Este es el título de la última entrega poética de Karmelo Iribarren, en esta ocasión de la mano de Huacanamo, editorial de reciente asparición y buen gusto para la presentación de la poesía.
Como dice alguien, a K. Iribarren tendrían que hacerle un monumento por acercar la poesía a todos los sectores de la población, incluidos los adolescentes. Por hacerla sencilla, por hacerla comprensible.
Y así es. Sus poemas, carentes de retórica, alejados de toda parafernalia, tienen poesía. No nos dejan indiferentes: nos hacen pensar, nos conmueven o nos remueven, pero nunca nos dejan en el estado en que nos encontrábamos antes de haberlos leído.
Como muestra, un botón:
LAS PALABRAS DE AMOR
No las digas,
si no quieres;
no es necesario.
Cuando
me miras
de esa forma,
a veces...
sé que están
todas ahí.
Gracias, Karmelo, por el libro y por el poema.
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