Mostrando las entradas para la consulta Homero ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas para la consulta Homero ordenadas por fecha. Ordenar por relevancia Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de marzo de 2016

FELIZ COMIENZO DE LA PRIMAVERA

Hace unas pocas horas ha dado comienzo la primavera. Para celebrar este pequeño acontecimiento no se me ocurre mejor forma que recordar aquí la historia de Fílide y Acamante.

Imagen tomada de madridfree.org
Fílide era una princesa tracia que estaba enamorada de Acamante,joven griego, que andaba ocupado en otros menesteres como guerrear en Troya. La joven se acercaba todos los días a la costa para ver el regreso de su enamorado, pero el joven no aparecía y ella murió de amor y de tristeza. La diosa Atenea transformó el cadáver en un almendro. Al día siguiente, apareció Acamante y, enterado de la noticia, abrazó el almendro. Como respuesta al gesto de cariño el árbol floreció inmediatamente.

Esta hermosa y triste historia, símbolo del amor juvenil, del renacer, de la pureza, se expresa a través de la aún más hermosa floración anual del almendro, en cuanto las frías temperaturas del invierno ceden un poco.

Por lo demás, y para ser sincero, se trata de una reescritura más bien moderna del mito, porque ni Homero, ni Virgilio, ni Ovidio, ni Diodoro nos la cuentan así. Pero esa es otra historia.

Machado también se ocupó de la misma simbología en estos versos:

Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!

Como quiera que sea, disfrutad del día estéis donde estéis.

miércoles, 24 de febrero de 2016

TE DOY MI CORAZÓN PARA QUE LO EXAMINES

—¿Quién leerá esto?
¿A mí me lo dices? Nadie, por Hércules.
—"¿Nadie?"
Puede que dos o... quizás nadie.
—"Vergonzoso y deplorable".

                             Traducción de Rosario Cortés Tobar

Así comienza la Sátira Primera de Persio, la que dirigió contra los malos escritores. ¿Augurio de su propia obra? No, por cierto, ya que fue un autor muy apreciado en otras épocas, aunque hoy sea prácticamente desconocido, como lo es, tristemente, cualquier otro clásico, ya estemos hablando de escritores tan grandes como Virgilio, Lucrecio o el mismísimo Homero, o bien de otros menores como el mismo Persio.

No pretendo lamentarme sobre los caprichos de la cambiante moda de los gustos literarios —que cada cual mantenga los suyos—, ni sobre el abandono de los estudios clásicos en la actualidad. Tan solo traigo hasta aquí un verso magnífico de Persio para darle hoy publicidad y sacarlo de paseo a la plaza, no sea que se nos pierda en el armario insondable de los eruditos.

El conocimiento, la cultura, cualquier manifestación artística de calidad debería ser siempre patrimonio de toda la humanidad. A veces, por desidia, por olvido, por moda o por impotencia, se nos van perdiendo cachitos de ese patrimonio común y nos vamos quedando un poquito más pobres de espíritu. Que no se nos pierda Persio ni su glorioso


Te doy mi corazón para que lo examines




domingo, 18 de octubre de 2015

POEMAD: V FESTIVAL DE POESÍA DE MADRID

Programa completo
Ya está preparado el V Festival de Poesía de Madrid, que se celebrará durante el último fin de semana de octubre (jueves, viernes y sábado).

Son tan sólo dos días y medio, pero durante ese tiempo presentan sus trabajos un nutrido y muy interesante grupo de poetas. Aquí os los dejo por riguroso orden de intervención:

Fernando Beltrán, Franco Buffoni, Laura Pugno, Marta Sanz, Lara Moreno, Mercedes Castro, Susana Ada Villalba, Esther Ramón, Juan Malpartida, Jordi Doce, Darío Jaramillo, Elsa Cross, Pura López-Colomé, Óscar Hahn, Luna Miguel, Jesús Carmona-Robles, Óscar García Sierra, Rocíop Torres, Homero Aridjis y Ángel González (en las voces de Eliana Sánchez y Miguel Munárriz). 

Me salto los enlaces de rigor porque en el programa que tenéis enlazado disponéis de una buena presentación de cada uno de ellos.

