jueves, 21 de marzo de 2024

SAN JUAN DE DIOS EN HONDARRIBIA

San Juan de Dios y la Virgen, José Bueno. Hondarribia.

Este grupo escultórico es obra del escultor zaragozano José Bueno. Está situado junto a la rotonda de  entrada al casco histórico de Hondarribia. El encargo que recibió el artista fue que recreara la leyenda que recoge la estancia de Juan de Dios en la ciudad. Luis Rodríguez Gal, más conocido como Luis de Uranzu, la contaba así en su entrañable y necesario Lo que el río vio
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Habiendo salido San Juan de Dios del campamento de los sitiadores españoles en busca de forraje montado en una yegua cogida a los franceses, se acercó tanto a 
Francia, que el animal, olfateando su tierra, se lanzó impetuoso hacia ella, derribando a su jinete. La cabeza de éste chocó contra unas piedras, quedando mal herido y sin conocimiento. Al recobrarlo, consideró con espanto que pudie ra caer en manos del enemigo. Púsose de rodillas e invocó la Virgen con tal fervor que ésta se le apareció en traje de pastora, dándole de beber y reconfortándole con sus palabras.

San Juan de Dios recuperó sus fuerzas y pudo volver al campamento.

Los restos mortales del gran santo se hallan en la iglesia de San Juan de Dios de Granada.

Para quienes no sepan de la historia de la ciudad es necesario decir que esta leyenda se sitúa en 1521, en el marco de las hostilidades navarro-franco-españolas. Hondarribia estaba ocupada por las tropas de Francisco I, a quien había solicitado apoyo Enrique II de Navarra. En el exterior de la ciudad amurallada se situaba el campamento de las tropas de Carlos V. Entre los soldados que formaban parte del destacamento se encontraba, según la leyenda, Juan de Dios.

Sin duda, el valor artístico del grupo escultórico deja bastante que desear, pero forma parte del paisaje de la ciudad y el cuento tiene su gracia y aporta un elemento más de entretenimiento a quien visite la hermosa ciudad a los pies de la bahía de Txingudi. 

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miércoles, 20 de marzo de 2024

UN LIBRO, UN POEMA, Alejandro Jodorowsky

En librerías
#unlibrounpoema

Sobre Jodorowsky todavía no lo tengo nada claro, pero la opinión que yo tenga poco importa, esta sección está para que por ella desfilen todo tipo de poéticas: tradicionales e innovadoras, claras y herméticas, oscuras de corazón o limpias como manzana recién cogida, ideológicamente muy cargadas o abstemias, las que logran acceder al canon y las que se mantienen fuera de él..., y este libro ya lleva mucho tiempo en casa sin que le haya dado un poquito de aire. Hoy le toca.

Acaso uno de los poemarios más sorprendentes sea el que lleva por título Yo, el tarot (2004). En la edición que yo manejo el poema dedicado a la carta del diablo se presenta así:



XV EL DIABLO


Padre de todos los abismos, madre que da vida a las grutas salobres, 
suprema fuerza del magma, centro informe del octógono, 
hediondez que revela el mentir de los perfumes, 
raíz de los espíritus viscosos revestidos de perfección, 
soy la consciencia asesina del perpetuo efímero, 
aquel que encerrado en el sótano del mundo hace temblar las torres de la fe, 
el que de rodillas devora los pies del crucificado, el que exhibe sin pudor 
una vagina huracanada, el que viola el huevo pedregoso de la santidad, el que hunde 
su verde falo en el sueño malsano de los beatos, el que defeca majestuoso 
sobre los ejes carcomidos de la razón. Sañuda medusa de las perversiones 
abro con mis veinte garras la panza de una virgen para untar un pan.

¿Quién en las celestes moradas osa elevar la voz? 
¿Quién se atreve a juzgarte, infame Creador 
Humillados ocultan el rostro entre las alas 
aceptando tu pérfida luz. En la cloaca humana sólo yo alzo la antorcha 
que exalta a las tinieblas, sólo yo con voz de lepra te exijo el fin del suceder.
Médula sin hueso, gacela que se escapa de mis dientes, quiero que conserves el instante, 
que nada cambie, que las moscas igual que las estrellas zumben fijas en el aire.
Potencia que abate los límites, cobra que hipnotiza el ojo de las puertas, 
tú que has olvidado la belleza del esplendor material, despreciado el lado oscuro,
las inagotables formas de la pasión que determinan el destino del pobre, 
el éxtasis de darle la espalda a toda ley, la interna hermosura del diamante sucio,
los gemidos morbosos de las esferas subalternas, la insigne cristalización del ego,
la lujuria delirante de los sexos que maldicen la reproducción, 
déjame entrar donde quiero, adorar al dinero porque hiede, establecer jerarquías y colocarme en la cima, 
pensar en el fruto y no en la obra, 
robar lo que me pertenece, matar hasta saciar mi bestia, lograr el triunfo sin respetar 
el corazón ajeno, quitarle los frenos al hocico del celo, 
aportar al hombre un regalo magnífico: la ausencia total de la moral, 
para que nunca más le angustien las tinieblas y pueda verse en mí, su espejo negro.

