viernes, 11 de mayo de 2018

GIOCONDA BELLI


Gioconda Belli es la poeta más popular en lengua española y la más citada entre las lectoras de poesía del movimiento feminista. Volcánica, pasional, directa, feminista, revolucionaria... es tan conocida que no necesita ninguna presentación. Sus poemas "Y Dios me hizo mujer" y "Reglas de juego para los hombres que quieran amar a mujeres mujeres" se mueven por el mundo como himnos de la reivindicación poético-feminista. Ambos están incluídos en la colección que ya he subido.

TÍTULOS PUBLICADOS:




DÁTEME POEMA

No te me niegues como el niño juguetón

de mis sueños,
como el hijo que existe
en el ambiente interior de mis entrañas,
envuelto en un pequeño óvulo
en las trompas de Falopio.

Dáteme sin pasado obsesivo anatómico o erótico.

Dáteme sencillo,
dáteme desde afuera,
desde la piedra de algún camino
o desde el silencio de un ascensor
que lleva dos o tres personas desconocidas,
calladas en el silencio embarazoso
de la indiferencia.

Dáteme desde el agua,
desde la nieve inexistente de los trópicos,
dáteme rojo o azul,
confuso o transparente,
pero girame el alma,
volteame la mirada a otra parte,
haceme ver los pies sucios del pueblo,
el estómago grande del pueblo.

No me dejés tranquila, poema:
asaltame,
violame,
rebalsame los bordes,
los pliegues, los pechos
inundame de maravilloso asombro,
llename entera con el semen vital de la palabra,
con el milagro de un descubrimiento,
dáteme poema,
dáteme poema.


jueves, 10 de mayo de 2018

FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BARCELONA


Está claro que la primavera y la poesía tienen una buena conexión. Cuando aún no ha terminado el Festival de poesía de Granada, ya ha dado comienzo el de Barcelona.

Con un programa tan variado y amplio como el de la ciudad andaluza, por la ciudad pasarán figuras literarias de reconocido prestigio como Bernardo Atxaga, Benjamín PradoRaúl Zurita Nuno Júdicey también figuras emergentes con una enorme proyección como Ben Brooks, Yolanda Castaño, Sasha Dugdale, Erika Martínez, Mircea Cărtărescu, Lalo Barrubia Ángelo Néstore.

Pero no dejéis de visitar el programa para realizar vuestros planes y, si estáis en Barcelona daos prisa porque comienza a las 18:00 con los Juegos Florales.


¡Disfrutadlo!

miércoles, 9 de mayo de 2018

ROBERT FROST, POESÍA COMPLETA

Editorial Linteo
El año pasado fue una excelente añada para las traducciones de la poesía norteamericana del siglo XX: la obra poética completa de Wallace Stevens, Robert Lowell, William Carlos William y Robert Frost apareció editada por distintas casas de manera casi simultánea. Y lo fue, además, por la calidad de las traducciones si hago caso a las diferentes reseñas y comentarios aparecidos en las revistas literarias.

Frost apareció por este espacio cuando aludí al libro Palabras que cambiaron el mundo. Ahora está aquí por derecho propio y no como complemento. 

Robert Frost (1874-1963) fue uno de los grandes poetas estadounidenses. Reconocido ampliamente en vida, su muerte fue una auténtica conmoción nacional. Nabokov dejó escrito en Pálido fuego: Es el autor de uno de los más grandes poemas cortos de la lengua inglesa, un poema que todos los niños norteamericanos saben de memoria.

Yo no soy Nabokov y tampoco voy a entrar en los gustos del personal. Hay quien prefiere la poesía mística, quien gusta más de la hermética o quien solamente lee poesía romántica. Frost representa la línea clara y limpia de la poesía norteamericana, utiliza el verso fácil y natural, sus poemas suelen hacer uso del pareado de cuatro o cinco pies métricos y están muy próximos al habla cotidiana. Hay quien a esa forma de hacer no le da mucho valor, pero conseguir poemas como Reparación del muro, La muerte del jornalero, El camino no elegido, Abedules, Fuego y hielo, Al pararme junto al bosque una noche de nieve o Una vez junto al Pacífico requieren un dominio de la composición y una intensidad emocional al alcance de muy pocos.

