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miércoles, 21 de septiembre de 2016

JUAN GIL-ALBERT, UN REGALO, SE MIRE POR DONDE SE MIRE

Recibir un libro de poesía siempre es, para mí, una fiesta. Que me regalen la poesía completa de un autor es una fiesta total, más si se trata de uno de esos autores por los que tengo debilidad.

Gil-Albert, a causa del exilio que provocó la Guerra Civil Española, ha sido casi un desconocido hasta los años 70, década en que la reivindicación que de él hicieron Gil de Biedma, Carnero o Siles le devolvió la presencia que nunca debía haber perdido. Posteriormente, el Premio de las Letras del País Valenciano supondría el reconocimiento oficial.

Vitalista, epicúreo, cantor de la belleza y del Mediterráneo, sensual y con una técnica exquisita, sus poemas están recogidos en poco más de una docena de títulos. Desde 2004 su poesía completa aparece publicada en un solo tomo; la primera edición que se hizo de ella, en cambio, se llevó a cabo en tres tomos, en el 81, y es la que he estado leyendo estos días gracias al amigo Luis. 


LOS ÁTOMOS

                               
Homenaje a Mme. Curie

Vivir es lo más íntimo del mundo.
Es sentir en la piel esa caricia
del aire circundante. Estar despierto.
Despierto de la muerte, estar en vivo.
Haber atravesado los confines
de la nada y venir a establecerse
a esta zona clemente del espacio
donde la enfermedad se llama vida.
Ser entonces lo vivo, lo preciso
esta palpitación inesperada,
este ardor hecho sueño, este trastorno
de placidez, un canto, una plegaria.
Un entretenimiento delicioso
del que nunca sabremos a su hora
que fue, si fue, si era, si habrá sido.





Hace once años le dedicamos una tertulia, lo que quiere decir que podéis encontrar la selección que trabajamos en ella en el apartado correspondiente.

lunes, 8 de febrero de 2016

GABRIEL FERRATER

OCIO

Ella duerme. Es la hora en que los hombres
ya despertaron, y una escasa luz
entra todavía a herirlos.
Con muy poco nos basta. Solamente
el sentimiento de dos cosas:
la tierra gira y las mujeres duermen.
Reconciliados, nos apresuramos
hacia el fin del mundo. No nos es preciso
hacer nada para ayudarle.


                      Traducción de J. A. Goytisolo 


Gabriel Ferrater (1922-72) fue una persona con una cultura deslumbrante y plural —se inició estudiando Matemáticas y terminó escribiendo poesía, después de dominar varios idiomas y haberse sumergido en la lingüística chomskyana—. Pertenece por edad y por amistad a la Generación del medio siglo; entre otros, era amigo íntimo de Gil de Biedma. Como Paul Lafargue y Laura Marx, decidió que no quería vivir más allá de los 50. 

Totalmente recomendable. El documental, también.


sábado, 3 de octubre de 2015

UN POEMA DE FELIPE BENÍTEZ REYES

Supongo que Felipe Benítez Reyes, como otros muchos autores, comenzó escribiendo poesía, y aunque hoy es más conocido por su obra narrativa, sobre todo desde que ganó el Nadal, en la actualidad sigue practicando el género primero y manteniendo una calidad enorme, reconocida con premios como el Nacional de Poesía (1996).

El que aparece aquí es su último poemario publicado, si bien no es de ahora mismo y los que gustamos de su verso echamos ya en falta el siguiente. 

El tono elegíaco y reflexivo de la conexión Cernuda-Gil de Biedma llega hasta nosotros a través de este gaditano enamorado del mar.


LA ELECCIÓN INEXPLICABLE

El conflicto no es ya el futuro, que vendrá como pueda,
sino el pasado inmóvil, que vuelve de tu mano
desde unas tinieblas indeterminadas, titubeante
como una narración sin fundamento
en primera persona del vacío,
desde una sombra subjuntiva.

