En el siglo XX ya no se apreciaba por parte de los compositores de música culta componer canciones, esas piezas musicales cortas y de aire, tal vez, más desenfadado. A Francis Poulenc (1899-1963), en cambio, le gustaba hacer ese trabajo y se le daba muy bien. Tenía un instinto natural para la melodía. En alguna ocasión dijo que mientras hubiera poetas, habría canciones que componer.
Esta que interpreta Jessye Norman, y que ha alcanzado un gran popularidad, la compuso sobre un poema del dramaturgo Jean Anouilh. Formaba parte de la música ambiental de Leocadia, comedia de Anouilh que se estrenó en 1940, el año en que las tropas alemanas tomaron París. Poco después, Poulenc escribió al autor del texto para decirle que componer esta canción le había levantado el ánimo, deprimido por culpa de la "amenaza de ocupación que pesa sobre mi casa, ¡triste época la nuestra, cuándo terminará todo!".
Esta que interpreta Jessye Norman, y que ha alcanzado un gran popularidad, la compuso sobre un poema del dramaturgo Jean Anouilh. Formaba parte de la música ambiental de Leocadia, comedia de Anouilh que se estrenó en 1940, el año en que las tropas alemanas tomaron París. Poco después, Poulenc escribió al autor del texto para decirle que componer esta canción le había levantado el ánimo, deprimido por culpa de la "amenaza de ocupación que pesa sobre mi casa, ¡triste época la nuestra, cuándo terminará todo!".
Le souvenir du chemin
Où, tremblante et toute éperdue,
un jour j'ai senti sur moi brûler tes mains.
donde, trémula y completamente abandonada,
un día sentí sobre mí arder tus manos.
Esta otra interpretación de Patricia Petibon, tan distinta a la de Norman, es también muy hermosa y posiblemente se acerque más a aquello que decía el compositor francés cuando le preguntaban por la profundidad y seriedad de la música francesa:
En la música francesa encontraréis la misma sobriedad y tristeza que en la alemana o la rusa, pero la francesa tiene más instinto para la proporción. Nosotros sabemos que la gravedad no está reñida con el humor. Nuestros compositores también escriben música profunda, pero con ese donaire sin el que la vida sería insoportable (Recogido en Un año para maravillarse, de Burton-Hill).
No sé cuál de las dos me gusta más.
En la música francesa encontraréis la misma sobriedad y tristeza que en la alemana o la rusa, pero la francesa tiene más instinto para la proporción. Nosotros sabemos que la gravedad no está reñida con el humor. Nuestros compositores también escriben música profunda, pero con ese donaire sin el que la vida sería insoportable (Recogido en Un año para maravillarse, de Burton-Hill).
No sé cuál de las dos me gusta más.
Que el amor y el buen ánimo os acompañen todo el día.
Hermosa música,tan relajante y romántica... Gracias por mostrarme que aun queda música hermosa por conocer... 🥰
ResponderEliminarAgradezco todos los comentarios, más aún si son tan elogiosos y amables como este. Pero, por favor, poned vuestro nombre. Gracias. Si no, los quito.
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