martes, 9 de enero de 2018

A PROPÓSITO DE PROTÁGORAS

Andrómeda. Daniel López. Imagen del día Nasa (8/1/2018)

El hombre es la medida de todas las cosas, afirmaba Protágoras hace 2.500 años, e Isaac Asimov terciaba por sendero menos hiperbólico: Debemos recordar que las medidas fueron hechas para el hombre y no el hombre para las medidas

Aparentemente resulta difícil compartir la opinión, así, en crudo, ante las espectaculares imágenes de un trocito del universo que la Nasa nos ofrece diariamente. ¿Es posible que todavía alguien piense que la mísera mota de materia que los seres humanos somos pueda ser la medida de algo?

Cuando en 1930 Einstein y Tagore coincidieron en Nueva York, mantuvieron una conversación sobre el tema. El científico comentó que existían dos concepciones distintas sobre la naturaleza del Universo: El mundo como unidad dependiente de la humanidad, y el mundo como realidad independiente del factor humano. Él era partidario de la segunda. Tagore respondió: Este mundo es un mundo humano, y la visión científica es también la del hombre científico. Por lo tanto, el mundo separado de nosotros no existe; es un mundo relativo que depende, para su realidad, de nuestra conciencia. (La conversación la recogió Prigogine en Tan solo una ilusión). 

La cuestión no es baladí y mucho menos sencilla. La visión antropocéntrica de la realidad es una postura obsoleta y cruel para con el resto de la naturaleza. Por fortuna, estamos abandonándola poco a poco y en la actualidad no pensamos que, por ejemplo, para realizar investigación médica tengamos que recurrir a la crueldad con los animales, aunque todavía practiquemos una depredación autodestructiva sobre la naturaleza cuyas consecuencias tal vez no podamos corregir ya.

También es cierto que el saber científico no lo resuelve todo, si bien ha sido el único recurso fiable que hemos tenido para salir del pensamiento mítico y nebuloso del que nos hemos alimentado durante miles de años, y al que todavía hoy recurre más de la mitad de la humanidad. Es más, gracias a ese pensamiento científico se ha construido lo mejor de la reflexión filosófica mundial, desde la Grecia clásica hasta hoy. 

En este sentido, habrá que hacer justicia a Protágoras, porque nada más lejos de su intención que proponer al ser humano como medida, como criterio de todas las cosas. El escepticismo del sofista no podía concebir tal cosa, si bien es cierto que la humanidad posee la palabra y con ella construye un argumento que puede y debe dar sentido a la realidad. Así, no es que el ser humano sea la medida, sino que cada persona enuncia una idea, su idea, verdadera o falsa, según las circunstancias y el punto de vista.

Más allá del escepticismo, acaso interesado del sofista, como seres pensantes que somos, tenemos la capacidad de encajar distintos relatos, diferentes explicaciones complementarias unas de otras, de tal modo que al cabo de un tiempo y de muchas colaboraciones podemos disponer de una historia que recoge más experiencia, más conocimiento, de lo que nos es dado recoger y contemplar a cada una de las personas consideradas individualmente.

Esta tarea colectiva es posiblemente el aspecto más interesante y más hermoso del quehacer humano a través del tiempo. Es la tarea que hoy nos permite disfrutar tanto de los logros de la literatura universal, de la erradicación de la tuberculosis o de la visión de nuestra galaxia vecina, Andrómeda. Cultivémosla con pasión.

lunes, 8 de enero de 2018

MADAME MANET Y EDOUARD MANET

Degas: Madame Manet y Édouard Manet, 1868-1869,
Kitakyushu Municipal Museum of Art.
Fuente: Wikipedia.
Tal vez el mayor atractivo de este trabajo sea averiguar por qué le falta casi un tercio de su superficie, cuál fue el motivo del lamentable aspecto que presenta.

En él aparecen el célebre pintor Manet y la pianista Suzanne Leenhoff. Es obra Degas, amigo de Manet. Por entonces, la pareja llevaba ya cinco años casada. 

Lo verdaderamente extraño es que fue el mismo Manet quien lo seccionó, de tal forma que no podemos ver el rostro de Suzanne ni la parte del piano que falta. No fue el acto de un trastornado que entra en un museo dispuesto a causar una escabechina allá donde su impulso le lleve. Fue el propietario del lienzo. Lienzo, que para mayor extrañeza, había realizado un amigo suyo.

Este insólito incidente provocó el lógico enfado de Degas, si bien, por lo que sabemos, no duró demasiado tiempo y pronto se reconciliaron. Según cuentan quienes lo conocieron, Manet era una persona encantadora y muy agradable, lo que tal vez explique la pronta reconciliación, pero arroja más misterio sobre su sorprendente reacción ante el cuadro.

