Mostrando las entradas para la consulta discursos ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta discursos ordenadas por relevancia. Ordenar por fecha Mostrar todas las entradas

lunes, 26 de abril de 2021

FNAC RECOMIENDA

Editorial

Letra torcida, letra torcida


Traductor: Javier Lucini

La editorial Dirty Works sigue incansable en su labor de acercarnos lo mejor de la literatura sureña estadounidense. Entendiendo el sur no solo como concepto geográfico (el que va de los pantanos de Luisiana a los montes Apalaches), sino como concepto mental. Ese Sur de predicadores y white trash, de violencia racial y pobreza, de pueblos de mala muerte y tradiciones orgullosas que constituyen un material literario de alto voltaje.

Tom Franklin es otro ejemplo de autor tardío (el otro que me viene a la cabeza es Donald Ray Pollock). Criado en un pueblecito de Alabama, curtido en trabajos industriales mientras asistía a clases de escritura creativa. Y ese bagaje se ve en su obra, tanto en esta novela como en los relatos publicados por la misma editorial. Su escritura exuda realismo: ese pueblo organizado alrededor del negocio maderero del cacique local, los diálogos de los personajes (secos, directos, no esperen grandes discursos a lo Aaron Sorkin), las descripciones de los paisajes...

El detonante de la historia es la desaparición de una joven, que removerá el pasado de los dos protagonistas principales: el sospechoso, un mecánico que llevas años sufriendo el ostracismo social de sus vecinos (ya saben, pueblo pequeño, infierno grande) y una antigua estrella local de béisbol metida a policía. Dos hombres, uno blanco y el otro negro, que enterraron su antigua amistad bajo una montaña de mentiras y malentendidos. No es esta una clásica novela policial del estilo whodunit. De hecho, la resolución del caso no pretende sorprender. Pero la ambientación, el paisaje y el paisanaje que recorren sus páginas, es soberbia y sumado al pulso narrativo firme del autor hace de esta novela uno de los mejores libros que he leído últimamente.

Aritz, FNAC Donostia 

martes, 11 de junio de 2019

INVITACIÓN A LA NOCHE, 16


Segundo escolio

Alguien está contando una historia
al otro lado del espejo.

Una muchedumbre pasa con palabras de todos los colores.
Se dirigen al mercado. Saben que las más brillantes
están muy cotizadas.

Otros cuelgan adornos en cada acento,
en cada coma, en cada rima,
en cada uno de los finales felices.

Un equipo de analistas tiene varias frases enjauladas.
Han determinado sus significados
y después de voltear varias veces el significante
han descubierto un rasgo distintivo en la oración principal.

A este lado de la ciudad
unos hombres con corbata
manejan profundos discursos
para convencer a quienes les escuchan
de la bondad de sus palabras.

                                 ***
Alguien está contando una historia
al otro lado del espejo…
                                 y el ruido no me deja escucharla.



miércoles, 22 de enero de 2020

SOBRE LA AMISTAD (CICERÓN)

Editorial
Soy un defensor de la cultura clásica. Creo que su conocimiento y lectura nos proporciona buena parte de las claves con las que poder entender mejor la literatura actual y el pensamiento contemporáneo. Sin llegar a la hermosa hipérbole de Whitehead Toda la filosofía occidental es una serie de notas a pie de página de la filosofía platónica, estoy convencido de los muchos beneficios e inmediatos placeres que obtenemos de su lectura.

Es bien sabido que Cicerón no destacó por elaborar un pensamiento original, pero entre sus muchos méritos está el haber dotado de un lenguaje limpio, hermoso y fácilmente comprensible a la filosofía que hicieron otros. Se puede afirmar, por tanto, que fue quizás el primer divulgador del pensamiento, pues hizo asequible a la ciudadanía lectora romana la filosofía escéptica, epicúrea y, especialmente, estoica, de la que él se sentía más próximo.

Sabido es también que Cicerón tenía una especial habilidad para colocar las palabras. Sus discursos aún se estudian y analizan en escuelas de retórica y en las facultades de letras. Su estilo se convirtió en el modelo a seguir y hoy se le reconoce como el paradigma de la buena escritura en latín. Sin otra pretensión que la de invitaros a su lectura, aquí os dejo tres párrafos de Sobre la amistad:


Pues así me parece percibir que nosotros hemos nacido de tal manera que entre todos hubiera una cierta sociedad; pero mayor según cada uno se acercase más próximamente. Y así los ciudadanos son preferibles a los extranjeros, los parientes, a los ajenos; pues la propia naturaleza parió la amistad con éstos; pero esta no tiene bastante firmeza. Pues la amistad aventaja al parentesco por esto, porque del parentesco la benevolencia puede quitarse, de la amistad no puede; pues, quitada la benevolencia, se quita el nombre de amistad, permanece el del parentesco (§ 19).

Pues la amistad no es otra cosa a no ser el acuerdo de todas las cosas divinas y humanas con benevolencia y amor; ciertamente no sé si, exceptuada la sabiduría, algo mejor que esta se dio al hombre por los dioses inmortales. Unos anteponen las riquezas, otros la buena salud, otros el poder, otros los honores, muchos incluso los placeres. Esto último ciertamente es propio de las bestias, pero aquellas cosas anteriores son caducas e inciertas, puestas no tanto en nuestras determinaciones cuanto en la temeridad de la fortuna. Pero los que ponen el sumo bien en la virtud, ellos ciertamente hacen muy bien, pero esta misma virtud engendra y contiene la amistad y la amistad no puede existir sin la virtud de ningún modo (§ 20).

Por un lado, la amistad contiene muchísimas y grandísimas ventajas, por otro supera ciertamente a todas, porque hace brillar una buena esperanza para el futuro y no permite que los espíritus se debiliten o decaigan. Pues quien contempla a un verdadero amigo, contempla como un retrato de sí mismo. En consecuencia, los ausentes están presentes y los necesitados tienen abundancia y los débiles están fuertes, y, lo que es más difícil de decir, los muertos viven; tan gran honor, recuerdo, añoranza de los amigos los sigue (§ 23).

¡Y que la amistad os sea larga y propicia!

jueves, 23 de noviembre de 2023

POESÍA BONITA Y QUE SE ENTIENDE

Editorial. Ejemplar del KM.
No salía de mi asombro al leer el lomo del libro que aparecía en el estante de novedades: Poesía bonita y que se entiende. Pero si lo que leía en el lomo me dejó perplejo, más ¿atrevido, kitsch, desesperado? me pareció lo que leí en la contraportada: Hay que leer poesía. Es conveniente leer en general, pero, sobre todo, hay que leer poesía. El mundo sería mejor si todos leyéramos poesía a diario (el subrayado es mío). Y en la línea quinta del prólogo se insiste: el que sale a la calle sin leer poesía es un peligro público 🙈🙋😲. Esto sí que es ser rompedor, además de usar el hipérbaton de una forma atrevida y transgresora. Aun así, me llevé el libro a casa. La curiosidad pudo conmigo.