Y ahora veamos si el bueno de Nabokov coincide o no con vuestros gustos: 


AL PARARME JUNTO AL BOSQUE UNA NOCHE DE NIEVE 




Creo saber de quién es este bosque.

Su casa está en la aldea, sin embargo;

no podrá ver cómo aquí me detengo

a contemplar su bosque cubierto por la nieve.


Mi pequeño caballo debe pensar que es raro

pararse en este sitio sin granjas a la vista

entre el helado lago y este bosque

en la noche más lóbrega del año.


Sacude las campanillas del arnés

para preguntar si me habré equivocado.

El único otro sonido es el barrido

calmo del viento y de los copos suaves.


El bosque es hermoso, oscuro y denso,

pero tengo promesas que cumplir,

y mucho que andar antes de dormir,

y mucho que andar antes de dormir. 

                             Poesía completa. Linteo, 2017. Traducción, Andrés Catalán.


Y en la voz de Susan Sarandon:



Y esta divertida escena sacada de una famosa serie, que tiene como protagonista el poema de Frost:


martes, 8 de mayo de 2018

FRANCISCO JAVIER IRAZOKI

Impulsado por la lectura de Ciento noventa espejos busco otras publicaciones del autor y me encuentro con estas dos en una biblioteca. La primera recoge la obra poética escrita entre 1975 y 1990. Es una edición bilingüe, perteneciente a la colección POESÍA VASCA, HOY, para la que ni tan siquiera existe un enlace al que reconducir. Esta muy bien presentada —estudio introductorio a cargo de Jorge G. Aranguren, un comentario sobre temas y contenidos muy bien desarrollado por Patziku Perurena, una entrevista de J. G. Aranguren al autor y una bibliografía completa (hasta el año 92) ordenada cronológicamente—. Lo que publicó posteriormente se encuentra editado en Hiperión.

He dicho muchas veces que si queremos complicarnos la vida y meternos en trabajos para los que tal vez no estemos capacitados, lo mejor es no proferir juicios de valor y quedarnos en una manifestación de nuestros gustos y no ir más allá, porque los resbalones pueden resultar fatales. Sin embargo, no creo equivocarme si ratifico lo que Aranguren comenta en su prólogo acerca de una verso de Irazoki. Él dice que este verso

Es terrible tener las manos fuera del amor

es uno de los versos más hermosos que yo he podido leer.

Soy de la misma opinión. Hay versos que tienen la capacidad de quedarse adheridos a la memoria inmediatamente después de ser leídos. Recogen una realidad universal en pocas palabras, sintetizan un estado de ánimo, descubren una metáfora nueva cuya belleza radica en la sencillez, pone en contacto el mundo material y el mundo espiritual de forma inapelable, es capaz de comunicar con eficacia un sentimiento que a todos nos atañe, tiene una formulación limpia... Virtudes que explican, aunque la explicación es lo de menos, por qué ese verso va a quedarse viviendo con nosotros. 

El poema donde se encuentra es este:

CRISTINA

                             Los niños corren, son de plata y 
                             nada conocen de esa ruina en que se pierden
                                        FERNANDO ARAMBURU

Soy negro
               Cristina
y acabo de enamorarme de mis propias manchas
sólo los niños
sacuden la brisa sin mancharse el iris
sin aplaudir
a un mar de ojos tapiados

es terrible tener las manos fuera del amor

                          De Árgoma.

Hay muchos más versos brillantes, pero no hay que privar a nadie de la tarea de descubrirlos.

Otras veces es el poema entero el que, en su brevedad, hace brillar el momento.


FRONDAISON1

Oír te quiero
en la breve culminación del amor,
cuando, a la misma velocidad
con que recorres los precipicios,
en tu cuerpo brotan unas hojas nuevas
y desaparecen.

                          De Retrato de un hilo.

Disfrutadlo.