A la muerte de Degas, el cuadro se encontraba entre sus posesiones. Según parece, lo había recuperado por medio de un amigo común y tenía la intención de restaurarlo. Nunca llegó a hacerlo. Hoy se encuentra en el Museo de Arte de Kitakyushu, Japón.

¿Fue un ataque de celos? ¿Fue la envidia profesional? ¿Fue un repentino acceso de rivalidad? Me temo que cuantas preguntas nos podamos hacer sobre el comportamiento de Manet con respecto a este cuadro van a quedar sin respuesta. 

Decía Samuel Johnson que el mérito principal del hombre consiste en resistir los impulsos de su naturaleza. Gestionarlos de manera adecuada nos ahorraría muchos disgustos y penalidades, pero seguramente nos privaría de buena parte del cine y de la literatura universal o, al menos, de una parte importante de sus argumentos.  Acaso, la historia que hay detrás de este cuadro esté esperando ser imaginada por un buen novelista. 

domingo, 7 de enero de 2018

UNA PARTICULAR ORNAMENTACIÓN NAVIDEÑA

Paso por la orilla del Urumea remontando el río hacia el barrio de Loyola. Al poco de superar las instalaciones del club Ur Kirolak, llego a Atari Eder y me encuentro con miles de muñecos. Mire donde mire, veo todo poblado de muñecos. No sé si son peluches castigados a vivir a la intemperie por no haber dado suficiente calor a sus dueños, si es una forma de manifestación silenciosa reclamando tiempo y dedicación para los juguetes abandonados de navidades anteriores, si es un homenaje tierno e infantil a Hitchcock, o si estoy viviendo una alucinación de tintes dadaístas. Sea lo que sea, me parece singular.





Los muñecos, generalmente de peluche, lo invaden todo: árboles, barandillas, el belén de la plaza... y hasta trepan por las fachadas.


Un sentimiento ambivalente me invade. Aprecio el color y la alegría que ofrecen a calles y plazas, pero es tal la abundancia de muñecos que no puedo impedir un cierto desasosiego, especialmente a la vista de esos grupos atados a los troncos de los árboles. Me resultan inquietantes, más aun estando como están totalmente empapados de la lluvia caída durante estos últimos días.



Sin duda, una peculiar e imaginativa forma de adornar el barrio para las fiestas navideñas, próxima a los relatos de terror, pero, en cualquier caso, original, muy original.

sábado, 6 de enero de 2018

REINTERPRETANDO EL JARDÍN DE LAS DELICIAS

Este es el panel central del tríptico El jardín de las delicias

Fuente: Museo del Prado
Y este es el vídeo que Studio Smack ha realizado hace aproximadamente un par de años, interpretando con aire contemporáneo y digital el trabajo más característico de El Bosco.


Para realizar este montaje, limpiaron el paisaje original del panel central de la pintura y lo reconstruyeron en una animación alucinatoria 4K. Las criaturas que pueblan el jardín encarnan los excesos y deseos de la civilización occidental del siglo XXI. Consumismo, egoísmo, escapismo, el atractivo del erotismo, la vanidad y la decadencia. Los personajes son metáforas de una sociedad en la que los solitarios pululan por el mundo de sus ensueños digitales. 

Si el "jardín" del pintor holandés representaba la lujuria y quería ser una denuncia moralista, este montaje camina por el mismo sendero, solo que lo hace con técnicas de digitalización modernas y un estilo delirante que bebe en el cine contemporáneo, quien a su vez se ha inspirado en la obra de El Bosco.
Paradise fue un encargo del MOTI —Museo de la Imágen, de Breda— para la exposición New Delights, que formó parte de la celebración del 500 aniversario de Hieronymus Bosch. Una gigantesca videoinstalación de esta obra fue exhibida en el Museo hasta el 31 de diciembre de 2016.

viernes, 5 de enero de 2018

EL LAZARILLO DE TORMES


Pues sepa vuestra merced ante todas cosas que a mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tome González y de Antonia Pérez, naturales de Tejares, aldea de Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tome el sobrenombre, y fue desta manera. Mi padre, que Dios perdone, tenia cargo de proveer una molienda de una acena, que esta ribera de aquel río, en la cual fue molinero mas de quince anos; y estando mi madre una noche en la acena, preñada de mí, tomole el parto y pariome allí: de manera que con verdad puedo decir nacido en el río. Pues siendo yo niño de ocho anos, achacaron a mi padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los que allí a moler venían, por lo que fue preso, y confeso y no negó y padeció persecución por justicia. Espero en Dios que esta en la Gloria, pues el Evangelio los llama bienaventurados. En este tiempo se hizo cierta armada contra moros, entre los cuales fue mi padre, que a la sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho, con cargo de acemilero de un caballero que allá fue, y con su señor, como leal criado, feneció su vida.

Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se viese, determino arrimarse a los buenos por ser uno dellos, y vinose a vivir a la ciudad, y alquilo una casilla, y metiose a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa a ciertos mozos de caballos del Comendador de la Magdalena, de manera que fue frecuentando las caballerizas. Ella y un hombre moreno de aquellos que las bestias curaban, vinieron en conocimiento. Este algunas veces se venia a nuestra casa, y se iba a la mañana; otras veces de día llegaba a la puerta, en achaque de comprar huevos, y entrabase en casa. Yo al principio de su entrada, pesabame con el y habiale miedo, viendo el color y mal gesto que tenia; mas de que vi que con su venida mejoraba el comer, fuile queriendo bien, porque siempre traía pan, pedazos de carne, y en el invierno leños, a que nos calentábamos. De manera que, continuando con la posada y conversación, mi madre vino a darme un negrito muy bonito, el cual yo brincaba y ayudaba a calentar. Y acuerdome que, estando el negro de mi padre trebejando con el mozuelo, como el niño veía a mi madre y a mí blancos, y a él no, huía del con miedo para mi madre, y señalando con el dedo decía: "¡Madre, coco!".Respondió él riendo: "¡Hideputa!"


                        (Edición de Burgos, 1554. Interpolaciones de la edición de Alcalá, 1554)

El lazarillo... es el texto narrativo más leído de la literatura escrita en castellano del siglo XVI. Situado entre dos gigantes, La Celestina y El Quijote, este relato breve inventó por sí mismo un género, el picaresco, y rompió con los modelos sentimentales, idealistas y pastoriles que hasta entonces eran los dominantes. Calificado por algunos como literatura juvenil o escolar, esta obra ha sido leída, es cierto, durante la época escolar, pero se aprecia infinitamente mejor y se disfruta mucho más si se lee en la edad adulta y por iniciativa propia.

Nada que pueda decir yo va a añadir algo nuevo a lo que ya han dicho cientos de trabajos y estudios realizados por auténticos especialistas. Solamente puedo sumarme a las voces que recomiendan su lectura e insistir en el placer que vamos a encontrar en ella... si es que hay alguien que pase por aquí y no haya leído todavía este maravilloso cuento largo o novela corta. En cualquier caso, sí me atrevería a aconsejar que no se lea una de esas adaptaciones "blandas" realizadas para la infancia.

***

Versión cinematográfica de 1959 dirigida por César Fernández Ardavín. Ganó el Oso de Oro del Festival de Berlín.


jueves, 4 de enero de 2018

DE LA ILUSIÓN AL ENFADO


Comencé el año con la noticia del Homenaje a Ángel González. Me hacía ilusión acudir y disfrutar de la obra de un poeta que me gusta mucho, y más en las voces de otras personas a las que admiro. Pero va a ser que no.

El cartel que Benjamín Prado y Luis García Montero han difundido a través de sus cuentas de twitter lo dice bien pequeñito, en la última línea, pero claro: Reservas: 9153347557/58. Pero va a ser que no.

Llamé ayer a por la mañana: no me cogió nadie. Llamé por la tarde: me dijeron que no sabían nada, pero que la entrada era libre y que ya preguntarían por lo de las reservas. He llamado hace un momento: nada de reservas, lo han consultado con los organizadores y es así. ¿Los organizadores son los que han hecho y distribuido el cartel?

Hombre, alguien podría pensar que no es para tanto. Llegas, te pones en la fila —¿una hora antes?, ¿dos horas?, ¿un día?— y lo que toque, tocará. Desde luego, si vives en el barrio donde se encuentra la sala, pues no pasa nada si no entras. Llegas, ves la cola, cuentas y te quedas... o cambias de plan. Sencillo.

El problema viene cuando vives lejos, incluso fuera de Madrid. Yo estaría dispuesto a presentarme, incluso lo había planeado con un amigo, y vivo a muchos kilómetros de esa ciudad, pero no lo voy a hacer sin saber si voy a poder pasar o no. 

¿Es tan difícil organizar un reparto de reservas por teléfono o por correo electrónico? Si hasta en las tiendas de barrio tienen su expendedor de números para no hacernos esperar inútilmente y organizar bien la atención al público. Y desde luego no te vacilan diciendo coja el número..., pero sepa usted que no vale para nada.

¡Qué poco cuesta organizar bien las cosas y cuánto valor tiene! Da la impresión de que algunos intelectuales entienden que ser cortés con el público es algo así como atentar contra la libertad. Ángel González no se merecía esto. Va a ser que no.

ANNA AJMÁTOVA, 2 (Réquiem)

La extensión del poema es grande, pero no hay una aproximación posible a la obra de Ajmátova sin la lectura del mismo. Réquiem es la ficcionada respuesta poética a una desconocida. Es, también, un oficio de difuntos y un auténtico memorial frente al silencio impuesto por el régimen estalinista.