Si estáis por Madrid esos días, daos una vuelta por el Centro Cultural Conde Duque. La entrada es libre hasta completar el aforo.

Cierro esta nota con un poema del poeta mexicano Homero Aridjis (tenéis más poemas suyos en este mismo blog):


MONTE ALBÁN

AQUÍ CAYÓ la luz.
Aquí el olvido se hizo piedra,
ceniza y lodo,
hueso y cráneo.
Aquí el aire se hizo ave,
el vuelo árbol,
el hambre hombre,
el valle fuga
y el monte lluvia verde.
Aquí el hombre volvió al barro,
regresó al silencio,
se metió en la noche.

miércoles, 23 de abril de 2014

DÍA DEL LIBRO

Akito evalúa cuánto vale la vida

¿Qué felina historia 
reclama tu atención?
¿Qué cuento, qué leyenda, 
qué autor nuevo y distinto
ha sido capaz de crear 
una imagen tan poderosa 
como para mantener 
en suspenso la vida
y sus necesidades?

¿Acaso estás escuchando 
la historia del rey que se volvió republicano,
la del papa que abandonó su fe 
y donó todos tus bienes,
la del nacionalista que decidió vivir
en un mundo sin fronteras,
la del capitalista que renunció 
la propiedad privada
y compartió todas sus riquezas?

¿Qué Homero, 
qué Shakespeare,
qué Cervantes
es capaz de absorber
de esa manera tu interés?

—Sólo estoy valorando
el alcance de las palabras
de Borges, digo de Toshio



jueves, 3 de abril de 2014

HISTORIA DE LAS TIERRAS Y LOS LUGARES LEGENDARIOS

Umberto Eco, ese escritor que es en sí mismo una biblioteca —más de 50 ensayos publicados—, sacó a finales del año pasado este hermoso ejemplar sobre lugares legendarios. Está publicado por Lumen en el mismo formato de los anteriores Hª de la belleza, Hª de la fealdad y El vértigo de las listas, lo que quiere decir que es una edición muy cuidada y con todo lujo de ilustraciones, o sea, un excelente regalo.

Eco se ocupa aquí de esos lugares que por alguna razón se han convertido en extraordinarios, sean o no sean reales. Por aquí desfilan los sitios que aparecen en la Biblia, en los relatos de Homero, en las historias del Grial, en las descripciones geográficas —fabulosas o no— de los más diversos tiempos, las distintas islas de Utopía, el País de Jauja, la Atlántida, Mu, Lemuria o Rennes-le-Château, por citar solamente algunos. 

Todos ellos, lugares prodigiosos. Todos ellos, lugares que han atraído nuestro interés y han despertado nuestra imaginación. Todos ellos unidos a algún aspecto importante de nuestro ser. Y de eso, del aspecto, es de lo que se ocupa Eco, de explicarnos el porqué y el cómo surgieron, qué es lo que hace que ese lugar sea o haya sido tan atractivo y por qué ha moldeado el imaginario colectivo.

Es, por tanto, un libro de mitos. De mitos antiguos y de mitos modernos. De verdades, de medias verdades y de simples y llanas mentiras... que muchas veces funcionan como grandes verdades. Es también un libro de aventuras y de narraciones, al mismo tiempo que es un paseo por la aventura intelectual del ser humano para poner orden en tanto espacio. Y es, además, un libro erudito y popular. Una delicia.

jueves, 13 de diciembre de 2012

LUCIANO DE SAMÓSATA

Luciano de Samósata es uno de esos hallazgos reconfortantes. No aparece normalmente en los manuales de Literatura Universal y hay que irse a los de Literatura Griega para encontrar alguna referencia. Vamos, que no es un Homero, un Virgilio o un Horacio. Y, sin embargo, estoy seguro, un lector corriente actual, no culto ni académico, podrá disfrutarlo como disfruta de cualquier otro relato contemporáneo.

