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miércoles, 20 de noviembre de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Lola Mascarell)

Editorial
#unlibrounpoema 

No había leído nada de Lola Mascarell y este Préstame tu voz me ha agradado profundamente desde el comienzo hasta el final. 

Dejo no uno sino cuatro poemas, tres escritos y uno en audio.



CANTAR DEL REGRESO

Mientras cruzo las huertas 
en la hora del riego 
pienso en salmo y juntura, 
en palabras que suenan a oración, 
en músicas y versos 
que salvan a ese niño que regresa 
deprisa hacia su casa. 

El coro de los pájaros 
cincela en su gorjeo 
el caer de la tarde. 

Hay un mirlo que salta entre los setos 
y una urraca que sigue desde arriba 
sus pasos indecisos. 

¿Qué vuelos se levantan en la hora 
en que todo regresa y se recoge? 

La noche ya ha caído en las montañas 
y el niño llega al cuarto y se recuesta 
a escuchar los sonidos que se encienden 
mientras todo se apaga. 

A salvo ya del mundo y sus fantasmas, 
sin miedo a la intemperie, 
en medio del silencio de la noche, 
donde solo resuenan los acordes 
que escribe el pensamiento, 
comprende que la casa es el poema, 
aprende que el refugio es la canción.





CORAZÓN

                    A mi padre


Enredada en la turba
​la raíz de la menta
​es blanco laberinto
​de la luz entre la tierra,
​camino de la savia
​latiendo en estas manos
​que trasplantan su aroma
​a un lugar soleado del jardín.
​En la sala de espera
​un médico nos cuenta con metáforas
​lo que ha ocurrido dentro de tu cuerpo:
​una acequia vacía y un atasco
​y un trozo de la huerta sin regar,
​un breve territorio
​donde todo es ya negro.
​Ajenas a metáforas y cuentos
​tus ganas de vivir
​despuntan otra vez,
​comienzan a moverse
​la savia y los deseos que sostienen
​la vida de los hombres.
​También se hacen más fuertes,
​tierra adentro de ti, nuestras raíces.




UN DÍA CUALQUIERA

Ayer fuimos a Denia.
Hacía un día claro,
salpicado de nubes pasajeras.
Hablamos con amigos, abrazamos
la alegría sin dueño de Lucía
y tiramos al mar algunas piedras.
Luego fuimos a andar e imaginamos
nuestras vidas allí, junto a ese mar
y esos cantos rodados.

Unas niñas bajaron con sus bicis
vestidas de verano,
las caras sonrojadas del esfuerzo
y la vista perdida más allá.

Ya cerca de la noche
nos sentamos a ver pasar el tiempo
y el día se nos fue como viniera:
sin otra posesión que ese contento
tan párvulo y sonoro como el mar.



Si queréis oírla hablar de su poemario, a través de este enlace y del minuto 11' 30'' podéis hacerlo.
***


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