Escribe Aristóteles en su Poética, capítulo 9, que "resulta evidente que el objetivo del poeta no es tanto contar las cosas que realmente han sucedido cuanto narrar aquellas cosas que podrían haber sucedido y las cosas que son posibles de acuerdo con la verosimilitud o la necesidad". La Poesía, sigue más adelante, se encarga de lo general (es, por tanto, más filosofica), mientras que la Historia da cuenta de lo particular.
Estamos hablando de hace más de dos mil años y lo que Aristóteles y sus contemporáneos entendían por poesía era la que tenían a mano, es decir, la épica, la de Homero y Hesíodo o la de cualquier otra cultura del entorno. En la actualidad identificamos poesía con subjetivismo, proyección de sentimientos, reflexión personal y todo lo que tiene que ver con eso que hoy entendemos como género lírico.
Cavafis, sin dejar de moverse dentro del terreno de la poesía lírica, ha escrito, sin embargo, algunos de los mejores poemas históricos del siglo XX. Tal vez uno de los que mejor se ajustan a lo que Aristóteles intentaba explicar como poesía, palabra por palabra, sea el famoso Esperando a los bárbaros y su magnífico desenlace.
Estamos hablando de hace más de dos mil años y lo que Aristóteles y sus contemporáneos entendían por poesía era la que tenían a mano, es decir, la épica, la de Homero y Hesíodo o la de cualquier otra cultura del entorno. En la actualidad identificamos poesía con subjetivismo, proyección de sentimientos, reflexión personal y todo lo que tiene que ver con eso que hoy entendemos como género lírico.
Cavafis, sin dejar de moverse dentro del terreno de la poesía lírica, ha escrito, sin embargo, algunos de los mejores poemas históricos del siglo XX. Tal vez uno de los que mejor se ajustan a lo que Aristóteles intentaba explicar como poesía, palabra por palabra, sea el famoso Esperando a los bárbaros y su magnífico desenlace.
¿Qué esperamos aquí, en la plaza reunidos?
A los bárbaros, que hoy llegan.
¿Por qué tal calma en el Senado?
¿Por qué los senadores, sentados, no legislan?
Porque hoy llegan los bárbaros.
¿Qué leyes van a hacer los senadores?
Los bárbaros ya nos darán sus leyes cuando vengan.
¿Por qué el emperador se levantó tan de mañana
y se sienta en su trono, ante la puerta
mayor de la ciudad ciñiendo la corona?
Porque hoy llegan los bárbaros.
Y el emperador espera para recibir
a su jefe. E incluso tiene listo
un pergamino para dárselo en el que
ha escrito muchos títulos y nombres.
¿Por qué nuestros dos cónsules y todos los pretores
salieron hoy con sus togas recamadas y rojas?
¿Por qué llevan brazaletes con tantas amatistas
y anillos con brillantes esmeraldas cristalinas?
¿Por qué empuñan hoy bastones preciosos
de oro y plata tan ricamente cincelados?
Porque hoy llegan los bárbaros,
y estas cosas deslumbran a los bárbaros.
¿Por qué los buenos pretores no vienen como siempre
a decir sus discursos, a hablar tal como suelen?
Porque hoy llegan los bárbaros
y a ellos no les gustan retóricas y alocuciones.
¿Por qué ha empezado de improviso esa intranquilidad
y esa confusión? (Los rostros se han tornado todos graves.)
¿Por qué se han vaciado tan de prisa las calles y las plazas
y todos regresan a sus casas tan cabizbajos?
Porque se ha hecho de noche sin que lleguen los bárbaros
y algunos que han venido de la frontera
van diciendo que ya no existen bárbaros.
Y ahora, ¿qué será de nosotros sin bárbaros?
Esta gente eran de algún modo una solución.
Traducción de Carlos Miralles Solá. La literatura griega medieval y moderna.
La lectura de José María Pou sobre una traducción de Ramón Irigoyen es tan estupenda como el poema.
Y de total actualidad...
ResponderEliminarCavafis va a la lista de los que hay que leer.
José María Pou, genial. Qué fácil y placentero es oírle. Un lujo.
Besarkada bat
Karmen
Kaixo, Karmen!
EliminarTienes toda la razón, Cavafis es de los imprescindibles.
Beste besarkada bat zuretzat.