Si alguna preferencia tengo con respecto a la poesía es la de la concisión. Me gustan, en general, los poetas que dicen lo que tienen que decir de forma breve y precisa, y si, además, el contenido es interesante, mejor aún.
En este sentido, Emily Dickinson es una auténtica maestra. En este y en otros muchos sentidos, pero aprecio especialmente esa forma clara, poderosa y casi siempre escueta. Un ejemplo:
Debe tener cuidado el cirujano
que aplica el bisturí.
Tras su incisión sutil está agitándose
el culpable: la vida.
Saboreadlo. Le iré dedicando más entradas.
Qué mejor forma que terminar una noche de luna llena y eclipse total que con unos versos bellos, breves, concisos. Tomo nota de esta recomendación sobre su poesía. Gracias Jesús.
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