Este satírico, este humorista del siglo II d.C. tiene un estilo fácil, ligero, ameno, en ocasiones brillante, siempre divertido, que convierte la lectura de sus relatos en un pasatiempo de lo más agradable. De los títulos que recoge el libro que aparece en la foto (Relatos fantásticos, Ícaromenipo o Menipo en los cielos, Cuentistas o el descreído, El gallo y Lucio o el asno) el menos atractivo para el lector actual será, sin duda, el primero, porque aún representando un portentoso ejercicio de imaginación para la época, carece de historia, de argumento. El resto no sólo tienen un divertido guión, sino también una abundante descarga satírica que parece increíble por su actualidad y frescura. Luciano es algo así como el Voltaire o el Swift del siglo II. De hecho, Cuentistas o el descreído merecería ser el texto oficial de presentación de la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico.

Termino esta rápida presentación con las palabras del autor que sirven de cierre al referido relato:
Resistamos (a las supersticiones, al irracionalismo, a la superchería), amigo, usando como potente revulsivo contra estos males la verdad y el sentido común: con él no hay peligro de que nos asusten esas patrañas vanas y vacías.

Feliz lectura.

miércoles, 18 de julio de 2012

HESÍODO

Hesíodo carece del impulso creador de Homero, de su viva imaginación poética y no tiene la fuerza epopéyica del creador de la Ilíada. Sin embargo, Hesíodo tiene la claridad y el desarrollo del didacta, del hombre práctico, del campesino (Alejandro Magno dijo de él que era el poeta de los campesinos) que conoce bien la tierra y sus necesidades, del poeta que sabe el esfuerzo que representa el trabajo diario y se esfuerza por transmitirnos naturalidad y conocimientos prácticos. Es también, de alguna manera, el primer intelectual, pues intenta poner en relación cuanto sabe para darnos consejos, para ofrecernos una visión más amplia de la condición humana. Es, en definitiva, un humanista que recorre con sus versos los caminos que van de lo más simple y próximo a lo más complejo y alejado.

La Teogonía es el primer texto que nos expone en toda su magnitud el origen del cosmos y la genealogía de los dioses. (Wikipedia tiene un cuadro verdaderamente meritorio con el árbol genealógico de los dioses griegos según Hesíodo).

Los trabajos y los días es su obra mejor conservada. Tiene un claro carácter didáctico (enseñarnos qué labores corresponden a cada época del año y cómo desarrollarlas) y moralizante (el trabajo es fuente de satisfacciones, siempre que se haga honradamente; la justicia debe presidir nuestras acciones, "la riqueza no debe ser tomada con violencia"). En esta obra también se recoge la descripción de las distintas edades del hombre.

El escudo de Heracles, pieza muy incompleta, cuenta la expedición de Hércules (Heracles) y su sobrino Yolao contra Cicno, el hijo de Ares. Cicno morirá en este combate y será transformado por su padre en un cisne, de ahí el nombre.

Muchas editoriales tienen en su catálogo las obras de Hesíodo y es muy fácil hacerse con alguna.

viernes, 28 de enero de 2011

POESÍA FILOSÓFICA

Últimamente me encuentro muchas veces esta expresión, o bien expresiones semejantes como, por ejemplo, poesía del pensamiento, poesía de las ideas y otras similares. Da la impresión de que algunos poetas practican un tipo de poesía de profunda reflexión (los que se acogen a esta etiqueta) y otros (los que no escriben al amparo de la misma), en cambio, se dedican a expresar banalidades.

No voy a negar que existe una poesía de mayor calidad que otra, esto es evidente hasta para quien nada sepa de poesía, ni la practique, ni le guste, ni la lea. Lo mismo que existen unas películas de calidad y otras que son abiertamente malas; igual que hay un arte maravilloso y un arte deleznable. Y así en todas y cada una de las formas de expresión, en todas y cada una de las actividades humanas. Unas son buenas, otras son malas.

También parece evidente que poesía y filosofía son formas de expresión distintas, aunque en ambas encontremos reflexiones sobre el ser humano y su estar en la vida. Reflexiones que atañen al tiempo, a las relaciones sociales, a la muerte, o a cualquier otro tema sobre el cual queramos arrojar un punto de luz o, simplemente, plantear algún tipo de duda que nos haga revisar de nuevo qué hacemos aquí y para qué lo hacemos.

