa de EGB y Bachillerato en los años setenta; también literatura europea. Era fantástico. Y tuve dos profesores buenísimos, Ander Otermin y Amaia Berasategi. A mí, en principio, me atrajeron JA Artze y el Lorca de Poeta en Nueva York, tal vez porque siempre te atrae lo raro, lo incómodo, lo que no entiendes muy bien, lo que se sale de los cauces, lo osado, lo que te dice algo nuevo. Y eso, de un cierto modo, me llevó a la traducción. El primer libro que compré en inglés, a los dieciséis años, fue un volumen de bolsillo con las obras completas de EA Poe y empecé a traducirlo para entenderlo. De esa experiencia salió Edgar, lo último que he publicado. La traducción de poesía la he vivido como si interpretara una música que no es mía. Como un músico que se sienta al piano y lee la partitura y la toca; con esa distancia; pero, inevitablemente, esas piezas te impregnan. Traducir a Sylvia Plath me llenaba de tristeza; mientras traducía poemas de Tess Gallagher notaba que lo que yo escribía era mucho más narrativo. Me pasó durante Los Lazos y El Especulador. Cuando traduje el “Iceberg Imaginario” de Elizabeth Bishop, al terminar, noté que me estaba quedando helada y era agosto. Se produce una especie de posesión cuando traduces a alguien que te gusta; no es fácil de explicar; suele ser de una intuición inconsciente. También la traducción puede ser un ejercicio en épocas en las que no puedes elaborar nada original.


Proceso de creación
Tengo la costumbre de pensar los poemas como elementos para formar un libro. A veces se impone el concepto antes que los poemas. Otras veces son los poemas los que van saliendo y necesitan una “caja”, que es el libro; a veces es un título lo que los contiene. Otras veces vienen en series que tengo que numerar para no perderme. Así surgió el libro Los Lazos del número; tuve que construir la estructura a partir del número tres como una forma de contener los poemas, un andamio para que no se cayeran. Los materiales de construcción de los poemas son la vida, las lecturas, los sueños. Hay una gran imaginería onírica, que no considero irracional, sino que trata de buscar su lógica dentro del poema, dentro de mi vida, y casi nada de lo que aparece en los poemas es arbitrario. En los objetos, en lo matérico, están el tiempo, el espacio y la luz. La poesía es también un método de percepción y de buscar el lenguaje para articular todo eso. Y podría decir que sí, que la poesía es un modo de conocimiento; un lugar desde donde poder entender la vida. En mis poemas a veces aparecen sujetos que ya no están, pero con los que pasa algo; errores, ajustes entre el presente y el pasado. En el poema se da un tiempo simultáneo, que es presente mientras el poema se va haciendo y se proyecta hacia el futuro cuando está en manos del lector. A propósito del lector, casi nunca pienso en un lector ideal mientras escribo; tengo en cuenta a poetas o escritores que me han inspirado y los cito; quiero creer que estoy aportando algo a quien me lee, sea quien sea, algo que, de alguna manera, da pistas o incomoda o hiere o, alguna vez, conforta, y desearía que siempre me leyeran sin prejuicios. Quisiera creer que el lector es ágil y flexible, y que puede llegar a sus propias conclusiones.

En algunos poemas he hecho referencia al estado de ánimo. Hay poemas en los que no pasa sino eso; tal vez sea melancolía, que es un tema que siempre me ha interesado mucho. Es un humor como acuoso que ciertos días moja todo lo que ves. También la violencia. El ser humano tiene un lado oscuro y oculto, inconfesable, pero en los poemas no sale todo eso. En efecto, los poemas son piezas elaboradas, deliberadamente abiertas, aunque parezcan cerradas, y en algunos poemas sólo se da eso, una impresión. Mi trabajo es mi manera de ofrecerle algo al mundo, y el lector es libre de hacerse la imagen que quiera del poeta.

Lecturas
Las poetas en habla inglesa, desde Emily Dickinson. Adrienne Rich fue un gran descubrimiento y ella me llevó a otras poetas como Elizabeth Bishop, Denise Levertov, Margaret Atwood o Tess Gallagher o Theodore Roethke. Pero también me gustan la narrativa corta y los escritores más marginales como Antonio di Benedetto, Elvira Orphée, Hebe Uhart o Silvina Ocampo.