La verdad es que si se hace caso omiso de todas esas expresiones altisonantes y desnortadas, la idea de la antología es interesante, aunque no sea novedosa. Se recogen poemas de nueve poetas. Una breve nota nos indica quién es. Luego, uno, dos o tres poemas, y todos ellos van acompañados de un comentario de la autora o del autor, más otro, generalmente más extenso, del editor en el que explica por qué lo ha elegido. Todo eso permite disponer de una información interesante que aproxima el poema a quien lo lee. 

Se trata en definitiva de una antología para promocionar los nombres con los que viene trabajando la editorial y, especialmente, quien dirige la colección, Juan Romeu, que como es la misma persona que ha escrito el prólogo y la contraportada, utiliza el mismo tipo de expresión para hablar de sí mismo: Juan Romeu (Madrid, 1984) es un escritor casi novel que, como una exhalación poética, escribe tanto, con tanto sentido y tan maravillosamente, que ya parece un escritor consagrado. (Lo que será en muy poco tiempo, ¡qué duda cabe!). Es un mago de las ciencias y de las letras, conoce perfectamente el sentido de las palabras; es un mago del puzle tetradimensional, sin ir más lejos. Pichichi de su equipo de balonmano, es gran amigo y colaborador.

Lo mejor en estos casos es hacer abstracción de lemas publicitarios y discursos dislocados e ir directamente al contenido. Recojo aquí un poema de Pilar Roig Ferreruela:

LLUEVE

                                   Este poema lo escribí

                       tras la muerte de mi abuelo.


Llueve.

Todavía llueve.

Ayer mamá me dijo que había salido el sol,

pero yo sé que también llovía.

Si no, te hubiera visto entre los olivos,

sorteándolos con la facilidad de quien,

en lugar de pies,

tiene alas.

Llueve,

y lo noto incluso aquí, en la cama,

tapada hasta las cejas,

esas que son más tuyas que mías

y con el frío agarrotándome

las ganas de quitarme las sábanas.

Yo lo intento,

aunque hace cuatro días que pesan demasiado.

Y estoy harta.

Harta de que llueva,

de llover,

de las gotas secándome las ganas de verte

y de pensar sin descanso

todo lo que no vivimos.

Quiero echarte de menos

pero el vacío

me aterra.

***


domingo, 8 de septiembre de 2013

UNA SOLUCIÓN PACÍFICA PARA SIRIA

Hace unos minutos me ha llegado una acción de Avaaz.org que me ha parecido extraordinariamente sensata y a la que no he duda en sumarme. Si el diálogo es la única vía inteligente por humana para solucionar conflictos, posibilitemos el diálogo entre los grupos enfrentados, no entre los amigos de mis amigos para generar más odio, suspicacias o temores.

Copio todo el texto de la acción para la que se pide vuestra firma:

Queridos amigos y amigas, 

Hace pocas semanas, los niños y niñas de esta imagen fueron asesinados con gases venenosos mientras dormían, pero parece que el mundo les ha olvidado para estancarse en un debate que sólo contempla dos opciones: un ataque militar de Estados Unidos o quedarse de brazos cruzados. Pero hay un destello de esperanza hacia una salida pacífica para frenar estas matanzas. 

Esta sangrienta guerra en Siria ha sido alimentada por la rivalidad entre Irán, principal apoyo del régimen de Al-Assad, y Estados Unidos junto con sus aliados. Pero el perverso ataque químico ha alterado los discursos de ambos. Rouhani, el nuevo presidente iraní de corte más moderado, condenó públicamente esta masacre, y Obama ha dicho que trabajaría “con quien fuese” para resolver el conflicto. Apelemos urgentemente a ambos jefes de gobierno para que se sienten a dialogar y reúnan a las distintas partes del conflicto antes de que se pierdan más vidas.

Justo en estos momentos, tambores de guerra retumban sobre Siria. Pero si somos suficientes los que alzamos nuestras voces ahora, podemos lograr que Obama y Rouhani se den cuenta de que lo que el mundo quiere es una diplomacia valiente que ponga fin a la pesadilla que aterroriza a miles de niños y niñas sirios bajo la amenaza de nuevos ataques de gas. No hay tiempo que perder. Únete ahora a esta urgente llamada -- y cuando reunamos un millón de firmas, le entregaremos la petición directamente a ambos Presidentes:

http://www.avaaz.org/es/solution_for_syria_loc/?blHqPbb&v=28917 

El conflicto en Siria ya se ha convertido en una de las guerras más brutales de nuestra generación, y el reciente ataque químico es el peor del que hemos sido testigos en los últimos 25 años. El mundo tiene la responsabilidad de proteger al pueblo sirio del exterminio, pero durante los últimos dos años, la respuesta de la comunidad internacional ha entrado en un vergonzoso punto muerto, dejando abandonadas a las víctimas inocentes. Ahora, a pesar de la abrumadora evidencia que indica que el ataque fue perpetrado por las fuerzas de Al-Assad, sus partidarios han sembrado dudas al respecto, y el mundo se está mostrando inseguro ante la posibilidad de lanzar una acción humanitaria, receloso de la posibilidad de una nueva guerra. La apertura de un diálogo entre Irán y Estados Unidos nos brindaría una nueva oportunidad para frenar el baño de sangre.

Siempre habíamos pensado que Estados Unidos jamás accedería a entablar conversaciones con Irán, y que Irán nunca ayudaría a EE.UU. a solucionar la crisis siria, pero hay hechos que apuntan hacia la esperanza y el cambio. A pesar de que Obama podría lanzar ataques, no cuenta con el apoyo que necesita para librar una guerra sostenida, y está tratando de encontrar una salida de largo plazo. Además ya hay 130 congresistas pidiéndole a Obama que hable con Irán. Un apoyo global masivo a esta maniobra diplomática en este preciso momento podría empujar a Obama al diálogo.

Ahmadinejad, el anterior Presidente de Irán, gastó miles de millones de dólares en proporcionar armas y efectivo al régimen de Al-Assad, pero el nuevo Presidente Rouhani fue recientemente elegido con el mandato de tender puentes con occidente y se muestra favorable a un acuerdo político con la oposición siria. El ataque químico está erosionando el apoyo público iraní a Al-Assad, y haciendo revivir dolorosos recuerdos acerca de los ataques de gas que ellos mismos sufrieron a manos de Iraq. Fuentes internas afirman que se está generando presión para que se reconsidere el apoyo de Irán a Al-Assad. Éste puede ser el momento decisivo para invitar a Rouhani a sentarse en la mesa negociadora.

