Sí, al autor de este libro pertenece la frase que he colocado en la cabecera del blog (pag 429).
Timothy Ferris es uno de esos buenos divulgadores que la ciencia tiene, pero el libro tiene más méritos que el de estar escrito por un buen especialista. El primero de ellos es la organización en tres grandes apartados (el espacio, el tiempo y la creación) lo que propicia un discurso bien estructurado sobre de dónde nos viene lo que sabemos, en qué momento se encuentra la investigación y qué es lo que posiblemente nunca sepamos. El segundo de sus méritos es la excelente incursión en ciencias distintas a la astrofísica, pero que sin ellas hubiera sido imposible llegar al conocimiento que hoy tenemos de eso que llamamos universo y que cada vez resulta más difícil decir qué pueda ser. La tercera son los dos apéndices: el glosario (excelente) y la línea del tiempo del universo. El último mérito, y a mi juicio el mejor de todos ellos, es la gran capacidad para reflexionar no sólo desde los conocimientos científicos, sino desde todos los puntos de interés del saber. Ejemplarizante es el último capítulo, La persistencia del misterio, en el que Ferris despliega sus mejores maneras de escritor y nos envuelve en una reflexión más allá de la ciencia, plagada de aciertos y de citas que bien merecerían ellas mismas un libro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.