RÉQUIEM 1935-1940 

Ningún cielo extranjero me protegía, 
ningún ala extraña escudaba mi rostro, 
me erigí como testigo de un destino común, 
superviviente de ese tiempo, de ese lugar. 
(1961)
A GUISA DE PRÓLOGO 

En los espantosos años del terror yezoviano me pasé diecisiete meses aguardando en una fila, ante el umbral de la prisión de Leningrado. Cierto día, alguien me identificó en la muchedumbre. Detrás de mí se hallaba una mujer, con los labios azules de frío, que, es claro, nunca antes me había oído llamar por mi nombre. Entonces salió del entumecimiento común y me preguntó en un susurro (allí todo mundo susurraba): 
—¿Puede describir esto? 
Y le contesté: 
—Puedo. 
Una especie de sonrisa cruzó fugazmente por lo que alguna vez había sido su rostro. 
(Leningrado, abril 1 de 1957)


DEDICATORIA 

Un dolor semejante podría mover montañas, 
e invertir el curso de las aguas, 
pero no puede hacer saltar estos potentes cerrojos 
que nos impiden la entrada a las celdas 
atestadas de condenados a muerte... 
Para algunos puede soplar el viento fresco, 
para otros la luz solar se desvanece en el ocio, 
pero nosotras, asociadas en nuestro espanto, 
sólo escuchamos el chirriar de las llaves 
y las pisadas de las recias botas de la soldadesca. 
Como si nos levantáramos para misa primera, 
día a día recorríamos el desierto, 
andando la calle silenciosa y la plaza, 
para congregarnos, más muertas que vivas. 
El sol había declinado, el Neva se había opacado 
y la esperanza cantaba siempre a lo lejos. 
¿Que sentencia se dictó?... Ese gemido, 
ese repentino fluir de lágrimas femeninas, 
señala a una distinguiéndola del resto, 
como si la hubieran derribado, 
arrancándole el corazón del pecho. 
Entonces déjenla ir, trastabillando, a solas. 
¿En dónde estarán ahora mis innombrables amigas 
de aquellos dos años de estadía en el infierno? 
¿Qué espectros se burlan de ellas ahora, en medio 
de la furia de las nieves siberianas, 
o en el círculo nublado de la luna? 
¡A ellas les lloro, Hola y Adiós! 
(Marzo de 1940)

PRÓLOGO 

Era aquella una época en que sólo los muertos 
podían sonreír, liberados de las guerras; 
y el emblema, el alma de Leningrado, 
pendía afuera de su casa-prisión; 
y los ejércitos de cautivos, 
pastoreados en los patios ferroviarios, 
se evadían de la canción entonada por el silbato de la máquina, 
cuyo refrán iba así: ¡Váyanse parias! 
Las estrellas de la muerte pendían sobre nosotros. 
Y Rusia, la inocente, la amada, se contorsionaba 
bajo las huellas de botas manchadas de sangre, 
bajo las ruedas de las Marías Negras. 


Llegaron al amanecer y te llevaron consigo. 
Ustedes fueron mi muerte: yo caminaba detrás. 
En el cuarto oscuro gritaban los niños, 
la vela bendita jadeaba. 
Tus labios estaban fríos de besar los iconos, 
el sudor perlaba tu frente: ¡Aquellas flores mortales! 
Como las esposas de las huestes de Pedro el Grande me pararé 
en la Plaza Roja y aullaré bajo las torres del Kremlin. 
(1935) 

2

Apaciblemente fluye el Don Apacible; 
hasta mi casa se escurre la luna amarilla. 
Brinca el alféizar con su gorra torcida 
y se detiene en la sombra, esa luna amarilla. 
Esta mujer está enferma hasta la médula, 
esta mujer está completamente sola, 
con el marido muerto, y el hijo distante 
en prisión. Rueguen por mí. Rueguen. 


No, no es la mía: es la herida de otra gente. 
Yo nunca la hubiera soportado. Por eso, 
llévense todo lo que ocurrió, escóndanlo, entiérrenlo. 
Retiren las lámparas... 
                                 Noche. 


Ellos debieron haberte mostrado —burlona, 
delicia de tus amigos, ladrona de corazones, 
la niña más traviesa del pueblo de Pushkin— 
esta fotografía de tus años aciagos, 
de cómo te colocas junto a un muro hostil, 
entre trescientos andrajosos en fila, 
tomando una porción de tu mano 
y el hielo del Año Nuevo reducido a brasa por tus lágrimas. 
¡Vean el chopo de la prisión doblegándose! 
Ningún ruido. Ni un ruido. Aun así, cuántas 
vidas inocentes se están terminando. 