El enigma no es lo por venir —porque ya ves—.
sino la armonización ilusoria
de todo lo que fuiste y lo que no,
para que la suma d etu pasado
dé como resultado una resta
y aprenda la lección inexplicable:
pesa más quien no fuiste en lo que eres
—tu leyenda de ti, tu nada propia—
que el balance de todo tu vivir.

viernes, 5 de diciembre de 2014

REIVINDICACIÓN DE LA SONRISA (dialogando con Gil de Biedma)


La risa es como el limpiaparabrisas,  
nos permite avanzar, aunque no detenga la lluvia.

Que la vida no es un chiste 
todos lo sabemos, 
aunque sea necesario 
algún que otro traspiés
y muchos años
para acabar
definitivamente 
de entenderlo.

Pero ¿de qué sirve
hacer el amor,
tener hijos,
jugar con ellos,
decir a quien nos apetece
esta mañana te desayunaría
envuelta en deseo
y chocolate,
aprender cosas nuevas
y enseñarlas,
trabajar honradamente,
ser responsable
y saberlo...

                 si al lado 
de tanta bondad 
y benevolencia
no acomodamos 
una pellizco de malicia?



sábado, 20 de septiembre de 2014

CURA DE HUMILDAD, un poema de Ana Merino

Con este libro consiguió Ana Merino el accésit del XX Premio Jaime Gil de Biedma en 2010. Desde hace unos años trabaja en universidades estadounidenses y en la actualidad dirige un curso de escritura creativa en la de Iowa.

Curación es el penúltimo poemario que ha publicado y de él extraigo —también— el penúltimo poema. Como bien se nos dice en la contraportada, la madurez es una cura, y este camino de madurez es el que recorre la autora a través de los 26 poemas que conforman el libro.

CURA DE HUMILDAD

Quédate en las palabras deseadas
y escucha su temblor
con el recogimiento que merecen.

Los límites son parte de su esencia,
y a veces no hay idioma
que pueda articularlas.

Acostúmbrate a ser experto en las rutinas
del alma cotidiana de las cosas.
Repara su penumbra con una horquilla rota,
ilumina su miedo
con una linternita de dentista,
desengrasa su ombligo con agua de colonia;
y así, con el talante programado
de las leyes paralelas
que reinventan toda lógica,
te verás retratado
en el salón de los autómatas.

martes, 17 de junio de 2014

NOCHES DEL MES DE JUNIO, de Gil de Biedma

Para Nerea, que el día de su cumpleaños me contó 
que todos los meses de junio ofrece este poema
a sus alumnos para comentarlo en clase.


Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año, 
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
                               porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba, 
                                                            nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.

Eran las noches incurables
                                            y la calentura.
Las altas horas de estudiante solo
y el libro intempestivo
junto al balcón abierto de par en par (la calle
recién regada desaparecía
abajo, entre el follaje iluminado)
sin un alma que llevar a la boca.

Cuántas veces me acuerdo
de vosotras, lejanas
noches del mes de junio, cuántas veces
me saltaron las lágrimas, las lágrimas
por ser más que un hombre, cuánto quise
morir
         o soñé con venderme al diablo, 
que nunca me escuchó.
                                       Pero también
la vida nos sujeta porque precisamente
no es como la esperábamos.

                              Las personas del verbo. Seix Barral.

Un par de años antes de morir leyó este poema en uno de los sitios más adecuados para ser leído: la Residencia de Estudiantes de Madrid. Esa lectura se grabó y se recogió en un disco que por desgracia hoy se encuentra agotado, aunque todavía hay algún ejemplar en librerías de viejo.

Pasada la adolescencia, sus males y sus penares, superada la conciencia del propio cuerpo y del propio yo por la conciencia de que los demás también existen, nos dimos cuenta de que la vida iba en serio.


¡Cuánta lucidez envuelta en palabras sencillas!

jueves, 13 de septiembre de 2012

GIL DE BIEDMA

En esta sección de Los que más me gustan coloco hoy —en mi opinión— uno de los mejores poemas de uno de los mejores poetas de la generación del medio siglo.


