Llego un poquito tarde, pero todavía hay mucho programa del que disfrutar:
"El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable". Timothy Ferris. La aventura del Universo.
Llego un poquito tarde, pero todavía hay mucho programa del que disfrutar:
'Imaginario: De un libro de música de vihuela'
'En alas del espíritu'
Visionado de estrellas
'En alas del espíritu'. SMADE social.
Concierto final
J.S. Bach: 'Missas Brevis' I
'Al son de los clarines y timbales'
Todo parece indicar que se van a repetir estas imágenes del año pasado.
Toda la información en Bandera de la Concha.
Mientras la mayoría del personal dormía una noche cualquiera de esta semana, yo, gracias a la radio, tenía conocimiento de Milo ke Mandarini. Me gustó mucho su música por ella misma y porque en plena nocturnidad nocturna de horas todavía oscuras hicieron que volviera a la plácida casa de Morfeo, lo que no es ninguna tontería.
Milo ke Mandari (ignoro qué quiere decir) está formado por Isabel Martín y Carlos Ramírez. Según puedo leer en la página que tienen (y copiar para quien pase por aquí), ella se ocupa de la voz, bendir, pandero cuadrado de Peñaparda, pandereta, riq, davul, cucharas y otros cacharros de la cocina (de la abuela); él del yaylı tanbur, bağlama, zanfona, lavta, dutar, ud, çümbüs, bouzouki, rabab y luthería en el taller de carpintería de El Arca de Ambroz en Mazarambroz (Toledo).
Ejemplar del KM |
Lo dice muy bien en el prefacio Luis María Marina, traductor de este hermosísimo libro de Amaral, lo característico del decir poético es su aptitud para revelar lo real a través de aquello que normalmente permanece oculto. Eso es exactamente lo que hace la poeta, desvelarnos el mundo oculto que hay detrás, debajo, alrededor de la cotidianidad e inserto en ella. Poesía profundamente humana, humanamente profunda.
Corred a leerla antes de que desaparezca de las librerías.
Coleridge. Fuente: NPG. |
24 de junio de 1833. Tercer encuentro de la British Association for the Advancement of Science. Senate House de la Universidad de Cambridge. William Whewell (1794-1866), profesor de mineralogía y auténtico referente de la asociación, dirige al público congregado el discurso de apertura. Después del brillante discurso inaugural y el aplauso correspondiente, se hace el silencio y se levanta un hombre dispuesto a replicar, era el famoso poeta S. T. Coleridge (1772-1834), creador del primer romanticismo inglés junto con su amigo Wordsworth y autor de la famosa Oda del viejo marinero.
Recordemos que en aquella época a quienes se dedicaban a las tareas científicas se les conocía como filósofos naturales. La filosofía natural era el estudio de cuanto tenía que ver con la naturaleza, es decir, las ciencias naturales y la física.
Coleridge, que ya para entonces raramente abandonaba su casa de Highgate (Londres), y que años antes había escrito un tratado sobre el método científico, se levantó y recriminó al auditorio que se llamaran filósofos naturales. Quienes se dedicaban a buscar fósiles, realizaban experimentos con corriente eléctrica o diseccionaban animales, no eran filósofos, sino gente práctica que hacía cosas, pero nunca gente que se dedicara a cavilar sobre los misterios del universo.
El auditorio estalló en tumultuosa protesta.
Whewell tomó nuevamente la palabra, tranquilizó el ambiente y coincidió con el poeta en que efectivamente faltaba un término que recogiera bien la idea de la actividad a la que se dedicaban quienes allí se habían reunido. Brillante como era, allí mismo propuso por analogía con artist el término scientist. En castellano, es evidente, se pierde la consonancia.
El término tardó unas décadas en aceptarse y extenderse, pero es el que hoy utilizamos. Quién iba a decirnos que un poeta fuera el culpable indirecto de la aparición del término y, como consecuencia, de este desafortunado vivir dándose las espaldas en muchas, demasiadas ocasiones. El exceso de pasión puede aplastar lo razonable.
