jueves, 31 de octubre de 2024

EL CIELO NOCTURNO, NOVIEMBRE 2024

Anochecer sobre la Bahía de la Concha.

PLANETAS: Mercurio aparece sobre la mismísima línea del horizonte SO cuando todavía hay bastante claridad lo que dificulta mucho la tarea, pero puede verse. Venus es durante todo noviembre el auténtico lucero vespertino e irá ganando brillo y altura a medida que pasen los días. Marte aparece a eso de las 23:00 (hora local) sobre el horizonte ENE (una hora antes a final de mes) y su recorrido por el cielo es visible durante toda la noche. Júpiter sale por el horizonte ENE poco después de las 20 el día 1 y el 30 ya está apareciendo al anochecer. Saturno, cuando se hace de noche, ya está unos 30º sobre la línea del horizonte SE. 

LUNA: 1 de noviembre, luna nueva; 15, luna llena.

El día 15 puede ser un buen día para localizar Urano... si se tiene un telescopio de aficionado. La referencia de nuestro satélite y las Pléyades facilitarán mucho la tarea. 

ESTRELLAS FUGACES:
Táuridas Norte12 de Noviembre de 2024, 06:46 (20 de Octubre al 10 de Diciembre)03h 53.4m, 22° 04.2'5
Leónidas17 de Noviembre de 2024, 12:23 (6 de Noviembre al 30 de Noviembre)10h 09.3m, 21° 52.9'15
α-Monocerótidas21 de Noviembre de 2024, 12:43 (15 de Noviembre al 25 de Noviembre)07h 49.2m, 00° 56.3'Var
Oriónidas Noviembre28 de Noviembre de 2024, 03:14 (13 de Noviembre al 6 de Diciembre)06h 05.4m, 15° 59.8'3

SATÉLITES ARTIFICIALES: Para saber dónde y cuándo mirar, consultad aquí.


Feliz observación.

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miércoles, 30 de octubre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Metapoéticas, antología de poetas)

Editorial
#unlibrounpoema

Este es un libro de más de 700 páginas, por lo tanto la muestra de poetas es muy extensa. Caben todos los países de habla hispana de América, y de cada uno de ellos hay una buena representación de escritoras contemporáneas, es decir, de poetas que han influido o influyen en el desarrollo de la literatura a partir del siglo XX, aunque más de una haya nacido en el XIX. 

Por si no queda suficientemente claro con el título: son poemas que inciden en la propia escritura, metapoesía, ese cavilar sobre la poesía tan característicamente contemporáneo y tan extendido en la actualidad. Difícil tarea es encontrar a alguien que, dedicándose a la poesía, no haya escrito más de un poema que tenga por tema la reflexión poética.

Siendo una antología tan extensa y abarcando todo tipo de tendencias y estilos de los siglos XX y XXI, que son muchos, lo único que tienen en común todos los textos es que están escritos por mujeres latinoamericanas. Pero la antología, muy bien pensada, recoge una introducción/presentación de cada uno de los países presentes, excepción hecha de Centroamérica, bajo cuyo apartado se agrupan Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá.

De esta bien nutrida antología he recogido el poema de Cecilia Vicuña, "Palabrir: Poesía", que pertenece al título PALABRARmas.


PALABRIR: POESÍA

          Poesía, del griego poiesis: creación, de poiein: hacer.

                                                                  Diccionario etimológico

                                                                              JOAN COROMINAS


Las palabras se tienen unas a otras un amor,

un deseo

que culmina en la poesía


unión del ser y su palabra

palabra con palabra.


Palabramos por amor

no por necesidad

o el amor es la única verdadera necesidad


Verdadera

    Es dadora de ver.


Ver el sentido de dar

es el trabajo del palabrar.


Frase o plegaria a la vez 

        hablar es orar.


La palabra es punto

                    de confluencia y unión

                    oro

                    de la oración.


Poema mínimo o esencial

                              la palabra es poesía.


                                                     "Flor es la palabra flor"

                              Joao Cabral de Melo Neto


La palabra ha sido creada por y para la poesía


Y sólo en la poesía 

correspondemos con una ofrenda

a la gracia recibida

                      la vida.