Asistí este otoño en Madrid, en Función Lenguaje (Centro de Literatura Aplicada) a un seminario organizado por los poetas Olvido García Valdés, Miguel Casado, Pedro Provencio y Antonio Ortega. Nos juntamos varias personas. Había algunos poetas muy jóvenes. Analizamos a Antonio Gamoneda, Lorenzo García Vega, José-Miguel Ullán y Eduardo Milán. Estoy leyendo y releyendo sus trabajos. Por otro lado, también estoy leyendo a Anne Carson, a la poeta danesa Inger Christensen y lo último de Menchu Gutiérrez y de Sonia Scarabelli, una poeta argentina. 

Por último, un hermoso audio de Sorkunde Idigoras con el poema Subconsciente


domingo, 11 de enero de 2015

ENTREVISTA CON MAIALEN SISTIAGA, bióloga

Inicio hoy lo que espero que sea una larga serie de entrevistas con personas cualificadas en distintos campos del conocimiento. Serán entrevistas breves y con la intención de que sirvan para alimentar la curiosidad de quien las lea, de tal forma que puedan estimular el deseo de saber más cosas sobre el campo del que se habla.

Para inaugurar la serie he contado con la amabilidad Maialen Sistiaga, doctora en Biología y colaboradora en el grupo de investigación de Genómica y Sanidad Animal desde 2007. A pesar de su juventud, tiene una larga experiencia investigadora. Durante los últimos cursos ha impartido la asignatura de Antropogenética en la Facultad de Biología de la UPV y posee una larga lista de contribuciones en congresos y diversas publicaciones en revistas especializadas.


-¿Qué es la vida?

La definición clásica de vida implica nacer, reproducirse y morir pero hay varios organismos que sin lugar a dudas están vivos y no cumplen con alguno o varios de esos requisitos. La mayoría de los parásitos, por ejemplo, la planta muérdago, no son capaces de reproducirse por sí solos y requieren de otro organismo para poder hacerlo.

Desde hace años los científicos han estado buscando la “molécula de la vida”. Empédocles (c.490 c.435 a. C.) fue uno de los mayores y más completos sabios de todos los tiempos y desarrolló la teoría de los cuatro elementos. Él planteó que no existía en absoluto una sustancia fundamental única, sino cuatro elementos: tierra, fuego, aire y agua que, mezclados en la debida proporción, conformaban todas las cosas del mundo, incluidos los seres vivos. Hoy en día, la mayoría de los científicos están de acuerdo en que la “molécula de la vida” es el ácido desoxirribonucleico o ADN, descrito en 1951 por Rosalind Franklin. Por lo tanto, todo ser vivo ha de contener en el núcleo de sus células ADN.

Aún y todo, existen varios tipos de organismos clasificados como “al límite de la vida” por no tener ADN y sin embargo, son capaces de nacer, reproducirse y morir. Entre ellos están los virus (algunos de ellos con ácido ribonucleico o ARN en vez de ADN) y priones (proteínas responsables de ciertas enfermedades como la de las vacas locas).

-¿Qué une y qué separa a la Biología del resto de las ciencias experimentales?

La ciencia experimental se ocupa del estudio del todo lo que pueda ser detectado o medido a partir de la experimentación y por lo tanto, permite la comprobación y la demostración  de un fenómeno determinado. La biología está estrechamente relacionada con la química, la física y la geología, entre otras ciencias experimentales. “La molécula de la vida” o ADN que mencionaba anteriormente, no es más que pura química: está formada por un azúcar (la desoxirribosa), una base nitrogenada (que puede ser adenina, timina, citosina o guanina) y un grupo fosfato. En todos los procesos biológicos existen transferencias, almacenamiento y movimientos no-espontáneos de la energía; por esta razón, la Biología se relaciona estrechamente con la Física. Además, la transferencia de la energía, su almacenamiento y su manipulación en los seres vivientes depende de sustancias y reacciones químicas. 

-¿Cuál crees que es en este momento el mayor reto que tiene planteada la Biología?

En la biología está la clave para la cura de muchas enfermedades y problemas derivados de la economía como podría ser la desnutrición en países desfavorecidos, mediante la creación de cultivos más resistentes a sequías. Mediante la biología sería también posible la recuperación de especies al borde de la extinción o especies que ya han sido extinguidas, como el mamut, aunque el uso de la clonación es hoy en día éticamente dudoso.

-Cuando dominemos la célula en toda su complejidad, ¿llegaremos a dominar la vida?

Al estar la biología también influenciada por la física, la química, la geología… dudo que a pesar de dominar la célula lleguemos a ser capaces de dominar la vida en su totalidad. Tendríamos que ser capaces también de dominar los distintos procesos metabólicos que condicionan las funciones de la célula y éstos son tan diversos que no creo que se lleguen a controlar.

