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jueves, 15 de junio de 2023

MEDIR EL MUNDO

Del libro Metrum. La historia de las medidas.
Estamos tan acostumbrados a lo que nos rodea que nos suele costar un gran esfuerzo pensar que las cosas que hacemos o utilizamos no han sido siempre así. Seguramente, ni tan siquiera somos conscientes de que hay muchas personas en el mundo que no utilizan esa medida universal que conocemos como metro

Soy de los que opinan que la instauración del sistema métrico decimal ha sido un gran paso para la humanidad, aunque ya nos hayamos olvidado del tiempo y los esfuerzos que ha costado, y hoy lo contemplemos como un asunto sin importancia especial. 

Se quejaba De Gaulle en forma de metáfora cuando se preguntaba aquello de ¿cómo se puede gobernar un país que tiene 246 variedades de queso? Es fácil imaginar y trasladar la pregunta al mundo del conocimiento en el sentido más lato posible y preguntarnos ¿cómo ha podido entenderse la sociedad antes de la unificación de pesas y medidas claras y sencillas?

Pensad que no es un asunto baladí. Incluso es un asunto de alcance político. En la Francia prerevolucionaria, el hecho de que existieran pesos y medidas diferentes según la zona, además de suponer una dificultad para el comercio, era utilizado por la aristocracia feudal y sus administradores para manipular las medidas siempre a su favor y en perjuicio, claro, del campesinado. En los famosos cuadernos de quejas, donde las asambleas fueron anotando sus reclamaciones, podía leerse: Un Dios, un rey, una ley, un peso y una medida. Así, pues, no solo es un logro del mundo de la ciencia, sino de la mismísima revolución francesa.

En la última década del siglo XVIII, un grupo de científicos franceses, impulsados por los políticos republicanos, lograrán desarrollar e introducir el sistema decimal. Napoléon llegó a exclamar ante el logro que supuso la medición del metro: Las conquistas van y vienen, pero esta obra perdurará. Claro que él, como la casi totalidad de la población francesa, continuó manejándose con las medidas tradicionales. Adoptarlas de forma general costó unos cuantos años más.

¿Pero cuál fue concretamente la proeza que nos llevó al metro? Pues nada menos que medir el arco meridional francés, es decir, la longitud del arco —¿es necesario recordar que la Tierra es esférica?— que va desde Dunquerque hasta Barcelona, para lo que se necesitó recurrir a la trigonometría y a los continuados esfuerzos de un equipo extraordinario a cuya cabeza estaban Delambre y Méchain, más la determinación exacta de la latitud de ambos extremos, Dunquerque y Barcelona.

Recordemos que hasta entonces las medidas eran medidas antropocéntricas, lo que ofrecía resultados distintos en función de las dimensiones humanas. Desde hacía tiempo la propuesta era relacionar las medidas con la Tierra, que era invariable. Ya el abad Gabriel Mouton propuso en 1670 que la longitud base debería ser el equivalente a un minuto de arco de un círculo máximo de la Tierra, una longitud, más o menos, de 2.000 metros. 

La Academia Francesa de Ciencias aceptó en 1791 aceptó como unidad la diezmillonésima parte de la distancia de un cuarto de círculo máximo —un cuarto es la distancia de un polo al ecuador—. La circunferencia de la Tierra tiene 40.075 km. La cuarta parte es un poco menos de 10.019 km. Si dividimos esa cantidad entre 10 millones, el resultado que obtenemos es 1,0019 m.

Después vinieron más medidas y mayores exactitudes. En 1889 se creó un nuevo prototipo de metro con una barra de aleación de platino e iridio, y las mediciones se realizaban siempre a 0º centígrados para que la logitud estándar no variase. En 1960 llegó una mayor precisión cuando el metro fue redefinido a partir de una línea espectral de kriptón. En 1983 llegó la definición actual: un metro es el recorrido que realiza en un segundo la luz en el vacío, esto es, 1/299.792.458. 

Lo quizás verdaderamente sorprendente de este camino realizado no sean los numerosos esfuerzos y trabajos llevados a cabo —que lo es—, sino saber que todavía hoy existen países desarrollados donde esta vara de medir tan útil y precisa no ha terminado de adoptarse... o que una sonda de la NASA se estrelló en Marte en 1999 porque uno de los equipos encargados de ella había usado unidades tradicionales de medida y otro había utilizado unidades métricas.🙈🙈🙈

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