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martes, 27 de junio de 2017

BLANCA VARELA

SUPUESTOS

el deseo es un lugar que se abandona
la verdad desaparece con la luz
corre-ve-y-dile

es tan aguda la voz del deseo
que es imposible oírla
es tan callada la voz de la verdad
que es imposible oírla

calor de fuego ido
seno de estuco
vientre de piedra
ojos de agua estancada
eso eres

me arrodillo y en tu nombre
cuento los dedos de mi mano derecha
que te escribe

me aferro a ti
me desgarra tu garfio carnicero
de arriba abajo me abre como a una res
y estos dedos recién contados
te atraviesan en el aire y te tocan

y suenas suenas suenas
gran badajo
en el sagrado vacío de mi cráneo.


                         De Ejercicios materiales, 1993.

Vuelvo a la lectura de Blanca Varela (1926-2009). Un programa de radio en el que citan unos versos suyos me empuja a ello. 

La poesía de Blanca Varela tiene la rara cualidad de convertirse, como decía Octavio Paz, en conjuro frente, contra y hacia el mundo. Es algo así como una defensa insumisa de la vida. No un argumento, porque la poesía de Varela no pretende explicar nada. Tampoco nos hace confidencias, nada más lejos de la intención de la poeta. Es una poesía seca, dura, intelectual, pero que mantiene el hálito de lo trascendente —de lo que va más allá, de lo que traspasa— y quiere revelar la realidad.

Este programa de TV Perú le rinde homenaje en lo que hubiera sido su noventa cumpleaños en 2016.


sábado, 10 de mayo de 2014

OCTAVIO PAZ: PALABRA CONTRA SILENCIO

Bajo ese título se presenta el día 15 de este mes, en la biblioteca municipal de Irún, un recital de poemas del nobel mexicano, encuadrado dentro del centenario de su nacimiento.


Y aquí os dejo una buena y breve presentación del poeta:



Y el poema con el que se cierra el vídeo:

DECIR: HACER

                  A Roman Jakobson

          1

Entre lo que veo y digo,
entre lo que digo y callo,
entre lo que callo y sueño,
entre lo que sueño y olvido,
la poesía.
                    Se desliza
entre el sí y el no:
                                    dice
lo que callo,
                        calla
lo que digo,
                        sueña
lo que olvido.
                            No es un decir:
es un hacer.
                        Es un hacer
que es un decir.
                                La poesía
se dice y se oye:
                                  es real.
Y apenas digo
                              es real,
se disipa.
                    ¿Así es más real?

miércoles, 14 de octubre de 2020

ELIZABETH BISHOP, EL PEZ

Vaso Roto publicó hace cuatro años la Poesía completa de Elizabeth Bishop  (1911-1979). La presentación de la obra y la traducción corrieron a cargo de Jeannette L. Clariond, alumna del eminente crítico Harold Bloom

La edición, como siempre en Vaso Roto, está muy bien cuidada y, como ya he dicho en otras ocasiones, es un lujo disponer en un tomo de la obra completa de quien sea. De las virtudes de Bishop como poeta habla todo el siglo XX y gente tan sabia en temas poéticos como Octavio Paz o R. Lowell. Yo lo que quiero destacar es la aguda mirada de su traductora, que ha compuesto un prólogo bellísimo y lleno de claridad e inteligencia. 

Comparto con ella la opinión de que "El pez" es un extraordinario poema, uno de esos que en una primera lectura tal vez no acabemos de apreciar en toda su profundidad; pero solo necesitamos volver a él, una o más veces, e ir  descubriendo que se trata de un texto muy rico en su forma y en sus significados, tanto como para no querer abandonarlo. 

EL PEZ

Atrapé un enorme pez, 
y lo sostuve en el costado de la barca,
la mitad fuera del agua, con mi anzuelo
enganchado en la comisura de su boca. 
No luchó.
No lo habría hecho de cualquier modo.
Todo él era un peso resoplando,
abatido y honorable
y modesto. Su parda piel 
colgaba en tiras por todas partes
como un empapelado antiguo,
y su diseño en marrón más oscuro
parecía un empapelado:
formas de rosas plenamente florecidas
manchadas y perdidas en el tiempo. 
Estaba salpicado de percebes,
e infestado
de pequeños blancos piojos de mar,
y debajo, colgándole, dos o tres
tiras de alga verde.
Al inhalar sus branquias 
el terrible oxígeno 
—las aterradoras branquias,
Frescas y crispadas de sangre,
capaces de cortar tan gravemente—
pensé en la 
blanca carne áspera
compactada como plumas,
las espinas grandes y las pequeñas,
los dramáticos rojos y  negros
de sus brillantes vísceras.
y la rosada vejiga natatoria
como una enorme peonía.
Lo miré a los ojos 
bastante más grandes que los míos,
pero menos profundos y amarillentos,
los iris forrados y embutidos
en papel de estaño deslustrado
vistos a través de las lentes 
de la vieja rayada gelatina.
Se movieron un poco, pero no
me devolvieron la mirada:
era más bien como una inclinación
de un objeto hacia la luz.
Admiré su rostro taciturno,
el mecanismo de su quijada,
y entonces vi
que de su labio inferior
—si pudiera llamarse labio—
triste, mojado, como un arma,
colgaban cinco trozos viejos de sedal,
o cuatro y un alambre
con el emerillón aún amarrado,
los cinco 
anzuelos grandes 
bien afianzados a la boca.
Un sedal verde, raído en el extremo
donde lo había roto, dos sedales más pesados
y un fino hilo negro
aún rizado por el esfuerzo y el chasquido
cuando se rompió y escapó.
Como medallas con cintas
deshilachadas y vacilantes,
una barba de cinco pelos de sabiduría,
colgaban de su quijada dolorida.
Lo miré y lo miré
y la victoria colmó
la pequeña barca de alquiler,
desde un charco de sentina
donde el aceite formaba un arcoíris
alrededor del motor herrumbroso,
hasta el oxidado naranja del balde,
las bancadas agrietadas por el sol,
los escálamos en sus toletes,
las regalas...  ¡hasta que todo
fue arcoíris, arcoíris, arcoíris!
Y dejé escapar al pez.


Toda una lección de amor a la naturaleza y un singular esfuerzo por hacernos ver que alcanzamos la belleza cuando realmente somos capaces de comprender el valor que la vida tiene en todas sus formas.

Podéis encontrar un antologías de su poesía en Visor, en Random House, en Igitur y en Lumen.

martes, 16 de agosto de 2022

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ, y 4

Ejemplar del KM
Sor Juana Inés de la Cruz (¿1648/1651?-1695). Con esta entrada en la que tiene cabida un material de lo más variopinto doy por cerrado el ciclo dedicado en este blog a nuestra escritora barroca más destacada. 

Primero, tres títulos para leer en papel la obra de la autora:
  • Poesía lírica. Edición de José Carlos Gómez Boixo. Cátedra, 2020.
  • El sueño. Edición y comentario de Emil Volek. Visor, 2019.
  • Poesía, teatro, pensamiento: lírica personal, lírica coral, teatro, prosa. Edición de Georgina Sabat de Rivers y Elías Rivers. Espasa, 2004. (Es el que aparece en la fotografía. Obra completa. Existe en bibliotecas o libro de viejo).
Después, una bibliografía mínima sobre su obra:
Seguimos con un par de conferencias:

    

Continuamos con un bolero:


Y terminamos en el cine con una película: Yo, la peor de todas, dirigida por María Luisa Bemberg.


*** 


Путин, немедленно останови войну!