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viernes, 31 de julio de 2020

OLVIDO GARCÍA VALDÉS



La obra poética de Olvido Gracía Valdés incluye, de momento, ocho títulos:


El tercer jardín, Ediciones del Faro, Valladolid, 1986.
Exposición, Ferrol, 1990.
ella, los pájaros, Diputación, Soria, 1994.
caza nocturna, Ave del Paraíso, Madrid, 1997.
Del ojo al hueso, Ave del Paraíso, Madrid, 2001.
Y todos estábamos vivos, Tusquets, Barcelona, 2006, premio Nacional de Poesía 2007.
Lo solo del animal, Tusquets, Barcelona, 2012.
Confía en la gracia, Tusquets, Barcelona, 2020.

He leído solamente los seis primeros. De todos ellos el que más me gusta, pero estos son mis gustos, es el estupendamente sobrio y lúcido Y todos estábamos vivos. Se trata de un poemario amplio —tiene más de 200 páginas—, dividido en tres secciones, "Lugares", "No para sí" y "Sombra a sombra". En él recorremos el paso del tiempo y el dolor de la existencia, pero también está el gozo y la plenitud de cuanto nos rodea: el mundo y su pérdida. La vida misma.

Los poemas están construidos a partir de instantes, de pequeñas anécdotas, de situaciones entrevistas que al ser captadas por la poeta, se trascienden y se convierten en elementos universales por conformar trazos de reflexión sobre cuanto somos y vivimos. En algunos de ellos falta la puntuación final, el cierre, como si lo allí recogido continuara en otro sitio, fuera del texto.

 


oye batir la sangre en el oído 

reloj de los rincones interiores 

topo que trabaja galerías, gorrión 

que corre ramas 

desnudas del tubo del ciprés 

no sabe 

cómo de cálido es el manto 

de la tierra, cómo bordea o mueve 

piedrecillas, si en lugar más espacioso 

la madre amamanta topillos de la nueva 

camada, ciegos olisqueando, cuál 

la temperatura 

del hocico, de la ubre 

ni cuánto tardan pétalos, hoja 

rizada del roble en ser materia 

del manto, cuánto hueso 

de carnero o cuervo o plumas 

en empastarse e ir bajando cubiertos 

de otro otoño, nuevo corte 

de gente, mantillo, manto, maternidad 

desde 

dónde, Perséfone, lo mira 

lo contempla 

en su corazón sintiendo cómo late 

la sangre en el oído

 

 

 

Viene enero con la muerte 

en su séquito, anciana 

de dulces rasgos y cáncer 

en vena cava y cóncavos 

huesos del cráneo. Así, 

arrebatada y fría va pasando 

junto a nosotros, cerca de mí. La 

miro adormecida o sapos que recorren 

los árboles bronquiales. La miro 

ahora, no sé si podré luego 

como a quien viene —porque 

así ha de ser— sin rencor.

 

De García Valdés hay mucho material en internet. A mí me gustan especialmente el programa que le dedicó la UNED (abril, 2015) en el que las profesoras Ana Isabel Zamorano Rueda y Rosa María García Rayego la entrevistaban (está dividido en dos audios: 1 y 2); y la conferencia que ofreció ella misma sobre su poética en la Fundación March (también incluye una antología). 


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