Sumido en el mundo de las apariencias, sombra donde duermes, dios vivo, 
hijo de tus sueños vago en busca del alma que se me ha extraviado. 
¿Tendré derecho a dar la orden que expulse a las arpías, el brazo fuerte para manejar el hacha 
cortando ramas donde sus cuernos se han enredado? 
¿Me dejarás abrirle el páncreas para extraer el objeto nocivo, disolver 
el espejismo donde vive como imagen tuya? Quien anda perdido es el cazador 
y no la presa: rescatar el alma es dejarse devorar por ella.

Corola que se apropia de los pétalos del mundo me abro más allá de las fronteras:
desciende con tus rayos, penétrame hasta el fondo. 
Que el pantano de los reinos inferiores sea reconocido, 
que en la substancia etérea sea yo el que obligue 
al átomo a constituirse, que yo rompa tu unidad, 
y te multiplique en infinitos centros, que la energía del yo interior 
sea transmutada en fuerza utilizable, que la conciencia sea inundada 
por la impenetrable noche de mi risa, que sea yo la tentación suprema, 
el ácido devorante, hasta que el hombre cese de despreciar la vida, 
se haga invulnerable, subordine los poderes del instinto, sea maestro 
de los gnomos de la tierra, de las ondinas del agua, de los elfos del aire 
y de las salamandras del fuego. Déjame ser la sagrada bestia en donde anida un ángel.

Y si no sois fieles lectores de Jodorowsky, supongo que no sabréis que con el mismo título que el de la recopilación de su poesía, Poesía sin fin, realizó una película en 2016, donde se escenifica su vida en Santiago durante los años 40 y 50 del pasado siglo.


Por si os interesa, alguien ha subido la película completa. Podéis verla aquí.

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martes, 19 de marzo de 2024

NIETZSCHE DESCOMPLICADO, 3

Fuente: Wikipedia
#Nietzschedescomplicado (conversaciones con Jaime Aspiunza).

En esta tercera entrega sobre la obra y el pensamiento de Nietzsche el profesor Aspiunza profundiza sobre el tema de la anterior, la cuestión de la aportación.

¿Qué nos aporta Nietzsche o qué no nos ha aportado Nietzsche?

Decíamos ayer que uno de los dogmas pretendidamente apodícticos de nuestra época es que «la verdad no existe», y que eso lo dijo Nietzsche. Quien dice eso, lo dice –naturalmente– con pretensión de estar diciendo una verdad rotunda e incontrovertible, ignorante de que una afirmación así se desmiente a sí misma.

En cualquier caso, lo que aquí nos interesa es si Nietzsche lo dijo o no; o, mejor: qué dijo Nietzsche.

A Nietzsche hay que leerlo con cuidado, con sumo cuidado, es decir, teniendo muy en cuenta el contexto, porque su estilo prima en buena medida la hipérbole y la imagen plástica y aislada que salta a la vista. Así las cosas, habrá algún lugar en que se pueda aislar la frase «la verdad no existe», como hay un lugar en que se puede amañar la pareja explicativa de nuestro dogma: «todo es interpretación» —. Pero eso no es lo que Nietzsche dijo.

En un texto póstumo llamado Sobre verdad y mentira en sentido extramoral es donde Nietzsche presenta su primera crítica de la noción de «verdad» dominante hasta el momento. Y esa va a ser la verdad que no exista: la verdad, llamémosla, metafísica. Si confiamos en que el lenguaje o la ciencia puedan decirnos todo lo que hay y con todo detalle, nos engañamos: eso no es posible.

El lenguaje apunta algunos aspectos de las cosas, algunos aspectos que de la realidad afectan a nuestros sentidos y para los cuales hemos heredado palabras de la tradición. Hoy día sabemos muy bien que para otros aspectos, que vamos descubriendo, no disponemos de léxico, a veces incluso no disponemos ni de ojos u oídos; son los nuevos instrumentos los que nos permiten saber de su existencia. Aprendemos a sentir, percibir cosas nuevas, y vamos poniéndoles palabras con que significar dichas experiencias. Así pues, podemos imaginar que es infinito el espacio de lo que no sentimos, de lo que no nombramos. Por eso, entender la verdad como representación o reproducción de la realidad es un tanto pretencioso. Sin embargo, esa es la noción de verdad que se tenía en la época de Nietzsche, y se sigue teniendo en buena medida en nuestra época, digamos, en la calle; lo que se entiende por verdad en el lenguaje cotidiano.

