Ejemplar del KM |
Ya está. Ahora los poemas. Recojo aquí un par de poemas, uno de la primera época y otro más actual. El primero pertenece al poemario El vuelo excede el ala (1973), Fernando Torres Editor. El segundo, al más reciente Un cielo avaro de esplendor (2011), Editorial Salto de Página.
IMITACIÓN DE TU FU
I
Ver solo el desolado paisaje del otoño.
Mientras alguien pregunta por qué el estar aquí, en la montaña azul,
en este universo, diferente del mundo de los hombres.
Soy como el viajero temeroso de su pronta vejez,
sin fuerzas ya para enfrentarse a un sol
que la ceguera borra. Tengo un único anhelo:
que mi viaje continúe.
No pienso en el retorno. Sopla un viento en el sur
y a veces creo percibir un humo triste
el eco de un olvido sobre el aire gris.
Quizá el alba me encuentre demasiado al filo de la oscuridad.
El canto del gallo apagará mi lámpara. No sé.
Nada espero tampoco.
Miro esta niebla dulce del crepúsculo,
el río que corre bajo mis pies, las arrugas del agua,
los sauces silenciosos donde reposa el tiempo del amor.
en este universo, diferente del mundo de los hombres.
Soy como el viajero temeroso de su pronta vejez,
sin fuerzas ya para enfrentarse a un sol
que la ceguera borra. Tengo un único anhelo:
que mi viaje continúe.
No pienso en el retorno. Sopla un viento en el sur
y a veces creo percibir un humo triste
el eco de un olvido sobre el aire gris.
Quizá el alba me encuentre demasiado al filo de la oscuridad.
El canto del gallo apagará mi lámpara. No sé.
Nada espero tampoco.
Miro esta niebla dulce del crepúsculo,
el río que corre bajo mis pies, las arrugas del agua,
los sauces silenciosos donde reposa el tiempo del amor.
II
El irrevocable rostro de la muerte
El cielo y la noche ardiendo como flores bajo la luna pálida.
La choza está vacía. El sonido de un corzo
cuyo temblor estalla en los maderos
de la cerca. Nadie me recibió.
El viento arroja sus cordeles. Y es la paja tan débil.
El torbellino de la juventud agoniza delante de mis ojos.
Veo cómo los animales destrozan mi morada.
El brusco zarpazo de los años mientras la noche llega.
Callan las luces en el horizonte. Me he apoyado en el muro.
El polvo se acumula sobre el techo. Hace frío.
La humedad ha corroído mis manos y mis pies.
La lluvia dibuja en las ventanas una mueca sombría.
El aliento del solitario rozando en los bambúes.
Larga es la noche del otoño. ¿Cuándo terminará?
LA TIRANÍA DEL INCONSCIENTE
El árbol dijo a la semilla:
"mírame absorto en mi raíz, en la
savia que nace y corre en mi interior,
(¿no oyes cómo circula
por el azul del sueño?). En la corteza
suena su música callada,
el silencioso acontecer que fluye
desde la tierra al vértigo del fruto".
Y la semilla respondió: "no busques
descubrirme en la luz, a mí que soy
sol y origen de nadie.
Pero llega la noche sin excusa
y me invade tu voz,
lo intransitivo de tu voz,
la furia de tu sed
junto a la mía".
Aquí podéis leer un excelente cuaderno (178 páginas) con una introducción del propio poeta y una amplia selección.
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