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jueves, 7 de enero de 2016

DESERTORES, Pedro Corral

imagen de laukoak.blogspot.com
Los desertores no tienen buena prensa, son mal aceptados y, dentro de la disciplina de un ejército, castigados duramente; por lo general, con la pena de muerte. Y si no os lo creéis, echad un vistazo al mojón que avisaba a las tropas en 1814 de lo que les ocurriría. Adevertencia con la que tropiezo en mis paseos montañeros próximos. 

Este libro recoge una ingente documentación sobre uno de esos aspectos de la Guerra Civil de los que nadie se había preocupado hasta su aparición en 2006. Sorprende, por ejemplo, saber que la documentación visitada por el autor, en muchas ocasiones, ha sido la primera vez que se ha consultado. Tal es el caso de los archivos sobre desertores y automutilados del Archivo General de la Guerra Civil, de Salamanca, que según cuenta Pedro Corral, se le hizo saber que era la primera vez que alguien la solicitaba.

Sorprende también enterarse de que cuando el autor acudió al Archivo Histórico del Estado Mayor del ejército italiano, se le denegara el acceso con la escusa de "son cosas delicadas para nosotros". Sorprende, igualmente, que cuando me puse a buscar el libro, ya descatalogado, me encontrara con que tiene un precio absolutamente desorbitado. Muchas sorpresas para un tema que se ocupa de algo que ocurrió hace casi ochenta años.

El libro, bien documentado, se ocupa de las miles de historias de casos de deserción que se produjeron en los dos bandos durante la guerra. Algunos rocambolescos, otros conmovedores, todos ellos dramáticos, por cuanto sabían que se estaban jugando la vida. En cualquier caso, un libro que nos recuerda otra historia distinta a la de los bandos y la de la lucha por la defensa de un modelo social y político.

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