Un ejemplo: yo digo que X es simpático; tú dices que es un borde. Solo una de las dos afirmaciones parece que puede ser verdad, como si X fuera de una pieza y se conservara siempre igual. Para un niño es difícil aceptar ambas sentencias: si para él ha sido X simpático, lo otro es una afrenta. Cuando crecemos un poco, empezamos a entender que conmigo X ha podido ser simpático, pero quizá en alguna ocasión (u ocasiones) contigo se ha mostrado borde: las dos cosas son posibles. Sobre todo en lo que hace a los juicios sobre personas, sobre grupos, sobre ideas, etc. —es decir, no en juicios relativos a cosas materiales relativamente sencillas que mantienen un modo de ser homogéneo en el tiempo—, repito, en los juicios relativos a cosas complejas y variables, la perspectiva es fundamental.

Eso es lo que Nietzsche viene a decir: si por «verdad» pretendemos concebir la copia en palabras de la realidad aludida, entonces, esa «verdad» no existe, no ha existido nunca. Hay ejemplos sencillos que parecen, no obstante, confirmar la validez de esa noción de «verdad»; digamos: «esa mesa tiene tres patas», si la mesa tiene efectivamente tres patas, es verdad indiscutible, de la que se podría deducir que «verdad» es la correspondencia entre palabras y situación de la realidad.

Pero si volvemos al ejemplo de X «borde» y X «simpático» nos damos cuenta de que en diversos momentos del tiempo o en relación a diferentes personas ambas pueden ser verdad. Y eso hasta extremos brutales.

Estos días se habla de una película, La zona de interés, sobre Rudolf Höss, comandante de Auschwitz, modernizador de la industria del exterminio: su hija lo recuerda con extraordinario cariño. ¿Significa eso que no era un… criminal despiadado? Sabemos que no. Reconocemos sin ambages la posibilidad de que diferentes perspectivas den lugar a verdades distintas; otra cosa es que en el caso de Höss el cariño de la hija no lo tengamos en cuenta para endulzar la imagen de su padre, sino incluso para lo contrario, agravar su responsabilidad.

Sobre las cosas complejas, por ej., una persona, una relación entre personas, una situación plural, etc., no tiene por qué haber una verdad única; pueden ser ciertas consideraciones diversas. De hecho, en De la genealogía de la moral Nietzsche señalará que «cuanto mayor sea el número de ojos distintos con que sepamos mirar una cosa, cuanto mayor sea el número de afectos a los que dejemos hablar acerca de una cosa, tanto más completo será el “concepto” que nos hagamos de esa cosa, nuestra “objetividad”». La acumulación de perspectivas, de puntos de vista es la que entraña un acercamiento a la verdad de lo real, sin que esto sea por completo alcanzable.

Ya desde la época de Nietzsche, imagino que al ir surgiendo una mayor conciencia del carácter perspectivista de la experiencia, se ha ido dejando de creer en la verdad; añadiríamos ahora: en ¡la verdad única! Como los movimientos humanos suelen ser pendulares, en nuestra época hemos llegado al disparate ese de «la verdad no existe». En la práctica, poco lógica ella, se suele decir que «no hay una verdad única, sino que cada uno tiene su verdad».

Esto, cogido con pinzas, o con una armazón más sólida, podría sostenerse; se parece a lo que he estado explicando hasta aquí. Suele ser, sin embargo, una negación absoluta de la realidad, que se complementa con «todo es interpretación». «¡Ya lo dijo Nietzsche!»

Nietzsche llama «interpretación» a ese filtrar la realidad a través de nuestros sentidos y la armadura del lenguaje, a ese dejar que la realidad se nos asimile en el cuerpo y la mente, revelándosenos. Mas, insisto: la realidad.

Así pues, no es interpretación lo que uno decide interpretar, lo que uno quiere ver, lo que se le pasa por el magín proveniente de sus fantasías, fantasmas o fantasmagorías, o sea, lo que conviene a los prejuicios, ideología, creencias y convicciones; eso no son interpretaciones, son meras opiniones, sin verdadero fundamento.

No hay, pues, verdad única, pero tampoco son infinitas las verdades, ni cada ser humano tiene su verdad absolutamente peculiar, puesto que nuestros cuerpos, con sus pequeñas diferencias, tienen ojos, oídos, tacto, etc., y los conceptos y categorías lingüísticos de que nos valemos son, con sus pequeñas diferencias, comunes y compartidos. Por eso mediante el diálogo es posible llegar a comunicar verdades perspectivas y a participar de una verdad relativamente «objetiva», y no solo en el caso de expresiones cuantitativas, que son las que por principio reconocemos como «objetivas».
 

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lunes, 18 de marzo de 2024

VERANO DEL 36

Editorial
 #elespesordelaherida

La banda sonora de El espesor de la herida se adentra en la penúltima sección del poemario y la creación de Ivan G.M. alcanza la excelencia. No es que la composición que ha realizado me parezca la mejor de las posibles, es que me ha dado pena tener que grabar sobre ella y que no podáis disfrutarla por sí misma. Es una auténtica cantata del dolor que recoge y expresa en toda su intensidad el dolor y las consecuencias que de él se derivaron, tal y como el poema cuenta.

