miércoles, 30 de julio de 2014

100 ESCRITORES DEL SIGLO XX

6 años lleva ya rodando por las bibliotecas y las librerías este recopilador de microensayos, y para haber nacido en la era de la Wikipedia no lo hace nada mal, pues se sigue vendiendo (poco) y se sigue consultando (mucho, según los registros de la biblioteca). Y es que el ejemplar está bien hecho.

De entrada, no engaña, el título describe perfectamente lo que vamos a encontrar: 100 presentaciones solventes sobre otros tantos escritores que han sido muy relevantes en el siglo pasado y en el ámbito internacional. Existe otro tomo igual para otras 100 figuras que publican en castellano (ámbito hispánico).

No pretende fijar ningún canon, ni establecer una lista normativa. Domingo Ródenas, el coordinador del proyecto, ya nos recuerda en la presentación del mismo que la lista de los que se han quedado fuera es tan larga como la de los que aquí aparecen. Cuestión de espacio y edición.

Tiene una introducción sobre lo que ha sido y ha supuesto la literatura del siglo XX francamente buena. Para alguien que necesite situarse rápidamente (estoy pensando en un estudiante o en una persona sin formación sobre el tema), las 24 páginas escritas por Ródenas son ciertamente útiles y ejemplares.

Todos los artículos han sido redactados por especialistas en la obra de quien se ocupan. Son directos, recogen lo esencial y, en mi opinión, despiertan el interés por introducirse en la lectura de la obra del autor, que es la virtud más alta a la que puede aspirar un texto como éste, más allá de la presentación escolar.

Por último, todos los artículos terminan con una brevísima, pero excelente bibliografía sobre la persona expuesta, de tal forma que quien se haya quedado con ganas de saber más sobre la obra y milagros de aquélla pueda acudir a otras fuentes más caudalosas.

Una buena obra de consulta a precio de saldo: casi 700 páginas por algo menos de 10€.

lunes, 28 de julio de 2014

HOPKINS, BACH Y LA CONEXIÓN DEL AZAR

Tumba de Hopkins en el cementerio de Glasnevin
Me llama la atención la casualidad de que G. M. Hopkins muriera el mismo día —pero en años distintos— que J. S. Bach. Supongo que habrá miles de coincidencias de este tipo, aunque siempre me llaman la atención. Por otra parte, no creo que haya más conexión entre ellos que el día de su muerte, que al poeta inglés le emocionara la música del alemán y que los dos eran fieles creyentes. Estos tres elementos del caprichoso azar me dan pie a dejar constancia de la obra de ambos, entrelazada aquí, como si fuera verdad que alguna vez hubiera habido relación entre ellos, cosa que no es verdad, pero que queda muy bien para este apunte bloguero del lunes 28 de julio de 2014.

Primero el poeta:


EL ALQUIMISTA EN LA CIUDAD


Mi ventana muestra las nubes viajeras,
Hojas gastadas, nueva estación, cielo alterado,
Multitudes que se forman y se funden:
El mundo entero pasa; yo a la vera.

Sin dispendiar sus horas asignadas,
Los hombres y los amos planean y edifican:
Miro el coronamiento de sus torres
Y felices promesas realizadas.

Y yo –tal vez si mi intención
Contara con edad prediluviana,
Los trabajos que así habría gastado
Pudieran acceder a su heredad.

Pero antes que ahora brille en el caldero
El oro que no está por descubrirse,
A la larga el fuelle no soplará más,
La estufa habrá por fin de enfriarse.

Y con todo es ya muy tarde para sanar
La vergüenza incapaz y estorbosa
Que me hace cuando con hombres trato
Más inerme que el ciego o el lisiado.

No, debería amar la ciudad menos
Aún que ésta mi ciencia ingrata;
Pero yo deseo el desierto
O las lenguas herbosas de la costa.

Camino por mi airoso mirador
Para observar el sol bajo o levante,
Veo virar a las palomas citadinas,
Contemplo a las golondrinas correr
Entre la cima de la torre y el suelo
A mis pies en el aire que sustenta;
Luego hallar en el ruedo de horizonte
Un sitio y el hambre de estar allí.

Y entonces odio como nunca aquella ciencia
Que ninguna promesa otorga de éxito;
Es dulce como nunca la costa despoblada,
Libre y ameno el desierto.

O antiguos túmulos que cubren huesos,
O rocas donde acuden palomas de las rocas,
Y árboles de terebinto y piedras
Y silencio y un golfo de aire.