***

martes, 29 de octubre de 2024

DESDE MI VENTANA



Desde mi ventana es una colección que fue surgiendo a partir de imágenes con las que me iba encontrando. Podían ser imágenes que me llamaban la atención durante un viaje, un paseo por el monte, la fotografía que acompañaba a una noticia... y que, de forma inmediata, relacionaba con una idea, una palabra, tal vez un verso. Ese era el chispazo que originaba el poema, aunque no todos tuvieron éxito y terminaron en forma de poema.   

Según iban surgiendo, fui agrupándolos bajo títulos distintos que intentaban recoger el estado de ánimo o el ambiente intelectual que evocaban. Al releerlos, me he dado cuenta de que lo que todos ellos cuentan en conjunto es mi particular mirada sobre el mundo, algunas de las dolencias y de las alegrías que veo. Eso (y el recuerdo de las Cartas desde mi celda) explica el título.

Los poemas son coetáneos, incluso algunos son anteriores, a los que aparecen en la colección Descender hacia la luz. Con ellos tienen en común la defensa y celebración de que lo verdaderamente importante es cuanto hacemos habitualmente durante los días cotidianos. No aquella vez que nos tiramos en paracaídas y tuvimos una feroz descarga de adrenalina, porque lo maravilloso y extraordinario es encontrarnos a gusto con el ser que somos a diario.  

Los poemas se acompañan de la imagen que motivó su nacimiento. La edición en papel los recoge en blanco y negro. De momento no es posible hacerlo en color.

Este que publico ahora es de 2016:


SOÑAR


Para Nahia, que está en camino

Fotografía de IreneLocalización.

                                      Si vivir sólo es soñar
                                     hagamos el bien soñado.
                                        AMADO NERVO


Tómale el pulso al aire, 
pide un deseo,
deposita el sonido de las caracolas
al borde del asfalto,
derriba la desesperanza 
que se oculta entre la niebla,
siembra de luz las calles,
coge impulso
y échate a soñar,

pero cuida de que los enemigos 
de la risa y el entusiasmo
permanezcan al margen de tu sueño.

***


lunes, 28 de octubre de 2024

GABRIEL CHAILE EN TABAKALERA

Aguas calientes

Los elementos con los que juega Gabriel Chaile (Tucumán, 1985) son variados y heterogéneos, sin duda, lo más llamativo, lo que primero salta a la vista son las referencias a y las influencias de las comunidades precolombinas de Sudamérica y su toque humorístico al componer la obra artística. 

Por supuesto, también hay existe una mirada crítica desde la lectura cultural que se realiza al utilizar unos materiales determinados (generalmente pobres y de clara tradición popular), componer el objeto que se ofrece a la expectación e incluso titularlo. Si el tópico dice que todo es política, podríamos añadir sin temor a equivocarnos que todo es antropología o que todo es cultura. Cada gesto, cada palabra, cada forma tienen una intención y para eso se exponen. El arte también participa desde hace muchos años de la mirada incisiva y quiere provocar la reflexión sobre el entorno social, histórico, cultural...

La Malinche

atención al cigarro


Ingeniería de la necesidad

Aguas calientes 5 (Los llorones)

Inscripción en la parte de atrás

Salir del surco al labrar la tierra


¿Por qué has corrido tan lejos?

Selva tucumana



El principio de la belleza está en el fin de la misma II

 Texto de la comisaria de la exposición, Andrei Fernández.


En Tabakalera hasta el 2 de febrero de 2025.

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domingo, 27 de octubre de 2024

LE BOURGEOIS GENTILHOMME pt1/2 Ouverture (Lully)


Lully (1632-1687) fue un compositor que tuvo una gran importancia en el desarrollo de la ópera francesa. A él se deben las primeras comedias-ballet y las tragedias con música en el ámbito musical francés. Tuvo, de hecho, sus fervorosos partidarios capaces de acudir a cualquier sesión suya. 

Cantante, violinista, guitarrista, bailarín y compositor de enorme talento, formó parte del siglo de oro francés (le grand siècle), esa época brillante en el mundo artístico que se desarrolló en torno a la corte de Luis XIV. Entre otras colaboraciones con artistas de la época es necesario destacar las que tuvo con Moliére del que esta obra es un claro ejemplo.

Como en ocasiones ocurre con estas figuras prominentes que alcanzan un gran éxito, su final no fue precisamente glorioso ni apacible. El lamentable percance con el bastón de dirigir le ocasionó una herida que se gangrenó. Se negó a que le amputaran, la gangrena se extendió y le ocasionó la muerte. 

Interpreta: Collegium Musicum Bednarska.


