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viernes, 5 de marzo de 2021

750.000 GRACIAS


 Ayer saltó el contador de visitas por encima de la cifra de 750.000. No encuentro mejor manera de agradecer vuestra atención que dejaros aquí algunas de las imágenes obtenidas ayer mismo. Me gusta especialmente esta primera, la de un cerezo japonés en plena floración, porque expresa magníficamente el poder de la naturaleza. Hagamos lo que hagamos, la naturaleza sigue su curso. Es cierto que podremos destruir ecosistemas, contaminar los mares y acabar tal vez con el delicado equilibrio de gases que hacen de la atmósfera nuestra capa respirable y protectora. Incluso puede que vayamos tan desafortunadamente lejos que nos carguemos la posibilidad de seguir viviendo como especie en el planeta, pero la Tierra seguirá estando aquí hasta que el Sol se la trague, sin importarle si nosotros estamos o no en ella.


Esta me gusta porque expresa ese otro aspecto de la naturaleza, aparentemente opuesto al anterior, el que nos habla de la delicadeza, de la fragilidad, de la ternura, de lo pequeño y humilde. Las pequeñas hojas de este arce —qué casualidad, también japonés— que en este momento apenas alcanzan unos poquitos centímetros, aparecen tan tiernas y delicadas como realmente son, pues el exceso de insolación e incluso el mismo viento puede dañarlas. Es como si estuvieran diciendo: si me quieres, cuídame. Cuidémoslas, a ellas y a todas las demás. A las plantas y a las personas, por supuesto; como si fueran también hermosas y delicadas plantas.


Las celidonias, en cambio, muestran ahora, mientras cubren el suelo con su vívido color amarillo, ese otro aspecto juguetón, infantil, risueño y un poco alocado que la naturaleza tiene en primavera, cuando saca todos sus colores y pregona el renacimiento en todas sus formas. Pero, cuidado, no te dejes engañar, la enorme pujanza vital de las flores a veces esconde elementos menos amables: toda la planta es tóxica para nosotros. No así, según parece, para la golondrinas, que también empiezan a llegar ahora.


Se levanta la neblina
y entre los brotes de primavera
al caer la nieve,
hasta en los pueblos sin flores
las flores se derraman.

Ki no Tsurayaki (¿872?-¿945?).

Ya veis, cada cual da las gracias como sabe. 

Sed felices, disfrutad del día y si os parece bien, continuad visitándome.


¡Muchas gracias!

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