Ejemplar del KM |
En diez breves capítulos Glück nos cuenta el primer año de vida de dos niñas gemelas. Durante ese año morirá su abuela, su madre regresará al trabajo y ellas gatearán, andarán después y, por último, hablarán entre ellas.
Esto, que parece un tanto intrascendente y banal, incluso un tanto cursi, sería así si no estuviera manejado por la extraordinaria habilidad de la autora y, fundamentalmente, por su capacidad observadora que nos ofrece siempre un ángulo distinto desde donde contemplar la realidad.
Si dejamos a un lado los brotes humorísticos, que los hay, creo que lo más interesante de la historia de estas dos gemelas es, por un lado, la sensación de atemporalidad que la escritura transmite y que puede reflejar bien la falta de tiempo medible y cuantificable de esa primerísima infancia; por otro, y esto me parece más interesante, es el retrato de la artista por medio de dos hermanas de personalidades muy distintas.
Rose es abierta, extrovertida, hábil, juguetona y la mayor; Marigold, en cambio, es introvertida, silenciosa, observadora y la segunda. (Marigold) sentía que nunca sería tan perfecta como era Rose (...) Rose sabía beber del vaso. (...) Junto al nombre de Marigold había un montón de casillas marcadas de "necesita mejorar".
A lo largo de la historia vamos viendo cómo las gemelas observan las fracasos y los triunfos de la otra con una actitud protectora. A Rose le preocupa la falta de sentido práctico de Marigold. Y luego, porque era como su nombre, precisa y honesta, se alió con su hermana, como si fueran una sola historia de la cual Madre y Padre fueran solamente testigos.
Se puede leer este breve relato como un emotivo análisis de las diferentes formas de transitar la infancia. Una de ellas, por supuesto, es la de ser escritora. Nos lo dice desde el comienzo mismo: Marigold estaba escribiendo un libro. Que no supiera leer era un obstáculo. No obstante, el libro iba tomando forma en su cabeza. Las palabras vendrían luego.
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