"Verano del 36" es el texto más duro de todos cuantos conforman el poemario, porque cuenta un hecho real que no es una excepción ni un caso aislado. Estos hechos se producen en todas las guerras, aunque nunca sean noticia en ninguna. Son la cara oculta de todas ellas y su aspecto más feroz e inhumano. En este caso, se trata del asesinato de un maestro y su mujer que no militaban en ningún bando, y que marcará toda la vida del hijo huérfano.

Pero El espesor de la herida es, fundamentalmente y por encima de todo, un poemario pacifista, un grito de dolor ante la guerra, todas las guerras, y una reivindicación apasionada de un mundo que sea capaz de resolver sus diferencias sin recurrir a la violencia.

El espesor de la herida ha sido redactado en el deseo, sin duda ingenuo, pero fervientemente sincero, de que algún poema de los que en este librito se recogen sirva para modificar alguna conciencia. Quisiera creer que cumple la intención e, incluso, puede llevar a alguien a territorios del pensamiento próximos a los que defendían GandhiLuther King o Mandela.

La banda sonora:

El recitado con la música:



VERANO DEL 36


Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

MACHADO




José María y Valeriana,

naturales de Hervás y Aldeanueva del Camino

(Cáceres),

fallecieron algún día

del verano del 36,

poco antes de que las fuerzas sublevadas

llegaran a la ciudad.

Nadie sabe dónde están sus cadáveres.

Ni sus nombres. Nada.




No murieron

ni por Dios ni por España.

Alguien que no consta

ni en las listas de vencedores

ni vencidos

los sacó de casa

y los apeó de la vida

brutalmente

una noche de verano

del 36.

No sabemos

si llegó a salir la luna

o estuvo nublado todo el tiempo.

Tampoco sabemos

si cayeron de bruces

o lo hicieron de perfil.

Cayeron,

aunque no fuera

ni por Dios

ni por España.




Ni ellos ni sus asesinos

forman parte de la memoria.

Materia de olvido.

Ni vencidos ni vencedores,

solo un vacío en el registro de la historia,

en las listas de ausentes

y en las de las reivindicaciones.

Ni papeles. Ni cruces. Ni cementerios.

Silencio.

Ni por Dios

ni por España.




***




Días después

—ni por Dios ni por España—,

Luis, un muchacho

a punto de cumplir

los 15 años, recibe

la noticia

y el reloj de José María

rescatado de las ruinas.

Ni por Dios ni por España.

Solo rabia.

Y rencor.

Ciego de ira,

deja el internado

y se apunta a matar rojos.

Ni por Dios

ni por España,

por venganza.




***




No conocí a mis abuelos.

Unos pocos hombres malos

—ellos se creerían buenos—

una noche los mataron.

***


POETIKA 2024, Arestian, egun...!

KMK
Arestian, egun...!


El espectáculo titulado Arestian, egun…! trata sobre el escritor y poeta Gabriel Aresti (Bilbao, 1933-1975). Un proyecto nuevo y transformador. Además de expresar la difícil época que vivió Aresti a través de sus poemas, el objetivo del programa es sacar a la luz los temas que lo conmovieron —el euskera, la justicia, la cultura, la verdad, la división de clases sociales, la unificación del euskera— y compararlos con la situación actual. Para amenizar el encuentro echarán mano de canciones compuestas por Oskorri y otros creadores, y el acordeonista Aitor Furundarena hará una fusión entre las melodías de antaño y las contemporáneas. Cada creador reinterpretará a Aresti desde el ámbito que mejor domina.

Andoni Egaña Makazaga. Zarautz, 1961. Bertsolari. Cuatro veces campeón de Euskal Herria en 1993, 1997, 2001 y 2005. Otras tres veces finalista, en 1986, 1989 y 2009. Escritor —ensayo, novela, literatura infantil—, investigador en torno al bertsolarismo, guionista de televisión, y columnista y colaborador de prensa escrita y radio. A los diecisiete años, en 1978, leyó a Gabriel Aresti por primera vez por recomendación de su profesor de literatura.

Aitor Furundarena Usabiaga. Ordizia, 1970. Acordeonista, compositor y profesor. Ha estudiado acordeón y composición en Euskal Herria, París y Copenhague. En interpretación, ha sido premiado en varios concursos internacionales de acordeón; ha tocado en orquestas, músicas de cámara, en solitario y con numerosos grupos, y ha publicado una gran variedad grabaciones, tanto para proyectos personales como para colaboraciones. Es uno de los principales referentes del Acordeón de Euskal Herria. En la creación, además de música contemporánea y música popular, ha compuesto para la televisión, el teatro y el cine. Ha recibido premios, el más destacado el Premio MAX en 2021 con la compañía Deabru Beltzak por la obra Sympheuny. Ha impartido clases de grado y postgrado en ESMUC y Musikene.