Durante diecisiete meses he gritado 
llamándote al redil. 
Me arrojé a los pies del verdugo. 
Eres mi hijo, convertido en espectro. 
La confusión se apodera del mundo 
y carezco de fuerzas para distinguir 
entre una bestia y un ser humano, 
o en qué día se deletrea la palabra ¡matar! 
Nada queda, salvo flores polvosas, 
un tintineante incensario y huellas 
que conducen a ninguna parte. Noche de piedra, 
cuya brillante y gigantesca estrella 
me mira fijamente a los ojos, 
prometiéndome la muerte. ¡Ay, pronto! 


Las semanas escapan de la mente, 
dudo que haya sucedido: 
cómo dentro de tu prisión, pequeño, 
las noches blancas se paralizaron en llamas: 
y todavía, mientras tomo aliento, 
ellos posan sus ojos de buitre 
sobre lo que la gran cruz les muestra: 
este cuerpo de tu muerte. 

7
LA SENTENCIA 

La palabra cayó como una piedra 
en mi pecho viviente. 
Lo confieso: estaba preparada 
y de algún modo lista para la prueba. 
Tanto que hacer el día de hoy: 
matar la memoria, asesinar el dolor, 
convertir el corazón en roca 
y todavía disponerse a vivir de nuevo. 

No hay silencio. El festín del cálido verano 
trae rumores de juerga. 
¿Desde hace cuánto adivinaba yo
este día radiante, esta casa vacía? 

A LA MUERTE 

Vendrás de todos modos. ¿Por qué no ahora? 
Cuánto he esperado. Vienen los malos tiempos. 
He apagado la luz y abierto la puerta 
para ti, porque eres mágica y sencilla. 
Asume, por tanto, la forma que más te plazca, 
apunta y dispárame un tiro envenenado, 
o estrangúlame como un eficiente asesino, 
o bien inféctame —el tifo sería mi suerte—, 
o irrumpe del cuento de hadas que escribiste, 
aquél que estamos cansados de oír día y noche, 
en el que los guardias azules trepan las escaleras 
guiados por el conserje, pálido de miedo. 
Todo me da lo mismo. El Yenisei se arremolina, 
la Estrella del Norte cintila como cintilará siempre, 
y el destello azul de los ojos de mi amado 
está oscurecido por el horror final. 


Ya la locura levanta su ala 
para cubrir la mitad de mi alma. 
¡Ese sabor del vino hipnótico! 
¡Tentación del oscuro valle! 

Ahora todo está claro. 
dmito mi derrota. El lenguaje 
de mis delirios en mi oído 
es el lenguaje de un extranjero. 

Inútil caer de rodillas 
e implorar piedad. 
Nada que cuente, excepto mi vida, 
es mío para llevármelo: 
no los ojos terribles de mi hijo, 
no la cincelada flor pétrea 
del dolor, no el día de la tormenta, 
no la tribulación en la hora de visita, 
no la querida frialdad de sus manos, 
no la sombra agitada en los árboles de lima, 
no el fino canto del grillo 
en la consoladora palabra de la partida. 
(Mayo 4 de 1940) 

10 
CRUCIFIXIÓN 

“No llores por mí, madre, 
cuando esté en la tumba.” 


Un coro de ángeles glorificó aquella hora, 
la bóveda celeste se disolvió en llamas. 
“Padre, ¿por qué me has abandonado? 
Madre, te lo ruego, no llores por mí…” 

II 

María Magdalena se dio un golpe de pecho y sollozó. 
Su discípulo amado se quedó inmóvil, con el gesto petrificado. 
Su madre permaneció aparte. Nadie miró dentro 
de sus ojos secretos. Ninguno se atrevió. 
(1940-43) 

EPÍLOGO


He entendido cómo los rostros se vuelven huesos, 
cómo acecha el terror debajo de los párpados, 
cómo el sufrimiento inscribe sobre las mejillas 
las duras líneas de sus textos cuneiformes, 
cómo los lucientes rizos negros o los rubios cenizos 
se vuelven plata deslustrada de la noche a la mañana, 
cómo las sonrisas se esfuman de los labios sumisos, 
y el miedo tiembla con una risita entre dientes. 
Y no sólo ruego por mí, 
sino por todos los que permanecieron afuera de la prisión 
conmigo en el amargo frío o en el ardiente verano 
debajo de este insensato muro rojo. 

