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miércoles, 27 de junio de 2018

LAS PALABRAS Y LAS COSAS

The personal experience behind its description, 2009.
Robo el título a Foucault porque de palabras y de cosas va este comentario, y aunque no pretendo desenmascarar los discursos del poder, tal y como el filósofo francés realizó en su obra, sí quiero llamar la atención sobre el desajuste entre palabras y "cosas" que se produce a veces en los catálogos, explicaciones, hojas de sala y demás literatura "artística".

Acudo a la exposición Drawn by the pulse y leo en el primer párrafo de presentación (las negritas son mías): La obra de Rosa Barba (italiana, residente en Alemania) impugna y reinterpreta la verdad y la ficción, el mito y la realidad, la metáfora y lo material hasta llevarlos a un grado desorientador, que en última instancia se extiende hacia una práctica conceptual. 

O sea, todo. Quiero decir que lo impugna todo, la realidad entera. Da la impresión de que resulta un trabajo excesivo para una sola persona. Lo que no entiendo es hacia dónde quiere llevar ese todo. ¿Qué es un grado desorientador? ¿Quiere que tanto la realidad como la ficción, etcétera, sean desorientadoras? ¿Pretende que sean un poco más desorientadoras, signifique eso lo que quiera significar? ¿?

También desorienta, y mucho, la frase que viene después de la coma. ¿Qué es lo que se extiende hacia una práctica conceptual? ¿La obra de Lentini o el grado desorientador? ¿Y qué es una práctica conceptual? ¿Es practicar el arte conceptual, es ejercer de creadora de significados, es dedicarse a la lexicografía, es convertirse en renovadora de todos los significados,...? 


Drawn by the pulse, 2018.
Sigo. Drawn by the pulse (dibujado por el pulso), la primera obra de la exposición y la que da nombre a la misma, está presentada así: Filmada en el Observatorio Astronómico de Harvard, la obra toma como punto de partida la investigación de Henrietta S. Leavitt sobre las propiedades de las estrellas (...). La obra es una escultura fílmica de 35 mm, muda, basada en el parpadeo de las estrellas variables y en las imágenes de las placas fotográficas sobre las que trabajó Leavitt.


Drawn by the pulse, 2018.
El trabajo que llevaron a cabo H. S. Leavitt y sus compañeras, las calculadoras de estrellas, está bien explicado en el artículo de Wikipedia, pero si preferís una novela histórica, la de Miguel A. Delgado hace justicia al grupo de mujeres y desarrolla con todos sus pormenores el qué y el cómo de aquel trabajo y la importancia que tuvo para poder calcular la distancia a que se encontraban las estrellas con respecto a la Tierra y, por extensión, la edad del universo.

No sé qué interés artístico o científico puede tener ver pasar en una pantalla blanca grupos de puntos de distinto tamaño, como no sea comprobar lo aburrido que puede ser. Ciertamente, el trabajo de las calculadoras podía ser aburrido, pues había que examinar miles de placas fotográficas de estrellas para buscar algún patrón que posibilitara una mejor comprensión del universo. Pero ellas sí  sabían que su trabajo era importante, que las placas eran reales y que había un objetivo y una intención de descifrar y conocer. El de esta "escultura fílmica" lo ignoro. Ni tan siquiera contribuye a recordar el trabajo de las calculadoras de estrellas y mucho menos a divulgar en qué consiste el cálculo de las distancias basado en la magnitud absoluta del brillo de las cefeidas. A no ser que citar a H. S. Leavitt sirva para dar lustre a la obra y a la autora.

Eso sin entrar en el malintencionado discurso de género que poco o nada tiene que ver con las máquinas de proyectar imágenes que es de lo que va la exposición, pero que se aprovecha porque está de moda y ayuda a dar una aureola de progresía. Vuelvo a citar: Henrietta S. Leavitt (...) contribuyó a grandes descubrimientos que se atribuyeron directamente a Edward Pickering. Es cierto que el artículo de Leavitt lo firmó Pickering. De hecho, estaba obligado a hacerlo como responsable de la investigación. Pero también es cierto, y se oculta casi siempre, que en el encabezamiento se advertía que el trabajo era obra de su ayudante. La igualdad y la justicia no se defiende ocultando datos.

El texto completo de la comisaria lo podéis leer aquí. Tan preocupante como el estilo y, en muchas ocasiones, la falta de referentes de las palabras, es la cita de Danielle Huillet que utiliza para abrir su texto: No puedes enseñar a la gente a pensar, a utilizar sus ojos y sus oídos, —o a cómo hacer política efectiva para eso—, ellos pueden o no pueden; lo que puedes es transmitir una chispa de algo, mostrarles una operación concreta, pero no mucho más. Si una comisaria de una exposición no cree en la posibilidad de enseñar a pensar, de enseñar a ver, de enseñar, mal asunto para el arte en particular y el conocimiento en general. La historia de la cultura es, entre otras cosas, un continuo intento colectivo de enseñarnos entre todos a pensar, desde las primeras pinturas rupestres hasta esta misma exposición.

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