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lunes, 24 de junio de 2024

HABÍA UNA VEZ... RELICARIOS LITERARIOS

Biblioteca central

DRAE:
relicario
1. m. Lugar en el que se guardan reliquias de un santo. El relicario está tras el altar mayor.
2. m. Estuche para guardar reliquias. Las reliquias de la santa están un relicario de plata. En el cuello lucía un relicario en el que guardaba un mechón de pelo.


Este mensaje me dirigieron las Musas: sabemos forjar muchas mentiras con apariencia de verdad y también sabemos decir la verdad cuando nos place


Esta es, probablemente, la exposición más pequeña —no porque las reliquias sean objetos de poco volumen—, más divertida, imaginativa y verdadera que he visto desde que soy habitante del planeta Tierra. No os quepa ninguna duda, en ella se cuenta la muy cierta y única verdad de los objetos expuestos.


Cuando Dimitri se marchó, hizo algo que asombró a las dos mujeres. En la mesa había un mortero con su mano de cobre. Mitia, cuando ya había abierto la puerta, cogió la mano y se la guardó en el bolsillo. Fenia gimió: —¡Dios mío! Ese hombre va a matar a alguien.

Los hermanos Karamazov, Dostoievski.



—Apriétate más, pequeño ruiseñor —le decía—, o llegará el día antes de que la rosa esté terminada. Entonces el ruiseñor se apretó aún más contra las espinas, y las espinas tocaron su corazón y él sintió en su interior un cruel tormento de dolor. 
Cuanto más acerbo era su dolor, más impetuoso salía su canto, porque cantaba el amor sublimizado por la muerte, el amor que no acaba en la tumba. 
Y la rosa maravillosa enrojeció como las rosas de Bengala. Purpúreo era el color de los pétalos y purpúreo como un rubí era su corazón.





El príncipe la tomó por esposa, pues se había convencido de que se casaba con una princesa hecha y derecha; y el guisante pasó al museo, donde puede verse todavía, si nadie se lo ha llevado. 




El lagarto está llorando. 
La lagarta está llorando. 

El lagarto y la lagarta 
con delantalitos blancos. 

Han perdido sin querer 
su anillo de desposados. 

¡Ay! su anillito de plomo, 
¡ay! su anillito plomado.

Un cielo grande y sin gente 
monta en su globo a los pájaros. 

El sol, capitán redondo, 
lleva un chaleco de raso. 

¡Miradlos qué viejos son! 
¡Qué viejos son los lagartos! 

¡Ay, cómo lloran y lloran! 
¡Ay, ay, cómo están llorando! 



Mito de Ariadna y Teseo.


La exposición tiene su gracia y su sentido si se recuerdan las creaciones literarias a las que aluden las reliquias. Si las tenemos un poco olvidadas, ahí mismo está el folleto de la exposición con sus respectivos referentes textuales para que pueda ser utilizado. Y si estuviera en uso, lo podéis consultar desde este enlace.

Instagram de Paula Alonso-Pimentel.

Hasta el 13 de julio de 2024.

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