Que la música os sea favorable.

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sábado, 26 de octubre de 2024

EUGENIO MONTEJO

Ejemplar del KM
Descubrí hace relativamente poco tiempo la poesía de Eugenio Montejo gracias a un programa de música clásica. En aquel programa la presentadora del mismo leyó un poema que me atrajo profundamente. Lo busqué. Lo encontré, y junto a él vinieron otros tantos poemas que me entusiasmaron. El poema era "Adiós al siglo XX" y daba título y comienzo al poemario al que pertenecía. Desde entonces he andado leyendo de vez en cuando poemas sueltos de este autor venezolano. Hace un par de semanas vi que su poesía se encontraba recogida en Pre-Textos y que el ejemplar estaba disponible en la biblioteca del Koldo Mitxelena. Me lo llevé a casa.

Si tuviera algo que decir sobre su obra y su estilo (podéis leer y oír muchas opiniones y comentarios más autorizados que los míos en internet), además del decir más directo y sencillo de que me gusta mucho, podría decir que su poesía es profundamente sugestiva, que tiene el don de la palabra limpia y que con ella crea un mundo donde yo me encuentro plácidamente acogido, que tiene un estilo noble, hermoso y muy cuidado, y que sus poderosas y originales imágenes son bellísimas. 

Pero lo que yo diga tiene poco interés. Lo verdaderamente interesante son sus creaciones poéticas. He aquí un minúsculo muestrario de su luminosa poesía:

ADIÓS AL SIGLO XX


                                           A Álvaro Mutis

Cruzo la calle Marx, la calle Freud;
ando por una orilla de este siglo,
despacio, insomne, caviloso,
espía ad honorem de algún reino gótico,
recogiendo vocales caídas, pequeños guijarros
tatuados de rumor infinito.
La línea de Mondrian frente a mis ojos
va cortando la noche en sombras rectas
ahora que ya no cabe más soledad
en las paredes de vidrio.
Cruzo la calle Mao, la calle Stalin;
miro el instante donde muere un milenio
y otro despunta su terrestre dominio.
Mi siglo vertical y lleno de teorías...
Mi siglo con sus guerras, sus posguerras
y su tambor de Hitler allá lejos,
entre sangre y abismo.
Prosigo entre las piedras de los viejos suburbios
por un trago, por un poco de jazz,
contemplando los dioses que duermen disueltos
en el serrín de los bares,
mientras descifro sus nombres al paso
y sigo mi camino.





LOS ÁRBOLES

Hablan poco los árboles, se sabe.
Pasan la vida entera meditando
y moviendo sus ramas.
Basta mirarlos en otoño
cuando se juntan en los parques:
sólo conversan los más viejos,
los que reparten las nubes y los pájaros,
pero su voz se pierde entre las hojas
y muy poco nos llega, casi nada.

Es difícil llenar un breve libro
con pensamientos de árboles.
Todo en ellos es vago, fragmentario.
Hoy, por ejemplo, al escuchar el grito
de un tordo negro, ya en camino a casa,
grito final de quien no aguarda otro verano,
comprendí que en su voz hablaba un árbol,
uno de tantos,
pero no sé qué hacer con ese grito,
no sé cómo anotarlo.






MUDANZAS


Mudanzas por el mar o por el tiempo,
en un navío, en una carreta con libros,
cambiando de casas, palabras, paisajes,
separándonos siempre para que alguien se quede
y algún otro se vaya.
Despedirnos de un cuerpo de mujer
que se mira ya lejos como un pueblo,
donde las noches fueron más largas que los siglos
en lámparas y hoteles.
Mudanzas de uno mismo, de su sombra,
en espejos con pozos de olvido
que nada retienen.
No ser nunca quien parte ni quien vuelve
sino algo entre los dos,
algo en el medio;
lo que la vida arranca y no es ausencia,
lo que entrega y no es sueño,
el relámpago que deja entre las manos
la grieta de una piedra.




ESCRITURA

Alguna vez escribiré con piedras,
midiendo cada una de mis frases
por su peso, volumen, movimiento.
Estoy cansado de palabras.

No más lápiz: andamios, teodolitos,
la desnudez solar del sentimiento
tatuando en lo profundo de las rocas
su música secreta.

Dibujaré con líneas de guijarros
mi nombre, la historia de mi casa
y la memoria de aquel río
que va pasando siempre y se demora
entre mis venas como sabio arquitecto.

Con piedra viva escribiré mi canto
en arcos, puentes, dólmenes, columnas,
frente a la soledad del horizonte,
como un mapa que se abra ante los ojos
de los viajeros que no regresan nunca.




MANOA

No vi a Manoa, no hallé sus torres en el aire,
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de sombras ilusorias
que dibujan sus mapas.
Crucé el río de los tigres
y el hervor del silencio en los pantanos.
Nada vi parecido a Manoa
ni a su leyenda.

Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza.
Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,
—siempre más lejos.

Ya fatigado de buscarla me detengo,
¿qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fue cantada como Troya
ni cayó en sitio
ni grabó sus paredes con hexámetros.
Manoa no es un lugar
sino un sentimiento.


A veces en un rostro, un paisaje, una calle
su sol de pronto resplandece.
Toda mujer que amamos se vuelve Manoa
sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quien sueña puede divisarla, va en camino,
pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.




PÁJAROS

Oigo los pájaros afuera,
otros, no los de ayer que ya perdimos,
los nuevos silbos inocentes.
Y no sé si son pájaros,
si alguien que ya no soy los sigue oyendo
a media vida bajo el sol de la tierra.
Quizás es el deseo de retener su voz salvaje
en la mitad de la estación
antes que de los árboles se alejen.

Alguien que he sido o soy, no sé,
oye o recuerda,
si hay algo real dentro de mí son ellos,
más que yo mismo, más que el sol afuera,
si es musical la fuerza que hace girar el mundo,
no ha habido nunca sino pájaros,
el canto de los pájaros
que nos trae y nos lleva.




TERREDAD

Estar aquí por años en la tierra,
con las nubes que lleguen, con los pájaros,
suspensos de horas frágiles.
A bordo, casi a la deriva,
más cerca de Saturno, más lejanos,
mientras el sol da vuelta y nos arrastra
y la sangre recorre su profundo universo
más sagrado que todos los astros.

Estar aquí en la tierra: no más lejos
que un árbol, no más inexplicables;
livianos con otoño, henchidos en verano,
con lo que somos o no somos, con la sombra,
la memoria, el deseo, hasta el fin
(si hay un fin) voz a voz,
casa por casa,
sea quien lleve la tierra, si la llevan,
o quien la espere, si la aguardan,
partiendo juntos cada vez el pan
en dos, en tres, en cuatro,
sin olvidar las sobras de la hormiga
que siempre viaja de remotas estrellas
para estar a la hora en nuestra cena
aunque las migas sean amargas.




TAL VEZ

Tal vez sea todo culpa de la nieve
que prefiere otras tierras más polares,
lejos de estos trópicos.

Culpa de la nieve, de su falta,
-la falta que nos hace
cuando oculta sus copos y no cae,
cuando pospone, sin abrirlas, nuestras cartas.

Tal vez sea culpa de su olvido,
de nunca verla en estas calles
ni en los ojos, los gestos, las palabras.
Tantas cosas dependen noche y día
de su silencio táctil.

Nuestro viejo ateísmo caluroso
y su divagación impráctica
quizá provengan de su ausencia,
de que no caiga y sin embargo se acumule
en apiladas capas de vacío
hasta borrarnos de pronto los caminos.

Sí, tal vez la nieve,
tal vez la nieve al fin tenga la culpa…
Ella y los paisajes que no la han conocido,
ella y los abrigos que nunca descolgamos,
ella y los poemas que aguardan su página blanca



LA TIERRA GIRÓ PARA ACERCARNOS

La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.

(Sí, habéis intuido bien, este es el poema cuyo comienzo se cita en la película Iñárritu, 21 gramos, y aquí tenéis el anecdotario de por qué y cómo se incluyó en la película).



EN LA PLAYA

Al desnudarse a solas en la playa
sintió de pronto que uno de sus senos
se fue volando.
Lo vio un instante cruzar a ras del agua
y después mar adentro
hasta el final del horizonte,
hecho ya un punto en la tiniebla de los barcos.
Sin inmutarse, como una palma de la orilla,
con el cabello suelto al aire
se deshizo de las últimas ropas
y nadó largo tiempo en vastos círculos
alrededor de su deseo.
Sabía que todo, más tarde o más temprano,
deja la carne y huye,
así ahora las formas de su cuerpo,
como peces en otro espacio recluidos,
vueltos al mar quedaban libres
entre el vaivén de los eternos elementos.


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viernes, 25 de octubre de 2024

LUIS MARTÍN SANTOS, TIEMPO DE LBERTAD

Horario
De martes a domingo en octubre: 10:00 - 20:00.
A partir del 1 noviembre-marzo): 10:00 - 19:00.

Con motivo del centenario del nacimiento de Luis Martín-Santos Ribera (1924 - 1964) San Telmo Museoa, la Biblioteca Nacional de España y Acción Cultural Española recuerdan a este escritor y psiquiatra que ha pasado a la historia de la literatura española como uno de los grandes gracias a Tiempo de silencio, una de las mejores novelas españolas del siglo xx.

La exposición, bien montada, con mucho panel gráfico y texto adjunto, es un recorrido por la biografía y la obra del autor, donde siempre podremos encontrar algún dato sorprendente y desconocido.

De su trabajo para el premio extraordinario de licenciatura


Portada japonesa


Quien haya conocido el Oria durante los años 50, 60 y 70 sabe que esa foto es absolutamente real.

Una de las pocas pantallas.




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jueves, 24 de octubre de 2024

EL TRANSCURRIR MEDITA SU CORRIENTE


Esta es la película que durante el verano de 2004 estuve montando con fotografías que aludían al paso del tiempo. Vivaldi era el mejor referente y creaba el ambiente adecuado. Cuando la música de Vivaldi dejaba de sonar y se detenía la imagen, entraba un poema; cuando los fotogramas volvían a ponerse en marcha, la txalaparta de Iñaki y Andoni, y cuando el fotograma volvía a congelarse, el segundo poema de la estación aludida por la música del maestro italiano. Las transiciones, por tanto, venían dadas por la música de Vivaldi; la sucesión de imágenes sin sonido eran para la palabra y la txalaparta.

Puesto que estamos en otoño, dejo aquí el primero de los poemas relativo a esa estación. Como he mencionado antes, cada estación tiene dos, el primero es de carácter descriptivo y el segundo de índole personal. Todos ellos, acompañados de alguna fotografía, están recogidos en el cuadernillo que publiqué hace aproximadamente un mes.


                                       OTOÑO



Ahora parece que volvemos.

No sabemos muy bien de dónde ni hacia dónde,

pero tenemos esa impresión de vuelta…

y el viento sopla

y otras veces llueve

y parece que la gente tiene prisa

y que todo está más dorado y un poco más frío.

No importa si fue ayer cuando marchamos,

lo que importa es que hoy

—y mañana también—

tendremos que repetir el mismo gesto,

la misma impertinencia inútil

a la que la lluvia nos convoca.


Ahora parece que volvemos…

y que el mundo es un poco más nuestro:

la estéril ciudad en que vivimos,

el monte al que acudimos los fines de semana,

el trabajo que hacemos y no hacemos a diario,

el ocio que ocupamos también a veces trabajando,

el bosque que arde en cien colores

y la dicha de abandonarnos a ese bosque.


Sí, parece que todo es más nuestro,

quizá porque somos un poquito más nosotros mismos

cuando logramos alcanzar aquello que esperamos:

la fruta, el premio, la luz, el canto.

O, acaso, porque parece que volvemos.



En euskera quedaba así:


UDAZKENA



Itzulian gaudela dirudi.

Nondik gatozen ez dakigu, ezta norantz goazen ere,

baina itzuleraren usaina hartzen diogu…

eta haizeak putz egiten du,

eta beste zenbaitetan euria botatzen du,

eta jendeak presaka dabilela dirudi

eta dena urre kolorez estaliago eta hotzago dirudi.

Ez du axola atzo joan baginen,

axola duena da gaur

—baita bihar ere—

keinu bera errepikatu beharko dugula,

eta egunerokotasunean murgilduko garela.


Orain itzuli eta… dena geureagoa dela ematen du:

bizi garen hiri antzua,

asteburuetan zanpatzen dugun mendia,

egunero betetzen dugun eta betetzen ez dugun lana,

batzuetan lan eginez ere pasatzen dugun aisia,

hamaika koloretan erretzen den basoa

eta baso horretan nahita galtzearen zoriona.


Bai, guztiak geureagoa dirudi,

akaso gu, gu geu bihurtzen garelako

espero dugun hori lortzen dugunean:

fruitua, saria, argia.

Edo, akaso, itzultzen garela dirudielako.


***