¿De qué está hecha la vida?
¿Qué material sostiene nuestros sueños?
¿Cómo sabemos lo que sabemos?
¿A dónde podemos ir cuando el dolor aprieta?
¿Pertenecen a la misma conjugación
el verbo amar y el ser
amado?
Busco una respuesta sin rima
y un poema sin paisaje,
mas mi voz rebota en las palabras.
El tiempo insiste: un minuto solamente vale
los sesenta segundos que contiene.
Sólo existe el presente en realidad, el aquí y el ahora. Por eso, qué bello reencuentro con esta poesía tras un paréntesis vacacional que aún está en curso. "La vida, eso que transcurre". Gracias Jesús y buen verano.
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