Mitologik |
La leyenda del mercader de relojes |
Programa soviético Luna (Луна). Lugares de alunizaje. |
Editorial |
CDL |
Postales Sonoras es un proyecto impulsado de forma colaborativa por Donostia Lagunkoia, Promoción Salud y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Donostia, Emaus, Tabakalera Medialab, Teléfono de la Esperanza de Gipuzkoa, Kutxa Solidarioa y Dk Irratia.
Este proyecto nace como un espacio experimental para el encuentro, la escucha y la conversación. Un espacio que quiere facilitar la construcción colectiva de una narrativa sobre las emociones que acompañan a la ciudadanía en este contexto de pandemia, que pueda ser sanadora y no deje a nadie atrás.
Lo hace a través de 11 podcast, 10 de los cuales ya se pueden escuchar en la web del proyecto www.2020postalak.eus. Cada uno de estos 11 capítulos afronta, a partir de diferentes temas, vivencias y emociones que las personas invitadas están experimentando en este tiempo de pandemia para, partiendo de lo individual, reflexionar sobre cómo la carga derivada de la mismas puede transitar y gestionarse desde una perspectiva colectiva. Además, cada uno de estos 11 capítulos se completan con notas de voz remitidas por la ciudadanía y la “visita” a un proyecto/artista que en su proceso creativo trabaja con el concepto abordado en ese podcast. En estas visitan han participado, entre otros, Andoni Luis Aduriz (en el capítulo dedicado a las primeras veces) o el ilustrador Mikel Casal (en el capítulo dedicado a Glokal).
Estos capítulos, además de emitirse a lo largo de todo el mes de mayo en DK irratia, se pueden escuchar en la web del proyecto (www.2020postalak.eus).
Un proyecto participativo hecho con la ciudadanía.
Postales Sonoras en un proyecto que busca poner palabras a las emociones que estamos sintiendo en este tiempo de pandemia, reconocer el carrousel emocional en el que estamos insertos, y colocado en la agenda pública, tomar conciencia de la importancia de gestionarlo de manera activa tanto a nivel individual como colectiva, para como sociedad, no dejar a nadie atrás.
Por eso, en este proyecto radiofónico han participado más de 150 personas. Parte de ellas, 40 aproximadamente, participando como invitadas en alguno de los 11 capítulos, y otras muchas, participando a través de notas de voz que han enviado al teléfono habilitado para tal fin (674 424 443) y que salpican cada uno de los capítulos de Postales Sonoras.
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Texto e imagen pertenecen de: https://www.tabakalera.eus/es/postales-sonoras-desde-las-emociones-en-tiempos-de-pandemia. Yo solamente he colocado los enlaces.
Lo coloco en este espacio porque estoy convencido de que el proyecto trasciende la ciudad y puede resultar de interés e incluso de ayuda en cualquier otro lugar.
Editorial |
El poeta, que aparenta no hacer nada, pero que reina sobre la Humanidad cuando ha sabido pintarla (p 507).
Estas dos citas podrían hacer pensar que esta novela tiene como eje de la historia el oficio de escribir. No es así, si bien, ciertamente, uno de sus protagonistas, Lucien, lo es; o sea, escritor. Ocurre que Balzac, como Dostoyevski, como Tolstói, como todos los grandes clásicos del XIX, es inmenso. Y no lo digo por los miles de páginas que escribieron, sino por la enorme abundancia de sentencias, reflexiones, máximas y pensamientos que nos dejaron en sus escritos. Casi cada página es una gloriosa sorpresa.
Otra más: El verdadero amor tiene muchas cosas en común con la infancia: tiene su irreflexión, su imprudencia, su disipación, su risa y sus lágrimas (p 432).
Las ilusiones perdidas forma parte de ese esfuerzo titánico con el que el autor quiso dar cuenta de todos los aspectos de la sociedad de su época, La comedia humana. Solo con los títulos que la componen tendríamos lectura para un par de años... siendo buenos y rápidos lectores. Y es que esa es la tarea de la literatura: darnos a conocer el mundo, la gente que lo puebla y sus problemas. Balzac intentó con ella comprender y darnos a conocer por qué somos como somos y qué es lo que nos empuja a actuar como actuamos.