-Amparada por la Física y la Química, el desarrollo de la Biología en los últimos 70 años ha sido el más espectacular de todas las ciencias. ¿Dónde está el límite?

El descubrimiento de la molécula de ADN y los diferentes procesos que la condicionan han revolucionado el ámbito de la biología. Ésta molécula nos ha permitido de alguna manera “descifrar la vida” y cambios en su estructura son muchas veces causantes directos de enfermedades como el cáncer. De todas formas, cada molécula de ADN está en su totalidad influenciada por el ambiente y es por ello que aunque las células del hígado y del corazón de un mismo ser vivo contengan el mismo material genético, no se comportan de igual manera. Por lo tanto, en mi opinión, el límite es infinito porque no se trata sólo de la molécula que nos compone a todos los seres vivos, sino de cómo se comporta ésta frente a diferentes cambios ambientales.

-¿Hay que poner límites éticos a la investigación científica? Y si es así, ¿dónde y a quién le debe corresponder ponerlos?

Sin ninguna duda, sí. El problema hoy en día es que la mayoría de los límites los pone la economía. Interesa más investigar sobre la obesidad que sobre la desnutrición, porque ésta última no genera ingresos. El uso de transgénicos y la clonación de seres vivos son dos de las principales cuestiones que tienen que ser reguladas gubernamentalmente debido a que sus consecuencias no son claras.

-¿Crees que este siglo en el que estamos verá la curación de los cánceres en sus diferentes modalidades?


Ojala me equivoque pero lamentablemente no lo creo. La mayoría de los cánceres están clasificados dentro del grupo de enfermedades multifactoriales o poligénicas, es decir, que son producidas por la combinación de múltiples factores ambientales y mutaciones en varios genes, generalmente de diferentes cromosomas. Cuando el causante de la enfermedad es un único factor, por ejemplo un virus, es más fácil combatirlo porque se trata únicamente de eliminar a éste del organismo. Sin embargo, en las enfermedades multifactoriales, hay varios factores que generan la enfermedad e identificar todos ellos resulta bastante difícil.

-Para terminar, ¿algún libro de divulgación que te parezca recomendable y asequible?

El gen egoísta, de R. Dawkins, y cualquiera de los de Punset.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

ENTREVISTA DE PUNSET A PETER ATKINS

Hace cosa de un mes, cuando estaba enredado en la lectura del libro Indagaciones de un científico..., me encontré en el blog de filosofía para alumnos de bachillerato, La criada tracia, con la entrevista que ahora copio aquí. Se me olvidó, cuando coloqué el comentario, dejar un enlace y, ahora que me he acordado, os dejo la entrevista completa. Aquí la tenéis. Espero que os resulte interesante.


