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miércoles, 12 de octubre de 2011

EL PRISMA DEL LENGUAJE

¿Determina nuestra lengua materna cómo pensamos y cómo percibimos el mundo? Más aún: ¿hace nuestra lengua materna que percibamos los colores de una forma determinada?¿Hasta qué punto el lenguaje se inmiscuye en nuestras apreciaciones?

Estas y otras preguntas por el estilo son las que el lingüista Guy Deutscher intenta contestar con los conocimientos actuales que tenemos (perdón, que los especialistas tienen) sobre la lengua y el funcionamiento del cerebro, que, dicho sea de paso, y como el mismo especialista reconoce, no son gran cosa.

En cualquier caso, Deutscher maneja muy bien la información, los tiempos e, incluso, una cierta puesta en escena. Así, según vamos avanzando en la lectura, tomamos posiciones en torno a una opinión o la contraria. Es una manera de hacernos comprender que nuestras opiniones dependen de la información que manejemos.

Lleno de anécdotas, conocimientos precisos y explicaciones de todo tipo en torno a mil y un experimentos que antropólogos, lingüistas y psicólogos han realizado en todos los rincones del planeta, con todo tipo de idiomas y de personas, el texto recorre el camino que va desde las primeras opiniones que se originaron hace casi dos siglos hasta la actualidad más inmediata.

Aunque a mí el primer apartado, La lengua como espejo, se me ha hecho un poco largo (tanto detalle en la evolución de la percepción del color y la historia de las investigaciones en este terreno me abruma), el libro resulta fascinante y asombroso, fácil de leer y muy curioso. De todas formas, si queréis conocer otras opiniones, no tenéis nada más que poner Guy Deutscher en el buscador y rápidamente os aparecerán un sinfín  de comentarios sobre el libro. La respuesta a las preguntas que el libro intenta responder, quizás también.

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