Allí en una larga altura escuadrada
Tras el crepúsculo me tendería
A penetrar la amarilla luz cerúlea
Con largo y libre mirar antes que muera.

                       Traducción de Juan  Tovar.

Después el músico; por cierto, en una interpretación poco clásica, pero muy atractiva:


Que tengáis un feliz y sereno día.

VICKY GASTELO, una voz con mucha letra

Lo bueno que tiene padecer insomnio es que tienes más tiempo para hacer más cosas, si es que hacer más cosas pueda tener algún interés para alguien. En mi caso las horas de desvelo me dan para leer, escribir (poco) y escuchar, sobre todo escuchar la radio. La radio, en realidad, es esa voz que me susurra y que interesadamente utilizo para volver a dormirme de nuevo.

Pero yo no iba a hablar de mí ni de mi insomnio, sino a dar noticia de Vicky Gastelo a quien no conocía de nada, aunque poco o nada sé sobre música actual, creo que ya lo he dicho más veces. El caso es que esta madrugada, pocos minutos después de coger sueño, me despierto, me pongo el auricular en la oreja y me encuentro con esta mujer que hace unas letras estupendas, se explica muy bien y a mí me gusta mucho cómo canta.

Por la mañana, ya despierto del todo, me pongo a buscar lo escuchado, averiguar el nombre de la chica que canta y alguna cosa más para que parezca que estoy bien informado o, por lo menos, para poder escribir un par de líneas que contengan una mínima información útil para vosotros.


domingo, 27 de julio de 2014

HABERMAS, un pensador para el consenso

Para José, y que él me perdone por invadir su terreno

Si la Filosofía es pasión por el conocimiento, "amor por la sabiduría", la verdad es que poco campo le queda al filósofo actual para ejercer ese impulso. De hecho, todas las ciencias son hijas de la Filosofía, de la que se han ido separando hace más o menos tiempo, pero entre todas han ido construyendo la casa del saber con más sólidos cimientos que los que la madre podía aportar. En realidad, hoy podemos preguntarnos qué espacio de investigación es el que le queda, dónde puede actuar para aportar algo al conocimiento colectivo. Habermas nos ofrece aquí una respuesta: la Filosofía puede ocuparse de aclarar los fundamentos racionales del conocimiento.

Desde que descubrí a Habermas en la década de los 80, siempre lo he tenido como uno de mis pensadores vivos favoritos. El otro que compartía posición tan destacada en mi ranking particular era Rawls y hace una docena de años que murió. Ambos se mueven en el terreno de la Ética y de la Filosofía política que, desde mi punto de vista, son los espacios desde los que el filósofo puede realmente resultar más interesante para el resto de la sociedad. Hoy los fundamentos del mundo se explican mejor desde la Física que desde la Metafísica o la Ontología.

Habermas nos ofrece en este texto una muy buena introducción a su pensamiento. El libro contiene cuatro apartados, cuatro trabajos breves, de lectura asequible a cualquier persona culta y que resultan suficientemente explícitos y desarrollados como para entender en qué consiste su teoría de la acción comunicativa sin intermediarios y sin tener que recurrir a la lectura de su más técnico, extenso, pero también plomizo Teoría de la acción comunicativa.

Dicho mal y pronto: Habermas fundamenta nuestro comportamiento moral (bueno, correcto, responsable...) en el diálogo. Si no somos capaces de decidir como sociedad cuáles son las normas por las que debemos regirnos —creencias, ideologías, costumbres distintas nos impiden ese acuerdo—, porque utilizamos códigos éticos diferentes, pongámonos a hablar y decidamos entre todos. Una decisión adoptada por todas y cada una de las personas que intervienen en el diálogo libremente desarrollado será el fundamento de nuestra acción.

Él lo dice así: De conformidad con la ética discursiva, una norma únicamente puede aspirar a tener validez cuando todas las personas a las que afecta consiguen ponerse de acuerdo en cuanto participantes de un discurso práctico (o pueden ponerse de acuerdo) en que dicha norma es válida (p 88).

Para que esto no se observe únicamente como elucubración teórica, quizás sea bueno recordar que la práctica, hoy muy extendida, de la resolución de conflictos a través de la mediación, se apoya en la teoría de la Ética del discurso.