CONTRA JAIME GIL DE BIEDMA

De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso,
dejar atrás un sótano más negro
que mi reputación -y ya es decir-,
poner visillos blancos
y tomar criada,
renunciar a la vida de bohemio,
si vienes luego tú, pelmazo,
embarazoso huésped, memo vestido con mis trajes,
zángano de colmena, inútil, cacaseno,
con tus manos lavadas,
a comer en mi plato y a ensuciar la casa?

Te acompañan las barras de los bares
últimos de la noche, los chulos, las floristas,
las calles muertas de la madrugada
y los ascensores de luz amarilla
cuando llegas, borracho,
y te paras a verte en el espejo
la cara destruida,
con ojos todavía violentos
que no quieres cerrar. Y si te increpo,
te ríes, me recuerdas el pasado
y dices que envejezco.

Podría recordarte que ya no tienes gracia.
Que tu estilo casual y que tu desenfado
resultan truculentos
cuando se tienen más de treinta años,
y que tu encantadora
sonrisa de muchacho soñoliento
-seguro de gustar- es un resto penoso,
un intento patético.
Mientras que tú me miras con tus ojos
de verdadero huérfano, y me lloras
y me prometes ya no hacerlo.

Si no fueses tan puta!
Y si yo supiese, hace ya tiempo,
que tú eres fuerte cuando yo soy débil
y que eres débil cuando me enfurezco…
De tus regresos guardo una impresión confusa
de pánico, de pena y descontento,
y la desesperanza
y la impaciencia y el resentimiento
de volver a sufrir, otra vez más,
la humillación imperdonable
de la excesiva intimidad.

A duras penas te llevaré a la cama,
como quien va al infierno
para dormir contigo.
Muriendo a cada paso de impotencia,
tropezando con muebles
a tientas, cruzaremos el piso
torpemente abrazados, vacilando
de alcohol y de sollozos reprimidos.
¡Oh innoble servidumbre de amar seres humanos,
y la más innoble
que es amarse a sí mismo!


En este enlace podéis ver el programa que rtve le dedicó en el vigésimo aniversario de su muerte.
*** 

Galaxia Gutenberg ha reeditado hace poco Las personas del verbo, la recopilación de la poesía completa del poeta.

viernes, 6 de marzo de 2009

VICTORIANO CRÉMER


El lunes, día 30, los tertulianos iruneses nos reuniremos en torno a la obra de V. Crémer.

A manera de presentación me gusta recordar que este poeta lúcido, incansable, brillante en ocasiones y tenaz siempre, ha ganado el premio de poesía Jaime Gil de Biedma a la edad de 100 años. Sólo el hecho de escribir un poema a esa edad ya me parece admirable.

Sobre su poesía y lo que ésta supone charlaremos durante un par de horas en la tertulia. Mientras tanto, podéis acercaros a su obra a través de su último libro, El último jinete, fácilmente asequible y de fructífera lectura. El resto de su obra, por desgracia, hay que buscarla rastreando más de una biblioteca. Dura tarea, ay, la del lector de poesía; más, si somos de provincias.

Aquí os dejo el poema con el que comienza el libro:

EL ÚLTIMO VERSO

Los dioses. El primero
Lo conceden los dioses.
Se abre un jirón en la tierra
y brota una voz, un grito acaso,
una plegaria.

El hombre nace.
Sobre el Monte de los Prodigios
abandona losa viejos vestidos
y contempla con asombro
El brío de los vientos.
Implora una sola palabra
que le redima de siglos de silencio.
El verso, solamente el verso
que los dioses prometen.
Sobre el atrio de las flores
tal vez ensaya otro lenguaje el agua
que le traduzca. Una palabra única,
un verso acribillado
por constelaciones
fugitivas.

No es bueno
que el hombre esté sin voz
en este último tramo,
a punto de que se borre o se pierda
buscando el último verso.


Feliz lectura