Así es, este texto es el primer instrumento de racionalización del conocimiento cosmológico, es el cimiento sobre el que se construirá la casa del saber en la Edad Moderna, es la base de la Revolución científica, es el paso del saber especulativo al saber científico. Todo lo cual es mucho más de lo que el propio Copérnico podría haber imaginado.
Copérnico mantiene aún las ideas ptolemaicas de que los planetas recorren sus órbitas arrastrados por esferas cristalinas, que sus movimientos son circulares y regulares, y que en el cielo se dan muchos movimientos circulares y regulares en lugar de un único movimiento para cada esfera planetaria. Pero afirma dos cosas sustanciales: el movimiento de los cuerpos celestes no es un movimiento propio de esos cuerpos, sino el movimiento aparente causado por las rotación de la Tierra sobre su eje; el Sol, y no la Tierra, es el que se halla situado en el centro del universo.
Estos dos cambios en la forma de entender el universo simplificaron enormemente la astronomía y permitieron el avance de los estudios sobre los movimientos aparentes de los planetas. Aquí se inicia el conocimiento científico y una de las constantes del mismo: cuanto más simple es un enunciado, una demostración, más abarcador es. El cambio sustancial del punto de vista de Copérnico abrió el camino del conocimiento científico y permitió el abandono paulatino del pensamiento mítico.
Gracias, Luis.
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