El libro podéis encontrarlo hoy en la Editorial Trotta.

sábado, 26 de julio de 2014

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE MANUEL ALTOLAGUIRRE

Un 26 de julio de 1959, como consecuencia de un accidente de carretera, moría Manuel Altolaguirre, poeta perteneciente a la generación del 27

Tal vez no sea especialmente recordado por su poesía; sin embargo, hay un hecho clave en la historia de la poesía en español del que es protagonista: la revista Litoral. En 1925 fundó junto con Emilio Prados y Álvaro Disdier la imprenta Sur. De esa imprenta salió la revista Litoral que él mismo dirigió durante su primera época (1926-29) y que tuvo una importancia capital en la difusión de la poesía de la época. Hoy, como podéis ver en el enlace, la revista continúa realizando un soberbio trabajo.

ESTOY PERDIDO


Profeta de mis fines no dudaba
del mundo que pintó mi fantasía
en los grandes desiertos invisibles.

Reconcentrado y penetrante, solo,
mudo, predestinado, esclarecido,
mi aislamiento profundo, mi hondo centro,
mi sueño errante y soledad hundida,
se dilataban por lo inexistente,
hasta que vacilé cuando la duda
oscureció por dentro mi ceguera.

Un tacto oscuro entre mi ser y el mundo,
entre las dos tinieblas, definía
una ignorada juventud ardiente.
Encuéntrame en la noche. Estoy perdido.


La Editorial FCE dispone de las Poesías Completas en una edición de bolsillo y la Editorial Renacimiento tiene también toda su poesía, pero en una edición muy cuidada, en estuche de doce tomos, a cargo de Almudena del Olmo Iturriarte, Francisco J. Díaz de Castro, Antonio Jiménez Millán, José Luis Bernal Salgado y Francisco J. Díez de Revenga.

También disponéis de una abundante selección en poesi.as.

viernes, 25 de julio de 2014

PIEDRA Y AIRE

Catedral de Burgos

J. L. BORGES


Alta es la piedra 
levantada por el hombre,
largo su destino,
hermosa su forma,
sutil su filigrana.
Mas no hay piedra labrada
que pueda parecerse
al aire que la envuelve,
a la infinita claridad
en que se inserta.

jueves, 24 de julio de 2014

LOS ELEMENTOS, de Euclides

Si miramos a nuestro alrededor para conocer la suerte actual de la obra de Euclides, lo que más nos llamará la atención será lo siguiente: el lenguaje matemático de los Elementos es desde hace tiempo una lengua muerta; ha pasado a la historia. Pero, al margen de su lugar de reposo bajo el sol en la historia de la matemática, Euclides sigue siendo un personaje vivo o reciclado en muchos libros de filosofía de la ciencia o de metodología deductiva (Luis Vega en la introducción, pp 102-103).

Dicen los que saben de estas cosas que Euclides no tenía la genialidad de Arquímedes, pero tuvo algo tan fundamental como el genio para la transmisión del conocimiento: capacidad organizativa y divulgadora. Gracias a él la geometría quedó compilada y se pudo estudiar como materia, materia que a su vez era básica para el desarrollo de otras ciencias aplicadas. Aún más: la geometría euclidiana continuó siendo inamovible hasta el mismísimo siglo XIX.

Pero a mí no me interesa ni la Matemática ni la Geometría. No entran, por incapacidad propia ni por gustos, dentro de mis aficiones. Lo que me produce una gran satisfacción es leer un texto que avanza casi poéticamente de proposición en proposición y de demostración en demostración, de tal forma que se hace buena la afirmación de la poeta Edna St. Vincent cuando escribió aquello de sólo Euclides ha contemplado la Belleza al desnudo.

La lectura, es evidente, no es la propia de una novela, tiene su dificultad para una persona que tenga ya olvidadas las matemáticas del bachillerato, pero es asequible a cualquiera y, sobre todo, proporciona el placer de entrar en un edificio en el que todo resulta coherente y entrelazado y que, además, se demuestra por qué. Yo, de momento, sólo he leído el tomo que aquí aparece, el dedicado a la geometría plana. 

Antes de haceros con el libro os propongo que echéis un vistazo al mismo —es uno de esos textos que se encuentran fácilmente en internet— y que leáis la proposición 47 del libro I (pp 261-263  de la edición que os dejo enlazada). Es la demostración del famoso teorema de Pitágoras que todos, seguro, podemos recordar: en un triángulo rectángulo la hipotenusa (lado largo) al cuadrado es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.