Las negociaciones con Irán no acabarán con el horror de la noche a la mañana, pero no existe salida fácil ni rápida a este conflicto. Lo que ahora necesitamos urgentemente es abrir un camino que frene la matanza de niños inocentes y consiga unirnos, en vez de alejarnos cada vez más. Actuemos para que Estados Unidos e Irán comiencen conversaciones ahora:

http://www.avaaz.org/es/solution_for_syria_loc/?blHqPbb&v=28917 

En Ginebra ya hay sobre la mesa un plan para comenzar un proceso de paz en Siria, pero ésta puede ser la primera vez en la que podríamos ver la voluntad política necesaria para obviar las diferencias y sentarse a hablar. Irán es el único país en el mundo que cuenta con la suficiente influencia sobre Siria como para sentar a Al-Assad a negociar. Rusia, otro aliado clave de Assad, ya ha mostrado su disposición a formar parte de la mesa y Estados Unidos, junto con sus aliados del Medio Oriente, puede lograr que la oposición se una también.

Tuvimos que padecer el horror de la Segunda Guerra Mundial para construir las Naciones Unidas y suscribir la Declaración de los Derechos Humanos. Quizás el horror de Siria consiga que EE.UU. e Irán, bajo Presidentes moderados, superen sus históricas diferencias y construyan la base para una paz duradera para Siria y para toda la región, y que repercuta en cuestiones globales que abarcan desde la proliferación de las armas nucleares hasta la paz entre Israel y Palestina. Nuestra comunidad ha apoyado a la población siria desde el principio. Ahora nos necesitan más que nunca. Demos lo mejor de nosotros mismos.

Con esperanza, 

Alice, Luis, Ian, Emily, Bissan, Antonia, Ricken, Lisa, Mais y todo el equipo de Avaaz. 




Y si estás de acuerdo, fírmalo y dáselo a conocer a tus amistades. A veces los sueños se hacen realidad. 

martes, 8 de octubre de 2013

HISTORIA DE LA GUERRA DEL PELOPONESO

Tenemos un régimen político que no emula las leyes de otros pueblos, y más que imitadores de los demás, somos un modelo a seguir. Su nombre, debido a que el gobierno no depende de unos pocos sino de la mayoría, es democracia. En lo que concierne a los asuntos privados, la igualdad, conforme a nuestras leyes, alcanza a todo el mundo, mientras que en la elección de los cargos públicos no anteponemos las razones de clase al mérito personal, conforme al prestigio de que goza cada ciudadano en su actividad; y tampoco nadie, en razón de su pobreza, encuentra obstáculos debido a la oscuridad de su condición social si está en condiciones de prestar un servicio a la ciudad. En nuestras relaciones con el Estado vivimos como ciudadanos libres y, del mismo modo, en lo tocante a las mutuas sospechas propias del trato cotidiano, nosotros no sentimos irritación contra nuestro vecino si hace algo que le gusta y no le dirigimos miradas de reproche, que no suponen un perjuicio, pero resultan dolorosas. Si en nuestras relaciones privadas evitamos molestarnos, en la vida pública, un respetuoso temor es la principal causa de que no cometamos infracciones, porque prestamos obediencia a quienes se suceden en el gobierno y a las leyes, y principalmente a las que están establecidas para ayudar a los que sufren injusticias y a las que, aun sin estar escritas, acarrean a quien las infringe una vergüenza por todos reconocida.

Historia de la guerra del Peloponeso, Libro II, pág, 341, Gredos

Estas líneas son un breve fragmento del discurso fúnebre que Pericles pronuncia en honor de los atenienses caídos en la batalla. Es uno de los discursos más famosos y más conmovedores de la historia. Todo estudiante de Historia lo conoce y, sin duda, ha tenido que comentarlo alguna vez. Este discurso sería suficiente motivo como para leer la Historia de la guerra del Peloponeso. 

La obra es algo así como el primer texto de auténtica historia de la humanidad, pues si bien Heródoto es anterior y redactó su Historia unos cuantos años antes, Tucídides será el primero que se esfuerce en recoger la evidencias para luego narrarnos los hechos de la forma más objetiva posible, o, por lo menos, en quitar a los dioses de en medio para justificar las actuaciones humanas.

La Historia tiene además otros méritos, como son el ser la primera obra que narra una guerra civil (que no otra cosa fue esa guerra entre griegos), ser un excelente material literario (en mi opinión es mejor como obra literaria que como libro de historia), y ser una lección sobre la condición humana, pues mientras la leemos no podemos dejar de formularnos esta pregunta: ¿es inevitable la guerra? 

lunes, 12 de junio de 2017

POESÍA Y PENSAMIENTO 2017

Esta tarde, a las 19:30, en la Sala Club del Victoria Eugenia donostiarra, bajo el título de Poesía y Pensamiento, Isabel Cadenas Cañón, Mireia Calafell, Beatriz Chivite, Tere Irastortza, Gerard de Jong, Angeles Mora, y acompañados por el violín de Jon Makuso, tendrá lugar el un recital de poesía.


Isabel Cadenas Cañón (Basauri, Bizkaia, 1982). Doctora en Estudios Culturales por la Universidad New York University, es autora de los poemarios Irse (2010, Premio Caja de Guadalajara - Fundación Siglo futuro) y También eso era el verano (2014, Premio Martín García Ramos). Es coantóloga de El tejedor: nueva poesía iberoamericana en Nueva York (LUPI, 2011). Sus poemas y sus traducciones de poemas de otras autoras han aparecido en revistas y antologías como Brooklyn Rail, Mandorla, La Galla Ciencia, Palabras errantes y Estación Poesía. Escribe crónica para eldiario.es, La marea, El Estado Mental y Mongolia.

Mireia Calafell (Barcelona, 1980). Ha publicado tres poemarios: Poètiques del cos (Galerada, 2006), Costures (Viena Edicions, 2010) y Tantes mudes (Perifèric Edicions, 2014). Ha recibido distintos reconocimientos entre los que destaca el premio al mejor libro publicado en lengua catalana en 2015, por Tantes mudes, cuya versión en castellano Tantas mudas (2016) ha aparecido recientemente en Stendhal Books. Algunos de sus poemas forman parte de antologías publicadas en Argentina, Brasil, Holanda, Reino Unido y España.

Beatriz Chivite (Pamplona, 1991) licenciada en Filología China e Historia del Arte Oriental, ha obtenido los siguientes premios: Premio Poesía del Ayuntamiento de Pamplona (2012) con el libro Pekineko kea (2017, Pamiela), Premio Ernestina Champourcin (2014) y Premio Lauxeta (2014) con el libro Metro (2014), publicado en castellano con el título Papeles Mínimos (2016) y Premio Blas de Otero (2016) con el poemario Biennale.