Eduard Punset: El anticuario Anton Francesco Gori, corrígeme si me equivoco, fue en 1737 al cementerio... ¿o a dónde?
Peter Atkins: Creo que era cuando movieron el cuerpo, en una época menos higiénica...
Punset: Es cuando movieron el cuerpo de Galileo...
Atkins: Era una época menos higiénica...
Punset: Que le cortó el dedo medio, me imagino que con ira: ¿protestando de qué?
Atkins: Creo que lo que quería era un recuerdo, un souvenir. Creo que en ese momento existía un culto hacia Galileo, y él simplemente quería tener un recuerdo. Es muy irónico que alguien que se opuso a la iglesia – como Galileo – acabe dando la única reliquia auténtica que existe.
Punset: Vamos a examinar a varios científicos que han sido tratados de forma injusta. Galileo, por supuesto, incluso cuando estaba vivo. Max Planck ...
Atkins: Max Planck es un ejemplo de alguien que tenía dudas acerca de sí mismo, de manera que no sólo tenía que luchar con el mundo exterior y con otros científicos, sino también contra si mismo. Tenía que autoconvencerse de que no estaba equivocado. Se había educado en la física clásica, de la más clásica, y sin embargo tuvo que ir en contra de lo que él sabía, que era la esencia de la física clásica, diciendo que la energía no era como un río, sino como una colección de cubos de agua.
Punset: Quantums.
Atkins: Sí, quantums de energía; y esto era tan ajeno a lo que él había estudiado, que le hizo dudar de sí mismo, y en realidad se pasó el resto de su vida intentando demostrar que estaba equivocado.
Punset: Es increíble; pero otra... —estoy pensando en aquellos otros a los que haces referencia en tu libro El Dedo de Galileo era Rosalin Franklin, y ella sí que tuvo que luchar contra sus jefes ¿no? Y de alguna manera le hicieron trampas.
Atkins: Sí, esa era una época difícil, y nos gusta pensar que entonces eran diferentes a como somos ahora. Pero era una mujer en un entorno de hombres ...
Punset: El diseño cristalográfico – o imagen - de la molécula, que recuerda la de la doble hélice, en realidad fue su contribución.
Atkins: Sí, sus datos fueron la contribución que hizo que Watson y Crick, en cuanto la vieron, supieran con certeza lo que tenían que hacer. Sabían que la molécula de ADN era una doble hélice, pero sin haber contado con esos datos se les podría haber criticado el estar haciendo un trabajo de pura intuición. Desde luego, buena parte de su trabajo era intuitivo, pero esto es cierto de buena parte del trabajo de los mejores científicos.
Punset: ¿Sería injusto decir que la religión ha sido un obstáculo para el progreso científico o para el cambio de mentalidad necesario para ...?
Atkins: Creo que lo único bueno que ha hecho la religión en la esfera intelectual fue al principio, en sus inicios, cuando animaba a tener un espíritu inquieto. Las respuestas que se ofrecieron, que todo era debido a un acto de un Dios aquí y de otro Dios allá, de las religiones primitivas, eran un signo de que la humanidad se estaba agrupando para poder entender el mundo que la rodeaba. Pero entonces, por supuesto, en sus manifestaciones posteriores y en la actualidad, las religiones son completamente ajenas a todo el progreso de la ciencia; porque los científicos estamos buscando explicaciones que podamos comprender, que sean de acceso público, mientras que las explicaciones religiosas son algo en relación a una aclaración que sucederá cuando se esté muerto. Nosotros los científicos buscamos explicaciones que sean claras antes de estar muertos.
Punset: Eres muy duro —bueno, muy preciso— en tu..., yo no diría queja, sino reflexión sobre la religión. Te cito: “la religión discute los temas difíciles con guerras, terror y coerción, y construye una red de ideas en conflicto, que esconden la ignorancia bajo un manto de palabras grandilocuentes y vacías”. Es duro ¿eh?
Atkins: Creo que capta perfectamente la esencia de la religión. No le quitaría ni una palabra a esto. Creo que la religión es una corrupción de la inteligencia. Y creo que, como se basa en la autoridad, no tiene ninguna base y se utiliza para coaccionar. Es privada, es interna y se entiende por el sentimiento. Y porque es irracional, es una base para que haya conflictos.
Punset: Creo que fue Newton quien dijo “me gustaría conocer los mecanismos por los cuales la percepción del mundo y del universo se transforma a sí misma en la gloria de los colores”. Probablemente estaba pensando en cómo demonios...
Atkins: Es increíble... Quiero decir: esto es lo que la gente dice que se limita a hacer la ciencia: explicar las experiencias sensoriales, externas... pero creo que esto sencillamente, no es cierto. Hoy en día conocemos todos los pasos, desde el momento en que la luz llega a la retina hasta la propagación del impulso nervioso hasta el cerebro. Lo que sucede en el cerebro es un misterio, pero estamos empezando a conocerlo.
Punset: De manera que según tú podemos decir que nada está fuera del dominio de la ciencia, a excepción de una pregunta equivocada, o mal planteada, como por ejemplo: ¿hay algún motivo en el universo?
Atkins: Eso es, son preguntas disparatadas, que están fuera de la ciencia.
Punset: ¿Por qué son preguntas disparatadas?
