(Vídeo de Koldo Murua)
Quienes viven del mar saben de sus riesgos y peligros, conocen su extremada insignificancia ante él. El mar, inmenso y majestuoso, carece de leyes y de normas. Puede resultar trágico y amargo cuando voltea a su antojo nuestras vidas, indescriptiblemente bello cuando se manifiesta en toda su grandeza mientras permanecemos protegidos por la distancia.
Gracias, Koldo, por subirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.