Tere Irastortza (Zaldibia, Gipuzkoa, 1961).Ha sido presidenta de Euskal Idazleen Elkartea (2001-2006) y una de las fundadoras del Euskal Pen Kluba. También fue directora de la ikastola Andramendi de Beasain. Actualmente es directora y profesora de la Escuela de Escritores de Bergara. Siendo muy joven empezó a escribir poesía, en 1980 publicó Gabeziak. Desde entonces ha publicado una larga relación de obras: Hostoak (1983), Derrotaren fabulak (1986, Pamiela), Osinberdeko kantoriak (1986, Pamiela), Manual devotio gabecoaedo ibilgailuetara erabiltzeco escu-liburua (1994, Pamiela), Gabeziaren kanthoreak: poema bilduma (1995, Pamiela), Izen gabe, direnak. Haurdunaldi beteko khantoriak (2000, Pamiela), Glosak. Esana zetorrenaz (2003, Pamiela), Urbasa (2004, Irudi), Eta orain badakit (2011, Pamiela), Mundua betetzen zenuten (2015, Pamiela).

Jerard de Jong (1979).Peoridista con una larga trayectoria, durante los diecisiete últimos años ha sido director de The Bildtse Post, como sucesor de su abuelo Dirk Gerrits. Actualmente se encuentra en Donostia en una estancia de dos meses y es el tercer escritor que viene con el programa Beste Hitzak / Other Words. Durante su estancia va a escribir una narración en su lengua materna, el bildt, una lengua minoritaria que se desarrolló a partir del siglo XVI en los Países Bajos.

Ángeles Mora (Rute, Córdoba, 1952), es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada. Es presidenta de la Asociación de Mujer y Literatura Verso libre, y miembro desde 2003 de la Academia de Buenas Letras de Granada. En 2016 obtuvo dos importantes reconocimientos: el Premio Nacional de la Crítica, en Poesía, y el Premio Nacional de Poesía de España. 



VARIACIONES SOBRE WORDSWORTH Y AUDEN

Todas las cosas que me han sido familiares,
esperanza y dolor, ternura y odio,
las leyes que regían nuestros nombres,
no me conocen ya ni las conozco.
Las palabras más limpias que aprendí,
amor y paz,
yacen ensangrentadas cerrando los caminos.
Los discursos más vivos, más honestos
han caído manchados y arrastrados
por los suelos.
Ninguna palabra sobrevivió
a nuestra historia.
Y en un río que pudre hasta los mares,
cínicos y homogéneos nadamos
y guardamos la ropa.

                        Ángeles Mora, Contradicciones, pájaros. Visor, 2001.

lunes, 12 de febrero de 2018

JUANA DE IBARBOUROU, Y 3

Mistral, Storni, Ibarbourou. 1938.
Dando por sentado que lo primero que debemos leer es su obra y que esta está recogida en las Obras completas (Aguilar, 1953), en esta entrada quiero llamar la atención sobre un par de documentos que me parecen muy interesantes para conocer a la escritora uruguaya. El primero es su Autobiografía lírica, una conferencia de 1956 en la que deja claramente su impronta y donde podemos percibir cómo era la persona y la poeta a la que el mito convirtió en Juana de Ibarbourou. El segundo es una entrevista de Antonio Mercader para la revista Siete Días Ilustrados. Fue realizada en 1974. Está recogida en varios sitios de internet. La traigo aquí desde la página EnlacesUruguayos.com. Es un poco larga, pero merece la pena.

Es la única sobreviviente del legendario terceto de poetisas que integró con la chilena Gabriela Mistral y la argentina Alfonsina Storni. Es también el mayor mito viviente de Uruguay. Bautizada Juana Fernández Morales, firmó sus poesías como Juana de Ibarbourou. En 1929 fue consagrada Juana de América y glorificada por los grandes escritores de la época. Tiene 82 años, una quincena de libros publicados y alrededor de 500 mil ejemplares vendidos. Medio siglo atrás, fue el best-seller del romanticismo rioplatense con sus versos "de un audaz erotismo"; hoy, niños orientales, argentinos y de otros países latinoamericanos la leen —a veces con resignación— en los textos escolares. Vive en una vieja casona de la Avenida 8 de octubre, a cinco minutos del centro de Montevideo. Sale poco y no recibe siquiera a sus más fieles amigos. En ese mundo hermético, que comparte casi exclusivamente con su hijo Julio César, pasa sus días leyendo y escribiendo. Hace mucho sobrelleva el peso de ser un monstruo sagrado, un jirón de la historia de la literatura. Tras un exterior rimbombante, tras el mito Juana de Ibarbourou, se esconde una mujer alegre, sencilla, tierna y generosa. Sobre el final de su vida, ésa sigue siendo su imagen íntima, verdadera, que pocos conocen, y que Siete Días pudo revelar a través de una entrevista obtenida por su corresponsal en Montevideo. En una charla que duró una hora y media, Juana de Ibarbourou habló como nunca sobre sí misma y sobre su obra, recordó a sus antiguos amigos (Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez, Jorge Luis Borges, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y otros), explicó las causas de su enclaustramiento y evocó su esplendoroso pasado. Demostró además que conserva una envidiable lucidez mental, disminuida apenas por cierta flaqueza en memorizar nombres o fechas. Lo que sigue es la entrevista a Juana de Ibarbourou, la primera que se difunde en varías décadas en una publicación argentina.

"La señora lo va a recibir", anuncia una ceremoniosa criada mientras abre la pesada puerta de roble. Sobre el parquet del vestíbulo dos plebeyas palanganas de plástico recogen las gotas de agua que se filtran desde el techo. Afuera llueve, y en esta casona con goteras, entre la penumbra, se distinguen un aparador estilo colonial y un par de alfombras precariamente enrolladas contra la pared para evitar que se mojen. Crujen los peldaños de la escalera y el ruido hace ladrar a un perro, encadenado en algún rincón lejano de la casa. En la planta alta, hay una estantería con libros y tres puertas: la de la izquierda está abierta. Desde allí parte una voz de agudas inflexiones: "Hágalo pasar, pase, pase".


Es un cuarto mal iluminado, cuadrado, de cuatro por cuatro, donde se alinean una cama doble, una cómoda, un aparato de televisión y varios anaqueles de libros. Junto a la ventana-balcón que asoma a la avenida 8 de Octubre, arrellanada en un viejo sillón, está Juana de Ibarbourou. Sonríe, hace un cortés ademán de incorporarse pero permanece sentada mientras estrecha la mano del visitante. Luce bien peinada, el cutis blanquísimo ligeramente empolvado, un toque de color en los labios. No parece sorprendida ni intimidada por la inminente requisitoria periodística. Expectante, mira a su interlocutor con sus ojos negros que conservan el brillo de otros tiempos.


—¿Por qué es tan difícil verla?
—No es tan difícil. Lo que sucede es que estuve un poco enferma últimamente, y entonces los que me cuidan, mi médico, mi hijo Julito, piensan que puedo fatigarme si atiendo personalmente a todos los que quieren verme o quieren hablarme por teléfono. Ahora estoy bien de salud, tengo este problema (se toca el ojo izquierdo; sobre la frente, de ese lado, lleva una gasa sujeta por dos tiras de cinta adhesiva), pero me voy acostumbrando.