Lo que no comparto de ninguna manera es esa forma de etiquetar que utilizan algunos críticos, y a la que se suman algunos poetas, para indicar que "esa" poesía a la que se refieren tiene una gran profundidad de pensamiento y, de esta manera, queda inmediatamente elevada a un nivel superior de poesía. O bien colocan la etiqueta para subrayar la capacidad de transmitir ideas que "esa" poesía tiene. ¿Es que, acaso, Homero, Virgilio, Shakespeare, Quevedo y tantos otros que no se encuentran dentro de esa categoría, no transmitían ideas, no expresaban su visión del mundo y de la sociedad en sus poemas? ¿Qué poema no nos ofrece una reflexión sobre lo que nos rodea, aunque no sea un punto de vista compartido?

Es cierto que existe una poesía banal, por manida, tópica, insulsa y repetitiva. Lo que no impide que exprese ideas, aunque estas no merezcan la pena ser expuestas en público. Pero también existe una poesía, una poética y una crítica literaria que, amparándose en el hermetismo, la alusión a grandes nombres e ideas de lustre en la historia del pensamiento o jugando con las palabras más allá de lo comprensible, elabora discursos artificiales y retóricos que nada agregan al acervo común del conocimiento. Ejemplos de esto que digo hay muchos, pero, para no cansar, voy a citar solo uno.

En la antología que la editorial Hiperión preparó sobre la poesía de W. Szymborska (excelente antología, por cierto), aparece un pequeño estudio de la especialista M. Baranowska sobre la obra de la poeta polaca bajo este título: Poeta de la conciencia del ser. (¡Ahí es nada!). En ese ensayo se puede leer: Szymborska escribe para un ser filosófico agraciado, como ella misma, con el sentido del humor (la negrita es mía). Yo creo tener sentido del humor, pero no me considero ningún ser filosófico, a no ser que todo ser humano sea considerado como tal.

La inadecuación me parece aún más notable si tenemos en cuenta que la premio Nobel es una poeta popular, es decir, ampliamente reconocida y leída en su Polonia natal. Poemas suyos se han utilizado para hacer canciones de gran éxito e, incluso, sus poemas son leídos y comentados en las escuelas. Exactamente como a todo escritor le gustaría que ocurriera con su obra. Lo curioso es que Baranowska sabe de la popularidad de la obra de Szymborska (mucho mejor que yo) y, aún así, en esa tendencia laudatoria en la que todos nos dejamos caer cuando algo nos gusta mucho, no puede dejar de recurrir a la palabra filosofía. Da la impresión de que esta palabra nos transporta automáticamente a un nivel superior.

Parece difícil admitir que la sencillez y la adecuación en la expresión es una virtud y no un defecto, ni tampoco una carencia. Parece difícil reconocer que la alusión a intrincadas ideas del pensamiento de algunos pensadores, especialmente del siglo pasado, no eleva el nivel de la expresión poética, sino que la entorpece, la atenaza y la afea. Si se escribe para que los demás lo lean, parece razonable facilitar la lectura y la comprensión de lo que se quiere decir y no entorpecerla con ese deseo de deslumbrar y de dar a entender lo "culta" que es la persona que escribe.

No os abrumo más con mis fantasmas y os dejo un breve poema de Amalia Bautista (podría ser de la misma Szymborka, que tiene muchos, muy buenos y muy sencillos, pero creo que ella ya es suficientemente conocida). El poema hace gala de claridad y al mismo tiempo implica una interesante reflexión sobre el ser mujer, el concepto de castigo, la forma de contar la historia y de mirar a nuestro alrededor:

LA MUJER DE LOT

Nadie nos ha aclarado todavía
si la mujer de Lot fue convertida
en estatua de sal como castigo
a la curiosidad irrefrenable
y a la desobediencia solamente,
o si se dio la vuelta porque en medio
de todo aquel incendio pavoroso
ardía el corazón que más amaba.

sábado, 9 de octubre de 2010

UMBERTO ECO Y EL VÉRTIGO DE LAS LISTAS

Presentar a Umberto Eco es una tarea vana, pues toda persona que tenga un pequeño interés por la lectura en particular y la cultura en general, conoce a este prolífico pensador. En cualquier caso, sobre su nombre tenéis el enlace con la entrada de Wikipedia, donde podéis descubrir sobre qué no ha escrito, que es más sencillo que realizar una lista sobre lo que sí ha escrito. Pero vayamos con el libro que aquí aparece.