II 

Con el año nuevo regresa la hora del recuerdo. 
Te veo, te oigo, te escucho dibujando cerca: 
a aquél que tratamos de auxiliar en la caseta del centinela 
y que ya no camina sobre esta preciosa tierra, 
y aquélla que agitaría su bella melena 
y exclamaría: es como volver al hogar. 
Quiero enunciar los nombres de aquella muchedumbre, 
pero se llevaron la lista y ahora está perdida. 
Les he tejido una vestimenta hecha 
de palabras pobres, las que alcancé a oír, 
y me asiré con firmeza a cada palabra y a cada mirada 
todos los días de mi vida, incluso en mi nueva desgracia, 
y si una mordaza cegara mi boca torturada, 
por la que gritan cien millones de gentes, 
entonces déjenlos rezar por mí, como yo rezo 
por ellos en esta víspera del día de mis recuerdos. 
Y si mi patria alguna vez consiente 
en fundir un monumento en mi nombre, 
estaré orgullosa de que se honre mi memoria, 
pero sólo si el monumento no se coloca 
cerca del mar donde mis ojos se abrieron por vez primera 
—mi último lazo con él hace mucho está disuelto— 
tampoco en el jardín del Zar, cerca del tocón sagrado, 
donde una sombra adolorida acecha la tibieza de mi cuerpo, 
sino aquí, donde soporté trescientas horas 
de fila ante las implacables barras de hierro. 
Porque aun en la muerte venturosa tengo miedo 
de olvidar el clamor de las Marías Negras, 
de olvidar el chirrido de esa odiosa puerta 
y a la vieja aullando como bestia herida. 
Y desde mis inmóviles cuencas de bronce, 
la nieve se derretirá como lágrimas, goteando lentamente, 
y una paloma arrullará en alguna parte, una y otra vez, 
mientras los barcos navegan suavemente sobre el caudaloso Neva. 
(Marzo de 1940) 
             Traducción: Kyra Galván.

La voz del recitado que aparece a continuación es la de la propia Ajmátova. Quien domine el ruso lo agradecerá; los que desconocemos esta lengua podemos apreciarlo como un valioso documento que nos acerca un poco más a la escritora.

miércoles, 3 de enero de 2018

HOMENAJE A ÁNGEL GONZÁLEZ

Largo es el arte; la vida en cambio corta 

como un cuchillo 
Pero nada ya ahora 


—ni siquiera la muerte, por su parte 
inmensa— 


podrá evitarlo: 
exento, libre, 


como la niebla que al romper el día 
los hondos valles del invierno exhalan, 


creciente en un espacio sin fronteras, 


este amor ya sin mí te amará siempre.



Ángel González murió un 12 de enero de hace diez años. Sus amigos, que son muchos y tienen tronío poético y farandulero, le han organizado un acto de homenaje en la Sala Galileo Galilei el día 11. No ha podido ser el mismo 12 pues ya había un concierto programado, pero no parece que les vaya a importar mucho ese pequeño detalle porque, como dice el poeta Miguel Rollón, "seguramente se alargará la fiesta y entraremos en el día 12 recordándole todos juntos".

Esta es la esquela-tarjeta-recordatorio que me he encontrado en el twitter de Benjamín Prado, donde se da cumplida información de cuándo, dónde y quiénes, aunque por los puntos suspensivos que aparecen al final del listado de nombres debemos sospechar que alguien más, todavía sin confirmar, aparecerá por la sala y se subirá al escenario.



Además del festival músicopoético que se montan los amigos en Madrid, la recién nacida editorial Maremágnum, de Oviedo, publica un monográfico, La luz a ti debidaque recoge poemas de jóvenes poetas en homenaje al maestro asturiano. También habrá cinco inéditos del propio González. El libro se pondrá a la venta el mismo día 12. Ese mismo día, en el Teatro Campoamor de su ciudad natal, se celebrará el homenaje que sus paisanos han organizado para recordar sus versos.


***
Este reportaje de La 2 para Esta es mi tierra puede muy bien servir también de homenaje al poeta de la Generación de los 50, que tan buenos poetas nos ha dado. En él se hace un recorrido por los lugares importantes en la vida y en la obra del autor.


martes, 2 de enero de 2018

DOS AÑOS, OCHO MESES Y VEINTIOCHO DÍAS

Cada vez menos de nosotros, a medida que se sucedían las generaciones, conservó la capacidad de soñar, hasta que hoy en día nos encontramos en una época en que los sueños son algo con lo que soñaríamos si pudiéramos soñar. Leemos acerca de vosotros en los libros antiguos, oh, sueños, pero las fábricas de sueños ya cerraron. Es el precio que pagamos por la paz, la prosperidad, la tolerancia, la comprensión, la sabiduría, la bondad y la verdad: lo que teníamos de salvaje y dormía desatado ha sido domesticado, y nuestra oscuridad interior, que animaba el teatro de la noche, se ha visto apaciguada.

Hace un par de semanas acudí a una biblioteca para coger la última novela de Rushdie, pero acababan de llevársela. Eché un vistazo y, entre otros títulos, me hice con Dos años, ocho meses y veintiocho días, justo la que publicó anteriormente. La verdad es que todo cuanto he leído de Salman Rushdie me ha gustado mucho y no sufrí lo más mínimo por tener que realizar este pequeño cambio de título en mis intenciones lectoras. De hecho, si me obligaran a elegir solamente cinco novelistas vivos, él sería uno de ellos.