Andoni Salamero Alberdi. Zumarraga, 1966. Licenciado en Filología Vasca. Poeta. Es guía de los talleres de Bioberatasun y organiza homenajes de despedida como locutor. Ha publicado sus poemas en diferentes medios de expresión, adaptando sus palabras a la moda, la pintura y los coros. Ha sacado diferentes CDs junto a diversos creadores: Joxan Artze, Laja eta Mikel, Juan Mari Beltran, Oskorri, Pantxoa eta Peio, los payasos Potx eta Lotx y el colectivo Zuhaitzaren Soinua. En la actualidad actúa en diferentes espectáculos junto a Peio Ospital, Mixel Ducau, Caroline Phillips, Andoni Egaña, Pello Ramírez, Aitor Furundarena, David Azurza, Urbil Artola, Aitor Mendiluze, Garazi Etxaburu y otros creadores.

Participantes: Andoni Salamero (poeta y locutor), Aitor Furundarena (músico), Andoni Egaña (bertsolari).

El ciclo Poetika se realiza con la colaboración de José Luis Padrón y Jon Obeso.

(Idioma: euskera)

Ver el vídeo del evento

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domingo, 17 de marzo de 2024

THE WAY CHILDREN SLEEP, Uģis Prauliņš

 

Tuve ayer conocimiento del compositor Uģis Prauliņš gracias al programa que dirige y presenta Javier CorcueraArmonías vocales. Ahí es donde me he enterado de que su formación como compositor tuvo lugar en la escuela de música de Riga, que durante los años setenta y ochenta del pasado siglo anduvo tocando en bandas de rock, que trabajó como ingeniero de sonido en la radio de Letonia, que ha compuesto música para cine y televisión, que ha compuesto música de concierto... En fin, que que se trata de un músico con una experiencia de amplísimo espectro. 

Como lo que ofreció el programa fue la Misa Rigensis, que me gustó mucho y de la que podéis encontrar numerosos vídeos parciales en YouTube, me puse a buscar más obra de este letón y di con este The Way Children Sleep (la forma de dormir de niños). 

Lo que cantan es esta breve composición de Māris Čaklais: 

Look in the night, 
accidentally look in the night: 
the way children sleep - 
it makes a world war impossible.

Voces: VoNo.
Dirección: Lone Larsen.

Por si alguien todavía no se ha dado cuenta: la música, mejor con auriculares.

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sábado, 16 de marzo de 2024

CABEZAS MONUMENTALES OLMECAS

Fuente:Wikipedia.



Este es un inédito. El fecundo rumor de las miradas sigue creciendo. Tengo unos cuantos más que aún no he colocado, pero pronto los agregaré a los anteriores.


Ellas nos miran

desde su hermético silencio

y nosotros las miramos

seducidos por la contundencia

de nuestra ignorancia

y su mutismo.





Vemos,

pero no sabemos.





La solidez de sus formas

y la insuficiencia de nuestra mirada

agiganta su belleza.




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viernes, 15 de marzo de 2024

LA SIEMPRE EFICAZ BELLEZA DE LO MÁS SENCILLO



 Salgo de la biblioteca y, como el día está soleado, aprovecho para hacer un par de fotos de la micropradera que me queda a la altura de los ojos. Guardo el móvil en el bolsillo, cojo el libro que he dejado sobre el altillo y me giro para subir las escaleras. Otro usuario que las baja me sonríe y me saluda de manera cómplice, como quien entiende lo que hago y lo comparte. Contesto al amable y espontáneo saludo y sigo mi camino.

Son estas pequeñas, próximas y cotidianas señales las que tal vez impulsaron a Platón a poner en conexión verdad, belleza y bondad. Me inclino incluso a pensar, animado por los primeros síntomas primaverales, que bien pudiera haber sido algún día luminoso y de amable temperatura el que hizo brotar la primera idea.

Primavera en estado primigenio

Lo cierto es que la inmensa belleza de lo mínimo, por su cercanía, por su inmediatez, por su fácil asimilación, es la más propicia a despertar estados de ánimo positivos, la que con mayor frecuencia nos anima a superar las pequeñas inconveniencias con las que tropezamos a diario, las que originan a veces las mejores creaciones. Y es que todos los días están ahí, a nuestro alcance, sin que tengamos que realizar el más mínimo esfuerzo por comprenderlas y disfrutarlas. Directas al corazón.

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jueves, 14 de marzo de 2024

DESOLACIÓN DE LA VICTORIA



Ivan G. M. continúa imparable en su trabajo de creación musical y ya tenemos la sugerente y oportuna pieza que ha creado para el poema "Desolación de la victoria". El poema pertenece a la sección VI, la que lleva por título "Escucha, oh patria, mi aflicción".

