El sábado pasado, 29 de abril, acudí a escuchar los versos de Beñat Sarasola, J. A. González Iglesias, Chantall Maillard, Darío Jaramillo y Clara Janés al recital organizado por Gutun Zuria. Todo un disfrute para el oído y para la inteligencia. Sin embargo, no dispongo de testimonio gráfico porque la organización no permitía que se realizaran grabaciones ni fotografías. Nunca acabaré de entender cuál es el problema real para que no se pueda hacer una foto de una persona leyendo sus poemas.
Afortunadamente, sí dispongo del sutil y entrañable montaje que Luzinterruptus había realizado en el mágnífico patio interior de Azkuna Zentroa. Todas esas luciérnagas dando luz a los escritos, dibujos y creaciones varias del vecindario me parecen una de las mejores metáforas de la creación, por más humilde que esta sea. Un hermoso acierto.
Y como un día da para mucho, por la mañana aproveché para visitar la exposición de Carlos Garaicoa, en el mismo AZ, en la que las alcantarillas nos hablan con humor e ironía de los problemas colectivos, las partituras musicales recogen el aspecto más social y urbano de la música y los tapices sirven para hacer poesía con los nombres de establecimientos comerciales de La Habana de los aoños 40 y 50.
Una propuesta de lo más divertida y sugerente.
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