1Follaje, frondosidad.

lunes, 7 de mayo de 2018

CUANDO LA ELOCUENCIA SE CONVIERTE EN UN EJERCICIO VANO DE RETÓRICA

Los sofistas tuvieron muchas virtudes y la filosofía clásica griega, la tríada formada por Sócrates, Platón y Aristóteles, no hubiera sido posible sin el trabajo que ellos hicieron. Pero cuando se cae en el exceso y el escepticismo nos lleva a pensar que no importa la verdad, sino la argumentación, es decir, convencer a quien escucha de que nosotros tenemos la razón, ponemos mucho en riesgo: confianza mutua, justicia e incluso la cohesión de la propia sociedad.

Afortunadamente no suele ser así. Los casos de brillante oratoria y agudos sofismas suelen servir para pasar el rato y divertirnos con el ingenio agudo de quien los plantea o para prevenir al alumnado de Filosofía y de Derecho; pero otras veces hay en juego comportamientos y decisiones más importantes. Y es que la argumentación brillante y el desarrollo lógico de premisas no son nada si no están acompañadas por la intención justa y el recto comportamiento.

Aulo Gelio recogió en las Noche Áticas cuanto le llamó la atención del conocimiento griego sobre cualquier disciplina conocida en la época. Allí podemos leer un pasaje que protagonizan los sofisatas Protágoras y su alumno Evatlo. Tomo el pasaje entero de J.C. Rolfe y su The Attic Nights of Aulus Gelius

Evatlo era un joven sano que deseaba formarse en Oratoria y en el ejercicio de la abogacía. Consiguió ser discípulo de Protágoras y prometió pagarle una gran suma de dinero tan pronto como Protágoras se la pidiera. Entregó la mitad de la suma de una vez, antes de recibir las lecciones y se comprometió a pagarle la mitad restante el día en que llevara su primer pleito ante los tribunales y ganara el juicio. Después, habiendo sido durante un tiempo discípulo y seguidor de Protágoras, y habiendo hecho progresos considerables en el estudio de la Oratoria, no llevó ningún caso. Pasado un largo tiempo y como parecía que estaba intentando evitar el pago de lo que debía, Protágoras ideó lo que parecía un plan astuto; decidió reclamar su paga de acuerdo al contrato y demandó a Evatlo.  

Cuando ambos comparecieron ante el jurado para discutir el caso, Protágoras comenzó del siguiente modo: "Permíteme que te diga a ti, el más necio de los jóvenes, que en cualquier caso tendrás que pagarme lo que te reclamo, tanto si la sentencia fuera a tu favor o fuera en tu contra. En este segundo caso me tendrás que dar el dinero, de acuerdo con el veredicto, porque yo he ganado; pero si la decisión fuera a tu favor, también me tendrás que pagar de acuerdo con nuestro contrato, ya que tú habrás ganado el caso".

A esto replicó Evatlo: "Yo podría haberme enfrentado a este sofisma, que reconozco que es difícil, no siendo yo quien defendiera mi propia causa, sino empleando a otro abogado para hacerlo. Pero voy a tener el gran placer de una victoria en la que te voy a vencer no solo judicialmente, sino también en el terreno de la argumentación.  

Permíteme responderte a ti, el más sabio de los maestros, que en ningún caso tendré que pagarte lo que me demandas, tanto si la sentencia me fuera favorable como si no. Si los jueces deciden a mi favor, entonces, de acuerdo con el veredicto, nada te deberé, porque habré ganado yo; pero si fallan en mi contra, entonces, según nuestro contrato, yo no te deberé nada, porque no habré ganado el caso".

Los jueces, pensando que el pleito era por ambas partes confuso y que no tenía solución, por miedo a que su decisión fuera recurrida por cualquiera de las partes y pudiera ser anulada, dejaron el caso sin resolver y lo pospusieron para un día lejano. De este modo, un célebre maestro de Oratoria fue refutado por su joven discípulo con su mismo argumento, y su sofisma inteligentemente concebido fracasó.

domingo, 6 de mayo de 2018

LENTO ASEDIO DE LA NIEBLA

Valparaíso Ediciones
Hermoso y nostálgico poemario esta última entrega de Juan Kruz Igerabide, traducción del publicado en 2015 en euskera, Lainoa janez, al que le dieron el Premio de la Crítica aquel año. Regado todo él por la lluvia en sus múltiples formas, los poemas van recorriendo el difícil camino de la pérdida, acompañados por la música, el arte, la ciencia, la filosofía y muchos compañeros poetas. Toda ayuda es buena para sobrevivir a la niebla.

LLUVIA GEMINADA

Memoria es lluvia
geminada gota a gota
en dolor y consuelo
confrontándose con la niebla.

Memoria es lluvia
que recorre las estaciones
en sentido inverso,
contra la niebla del olvido,
de otoño a estío, a primavera
y a un invierno sin tiempo.

Lento asedio de niebla,
la vejez.


Y más adelante:

LLUVIA DEL ADIÓS

No sé si llueve
o son lágrimas
que descienden por las sombras
de mis cejas.
¿Es acaso la amistad
una resistencia inevitable del adiós,
el túnel,
la luz cegadora,
los seres queridos esperándote?
¿Es un error la existencia, Nietzsche?
La espera se hace eterna
en la duda.

Para terminar en un largo epílogo donde se hace más explícita la reflexión y se manifiesta el punzante dolor de la existencia y sus contradicciones:

EPÍLOGO DEL DESIERTO

El yo anacoreta 
contempla desde la nada
a un niño jugando
con el vacío en las entrañas;

ser y nada, ser y tiempo,
Heidegger conversa con un petirrojo.

Contemplación en los límites de la nada. Inquietantes
punzadas de ser, indecisión de Shakespeare, vacua
contundencia de Parménides, inútil prohibición en
Wittgenstein. El no ser es, pero permanece al acecho.
Las disonancias del mundo semejan disputas de amantes
(Hölderlin), todo lo que se separa vuelve a juntarse,
como en una fuga con variaciones de Bach o como en un
poema dadaísta. Una mano sostiene el ansia de saber, la
otra una bomba atómica; una mano sostiene una cerilla
encendida, la otra la infinita oscuridad del universo.
¿Cómo ser un yo si cada momento borra lo que soy?
¿Dónde la fuente si todo discurrir lo anula? El fuego de la 
palabra es el pico acerado del águila que roe las entrañas
de Prometeo.
La rosa es, sin más, afirma Heidegger, parafraseando un 
poema de Silenius. Ah, si lo fuera, tal vez el paraíso sería
posible, sin más; pero la rosa es con todo lo demás, anhelo 
divino incluido.
También la poesía es, sin más, constructo autogenerado
de palabras, a semejanza de Dios, aliento que sustenta el 
verbo, estornudo tal vez.
El poeta se desgañita por materializar el ser; Anna
Ajmátova pregunta por su marido a la puerta de las cárceles
estalinistas, Anna Ajmátova cincela un largo poema el día
de Año nuevo dando realidad a los que tendrían que
reunirse en el hogar familiar a celebrar una fiesta que ha
sido profanada. Anna Ajmátova materializa el ser en la nada.
Declaró Hölderlin que la poesía es la razón última de la
existencia humana. Y partió hacia el manicomio.
Los poetas son libres como las golondrinas, por fatal 
necesidad.
mi mente no alcanza a ver más allá de mis pies
no dispongo de yeguas ni de potros ni mulas
ni recorro senderos de gloria, honor y suprema sabiduría
ni me acompañan doncellas ni mancebos
que muestren el camino;
mi carro no chirría ni silba como la flauta de pan
mi refugio son los palacios de la noche
los días se suceden sin portones
ni llaves ni cierres ni mágicas claves
no hay diosas que me esperen dulceabiertas
ni soy joven ni cochero ni inmortal
me arrastra el destino por cuadros desencajados
mundo blanco sobre fondo blanco
no aprendí derecho ni justicia ni banquería
susurro una melodía
resumen de ansiadas respuestas
Alfa y Omega
pero Pi 3 14 15 92 65 35
resuena en la conciencia como un pitido interminable,
proporciona fija irreductible de la condición humana
todo pájaro pía pía lo que pía lo que pía
resoplando en los flecos del silencio
pi pi pi pi, hasta el fin.
La historia se concatena como una ristra d elonganizas
que alguien muerde en el origen, recortando los inicios,
quizá Dios mismo, ajeno a la naturaleza, absoluto espíritu
que picotea el tiempo para que retorne a lo absoluto, al origen,
a través de un acueducto sin nacedero que lo sustente;
dicen que no hay realidad oculta bajo los fenómenos,
la vida es un devenir inagotable sin base inicial,
acueducto de longanizas, ser y basta,
sin que importe si el ser es, ser y basta,
acueducto de cenizas.
¿Por qué ser, si el acueducto riega la nada?
¿Cómo ser, si cada instante borra lo que soy?
¿Qué origen, cuando todo retorno agota la fuente?
Si es de día, no puede ser de noche;
si es de noche, no puede ser de día
a menos que se esté soñando;
soy Hitler y Teresa de Calcuta y la rama del sauce.
Todo camino repite una trayectoria que le precede,
el topógrafo del pensamiento
excava trincheras para el ser,
la locura sustenta el origen
en un precipicio sin fondo
del que emana el aliento de un Dios hipotético
como fuente que brota de las tinieblas.

Anhelo de luz ausente de realidad.
Entre el infinito y la nada
vuela una hoja seca;
lleva escrito en el haz "ser"
y en el envés "no ser".

Invitación a la mística
o a la locura,
San Juan de la Cruz
o Hölderlin
o una escueta nana.

sábado, 5 de mayo de 2018

CIENTO NOVENTA ESPEJOS

Editorial Hiperión
Dice Irazoki en el prólogo: Quise averiguar la medida de mi libertad encerrando la expresión en un número reducido de frases. He luchado sin angustias verbales. Mis piezas son una especie de soneto en prosa. Con sus penumbras y sus parcelas luminosas. Enseñanzas recibidas, viajes, encuentros y placeres musicales o literarios se oponen a caretas políticas. La duda aparece como nutriente de la mayoría de las convicciones. Contribuye a ampliar el espacio limitado. Todos los textos, incluida la nota preliminar, se componen de ciento noventa palabras. Cada una de estas palabras es un espejo al que me asomo.

Y así, con 190 palabras, ha compuesto cada uno de los 95 textos por donde aparecen ciudades, opiniones, agradecimientos, músicos, rebeldías, perplejidades, paisajes, lecturas, amistades... La vida misma que sale al encuentro e Irazoki nos la devuelve contada desde su atalaya de observador atento, sosegado y respetuoso. Son composiciones breves, muy bien ceñidas y tremendamente eficaces gracias a la estilo directo y eficaz del autor. Algunas bellísimas, otras certeras, todas atractivas.

No me resisto a copiar la última, un auténtico canto de agradecimiento a lo que la vida le ha ofrecido (los enlaces, lógicamente, son cosa mía):

Paseo por los goces de la vida diaria. Primero un paisaje: mi gratitud al azar por haber nacido en una familia humilde. Intuyo que la abundancia desorienta. ¿Y los placeres? Escuchar tres homenajes a la inteligencia: la música de Bach, Monteverdi, Desprez. Dejar en el platillo de un violinista los gritos del saxo de Coltrane. El cinismo bondadoso de las canciones de Brassens. Las avenidas iluminadas y los recovecos oscuros de un idioma. Leer a Camus y Arendt, dos flechas éticas que me guían. Una coherencia que no crea presidios. El salmorejo, la ventresca y el rape compartidos. Los paraísos variados del sexo. Las páginas del poeta que es un vehículo transparente en sus mejores versos. No padecer el fracaso que llaman envidia. La risa que no hiere. Mi escudilla de mendigo a la que caen notas de música extranjera. El cine y los laberintos trazados por Pasolini en Teorema. Recordar el agua de la niñez. No ser el bufón de la propia conciencia. Envejecer sentado en un refugio de preguntas. El goce de no tener tiempo para el odio.

No os lo perdáis.

viernes, 4 de mayo de 2018

RÉQUIEM, José Hierro



José Hierro, 1922-2002. Obra poética:


ALEGRÍA

Llegué por el dolor a la alegría.
Supe por el dolor que el alma existe.
Por el dolor, allá en mi reino triste,
un misterioso sol amanecía.


Era alegría la mañana fría
y el viento loco y cálido que embiste.
(Alma que verdes primaveras viste
maravillosamente se rompía).


Así la siento más. Al cielo apunto
y me responde cuando le pregunto
con dolor tras dolor para mi herida.


Y mientras se ilumina mi cabeza
ruego por el que he sido en la tristeza
a las divinidades de la vida.


                        De Alegría.

jueves, 3 de mayo de 2018

FESTIVAL DE POESÍA DE GRANADA


Me encuentro en una librería con Karmelo Iribarren. Me dice que va a participar en el Festival Internacional de Poesía de Granada. Este año se celebra del 7 al 11 de mayo. Este es el programa:











Como podéis ver, extenso y variado.

El programa podéis descargarlo en este enlace. Las entradas, en este otro.

PINT OF SCIENCE


Ya está todo dispuesto para que podamos disfrutar otro año más del conocimiento científico en el relajado ambiente de un bar. Y ya son 21 países en todo el mundo y 58 ciudades en España las que se suman a la fiesta. 
Buscad el lugar más próximo a vuestro domicilio y disfrutad del evento.

miércoles, 2 de mayo de 2018

APRENDER A MIRAR EL CIELO: las constelaciones circumpolares

Fuente: Guía del cielo 2018.
Una persona situada en el hemisferio norte se orienta a partir de la estrella polar, que es la que nos indica la dirección norte cada vez que miramos hacia ella, y que al estar situada en el polo norte celeste, vista desde la Tierra es, aparentemente, una estrella que nunca se mueve, mientras todo lo demás gira a su alrededor en el sentido contrario a las agujas del reloj. Es decir, si observamos el cielo en un momento dado y luego lo hacemos 6 horas después, todas las constelaciones que hemos visto en la primera observación habrán girado aparentemente 90º con respecto a la posición anterior. Así: 



Al cabo de 12 horas la estrella polar seguirá apuntando hacia el Norte, pero todo lo demás estará volteado 180º con respecto a la observación primera; patas arriba, vamos.


Y al cabo de 24 horas los objetos estelares habrán vuelto a su posición original después de dar la vuelta completa, 360º. Y así continuamente.

Pues bien, hay una parte del cielo que siempre vemos, estemos en la época del año en que nos encontremos y sea la inclinación del eje de la Tierra la que sea. Desde el hemisferio norte y desde una latitud de unos 40º, la parte que siempre vamos a tener visible es la que corresponde a las constelaciones de la Osa Menor, Osa Mayor, Cefeo, Casiopea y Dragón. Y como esto lo vemos siempre, va a resultar muy fácil reconocerlo.

Pero el cielo no tiene rayas pintadas que vayan de una estrella a otra, solo vemos puntitos, y si la noche no es muy oscura, bastante débiles. Así que lo primero que tendremos que hacer es dejarnos guiar por las más brillantes, que son las que corresponden a la Osa Mayor y que en la imagen he señalado con color amarillo.

Una vez reconocidas las siete estrellas principales que forman "el carro", "el cazo", "el cucharón"..., nos fijamos en Merak y en Dubhe (las dos estrellas que cierran "el carro"). Medimos mentalmente la distancia que las separa y prolongamos esa distancia 5 veces siguiendo la línea imaginaria que las une. Llegaremos a la estrella polar, una estrella muy importante, pero que no tiene un gran brillo. Esta es el extremo del hilo de "la cometa" que forma la Osa Menor.

Entre las dos "osas" culebrean las estrellas que forman la constelación del Dragón, todas ellas reconocibles, pero de un brillo poco intenso. En la actualidad no nos fijamos mucho en ella, pero ahí se encuentra Thuban, la estrella que hace casi 5.000 años marcó el norte, es decir, fue la estrella polar en la época de las pirámides. Y es que absolutamente todo está en movimiento, incluido el eje de la Tierra, cuyo movimiento de precesión tarda unos 25.000 años en hacer un recorrido completo.
Fuente: Wikipedia
En el entorno de la Osa Menor se encuentran otras dos constelaciones fácilmente reconocibles por su forma: Cefeo, "la casita", y Casiopea, "la w". 

Una vez que nos hemos hecho con las figuras imaginarias de estas cinco constelaciones, podemos ir ampliando el horizonte celeste y comenzar el fascinante recorrido por su historia, su realidad y sus leyendas. Y una pequeña advertencia: que veamos con mayor o menor brillo una estrella no depende solo de su tamaño, sino también de la distancia a que se halla de nosotros. Así, mientras Alioth se encuentra a "solo" 81 años luz, la Polaris está a 680.
Para quien no se acuerde:un año luz es la distancia que la luz recorre en un año, esto es, 9.460.730.472.580 km. O sea, una barbaridad.

¡Feliz observación!

martes, 1 de mayo de 2018

RUMORADA

Javier Gil es, sobre todo, un autor teatral, pero cultiva la narración desde que en 2006 publicó La tarjeta. Rumorada es, por tanto, su segunda novela y espero que no sea la última. Rumorada tiene por subtítulo Delirio fronterizo de traca y música de banda, lo que ya nos indica cuál puede ser el tono de la historia. Efectivamente, se mueve dentro del rumor (cotilleo popular, para ser más explícitos) como tema y como crítica, y la humorada. 

La historia nos cuenta un despropósito que cualquier persona sensata podría entender como auténtico disparate si no fuera porque la realidad ya nos había ofrecido el mismo disparate un poco antes: la falsificación de unos fragmentos de cerámica  con textos que no corresponden al yacimiento.

Sin duda, el punto de partida puede ofrecer muchos aspectos humorísticos. Pero si añadimos el ambiente garrulo de la pequeña localidad en que se sitúa la historia, los tejemanejes de la mediocre clase política por sacar beneficio, la vanidad de cierta intelectualidad por recibir honores y reconocimientos, y la locura del vecindario convenientemente espoleada, tenemos un auténtico disparate en el que se suceden las escenas más locas y divertidas.

Por si no bastaran esos ingredientes, el autor añade nombres de otros siglos a todos sus personajes —Eutropio Gastón Ribera, Rosa de Lima Carreter y Lanuza, Calpurnio Veremúndez, Casimiro Ladrón Gordo...—, lo que por sí mismo crea un ambiente jocoso, más aún si unimos nombres a funciones. Por ejemplo, el último de la lista es el del concejal responsable de... ¡la seguridad ciudadana!

Lo que ya no sé si funciona tan bien es utilizar una dicción antigua. Me da la impresión de que no agrega nada al disparate humorístico la redacción en un castellano lleno de subjuntivos, pronombres enclíticos y modos de otra época: Y fuera así el mensajero de tal modo apremiado por todos que, enseguida, se olvidara ya del pretexto para pasar directo al rumor (p 21). Supongo que el autor ha querido dar ese tono arcaizante para acentuar el aspecto satírico.

Lo bueno que tiene el tono jocoso es que entre puya y sonrisa, entre chiste y humorada se nos va ofreciendo una visión más profunda que tiene que ver con la realidad cotidiana: El mundo no es más que simulacro y apariencia, quiero decir: espectáculo; y que más importante incluso que la propia realidad viene a ser la representación escénica de la misma, bien a través de los medios, bien directamente desde lo individual cotidiano. Lo importante es representarla adecuadamente y saber venderla (p 264-5).

Como el propio autor nos dice, Rumorada enlaza con la estética de su "comedia cruel". Yo agregaría que el título está muy cerca de otra palabra que puede fácilmente venirnos a la memoria: astracanada. Un poco del primer Almodóvar como lectura de fin de semana puede resultar muy relajante.