Fuente: Wikipedia.
Surgió hace ya bastantes años ante la visión del relieve de "La Marsellesa", del Arco del Triunfo parisino. Es obra de François Rude. Representa la causa de la Primera República francesa durante el levantamiento del 10 de agosto, y allí aparece una alegoría de la libertad conduciendo a un grupo de combatientes voluntarios. Parece que esta imagen sirvió como herramienta de reclutamiento en los primeros meses de la Primera Guerra Mundial y animó a la población a invertir en préstamos de guerra en 1915-1916. 

No tengo nada contra el arco del triunfo de París. Sé que los arcos triunfales de todos los lugares y tiempos recogen escenas de guerra (¿Cuándo dedicaremos arcos al triunfo a la inteligencia, a la solidaridad, a las acciones que sirven para aunar esfuerzos o a la práctica de la bondad?). Me resulta verdaderamente chocante y enfermizo que las representaciones de la libertad sean siempre la de mujeres enardecidas de furia que señalan el camino hacia la matanza a un grupo de hombres armados tan encolerizados como ella. ¿Es así como entendemos la libertad, como un acto de cólera con el que acabar con la vida de quien está enfrente? ¿Es ese el modelo?

No hay mayor derrota
que el éxito alcanzado
exterminando vidas.



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miércoles, 13 de marzo de 2024

LA LUNA


La Luna tiene la ventaja sobre cualquier otro objeto celeste de que podemos observarla tanto de día como de noche y sin necesidad de tener que utilizar ningún instrumento. La fotografía que aparece sobre estas líneas está sacada a las 17:31 con una cámara fotográfica de potente zoom, eso permite distinguir perfectamente, a pesar de ser un día de cielo absolutamente despejado, Mare Crisium y cráteres como Langrenus y Cleomedes.

En realidad, esta entrada con su fotografía correspondiente es una excusa para responder a una pregunta que me hicieron hace un par de días sobre si la Luna es de alguien y si se pueden alquilar parcelas. Esa historia que viene ya de lejos y que de vez en cuando salta a los medios de comunicación con las declaraciones de alguna persona que dice haberla registrado como suya. Que de todo hay en este mundo.

1967, estábamos en plena carrera espacial cuando la ONU redactó el Tratado del Espacio Exterior, que en su artículo II dice lo siguiente: El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera. Queda meridianamente claro que ningún estado puede reclamar su posesión, ni total ni parcial. 

Aclarado este tema, me voy a cenar prontito, porque luego sacaré un rato el telescopio al patio vecinal desde donde me pondré a observar Júpiter y sus satélites galileanos —Ío, Europa, Calisto y Ganímedes—, esos que fueron la primera evidencia de que la Tierra no era el ombligo del sistema solar alrededor de la cual giraba todo cuanto había moviéndose por el espacio. Dicho de otra manera: fueron la prueba visible que hacía caer el geocentrismo y daba la razón a la teoría heliocéntrica de Copérnico con la que se inició la revolución científica


Luego vinieron más instrumentos de observación y mucho más potentes que los débiles telescopios del XVII y no solo dejó de ser el Sol el centro, sino que nuestra inmensa galaxia dejó de ser inmensa comparada con la verdaderamente inmensidad del universo observable. Pero eso cae muy muy muy muy (y más muy) lejos de la capacidad de mi pequeño telescopio. Dejaremos que el James Webb, el HDST o el Nancy Grace Roman nos iluminen.

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UN LIBRO, UN POEMA (Ana Luísa Amaral)

Editorial
Traducción: Martín López-Vega
#unlibrounpoema

Ana Luís Amaral (1956-2022) es poco conocida en el universo de habla castellana a pesar de haber recibido el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2021.Entre otros muchos reconocimientos la Asociación de Escritoras y Escritores en Lengua Gallega (AELG) nombró a Amaral como Escritora Gallega Universal el año de su muerte.

La sección de los miércoles va a resultar hoy algo más que un título y un poema (o varios, como suele ocurrir en algunas ocasiones), porque Ágora es un poemario compuesto a partir de obras de arte que han sido el motivo original de las palabras. La interrelación entre las distintas expresiones artísticas es un asunto antiguo con precedentes muy lejanos en el tiempo. Tanto es así que existe un tecnicismo, écfrasis, para dar nombre a eso que hacemos cuando construimos un texto para describir una obra de arte visual. Lo que realiza Amaral yo no lo calificaría de écfrasis, porque se trata de poesía, aunque haya surgido motivada por la obra de arte que ha dado pie a una reflexión de carácter poético. 

Así, pues, he aquí la obra pictórica que hizo surgir el poema:

El libro es una publicación bilingüe y todos los poemas están acompañados de la imagen a la que la poeta añade su punto de vista. Para regalar y ragalarnos.

Y este es el poema:


LA MUJER DE LOT


¿Qué harías conmigo, 
si hubieses tenido el valor de parar?

No como era antes:
¿me acostaba contigo
incluso carente de nombre, solo el tuyo,
te daba hijas, cocía tu pan?

¿Qué harías conmigo,
no como antes era,
sino yo ahora
en estatua transformada?