Atkins: Porque son inventos, como si yo ahora dijera que hay 15 planetas y 15 lunas alrededor de Marte. ¿Por qué hay que decir esto? ¿Por qué hay que hacerle perder el tiempo a la gente diciendo esto e intentar que lo resuelvan? Es lo mismo que preguntar cuál es la razón del universo o del mundo, es un pregunta estúpida. A la gente le gusta tener una explicación, un motivo, porque éste motivo puede aliviar el dolor que se va recogiendo a lo largo de la vida, pero eso no quiere decir que realmente haya un motivo.
Punset: Es difícil ver alguna compatibilidad entre la ciencia y la religión. Pero, ¿y el método científico? Quiero decir: ¿es eterno como la iglesia?
Atkins: Creo que está cambiando. Y sospecho que tiene que cambiar...
Punset: ¿Hay algo nuevo?
Atkins: Sí, ahora lo explico. Creo que el cambio más importante en la forma... de la ciencia griega a la ciencia moderna, es el papel del experimento: todo tiene que haber estado testado con experiencias externas, bajo condiciones controladas. Es decir, el hacer experimentos que se puedan reproducir para ver si se consiguen los mismos resultados. Y para impulsar la teoría hacia adelante hay que buscar las predicciones de la teoría y comprobarla con experimentos. Y buscar las deficiencias, es decir cambiar la teoría si no concuerda, amoldarla para que se ajuste a los experimentos. Esto es lo que significa el dedo de Galileo, es un símbolo del cambio en la dirección del mundo, del mundo griego antiguo al mundo de la experimentación moderna. Es decir, en lugar de ir diciendo cómo debería ser el mundo, ir a descubrir cómo es en realidad. Pero estamos empezando a bordear una era de la ciencia en la que algunas de las ideas dejan de poderse experimentar, como son algunas de las ideas de cosmología o de la teoría de las cuerdas, ... o la estructura fundamental de la materia. Estamos empezando a salir, con mucho cuidado, del dominio de la comprobación por medio de experimentos, y pasamos a una región en la que podemos decir que al tener tanta seguridad en la base científica, podemos construir por ejemplo la parte superior de un puente, incluso sin poder hacer los experimentos. Estamos empezando a tener confianza y a cambiar la forma de hacer ciencia, aunque esto puede ser peligroso para la ciencia.
Punset: En cierta forma hay más resistencia a las ideas que a las personas, y estoy pensando por ejemplo en los átomos. No nos los creíamos en absoluto.
Atkins: Bueno, tú y yo si que nos lo creemos, porque hemos nacido más tarde y hemos visto fotos de átomos. No nos hace falta dar el salto intelectual. El tema de que la materia no era atómica, y que los átomos sólo son un sistema para contar, para poder medir la materia, persistió hasta entrado el siglo XX, y la gente al principio del siglo XX no estaba convencida. Incluso hubo alguno, como Philip Boltzman, que basó todo su trabajo en el concepto de la materia atómica, y que sufrió una depresión porque nadie veía el simple hecho de que el mundo estaba construido de átomos.
Punset: ¿Se deprimió por eso?
Atkins: Fue una de las cosas que contribuyó a que se suicidara, el que su trabajo no fuera aceptado en general por los científicos. Me imagino que ahora las personas aceptan los protones y los electrones aunque nunca los hayan visto, porque son un concepto que explica y expone tantas cosas, que la gente está preparada para aceptar su existencia real.
Punset: Peter Atkins... cuando mis colegas estaban mirando tu biblioteca han visto tantos libros escritos por Peter Atkins sobre química, escritos en tantos idiomas, que ....
Atkins: Es más barato escribirlos que tener que comprarlos.
Punset:... que me han comentado si tenías una editorial. Y les he dicho que no, que eras un químico de fama mundial. En realidad, si hay alguien en este planeta que sabe sobre las substancias químicas y de cómo apareció la materia al principio, este eres tú. ¿Tienes alguna idea de cómo comenzó la materia?
Atkins: Sí, existe esa magnifica frase, que dice:“la carne humana es polvo de estrellas”, que lo recoge exactamente. Sabemos que cuando se produjo el Big Bang, en el alumbramiento del universo, se formó el hidrógeno, y un poco de helio. Era un universo aburridísimo, en el que sólo había hidrógeno y helio. Cuando se condensó el hidrógeno en estrellas, y éstas se empezaron a calentar, se formaron nuevos átomos, en los que los átomos de helio y de hidrógeno podían colisionar y fundirse en un solo átomo más grande y producir nuevos elementos. Y entonces, cuando las estrellas explotaron y extendieron sus cenizas por el universo, éste se convirtió en suficientemente rico en elementos para poder tener el potencial de formar planetas, y las rocas de las que están formados los planetas tenían el potencial de formarnos a nosotros. Ésta creo que es una historia extraordinaria. Todos los átomos de hidrógeno de nuestro cuerpo se formaron en el Big Bang, de manera que somos realmente las cenizas del Big Bang. Pero los átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y hierro que hay en nuestro cuerpo son las cenizas de las estrellas que le siguieron, que explotaron y depositaron su preciosa carga por todos los sitios.
Punset: La preciosa tabla de elementos.
Atkins: Sí. Y el saber que somos polvo de estrellas nos proporciona una perspectiva maravillosa del universo.