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domingo, 22 de junio de 2014

SOBRE MAPAS Y LEYENDAS


Me gustan los mapas y si no fuera porque algunas representaciones de la tierra valen un dineral, seguramente tendría mi pequeña colección. Pero como no soy acumulador, ni tengo obsesión de coleccionista, disfruto recorriendo internet y haciendo hallazgos como el que aparece al final de esta entrada.

De los mapas me atrae la representación artística o casi artística. Me atrae la simbología, ya sea basada en el relato de una leyenda o en los signos convencionales que intentan representar la realidad. Me atrae, por último, lo que nos dicen a cerca de lo que la sociedad de la época creían o sabían sobre el objeto representado. Esto último necesita paciencia y lecturas, y añade, por tanto, más atractivo.

Ya sabemos que ha costado mucho tiempo, mucho esfuerzo ¡y alguna que otra vida! conseguir que aparezcan en los libros escolares afirmaciones de este tipo: la Tierra gira en torno al Sol, el Sistema Solar se mueve alrededor del centro de una galaxia a la que conocemos como Vía Láctea, o la Tierra tiene forma esférica.

Quien haya leído Historia del tiempo, de Hawking, seguramente recordará esa divertida anécdota que cuenta cuando al final de una charla sobre astronomía (parece que el ponente era B. Russell), una señora de edad apuntó desde la sala: "Lo que nos ha contado usted no son más que tonterías. El mundo es en realidad una plataforma plana sustentada por el caparazón de una tortuga gigante". La ignorancia es, sin duda, atrevida.

En el imaginario colectivo, y hasta hace no demasiados años, la Tierra ha sido plana y se apoyaba sobre el lomo de una ballena que estaba sostenida por un toro que se apoyaba en una roca; o se apoyaba en una gigantesca tortuga que descansaba sobre una infinidad de ellas, como recordaba esa atrevida persona en la charla. Y también, claro está, ha sido esférica.

Lo cierto es que, independientemente del valor científico y de la exactitud de la representación, los mapas me atraen por la belleza de sus formas y también por el relato que esconden. ¿No es, acaso, delicioso este mundo en forma de tabernáculo?
Topografía cristiana, Cosmas Indicopleustes 
Por si os animáis a descubrir la leyenda que origina semejante representación, os dejo el enlace a la obra. Si no queréis leerla entera, acudid al Libro III (p 65 y p 82).

4 comentarios:

  1. Al menos es interesante, aunque no objetivo. Saludos

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  2. Bueno, las leyendas, los mitos, como invenciones que son y que pretenden explicar algo para lo que en su momento no había explicación científica posible no pueden ser nunca objetivas. En este caso, los mapas medievales recurren a la representación simbólica, a la representación de una idea y no a la representación topográfica del terreno. No obstante su representación plana, no debemos deducir de ello que pensaran en que la Tierra fuese plana, porque Isidoro de Sevilla (SVII) calculaba el ecuador en ochenta mil estadios, lo que implica, a pesar del error del cálculo, la esferidad del planeta.

    El mapa del beato, para interpretarlo correctamente, habría que girarlo 90 grados hacia la izquierda. Así lo que en la foto son arriba y abajo, deben ser Este y Oeste respectivamente. Y un par de detalles: el cuadrado con una equis es la representación del Paraíso (la equis son cuatro ríos); el ser que aparece a la derecha (sur, en la realidad) es un esciapodo ("sombrapie") que vive en las antípodas y se da sombra con su pie gigantesco.

    Un saludo.

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    1. Así es Jesús, muy interesante todo lo que nos comentas, para mi todo esto es desconocido, pero bueno algo aprendo.

      Saludos

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  3. ¡Pero si sigues por aquí! ¡Qué ilusión tener un lector tan atento como tú, Sergio!

    Muchas gracias por tu amabilidad y un abrazo.

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