El asombro viene cuando se descubre el tipo de edificación y sus características: no se sustenta en el suelo, sino que se mantiene anclado a un asteroide, tiene 32.000 metros de altura, y permanece en continuo movimiento —formando un analema en su itinerario, de ahí el nombre—, trasladándose desde una latitud 40º N a otra 14º S aproximadamente; es decir, es un edificio itinerante. Esto sin nombrar otras peculiaridades muy especiales en cuanto a materiales y resistencias, porque el megarascacielos estaría atravesando la troposfera y estratosfera, cada una de ellas con condiciones muy diferentes.
Queda claro que es un proyecto, aunque he redactado en presente, pero la idea tiene visos de tomarse en serio. De hecho, la firma Clouds AO trabaja para la NASA, ganó el concurso para diseñar una casa en Marte e, incluso, tiene pensado el lugar donde construirlo: Dubai, tal vez para que de sombra al Burj Khalifa, la edificación más alta actualmente construida. Incluso está diseñado cómo sería el acceso al ¿rascalielos? desde una estación de transferencia —podéis encontrar todos los dibujos, recreaciones y montajes fotográficos en su página web—.
Lo que yo me pregunto es el porqué de semejante estructura. No tengo ninguna duda de que si se puede hacer, se hará. Tampoco creo que les haga falta inventar tecnología ni materiales nuevos para llevar a cabo el proyecto. Lo que me gustaría saber es cuál es el motivo que ha generado semejante despliegue de imaginación, cuál es la necesidad que ha empujado a pensar en semejante solución. Pero supongo que eso no lo sabremos hasta después de que haya sido construida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Este blog es personal. Si quieres dejar algún comentario, yo te lo agradezco, pero no hago públicos los que no se atienen a las normas de respeto y cortesía que deben regir una sociedad civilizada, lo que incluye el hecho de que los firmes. De esa forma podré contestarte.