Antes de que apareciera este título, la editorial Lumen había publicado con el mismo formato y diseño dos estupendas obras de Eco: Historia de la belleza e Historia de la fealdad; por lo tanto, El vértigo de las listas es el tercer libro de esta serie tan peculiar sobre el mundo del arte que el semiólogo italiano publica con esta editorial.

Lo primero que se me ocurre decir sobre este texto es que es un hermoso objeto -como regalo puede funcionar perfectamente-. Está muy bien encuadernado, primorosamente ilustrado, escrito elegantemente e impreso, para que no falte nada, en un papel de gran calidad. 45 euros avalan este despliegue. Tiene valor como libro de arte, pero también como libro de poesía. Me explico: cada capítulo, dedicado a un modelo distinto de lista, puede leerse independiente, fuera del conjunto y tiene, además, la belleza intrínseca de un poema. Al fin y al cabo, una lista no es otra cosa que una selección cuidadosa de palabras que puestas una detrás de otra provocan un fogonazo de belleza. Y en este libro se encuentran listas para todos los gustos, desde listas redactadas por Homero, hasta enumeraciones escritas por Borges, Joyce o Neruda o Calvino.

Pero el libro, que es un libro sobre arte y literatura, no es, lógicamente, un mero catálogo de listas. Es, básicamente, una bella, pero no explícita, reflexión sobre el porqué de las mismas. Quizá ahí resida uno de los mayores atractivos del texto, en que se cuida mucho de no manifestar abiertamente ese porqué. Si bien en el prólogo Eco nos comenta qué le llevó a escribirlo, nunca nos llega a decir de manera manifiesta que es lo que hay detrás de todas ellas, aunque bien podemos suscribir lo que Pennac decía en Como una novela: "El hombre construye casas porque está vivo, pero escribe libros porque se sabe mortal" (pag. 169). Sólo es necesario cambiar la palabra libros por la palabra listas.

domingo, 25 de enero de 2009

De vuelta de Villarcayo

Aquí aparecemos, de izquierda a derecha, David, Marta, Javi y yo, después de recoger los aplausos del público.

Terminamos muy contentos el recital porque gustó mucho y, además, porque la música que crearon David y Marta (guitarra y violín) fue maravillosa. Tanto es así que, una vez en casa, les pedimos que la tocaran sólo para nosotros. Espero que algún día pueda estar grabada y que los demás podáis disfrutar también de ella.

En fin, que resultó ser un fin de semana de lo más productivo. Lástima que ese pequeño accidente de coche no permitiera iniciarlo tan bien como acabó. Un abrazo, Jorge, y a ver si puedes tener pronto el "carro" arreglado.

Y otro abrazo y un poema para todos los que estuvisteis en Villarcayo haciendo posible que el fin de semana fuera muy especial. Espero que podamos juntarnos como lo hemos hecho durante este día y medio, y pasarlo tan bien como lo hemos pasado.

HOMERO AL FONDO

Aquí os tengo,
como si ahora pudiera hablar con todos a la vez,
como si fuera cierto
que esto es una casa
en la que todos los inviernos
calienta el fuego,
mientras afuera los dioses
castigan los campos con su nieve.
A vosotros voy
y de vosotros vengo.
Ya sé que ha habido malos momentos,
que los planes no han salido siempre tal como pensábamos,
que a veces un malentendido ha provocado fuertes discusiones.
Todo esto forma parte de la vida,
viene con nosotros
cuando nosotros venimos a la vida.
Sin embargo, no quiero medir la fiesta
por el número de silencios,
sino por la profundidad de los hallazgos
y soy feliz anotando resplandores,
me siento agradecido por aquel gesto,
aquella caricia,
aquel momento
que, a pesar del tiempo y la distancia,
aún alumbra las sombras de la noche
y hace que los miedos se diluyan.
Sólo quiero dejar aquí constancia
de que unos pocos detalles
me han hecho la vida más hermosa,
cuando he sido capaz de interpretarlos.

Ya sé que cuando escribo estas palabras
u otras cualesquiera,
de alguna forma estoy escribiendo
en contra de la muerte,
pero no quiero ni pretendo vivir en la memoria,
tan sólo deseo agradeceros el camino compartido
y que la fiesta dure muchos años.