Es esta una historia fantástica, como Las mil y una noches a la que se refiere el título. Por aquí transitan hadas y genios, lugares inexistentes y tiempos irreales. Seguro que a quienes gustan de títulos como El señor de los anillos o Juego de tronos, esta novela les va gustar. Pero también, y sobre todo, a quienes gozan leyendo novelas totales como El Quijote, Guerra y paz o Cien años de soledad, porque esta una historia por donde transitan todo tipo de situaciones y personajes en los que vernos reflejados y ver reflejada nuestra sociedad y sus problemas.

Dentro de ese "todo" hay dos hilos conductores: el enfrentamiento entre dogmatismo y tolerancia, por un lado, y el poder de la ficción, por otro. El primero es un tema con el que Rushdie lleva trabajando mucho tiempo y que él mismo ha experimentado de la manera más radical posible. El segundo es un tema universal, en el que un narrador está sumido de manera absoluta —somos la criatura que se cuenta historias a sí misma para entender qué clase de criatura es— y del que necesitamos para dar sentido al mundo.

Otra vez más, Rushdie/Scherezade se salva a sí mismo haciendo lo que mejor sabe hacer: contar una historia.

lunes, 1 de enero de 2018

EL CIELO NOCTURNO, ENERO 2018

Fuente: ESO

  • Planetas: Mercurio solamente es visible durante la primera mitad del mes en el horizonte ESE antes de la salida del Sol. Venus no es visible durante este mes. Marte es visible en Libra durante la última parte de la noche. Júpiter se encuentra aparentemente muy cerca de Marte (el día 7 a tan solo 0,2º). Saturno es visible a muy poca altura sobre el horizonte SE (el día 13 se encontrará muy próximo a Mercurio.
  • Luna: llena, el día 2; nueva, el día 17.
  • Lluvia de meteoros: las Cuadrántidas alcanzan su máxima actividad el día 3.
  • Eclipse lunar: el día 31 se producirá un eclipse total de Luna visible desde Asia, Oceanía y el noroeste de Norteamérica.
  • EEI: para saber dónde y cuándo mirar, consultad los pasos visibles en este enlace.
¡Feliz observación y feliz año!

No dejéis de ver los estupendos vídeos preparados por Adolfo Beltrán para el canal La costa de las estrellas

HEMISFERIO NORTE




HEMISFERIO SUR


domingo, 31 de diciembre de 2017

MISCELÁNEA PARA CERRAR EL AÑO


Paso por el Centro de Recursos Medio Ambientales del Parque Cristina Enea, Donosti, y me encuentro con una pregunta que la inmensa mayoría de las personas no nos hemos hecho nunca, pero sí Teresa Jareño Querejeta: ¿Cómo hubiese sonado la música de la Antártida si hubiese tenido población nativa?

La pregunta parece inútil, dado que efectivamente la Antártida es un continente sin colonizar, excepto esas expediciones temporales y ocasionales que tienen un objetivo científico o las bases militares que algunos gobiernos mantienen, pero donde el personal permanece durante cortas estancias.

Sin embargo, siendo como es una pregunta peculiar, no solo posee un encanto poético y sin duda científico, sino que ha ocasionado una hermosa respuesta que lamento no poder traer hasta aquí, pero que se puede escuchar en el espacio de la exposición.

La exposición, en realidad, es un pequeño conjunto de elementos —textos, fotografías, mapas, este hipotético instrumento musical que aparece junto a estas líneas y un ipod donde se encuentran recogidas tres breves piezas musicales— que tienen la misión de conducirnos hasta la respuesta. Todo ello increíblemente sencillo y eficaz.

La luminosa pregunta y la revelación de la respuesta tienen algo de nuestro ser más elemental y primigenio. Una grata sorpresa con la que cerrar y abrir el año.


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Sorpresa, más bien perplejidad, es la que me ha producido descubrir un par de libros con la misma portada. El de la izquierda acaba de salir y no lo he leído; el de la derecha tiene unos cuantos años y desde que lo leí no he dejado de recomendarlo, y no por sus bondades literarias, sino por su extraordinaria lección de humanidad y buen uso de la memoria.

Y una vez metido en materia memorística, no estaría de más recordar el artículo que Gregorio Marañón y Bertrán de Lis publicaba el jueves 28 en el diario El País, no sea que alguna de las dos Españas, o ambas al unísono, terminen de helarnos o rompernos el corazón.