¿Cuántas libras de sal,
un bien precioso,
podrías ahora poseer,
si hubieras tenido el valor de entonces'

Tantas fanegas 
cargadas de frutos y semillas, 
becerros de verdad, tal vez incluso quién sabe
un pedazo codiciado de la tierra prometida
esa que tú soñabas
cuando te quedabas dormido?

Pero yo me quedé allí,
contemplando para siempre una ciudad
ausente,
innominada yo,
y ni la lluvia del fuego que del cielo cayó
me transformó en agua
redentora

Ni tú te hiciste rico 
de mi cuerpo

Solo te acostaste después con mi cuerpo,
cuando tuviste a mis hijas,
tu hijas, 
extendidas a tu lado sobre la estera,
ellas dándote hijos, esos sí con nombre
y carne en las entrañas

no sal,
sino verdadera—

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martes, 12 de marzo de 2024

NIETZSCHE DESCOMPLICADO, 2

Fuente: Wikipedia
#Nietzschedescomplicado (conversaciones con Jaime Aspiunza)

Continuamos con la serie sobre Nietzsche. En este caso se trata de una cuestión estrechamente relacionada con la anterior. Si la semana pasada el profesor Aspiunza nos ofrecía unas cuantas buenas razones para leer en la actualidad al filosófo alemán, hoy nos explica qué nos puede aportar su pensamiento, su lectura:

Lo avanzábamos el otro día, lo que ha quedado de Nietzsche en el imaginario popular son aquellas sentencias, más bien artículos de fe posmoderna de que «no existe la verdad» o que «todo es interpretación». O, en el caso del más cultivado, expresiones un tanto singulares como «superhombre», «voluntad de poder» y «eterno retorno».

Y, sin embargo, yo diría que lo fundamental, para él mismo y para nosotros ahora, es la centralidad que le confiere al cuerpo: el hilo conductor de su pensamiento, el principio básico del que parte es que «somos cuerpo», los seres humanos somos cuerpo. No «tenemos cuerpo», como se suele decir, sino que «somos cuerpo».

En uno de los primeros sermones de Así habló Zaratustra, el intitulado «De los que desprecian el cuerpo», dice:

«“Soy cuerpo y alma” —así habla el niño.

Pero el despierto, el sabio dice: solo soy cuerpo y nada más; y el alma es solo una palabra para algo que hay en el cuerpo
».

Solo soy cuerpo y nada más: no estamos hechos de otra sustancia que la del cuerpo, es decir, no somos, además, alma o espíritu, como la tradición nos ha transmitido, sea en términos religiosos o laicos, como cuando se entiende que tenemos, a más de cuerpo, una psique, un lado psicológico, y se sigue imaginando este, o esta, al modo de otra sustancia que complementa nuestro ser corporal, fisiológico. Esto es, cuando se sigue imaginando el ser humano como dual.

La del alma/cuerpo será una de las muchas parejas contrapuestas de conceptos que Nietzsche tratará de aclarar.

Nuestro mundo conceptual es marcadamente dualista: alma/cuerpo, pensamiento/sentimiento, razón/pasión, objetivo/subjetivo, verdad/falsedad, etc. Nietzsche se da cuenta de que ese dualismo es una característica del lenguaje, mas no necesariamente de la realidad, y que no ayuda nada el tomarnos de manera literal esas distinciones, esto es, dar por supuesto que esas distinciones corresponden a diferencias excluyentes, a separaciones efectivas en el mundo real. 

Por poner un ejemplo: ¿hay pensamientos que no contengan o impliquen sentimientos?, ¿se puede hablar de sentimientos sin –de alguna manera– pensarlos? Cierto es que conviene distinguir pensamientos de sentimientos, mas sin suponer por ello que exista algo así como el pensamiento puro o el sentimiento puro. No digo que no puedan darse casos de cierta pureza en la identificación, casos extremos; lo que niego –siguiendo a Nietzsche– es que eso sea lo normal. Como resumía, creo que J.L. Pardo, "una cosa es distinguir, otra, bien distinta, separar": distinguir es imprescindible para entendernos, para saber; separar nos ha llevado a un mundo dualista, estático y moralizado (un lado es siempre mejor que el otro) que no nos ayuda para nada a entender y a entendernos.

¿Qué pasaría, entonces, si en vez de suponer que somos cuerpo más psique, la suma de dos sustancias, intentamos entender lo fisiológico y lo psicológico como dos aspectos de una sola cosa que sería el cuerpo? Por de pronto, resolveríamos un problema de otro modo irresoluble, el de la influencia, relación o correlación de lo fisiológico y lo psicológico, en una dirección u otra, tanto da. Si son lo mismo visto de distinta manera, desde dos perspectivas distintas, podemos entender perfectamente que la aceleración del ritmo cardíaco y de la respiración, la sensación de agitación o de peligro la vivamos como ansiedad, por mucho que creamos que el origen de dicha ansiedad es de origen psicológico.

