José María Micó estuvo el pasado 12 de noviembre en el programa Poética y Poesía que la Fundación Juan March mantiene desde hace mucho años. Su obra poética no es muy extensa porque el profesor Micó ha tenido que dedicar más atención a su trabajo e investigación que a su afición.
Quiero resaltar aquí unas pocas líneas de su excelente excelente presentación, porque no siempre se entiende bien dónde está eso que hace que este peculiar género literario sea tan especialmente escurridizo y deseado. El francés Fernand Vandérem lo expresó muy bien cuando dijo que la poesía es la más peligrosa de las artes, porque el poeta no puede escoger más que entre lo sublime y lo ridículo. José María Micó, por si alguien no acaba de ver esa dificultad, lo explica muy claramente a partir de la anécdota vivida con su madre.
La poesía es la manera más adecuada de decir cualquier cosa. El problema es que cuesta encontrar esa manera (...) La poesía es el hallazgo del equilibrio perfecto. O por decirlo con una fórmula menos pretenciosa, la búsqueda de un equilibrio imposible. Pasea por el filo de todos los abismos, de todos los excesos, intentando no caer en ellos. Necesita su dosis de inteligencia, pero el mucho ingenio la arruina. Expone sentimientos y se expone al sentimentalismo y a la cursilería. Surca el yo y naufraga en el egotismo, la autocompasión o la autoayuda. Si pretende la familiaridad, estropea la sorpresa. Si frivoliza con las ideas, puede convertirse en panfleto. Si las evita, caerá en la banalidad. Si busca la trascendencia en cualquier circunstancia, acaba pecando de abstracción. Y si persigue la abstracción, para qué hacerlo por escrito.
Y ahora disfrutad de la poética, de la poesía... y de la música:
muchas gracias, excelente , no lo conocia
ResponderEliminar¡Hola, Txema!
EliminarGracias a ti por pasar por aquí y dejar tu señal.
Un cordial saludo.