Editorial |
Poesía y verdad. Un poema no escrito hace referencia al majestuoso texto de Goethe, autobiografía de su juventud y profunda reflexión sobre la cultura de la época, la poesía y la vida en sus múltiples formas.
Poesía y verdad. Palabras mayores en las que se adentró en el genio alemán y a las que el poeta británico dota de sentido y realidad. Ahí es nada.
De esta traducción se ha encargado Javier Marías. Del bellísimo prólogo, Luis Antonio de Villena.
Estos son los tres primeros textos:
I
Mientras espero tu llegada mañana, me encuentro pensando Yo te amo: entonces viene el pensamiento: Me gustaría escribir un poema que expresara exactamente lo que quiero decir cuando pienso estas palabras.
II
Ante cualquier poema escrito por otro, mi primera exigencia es que sea bueno (quién lo escribió tiene una importancia secundaria); ante cualquier poema escrito por mí mismo, mi primera exigencia es que sea auténtico, reconocible, como mi letra, por haber sido escrito, para bien o para mal, por mí. (Cuando se trata de sus propios poemas, las preferencias de un poeta y las de sus lectores a menudo se superponen pero rara vez coinciden.)
III
Pero este poema que me gustaría escribir ahora no sólo tendría que ser bueno y auténtico: si ha de satisfacerme, también debe ser verdadero.
Leo un poema escrito por otro en el que el poeta se despide de su amada lacrimosamente: el poema es bueno (me conmueve como lo hacen otros buenos poemas) y auténtico (reconozco la «letra» del poeta). Entonces me entero, por una biografía, de que en el momento de escribirlo el poeta estaba mortalmente harto de la chica pero fingía llorar a fin de evitar herirla y provocar una escena. ¿Afecta esta información mi valoración del poema? En absoluto: nunca lo conocí personalmente y su vida privada no es asunto mío. ¿Se vería afectada mi valoración si yo mismo lo hubiera escrito? Así lo espero.
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