Se puede avanzar así en el conocimiento de la relación entre situaciones psicológicas y síntomas fisiológicos, y dejar de contraponer una de las vías a la otra, como aún hoy es usual. (La medicina ha progresado bastante gracias a ese presupuesto).

«El alma es solo una palabra para algo que hay en el cuerpo […] También lo que llamas “espíritu” es obra del cuerpo». «Dices “yo” y estás orgulloso de esa palabra. Pero más grande es algo en lo que no quieres creer, — tu cuerpo no dice yo pero hace yo».

No distingue aquí Nietzsche entre «alma» y «espíritu»; tampoco hace falta: es lo que estoy denominando «lo psicológico», que ahora, siguiendo una tendencia de colonización anglófona, se llama también «lo mental». — Lo mental es algo que hace el cuerpo: se nos da en cuanto mente, y en ese ámbito (o ambiente) en cuanto yo. 

Aparte de ayudar a entender mejor las relaciones entre lo fisiológico y lo psicológico, estas reivindicaciones nietzscheanas permiten impugnar dos tendencias recientes en el pensamiento que atentan contra el sentido común presentándose como el no va más del progreso cuando de hecho recurren a visiones gnósticas o puritanas del ser humano.

La primera de ellas es la propuesta transhumanista de seguir adelante con la vida humana sin nuestros cuerpos. No entro aquí en grandes consideraciones, sino que me remito a la vulgata. Así, por ej., en clase, ante mi afirmación de que para Nietzsche somos un cuerpo, la respuesta de un alumno escéptico que dice: «Bueno, eso… ahora, en 2050 podremos prescindir del cuerpo».

Tal aseveración, podemos conjeturar, se hace en la confianza de que esencialmente no somos cuerpo, sino mente, y esta, simple información que podrá recogerse en su totalidad en un chip de memoria, de tal manera que esa totalidad de información será la que herede la identidad que ahora, dado nuestro estado de retraso y pobreza técnica, tenemos que reconocerle, mal que nos pese, al cuerpo.

Esta idea de ciencia-ficción que ha pasado en algunos casos y ambientes a considerarse posible, estriba en un dualismo radical que separa mente y cuerpo, y en la superior valoración de lo mental por sobre lo corporal, curiosamente –no digo más– como ha sucedido durante un par de milenios en nuestra tradición occidental, platónico-cristiana.

La segunda es más sutil y controvertida, y tiene diversas ramificaciones, desde la más elemental de creer que soy lo que siento que soy o lo que de mí mismo pienso –la identidad en la autoimagen, que dicen algunos– hasta la consideración socio-política de que uno es lo que afirma ser, como sucede en la llamada Ley Trans española, que sanciona la autodeterminación de género, siendo «género» la percepción personal que una persona tiene de su sexo biológico.

En ambos extremos, de modo flagrante en el último caso (no niego aquí la buena intención de la ley), se da por supuesto que el cuerpo poco importa, que no es lo esencial en la «identidad» de la persona, que no es el cuerpo lo que hace el ser de ese ser humano. Insisto, no pretendo obviar las buenas intenciones de la ley, solo quiero señalar cómo esta se articula sobre unos presupuestos metafísicos –metafísicos, aunque sus pergeñadores no lo sepan– que vienen a sancionar el dualismo alma/cuerpo junto con la moralina espiritualista-psicologista-mentalista de nuestra tradición platónico-cristiana, en este caso en la forma bien concreta del liberalismo puritano que refuerza no solo un atomismo individualista sino también su impronta mentalista.

Resulta así que coinciden –¡qué casualidad!– el supuesto progresismo de izquierdas con el rampante progreso del capitalismo en su labor de zapa del mundo común y el aislamiento de los individuos reducidos a representación mental y, para colmo, virtual.

Contra eso dice Nietzsche: Somos cuerpo y nada más; todo lo demás –psique, mente, conciencia, yo– son cosas que hace el cuerpo.

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lunes, 11 de marzo de 2024

ARTE Y NATURALEZA

Alisa Andrasek

Arte y naturaleza es una exposición en la que podemos ver la fascinación que el mundo del arte siente por la naturaleza. La naturaleza como elemento de inspiración, como forma a imitar, como punto de partida y de llegada, como aspiración, como reto, como tema central y secundario, como grito de socorro, como refugio, como protección, como parte y como todo, como centro y origen...

En la muestra se exponen piezas de la colección del Musée National d’Art Moderne – Centre d’Art Georges Pompidou. Están ordenadas en cuatro núcleos temáticos: metamorfosis, mimetismo, creación y amenaza. Hay cierto predominio de la pintura, pero también existe una amplia representación de trabajos escultóricos, fotografía, vídeo, instalación, diseño y arquitectura.

O'Keeffe

Le Corbusier

Tanguy

Arp

Calder

Kandinsky


Dubuffet

Kudless

Walsh

Pascali

Andrasek

Andrasek

Neto

Neto

Hasta el 6 de junio en CaixaForum Madrid



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