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jueves, 6 de agosto de 2020

JÚPITER Y SATURNO DESDE EL BALCÓN

Imagen tomada con una tableta aplicada a un ocular de 10 mm
en un telescopio D=200mm y F=1200mm. Aumentos: 120.

En enero de 1610, año importante para la historia de la astronomía, Galileo dirigió su pequeño telescopio hacia Júpiter durante varias noches. La primera noche descubrió tres "estrellas" cerca del planeta, una hacia el oeste y dos hacia el este. Al día siguiente, las tres estaban al oeste. Dos noches más tarde, tan solo vio dos, ambas en el este. Siguió observando hasta que confirmó la existencia, no de tres, sino de cuatro objetos cerca de Júpiter y que, además, rotaban en torno al planeta gigante. Por primera vez en la historia de la humanidad alguien había visto objetos que NO giraban alrededor de la Tierra. La teoría geocéntrica sufría el mayor ataque imaginable. Las lunas de Júpiter eran la evidencia y cualquier persona podía verlas (siempre que mirara a través de un telescopio). Ellas, las lunas descubiertas por Galileo, sirvieron pocos años después para descubrir que la velocidad de la luz no es infinita, pero esta es otra historia.

La imagen que tenéis sobre el texto, aun siendo una mala imagen, es mucho más clara que la que pudo observar Galileo. Mirando a través del ocular son visibles algunas de las bandas que caracterizan la atmósfera joviana e, incluso, la gran mancha roja cuando está frente a nosotros, que, por cierto, ya percibió también el ilustre pisano, lo que quiere decir que esa inmensa tormenta lleva dando vueltas por el planeta más de ¡400 años!

Pero a lo que voy. Durante todo el verano, y mucho más, Júpiter y Saturno son fácilmente observables a simple vista desde cualquier punto (incluídos los sitios con mucha contaminación lumínica, como son las grandes ciudades). Yo los veo tranquilamente desde casa. Y, además, están ahí durante toda la noche. No es necesario pasar sueño ni dirigirse a lugares inhóspitos y alejados. Sobre las 22:30 se encuentran unos 20º por encima del horizonte en dirección SSE, es decir, con el brazo extendido, un palmo por encima de la línea del horizonte. Y como ambos está bastante próximos es fácil localizarlos. El grande (a la derecha) es Júpiter; el pequeño (más atrás, a la izquierda), Saturno. Están separado unos 8º, un puño pequeño con el brazo extendido.
Ambas imágenes están tomadas sin salir de casa, ayer, miércoles, 5 de agosto, a las 22:30 aproximadamente. Con prismáticos y muy buen pulso se pueden apreciar los satélites de Júpiter. Para ver Titán (que no sale en la imagen de Saturno) es necesario un telescopio.

¡Feliz observación!

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