—¿Qué le pasó en el ojo?
—Tuve un accidente. El año pasado pisé una baldosa rota, ésa que está ahí (señala un agujero en el embaldosado), tropecé y caí. Me di un gran golpe en el ojo izquierdo por el que ya no veo, y me quedó esta herida en la frente que no termina de curarse y eso que voy seguido al médico.


—¿Usted sale muy frecuentemente de esta casa?

—Voy a un médico oculista por el centro. Además, salgo con Julito en el auto y nos vamos a la rambla o al parque Rodó. Nos bajamos a caminar.


—Sin embargo, sus mejores amigos dicen que no pueden verla porque usted no sale nunca y no quiere recibirlos.
—¿Quiénes son mis mejores amigos? Los amigos de verdad, los fieles, siempre entraron a esta casa. Los que dicen esas cosas no son amigos y cuentan mentiras: que me tienen secuestrada, que me maltratan, que me encierran y no sé cuantas cosas horribles. No hay que hacerles caso.


El enclaustramiento de Juana es un hecho cierto. La más reciente generación de uruguayos nunca la vio en público. Quienes antes la visitaban diariamente afirman que en los últimos dos años su aislamiento se agravó. "El teléfono y el timbre suenan en su casa sin que nadie responda", dicen. Hubo denuncias al respecto; a tal punto que, a fines del año pasado, varios policías allanaron su casa y pudieron comprobar que la poetisa estaba allí y sin peligro a la vista. Entonces se supo que las versiones alarmistas carecían de fundamento. Pero el hermetismo en torno a Juana siguió y los rumores crecieron otra vez. El mes pasado, el vespertino montevideano El Diario logró entrevistarla. Fueron sus primeras declaraciones en muchos tiempo. "Juana de Ibarbourou no estaba secuestrada", tituló el vespertino. Desde entonces, las olas se apaciguaron. Pero su aislamiento sigue y todo indica que seguirá. Algunos señalan que Juana fue siempre introvertida y tímida, y que en su vejez ha reasumido su verdadera personalidad. "Mis últimos años me pertenecen", dijo alguna vez. Según esta interpretación su voluntario retiro es una forma de eludir los compromisos y las molestias que acarrea la fama. Es, también, un modo de disfrutar su propia intimidad.

LOS LABERINTOS DE LA MEMORIA


—¿Está escribiendo actualmente?
—Siempre escribo algo. Trabajo todos los días, sin horarios, me pongo a escribir cuando quiero y siento que debo hacerlo. Estoy escribiendo otro libro, tengo más de treinta poesías terminadas. No me pregunte el nombre del libro porque no lo sé; siempre fui mala para elegir nombres.


—Qué técnica usa para escribir?
—Los poetas no se hacen, nacen. Es una verdad. Escribo espontáneamente, sin preparativos artificiales, cuando siento una idea, una palabra, un paisaje, como una obsesión aquí, en la cabeza. No entiendo a los poetas que piensan que para escribir versos hay que encender velas o escuchar música. Lo mío es sencillo, natural, y así debe ser porque la poesía no se fabrica, no se provoca; se siente o no.


—Hoy se lee poca poesía, ¿cuál es la razón?

—Se lee poca poesía y lo comprendo. No vivimos en un mundo de poetas. Este es un mundo loco, loco, que no da tiempo a leer ni a serenarse. Pero siempre habrá poetas maravillosos y se volverá más a la poesía. Estoy segura.


—¿Qué está leyendo en este momento?
—Leo mucho. Leer me hace más llevadera la vida. En este momento estoy leyendo Papillon y me gusta porque es entretenido y humano.


—¿Qué otras distracciones tiene? Veo una televisión en su cuarto.

—Miro poca televisión, me hace mal a la vista.


—¿Qué opina de la televisión como medio de comunicación?
—Me hace admirar la técnica y la inventiva humana. Lástima que la televisión se use poco para difundir la cultura, para enseñar a la gente. Podrían hacerse cosas importantes pero no se hacen. Me gusta más el cine, aunque hace mucho que no voy.


—¿Recuerda a algún actor o actriz en especial?

—Mis predilectos le van a parecer un poco antiguos. Me gusta Chaplin, porque era admirable que hiciera reír a la gente en épocas donde costaba mucho reírse. También Greta Garbo. Y María Félix por su belleza, y porque me recordaba a una amiga que tuve en mi infancia, allá en Melo.


Melo, capital del departamento de Cerro Largo, frontera con Brasil. Ciudad donde nació, de padre gallego y madre uruguaya, el 8 de marzo de 1892, Juana Fernández Morales. Por sus escritos y confidencias se sabe que su infancia no fue del todo feliz, que su padre solía recitar en voz alta a Espronceda y Rosalía de Castro, que dos hermanos de su madre eran poetas y que uno de ellos murió en un duelo batiéndose por una mujer. Se sabe también que Aparicio Saravia, el guerrero blanco que acaudilló dos revoluciones, fue su padrino de bautismo. Con tales antecedentes, Juanita o Juaneca, como la llamaban, fue creciendo en su Melo pueblerino, "ciudad de casas bajas, naranjos y aroma de pitangas". No muy lejos de Melo, en 1904, el padrino de Juana, "el último caudillo a caballo del Río de la Plata", se levantó contra el gobierno de José Batlle y Ordóñez.


—¿Cómo era Aparicio Saravia?
—Mi padrino, cómo lo recuerdo. Nunca olvidaré una tarde cuando el negro Camundá tocó el clarín y apareció padrino, el general Aparicio Saravia, el General como le decíamos con todo respeto en casa. Venía por la calle 25 de Mayo, con la cabeza levantada, sobre un tordillo. Medio caballo atrás venía su gente, la flor y nata de le juventud montevideana. Estaban los Ponce de León y... era impresionante. Todo Melo los miraba desde las ventanas. Era padrino que iba a hacer la última revolución. A él lo adorábamos, en casa había retratos suyos porque mi padre era blanco, nacionalista, como todos en mi familia. Había peleado con el General en otras guerras. Por todo eso siempre fui blanca, blanca como hueso de bagual.


—¿En aquella época ya escribía?
—A los doce o trece años ya hacía mis primeros versos. Algunos se publicaron después en el diario de Melo con un seudónimo feísimo: Jeannete d'lbar.


—Se casó muy joven, ¿no es así?
—Sí, muy joven. De mi marido (el capitán Lucas Ibarbourou) tomé mi nombre poético. Ibarbourou, mi suegro, era vasco francés. Después nació Julito (repentinamente pregunta la hora; son las cinco de la tarde y eso la alarma). Las cinco de la tarde y todavía no vino a comer. Lástima que Julito no esté, me gustaría que lo conociera.