Esta novela tiene tres partes bien diferenciadas y las tres muy bien conectadas. En la primera se nos cuenta la historia de Lucien, Ève y David en Angulema. Sus relaciones, sus dificultades para salir adelante con la imprenta que David tiene y los éxitos literarios y amorosos de Lucien, hermano de Ève y cuñado de David. La segunda parte, la más extensa, narra la ascensión y caída de Lucien en París. En la tercera volvemos con Lucien a Angulema y comprobamos que el mundo está mal hecho, y que, incluso, puede ir a peor.
Esto, no es nada más que un burdo y brutal resumen, porque la novela nos habla de las ambiciones literarias, de los problemas de la pequeña industria en provincias, de los tejemanejes financieros que realizan quienes pueden para seguir acumulando más dinero y más poder, de la amistad, del amor, de la prensa y sus batallas, del poder de la crítica, del oficio de escribir, de la bondad y de la maldad, de la estrecha vida en provincias, del funcionamiento de la justicia —Nada hay que se conozca menos que lo que todo el mundo tendría que conocer: ¡LA LEY! (p 549)— y hasta de cómo funcionaba el mundillo de las patentes.
Seguramente Flaubert escribía mejor que él. Posiblemente peque de excesivo cuando nos explica el sistema judicial o cuando nos introduce en la manera de escribir un artículo insidioso. Pero Balzac es un narrador magnífico que domina la técnica como ninguno y nos conduce a través de la historia de forma magistral. Su capacidad para observar la sociedad y ponerla por escrita es inigualable. La de producir pensamientos agudos, también:
Los hombres desconocidos se vengan de lo modesto de su posición con su elevación de miras (p 36).
A falta de ejercicio, las pasiones empequeñecen al agrandarse las nimiedades (p 49).
Reunía todas las incapacidades exigidas para su puesto (p 53).
Donde empieza la ambición cesan los sentimientos ingenuos (p 59).
Los jóvenes comienzan gustando de la exageración, esa mentira de las almas bellas (p 60).
En cuanto podáis, entregaos a su lectura.
Fuente: noticiasdenavarra.com |
Me acabo de enterar de que junto a la fachada del Teatro Gayarre (Pamplona) han colocado una cabina telefónica muy, pero que muy especial: nada menos que una cabina fantástica en la que puedes entrar, marcar un número y escuchar alguno de los 99 cuentos que actrices y actores han grabado para ti. O para mí.
Se trata de una iniciativa del Festival Brif, Braf, Bruf inspirada, cómo no, en ese delicioso libro de cuentos que Gianni Rodari escribió en 1962 y que llevaba esta presentación:
Érase una vez...
...el señor Bianchi, de Varese. Su profesión de viajante de comercio le obligaba a viajar durante seis días a la semana, recorriendo toda Italia (...) El sábado regresaba a su casa y el lunes por la mañana volvía a partir. Pero antes de marcharse, su hija le recordaba:
—Ya sabes, papá: un cuento cada noche.
(...) Y así cada noche, estuviera donde estuviese, el señor Bianchi telefoneaba a Varese a las nueve en punto y le contaba un cuento a su hija.
***
Por desgracia, me he enterado tarde de esta iniciativa y de este festival. Termina mañana, sábado, a las 20:30😢😢😢. Si estáis cerca de la ciudad, no dejéis de acercaros a esta fantástica cabina.
Os dejo El país sin punta que grabé hace poco:
Fuente: sansebastianfestival.com |
Todavía falta bastante para que de comienzo el festival (17 al 25 de septiembre), pero como la información que produce un evento de estas características es tan colosal, me parece que no está de más ir echando un vistazo al qué, el cuándo y el dónde, para tener más o menos claro que es lo que se desea, o se puede, ver.
Estas son las secciones y sus contenidos: