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miércoles, 28 de agosto de 2024

UN LIBRO, UN POEMA (Louise Glück)

Editorial
Traducción: Andrés Catalán
 #unlibrounpoema

Louise Glück (1943-2023) no necesita ninguna presentación, el Premio Nobel que obtuvo en 2020 es suficiente garantía de publicidad, pero sí quiero hacer un brevísimo comentario sobre el poema que he escogido, "The sensual world", "El mundo sensual". 

Este poema me gusta especialmente porque  recoge muy bien el atractivo de las experiencias sensoriales al mismo tiempo que el engaño que suponen. Son algo así como afirmaciones y negaciones de la vida. La poeta nos lleva a través de un profundo viaje por los deseos terrenales y por la inevitabilidad de sus limitaciones. Es el choque entre la naturaleza fugaz de la satisfacción y la sensación de vacío en que nos sume la insaciable apetencia de más. Esta doble cara de la realidad constituye la tensión central del poema, dejándonos con una inquietante sensación por lo complicado y complejo de la naturaleza humana. La realidad y el deseo infinito, las experiencias sensoriales que unas veces las satisfacen y en otras ocasiones quedan frustradas ante el afán de más.



EL MUNDO SENSUAL


Te llamo a través de un gigantesco río o un abismo

para prevenirte, para prepararte.



La tierra te seducirá, lenta, imperceptiblemente,

con delicadeza, por no decir con complicidad.



Yo no estaba preparada: me quedé de pie en la cocina de mi abuela,

con el vaso en la mano. Compota de ciruelas, de albaricoques;



el zumo vertido en el vaso con hielo.

Y el agua añadida, con paciencia, de poco en poco,



mientras uno a uno los primos opinaban, saboreando

cada adición…



El aroma de la fruta de verano, la intensidad del concentrado:

el líquido colorido iba volviéndose más claro, más radiante,


dejando pasar más luz.

Placer, luego consuelo. Mi abuela aguardaba,


por si alguien quería más. Consuelo, luego un profundo ensimismamiento.

Nada me gustaba más: la honda intimidad de la vida sensual,



el yo que desaparece en ella o que es inseparable de ella,

como suspendido, como flotando, con sus necesidades



a la vista, despiertas, del todo vivas.

Un profundo ensimismamiento, y con él



una misteriosa seguridad. A lo lejos, la fruta brillaba en sus cuencos de vidrio.

Fuera de la cocina, la puesta de sol.



No estaba preparada: el ocaso, el final del verano. Manifestaciones

del tiempo como un continuo, como algo que llega a su fin,



no a un aplazamiento; los sentidos no me protegerían.

Te prevengo como nadie me previno a mí:



nunca tendrás suficiente, nunca te saciarás.

Saldrás lastimado, quedarás marcado, no cesarán tus ansias.



Tu cuerpo envejecerá, no cesará tu deseo.

Querrás la tierra, después más de la tierra:


sublime, indiferente, presente, no obedecerá.

Todo lo abarca, no será tu sirviente.



Es decir: te alimentará, te embelesará,

no te mantendrá con vida.


***

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