—Después usted se vino a Montevideo.
—Nos vinimos todos. De Melo tengo los recuerdos más tiernos, hace años que no voy por allá. Pero para mí la ciudad, la gran ciudad, fue Montevideo. Aquí me trataron maravillosamente. Era una ciudad chiquita la que conocí entonces, y no la gran ciudad que es ahora. Ha cambiado tanto Montevideo. Alguna vez escribí que prefería Montevideo a París, Madrid o Nueva York, y que si Dios me diera la oportunidad y me preguntara dónde quiero volver a vivir, yo le diría simplemente a Montevideo, Señor, ¡y gracias!


—¿En esa etapa ya escribía sus Lenguas de diamante?
—Ya tenía algunos versos escritos pero aquí pude terminar el libro y aquí, en Montevideo, encontré gente que me animó a publicarlos. Lenguas de diamante, fue el primer libro y el que me dio más satisfacciones.


Lo prologó y publicó, en 1919, el escritor argentino Manuel Gálvez, en la editorial Buenos Aires, de la capital argentina. "Es un acontecimiento en la literatura americana", auguró Gálvez. Y lo fue. Su nombre se hizo famoso en el Río de la Plata y aún más lejos. Desde España, el gran Miguel de Unamuno le dio su bendición ("jamás ha hablado en español, que yo sepa, así la pasión desnuda y ardiente; aquí una mujer no haría versos así a su novio; si los hacía, los rompería sin publicarlos"). El peruano José Santos Chocano y el mexicano Alfonso Reyes la elogiaron. No había cumplido treinta años y estaba consagrada. En los románticos twenties, los uruguayos sabían de memoria aquellos versos femeninos, audaces para la época (Tómame ahora que aún es temprano / y que llevo dalias nuevas en la mano. / Tómame ahora que aún es sombría / esta taciturna cabellera mía. / Ahora, que tengo la carne olorosa. / Y los ojos limpios y la piel de rosa .../).


—Eran versos un poco atrevidos por venir de una mujer.
—¿Sí? Eran sinceros y apasionados, como son las cosas que se hacen en la juventud. Pero no fui la primera mujer que escribía poesías. Estaba Delmira.


—¿La uruguaya Delmira Agustini?
—Delmira, sí, escribía con una gran pasión. Era una época con mujeres que sabían escribir con talento.


—¿Recuerda aquel acto en la Universidad de Montevideo, en 1938, donde se juntaron usted, Gabriela Mistral y Alfonsina Storni?
—Gabriela ... Era fuerte, recia, hablaba muy castizo, muy español. Le gustaba contar historias de embrujos y de fantasmas que asustaban un poco. Estuvo en casa y nos sacamos fotos juntas. Era una mujer inteligente, pobre Gabriela que fue tan infeliz en su vida, pobrecita.


—¿Y Alfonsina Storni?
—No hubo entre nosotras esa amistad tan espontánea que se dio con Gabriela. No por mi culpa ni por culpa de ella. Éramos distintas, no .. pero yo la admiré siempre. La recuerdo con su cara muy roja y esa altivez que tenía. A Gabriela y Alfonsina las quise y las quiero mucho. Que me vincularan a ellas, que el público nos viera como formando una cosa común, fue uno de los mayores homenajes que recibí en mi vida. Era una forma de unirnos a los uruguayos, los chilenos y los argentinos.


—Usted sabe que los cuentos de Chico Carlo están incorporados a textos de gramática escolar no sólo en Uruguay sino también en Argentina. Lo mismo pasa con sus poesías y con sus libros que son, muchas veces, de lectura recomendada para niños y jóvenes. ¿Qué siente ante un público tan especial?

—Me gusta, adoro a los niños, me alegro tanto cuando los traen de visita. Aquí han venido muchos niños, vienen con las maestras, a veces desde Argentina. Sé que me conocen en Argentina, es un homenaje y un honor. Los argentinos siempre fueron buenos conmigo, tengo muy buenos amigos allá.


—¿Jorge Luis Borges es uno de ellos?
—Borges, el gran Borges, es un hombre tan profundo.


—Usted contaba una anécdota graciosa con Borges, aquella de los discurso ...
—Sí, los dichosos discursos (se ríe). Le dieron un banquete a Borges, aquí en Montevideo, y yo tenía que hablar en nombre de los escritores uruguayos. Mejor dicho tenía que leerle un discurso, y estaba previsto que él leyera su discurso de respuesta. No tenía muchas ganas de hacerlo. Yo sabía que a Borges le pasaba lo mismo, así que le dije con toda sinceridad: Borges, debo leerle un discurso pero no me siento muy dispuesta a hacerlo en este momento. ¿Sabe qué contestó? Yo tampoco, así que no lo lea, déme su discurso, yo le doy el mío, y después cada uno lo lee en su casa. Intercambiamos los respectivos papeles donde estaban escritos los discursos, y nos quedamos tan tranquilos.


LOS HONORES RECIBIDOS

—¿Cuál fue la alegría más grande de su vida?
—E1 día que recibí el título de Juana de América. Estaban Juan Zorrilla de San Martín, Alfonso Reyes y otros grandes de la literatura. ¡Había tanta gente en el Palacio Legislativo! ¿Conoce el episodio de los cuatro soldados? Me los pusieron alrededor mío formando una guardia de honor. Tenía un ramo de violetas en la mano y cuando el acto terminó, los soldados de la guardia me pidieron que les diera algunas flores de recuerdo. Años después, un muchacho golpeó en la puerta de mi casa. Era uno de aquellos soldados. Traía las violetas en una caja, como un tesoro; se iba a casar y quería regalárselas a su novia. Para su regalo de bodas necesitaba una tarjetita de mi puño y letra, que acreditara que aquéllas eran mis violetas. Se la di. Qué recuerdo tan tierno me dejó ese episodio. Diez de agosto de 1929, día en que la proclamaron Juana de América. La idea partió del peruano José Santos Chocano. Escritores uruguayos y extranjeros la apoyaron. Querían darle un título simbólico, honorario, para honrarla en toda América. Diez mil personas asistieron al solemne acto, en la sede del parlamento uruguayo. Fue una especie de glorificación en vida, prematura quizá para una joven emotiva y sencilla que nunca había soñado con tamaño homenaje. Visto a la distancia, el fasto puede resultar hoy desprovisto de sentido; pero bien mirado, se insertaba en una época feliz, pródiga con sus ídolos, donde uno de los grandes fenómenos era el ascenso de la mujer a todos los planos de la actividad diaria. Como un signo de ese tiempo, la jovencita de Melo fue coronada Juana de América y el título prendió en la gente porque sus poesías gustaban: eran frescas, liberadas, hablaban de amor y de belleza, en contraste con el modernismo decadente y amanerado que moría de asfixia en los salones.


—Según ciertos críticos, su obra refleja vitalidad e intuición antes que una amplia cultura y una depurada formación intelectual. ¿Lo cree así?
—Al comienzo, tenía una formación elemental. Conocía unos pocos autores y unos pocos libros, pero los conocían bien. Después, el tiempo, los amigos, el contacto con el ambiente intelectual de la ciudad, me fueron dando más conocimientos. De todas maneras, no creo que todo eso que vino después haya cambiado de un modo importante el sentido y el estilo de mis libros.