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sábado, 30 de diciembre de 2017

LAS PALABRAS TAMBIÉN TIENEN SENTIDO PRÁCTICO


Como cada diciembre desde hace 15 años, Amnistía Internacional nos propone la campaña Escribe por los Derechos. Es una campaña mundial en la que puede participar cualquier persona y que consiste en escribir un par de textos. Uno va dirigido a las autoridades del país correspondiente para solicitar que se intervenga a favor de la persona o grupo sometido a flagrante injusticia. El otro se dirige a quien sufre la injusticia para hacerle saber que no está solo.

Si crees que son gestos inútiles, echa un vistazo al vídeo o pásate por la página de AI, podrás comprobar que sí sirven para conseguir lo que se pide. Lógicamente, cuanto más numeroso es el envío, mayor es la presión y mejores los resultados. 

Tómate un minuto y ayuda a mejorar la vida de algunas personas.

viernes, 29 de diciembre de 2017

PLI SELON PLI: límites y posibilidades de la reflexión musical


Si desde el punto de vista evolutivo la música es una incógnita, otro tanto podríamos decir de la tendencia de la literatura a convertirse en música o de la música a convertirse en metamúsica a partir de la literatura. 

Menos elíptico: en la actualidad ignoramos el porqué de nuestra facultad musical, pues, que sepamos, carece de valor adaptativo; la literatura inicia hace poco más de un siglo una inclinación a utilizar elementos de construcción propiamente musicales —Un coup de dés, Finnegans Wake, Four quartets...—; la música culta, tal vez influenciada por la literatura, inicia una exploración metamusical de sus límites y posibilidades.

En este recorrido musical no es raro encontrarse con un origen literario, a partir del cual se articula la reflexión y la propuesta estética. Suelen ser elementos vanguardistas que, para mi gusto, caen en el didactismo y en un excesivo aparato técnico a partir del cual justificar dicha propuesta.

En esa reflexión sobre los límites de la música y la esterilidad de la belleza se movió Pierre Boulez cuando compuso la que es para los expertos su composición más ambiciosa e importante, Pli selon pli —Pliegue tras pliegue—. La inspiración, o quizá el motivo, surge de los poemas de Mallarmé, cuyos versos son interpretados en la obra.

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La soprano Marisol Montalvo interpreta los poemas, la Orquesta del conservatorio de París pone la música, y todos ellos bajo la dirección Matthias Pintscher, en una actuación realizada el 3 de febrero de 2015. En el vídeo solamente se recoge la primera, Don, de las cinco partes de que consta la obra.

jueves, 28 de diciembre de 2017

EL MUNDO CLÁSICO. LA EPOPEYA DE GRECIA Y ROMA

Robin Lane Fox es un especialista en cultura e historia clásica absolutamente entregado al estudio y disfrute de esa época, hasta tal punto que va soltando frases de este cariz: Leer a Homero te cambia para siempre. Este tipo de manifestaciones lo que nos indican es el grado de entrega y la relación que una persona mantiene con aquello a lo que se refiere; más allá de eso, las palabras carecen de significado. Pero nos están indicando hasta qué punto estamos ante alguien que vibra y se emociona con su trabajo. Quien sienta como verdadera la aseveración anterior no puede defraudarte con un texto dedicado a contarnos la historia del mundo clásico.

El mundo clásico. La epopeya de Grecia y Roma (2007) es un texto descatalogado por el momento, aunque todavía puede encontrarse en alguna librería. Tiene la virtud de estar escrito por un historiador que sabe narrar y que distingue perfectamente entre el dato académico y el que da sentido y comprensibilidad al texto. Esas dos virtudes hacen que se nos hagan cortas las 800 páginas del libro. Por extensión, podría tratarse perfectamente de un manual universitario, pero la expresión y la cortesía para con el lector hacen que esta obra sea digerible por alguien que no tenga conocimientos previos ni de historia ni de ninguna otra cosa.

Ahora bien, una cosa es lo verdaderamente atractivo que resulta el texto que nos ofrece el autor —vibrante, directo, fresco, lleno de admiración hacia la cultura de la procedemos y emotivo— y otra el hecho de que dé la impresión de que el  mundo greco-latino era lo único posible. Sin duda, tanto Grecia como Roma alcanzaron unas cotas de desarrollo elevadísimas, pero centrarse solamente en ese aspecto nos escamotea una explicación creíble sobre su deterioro y posterior desaparición. Tal vez un poco más de atención a los pueblos que rodeaban las fronteras del imperio hubiese dado una visión más completa del cómo y el porqué de cuanto acontecía.

Sea como fuere, el texto cumple con creces la función práctica, es decir, la informativa o divulgativa, y tiene un encanto tan grande que me atrevería a decir que quien lo lea quedará prendido para siempre del atractivo de esa cultura de la que somos herederos y que explica buena parte de por qué Europa es como es en la actualidad.

Tumba del saltador o nadador, Paestum. Fuente: Wikipedia.