martes, 4 de abril de 2017

SABER LEER ES COMPRENDER LO QUE SE LEE

El bueno de Richard Steele nos dejó escrito en su efímera revista El hablador una máxima que o no es cierta o se practica muy poco. Era esta: La lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo. 

No hay que ser muy despierto para entender el sentido de la misma: la práctica de la lectura —del estudio, que a eso es a lo que se refiere en su artículo— nos ofrece, cuanto más la practicamos, una mejor preparación para entender e interpretar el mundo y para relacionarnos con él. 

Tal vez ahora sería necesario matizar que la lectura no es solamente el ejercio de descodificación de unos rasgos escritos y su interpretación sonora. Entendemos que cuando hablamos de capacidad lectora estamos hablando de entender el significado que el texto transmite, ser capaz de enjuiciarlo e, incluso, formular nuestra opinión.

Pongamos un ejemplo. Supongamos que hoy recibimos a través de cualquiera de las múltiples redes sociales a las que estamos encadenados el siguiente texto:

El centro de investigación Príncipe Felipe (Valencia) ha despedido a 108 trabajadores de los 258 empleados con los que contaba, 79 son científicos, los que se quedan tienen una reducción de salario. Se han cerrado 14 líneas de investigación, algunas eran sobre el cáncer, parkinson o Alzheimer.

Pero han gastado 3 millones de € organizando un campeonato de golf de un fin de semana en Castellón. 15 millones de € en unas torres de Calatrava que al final no se van a construir.

Han comprado "por un precio simbólico" la empresa Valmor Sports, encargada de la organización de la formula 1, pero se hace cargo de 30 millones de € de deuda.

El viernes es el día mundial del Cáncer. Te agradecería que lo reenviaras.

El 93% no lo hará

Ah!!! La única petición es que mantengas esto circulando, aunque solo sea a una persona más. Por la memoria de alguien que conozcas que ha sido vencido por el cáncer o que aún vive con él.

Sin entrar a valorar exactitud, redacción ni ortografía, y sin presuponer que quien lo recibe es una persona medianamente informada y, por tanto, se da cuenta de que la información contenida hace referencia a un conflicto de hace unos cuantos años, ¿para qué nos pide nuestro contacto que lo reenviemos?

Y fijaos que estoy hablando de un hecho verídico, que no se trata de publicidad encubierta, ni es un virus, ni es un bulo, ni es un mensaje escandaloso, morboso y descerebrado de esos que hay tantos y tantos. Es un mensaje limpio y bienintencionado. Teóricamente pretende ayudar a mejorar una situación determinada y para eso reclama nuestra colaboración. Bueno, es un decir.

Veamos: ¿Para qué nos pide que lo reenviemos? ¿Qué sentido tiene hacer circular un mensaje que lo único que ofrece es información vencida en el tiempo? Si se trata de una petición, tendrá que tener un destinatario, alguien a quien dirigir nuestra reclamación. Si se trata de una convocatoria, tendremos que saber la fecha y el lugar de la misma. Eso sin tener en cuenta el chantaje afectivo y la ñoñería sin par del último párrafo.

***
Aunque parezca increíble, este mensaje lo he recibido hoy. Procedía del ámbito universitario. 

La lectura es un ejercicio necesario. Aunque solo fuera por disminuir el ruido de las redes sociales, ya merecería la pena que la practicáramos un poquito cada día. Pues eso.

3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo en todo. Yo también he recibido (vía wasap) el mismo "pásalo" sobre los supuestos científicos derrochadores valencianos.
    Paco
    Barcelona (España)
    4/04/2017

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    Respuestas
    1. ¡Hola, Paco!

      La verdad es que la cantidad de mensajes inútiles que recibimos es increíble, y este, al fin y al cabo, es inocuo.

      Un saludo.

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  2. Yo lo he recibído hoy. La noticia es cierta, pero ocurrió en 2011 (según el periódico El País).

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