—¿Cuáles son sus poetas preferidos?
—Los de siempre: los dos Machado, Manuel y Antonio, y el gran Juan Ramón Jiménez. A Juan Ramón tuve la suerte de conocerlo estuvo en esta casa; a los Machado, no.


—¿Cómo era Juan Ramón?

—Un hombre y un poeta superior. Llevaba a su España metida acá adentro, como una espina. Había sufrido mucho con la guerra y con las desgracias de su patria. Cuando lo conocí (en 1948) era un escritor consagrado, festejado en todas partes. En la intimidad era sencillo, adoraba a su esposa Zenobia; era galante, muy caballero español. Recuerdo que le regalé un salerito de plata francesa y él se sintió en la obligación de retribuir el regalo. Después que se fue, un día recibí de su parte un libro y un espejo. El espejo era fino, antiguo y francés. La dedicatoria decía: Para Juana, un libro, un espejo y un beso.


—Pablo Neruda fue otro de sus visitantes.
—Era un simpatiquísimo ladrón. Estuvo en mi casa de la rambla, donde yo tenía una colección de caracoles. El también los coleccionaba y los empezó a mirar y a decir: me llevo éste y éste, y se iba agachando para recogerlos y ponérselos en el bolsillo. Se llevó cuatro o cinco de mis mejores caracoles. Era estupendo. Era un poeta fuerte, expresivo, tenía versos que yo sabía de memoria. Se volvió a casar, creo con una de Urrutia, y murió hace poco. Pobre Pablo. Era como todo gran poeta: un intermediario entre Dios y el hombre.


—¿Usted es católica?
—Sí, y muy devota.


—Se dice que vivimos una época de descreimiento, de escepticismo religioso...
—El hombre logró muchos adelantos, inventó maravillas y llegó a la Luna. Pero no debe creerse igual o superior a Dios. Quien tiene fe, verdadera fe en Dios, no debe perderla sino afirmarla por el avance de la civilización y la cultura. Hay una verdad: Dios nos da y nos quita todo. La religión la ayuda a una a vivir y a esperar... y yo de la vida ya no espero nada, lo espero todo del más allá.


LA JUVENTUD DE LA ANCIANA DAMA

—¿Volvería a vivir su vida tal cual la vivió?
—Sí, no tengo dudas, la viviría igual, salvo algunas malas mujeres que se cruzaron en ella. Los hombres siempre fueron más buenos conmigo que las mujeres.


—De todas las etapas de su vida, ¿cuál le dejó los mejores recuerdos?
—La juventud. Para mí, como para todo ser humano, fue la época más hermosa de la vida.


¡Soy libre, sana, alegre, juvenil y morena ...!, cantaba Juana en sus comienzos. La juventud, justamente, es una constante en su primera producción, es decir, la trilogía compuesta por Lenguas, El cántaro fresco y Raíz salvaje. Juventud y amor (¡que rían los vecinos! Puesto que somos jóvenes / y los dos nos amamos y nos gusta la lluvia ...) son sus temas iniciales y, seguramente, las claves de su vida. Después, en la década del cuarenta, reasomarán en su obra bajo la forma de recuerdos, como ocurre en Chico Carlo, donde sustituye la poesía por una prosa sencilla cargada de añoranzas. Es la Juana madura, cincuentona, convertida ya en un monstruo sagrado, rodeada de leyendas, quien evoca su infancia a través de Chico Carlo, un libro que es algo así como el Platero y yo latinoamericano. Después, en 1949, la muerte de su madre ahondará su soledad y la hará retornar a la poesía a través de Pérdida y Elegía, sus obras máximas de la segunda época. Recibe condecoraciones, premios, invitaciones, la nombran "mujer de las Américas" y viaja a Norteamérica. En la década del cincuenta, cuando la fama y el reconocimiento arrecian sobre ella, cuando la carga del mito se torna insoportable para la mujer que ama los días sencillos y serenos, escribe un cuarteto revelador, símbolo quizá de sus actuales angustias: Digo mil veces que me estoy ahogando, / y sólo veo alrededor sonrisas. / Me estoy ahogando vertical y en medio / de una avenida gris, ruidosa y lisa.


—Usted sabe que hay un mito llamado Juana de Ibarbourou. ¿Le molesta?
—La gente es buena, generosa, y ha imaginado sus cosas sobre mi persona y mi obra. Tal vez yo misma soy la culpable porque llevé siempre una vida retraída, dedicada muchos años a cuidar a mi marido y a mi madre que sufrieron largas enfermedades. Además, está el tiempo y usted sabe que el tiempo siempre deforma las cosas.


—En este enclaustramiento en que vive, ¿no se siente un poco abandonada u olvidada?
—No, no estoy abandonada ni olvidada. Mis verdaderos amigos son muy fieles. Lo que siento, a veces, son los problemas económicos. Con lo que cobro de derecho de autor y la pensión de mi marido no es suficiente para vivir. A fines del año pasado el gobierno me dio un millón de pesos que dividí con mi hijo, y con eso pude hacer regalitos a mis mejores amigas. Pero esas cosas no puedo hacerlas todos los días. Hace tiempo que vengo pensando en hablarle sobre esta situación a la señora del presidente Bordaberry.


—¿La señora del presidente?

—Sí, no sabe qué mujer más gentil, más amable. El día de mi cumpleaños me mandó un precioso ramo de flores. Cuánto se lo agradezco. Pensar que yo no tuve con ella ninguna atención, ni siquiera cuando nació su último hijo. ¡Qué vergüenza! Debo escribirle una carta para agradecerle sus flores.


—Sorprende que tenga problemas económicos. Hace años el gobierno le donó esta casa, ¿no es así? Además, usted debe cobrar derechos de autor con frecuencia, pues sus libros se reeditan en forma permanente.
—Sí, tengo esta casa y estoy muy agradecida. Pero los derechos de autor que recibo no son muy importantes. ¡Está todo tan caro!


—Si tuviera que elegir uno entre todos sus libros, ¿cuál elegiría?

Chico Carlo, es casi autobiográfico. Son los recuerdos de mi infancia y pienso que de alguna manera son los recuerdos de la infancia de todos. No me gustaría que se fuera sin darle un ejemplar de Chico Carlo.


Ayudada por la criada (que lleva ya cinco minutos haciendo señas al visitante de que debe retirarse), Juana se levanta y da algunos pasos por la habitación. De estatura mediana, regordeta pero de buen porte a sus 82 años, hurga en el anaquel abarrotado de libros. No encuentra el que busca, pero vuelve a su sillón con un ejemplar de Juan Soldado, una reciente recopilación de sus cuentos. Con un bolígrafo garabatea la dedicatoria en sus primeras páginas. La entrevista ha terminado. Poetisa y periodista se despiden con un apretón de manos. Entonces, desde la puerta del cuarto, el visitante se gira para mirarla por última vez; Juana sonríe, agita su mano en señal de despedida y con voz queda, dice: "Vuelva, vuelva otro día".

Antonio Mercader 

***

PS: La colección para la tertulia ya está colocada.

sábado, 22 de febrero de 2014

AGUSTÍN DELGADO: ESPÍRITU ÁSPERO

Agustín Delgado es uno de los teorizadores del grupo que puso en marcha la revista Claraboya. Es, por tanto, uno de los teóricos de aquello que se llamó poesía dialéctica. Pero no voy a detenerme aquí a comentar las características de su escritura o el itinerario poético del autor que eso lo hace muy bien el profesor Lanz en el excelente prólogo que acompaña a la obra del poeta —¡qué necesario es para un creador disponer de un lector atento y que sepa explicar su obra!—.

Lo que quiero señalar ahora es la oportunidad de la publicación de esta Poesía reunida. Agustín Delgado (1941-2012) ha sido un poeta más bien marginal, de provincias, poco conocido, al menos no conocido por ese pequeño número de personas que de vez en cuando leen poesía. De "lobo estepario" lo calificó José-Miguel Ullán. En estas circunstancias, que alguien recoja toda tu obra en una edición muy cuidada —tapa dura, dos colores, papel de calidad, estudio introductorio, bibliografía...— y que lo haga cuando efectivamente has escrito cuanto querías escribir es, cuando menos, oportuno. Y Agustín Delgado se lo merecía.

Después de esta loa a la oportunidad y al buen trabajo de quienes hicieron posible esta edición, corresponde dejar constancia aquí a través de algún ejemplo de lo que este poeta disidente e inconformista escribía.

OTRA VEZ MÁS

Siempre quedan los papeles llenos de metralla
encima de alguna mesa.
Pero más triste es morirse de hambre
y sin chaqueta y lejos de la patria.

Por eso hoy, Antonio Machado,
rasgo todos los versos,
todos los discursos de después de la comida
y me quedo en mi cuarto
mirando hacia afuera, mientras sigue la lluvia.

Por eso y porque es febrero,
tantas veces cuajado de nieve
pero tan pocas de copos de libertad.

Y porque el Volga
se deshiela a estas horas y en el Mediterráneo
llamean las aguas que te vieron morir.

Y también
por los dos versos
que encontraron en tu bolsillo y que dicen:
“estos días azules
y este sol de la infancia”.

Por sobre todo, padre mío,
porque estoy desnudo como los hijos de la mar.



   Del libro Nueve rayas de tiza (1966-68).

miércoles, 10 de agosto de 2022

LIBROS PARA PENSAR LA PAZ, 23

Ejemplar del KM
Llego a casa justo a tiempo para dar noticia de este libro colectivo editado por Sílex ediciones. Se trata de un libro de carácter práctico, pues recoge el resultado de múltiples trabajos de campo en contextos de violencia en los que han trabajado analistas de ambos lados del Atlántico. La lectura del libro, por tanto, aporta perspectivas y análisis desde puntos de vista muy distintos que tienen como objetivo ofrecer enfoques variados para la consecución de la paz según las circunstancias. 

El contenido se va a entender mejor con la enunciación de los caspítulos que conforman la obra:

-Modelos de paz: historia e historias. Guillermo Andrés Duque Silva y Cristina del Pado Higuera.

-La mediación de conflictos interculturales MCI: construyendo paz desde los territorios colombianos. Julio César Alvear Castañeda.

-La sociedad "El Sitio" de Bilbao, la moderna pedagogía y la concordia social. José Manuel Azcona Pastor.

-Conflicto en el contexto organizacional colombiano desde teoría de la violencia de Johan Galtung y teorías de las necesidades. Victoria de los Ángeles Bolaños Contreras y Diego Mauricio Quintero Orrego.

-Ásperas sierras, agrias gentes. Un museo comunitario para la resolución de conflictos en la Sierra Mixe. Manuel Burón Díaz.

-Biblioteca comunitaria Amauta: maneras de hacer pedagogía y cultura para la paz en el distrito de Aguablanca, Cali, Colombia. Jovany Cely Ospina y Jasney Quintero Ortega.

-Del Plan Colombia a la paz en Colombia: los discursos del presidente Juan Manuel Santos antes de la firma de los acuerdos de paz. Cristina del Prado Higuera.

-No "cesa la horrible noche": cultura de la guerra y de la paz en Colombia.Guillermo Andrés Duque Silva.

-La formación deportiva como herramienta de paz para el cambio de los comportamientos violentos de jóvenes en Cali-ColombiaDiana Marcela Pérez Bolaños.

-Preservar la memoria, respetar a las víctimas. La respuesta pedagógica italiana al terrorismoMatteo Re.

-Las negociaciones antes de la Mesa de la Habana, un análisis crítico desde el punto de vista de la negociaciónEmilio Sánchez de Rojas Díaz.

Todos los capítulos se acompañan de abundante y específica literatura sobre el tema. 

Un libro muy interesante para comprender mejor la complejidad de los conlictos armados, sus consecuencias y las dificultades para poner en marcha procesos de paz, pero no imposibles cuando existe la voluntad de solucionarlos. Tal vez pueda resultar literatura demasiado específica para quien no la frecuente, pero necesaria.
***


Путин, немедленно останови войну!

domingo, 1 de junio de 2008

ALSASUA

Me llevan hasta allí pasos amigos
y no sé nada de su historia,
ni me importa. 
Lo desconozco todo,
salvo que una carretera la atraviesa.
Y, sin embargo, acudo cada año a esa casa
al borde del arroyo y del sosiego,
donde voces amigas discrepan felizmente
en armonía alrededor del fuego
en algunas ocasiones; en otras,
al borde de un plato o del mismo sueño,
y en su pasión no cejan
—quieren recuperar los veinte años—
de proferir palabras sin sentido,
de alimentar discursos que no entiendo,
de quemar el mundo con sus frases.
Mas no importa lo que digan.
Lo que incumbe es estar con ellos,
en la casita al borde del arroyo 
en Alsasua.

sábado, 27 de abril de 2024

FRANCISCO RICO (1942-2024)

 

Francisco Rico28 de abril de 1942-27 de abril de 2024

Ha fallecido Francisco Rico. Nos deja una obra llena de conocimiento para que sigamos aprendiendo y disfrutando:

Ediciones a su cuidado:

La novela picaresca española.
Agustín Moreto, El desdén, con el desdén.
Francesco Petrarca, Obras 1
Historia y crítica de la literatura española.
Mateo Alemán, Guzmán de Alfarache.
Lope de Vega, El caballero de Olmedo.
Lazarillo de Tormes.
Mil años de poesía española.
Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha.
Francesco Petrarca.
Mil años de poesía europea.
Carmina burana.

Y una conversación con José-Carlos Mainer en la Fundación March de hace diez años: 

Y una conferencia bajo el título de La realidad de la fantasía que recomiendo vivamente.

***