http://airincreations.wix.com/airin |
Mis juguetes se independizan y se trasladan a esta dirección. Supongo que podré seguir disponiendo de ellos e imaginando historias; supongo que, incluso, con un poco de suerte, podré disponer de la primicia, de la sorpresa de encontrármelos antes de que se hayan fugado; supongo que aunque se vayan lejos, siempre tendrán un pequeño guiño de afecto para quien los miró en algún momento desde el lado más subjetivo de su imaginario perfil.
Todo empezó como un juego —los juguetes tienen esa función— cuando surgió Ochogiro y se posó sobre una rama de ciruelo en una luminosa mañana de invierno. El juego se extendió rápidamente a otros objetos porque la delicada frontera entre la realidad y los sueños, entre lo que somos y lo que queremos ser, se franquea fácilmente con las palabras.
Hoy se han hecho mayores y quieren salir a codearse con la realidad exterior, con la ley de la oferta y la demanda, quieren adquirir la consistencia de lo adulto. Si a la creadora se le hace difícil desprenderse de las muñecas una vez que las ha terminado, a mí se me hace extraño contemplarlas en un espacio ajeno al que mi fantasía les ha ofrecido.
Buena suerte, larga vida y que sigáis creando sueños.