Feliz lectura.

martes, 22 de julio de 2014

YOU ARE MY SISTER - TÚ ERES MI HERMANA

Mediodía. Estoy en la autopista sumergido en un magnífico, soleado y fresco día de verano. Tráfico escaso y paisaje verde. En la radio suena una canción en inglés que nunca he oído y de la que sólo entiendo una frase. Una voz sugerente y cálida. Gracias a que no entiendo lo que el cantante dice, yo voy poniendo otra letra a la carretera, a la canción, al paisaje y a este mundo doliente con el que amanecemos cada día.


Somos hermanos.
Algo me dice que somos hermanos,
que tú y yo somos hermanos
y que no importa
si tenemos manías distintas,
que no importa
si nos gustan colores diferentes,
que no importa
si tú vas y yo vuelvo,
que no importa
si tú sabes y yo no,
que no importa
si tú niegas y yo afirmo,
que no importa
si tú miras y yo duermo,
que no importa
si llevas turbante y yo cazadora,
que no importa
si tú hablas y yo guardo silencio.

Algo me dice que somos hermanos,
que tú y yo somos hermanos
y que cuando caiga la noche
velaremos a turnos
porque somos hermanos,
cuando el agua no llegue
beberemos a sorbos
porque somos hermanos,
cuando el sol esté en lo más alto
nos daremos sombra mutuamente
porque somos hermanos,
cuando el pan sea escaso
comeremos de a poco
porque somos hermanos,
cuando las palabras falten
estaremos juntos
porque somos hermanos.

Aunque no sea cierto,
algo me dice
que somos hermanos.

Esto, o algo así, era lo que iba imaginando. Rectifico: estas palabras quieren trasladar el estado de ánimo en que me encontraba en ese momento. En realidad sólo he llegado a casa con la frase "algo me dice que somos hermanos". Concretarlo ha sido un poco más complicado.

Y ahora os dejo el corte que recoge la canción de Antony and the Johnson. La traducción la tenéis aquí


El programa completo —Siglo 21, Radio 3—está en este otro enlace.

Que tengáis un buen día, hermanos.

lunes, 21 de julio de 2014

LA ISLA DEL TESORO

La isla del tesoro es uno de los más divertidos clásicos juveniles de la literatura que los adultos siempre leen con satisfacción. Ideal para pasar una buena tarde de aventuras y aliviarse de los calores del verano. R. L. Stevenson logró fijar con esta novela corta toda la imaginería propia del mundo pirata y de paso nos ofreció una de las mejores novelas de formación que se hayan escrito.

De ella se han hecho todo tipo de adaptaciones literarias y cinematográficas. También lecturas radiofónicas como la que ayer escuché a medianoche. El equipo de Ficción sonora ha realizado una adaptación pensada más para el público adulto que para el juvenil. Una hora y media de grabación francamente entretenida. Yo os la dejo aquí, pero podéis oírla o descargarla desde el sitio original.



sábado, 19 de julio de 2014

LA ESCUELA DE ATENAS, de RAFAEL

Imagen tomada de Wikipedia
La Escuela de Atenas es la obra pictórica que más me gusta del Renacimiento, después de los frescos que Miguel Ángel hizo para la Capilla Sixtina. De este trabajo de Rafael me atraen muchas cosas, pero, sobre todo, esa reivindicación del conocimiento que el artista hace a través de lo que pinta. Porque no se trata solamente de recoger en un marco grandioso los sabios de la antigüedad que todavía hoy seguimos admirando; con esta representación Rafael nos está indicando que también la pintura es capaz de expresar pensamiento, contenido que no se queda únicamente en el goce estético. 

El marco, el color, la distribución, todos los elementos que conforman La Escuela de Atenas nos están mandando el mismo mensaje: la serena exposición de las ideas, el contraste de las mismas y la continua investigación hacen posible el progreso humano. Y en este trabajo es necesaria la aportación de todas las mentes para poder llegar a buen puerto.

Otro quehacer que me atraía muchísimo de este trabajo cuando estudiaba el bachillerato era averiguar quiénes eran los personajes que aquí aparecían. En la época en que empezaba a estudiar algo de arte y no había internet, no era una tarea tan sencilla. Había que ir de libro en libro por la biblioteca y luego tener el sumo cuidado de apuntarlos bien. Hoy esta tarea está al alcance de un cómodo clic. Pero en aquella época ese trabajo tenía algo de búsqueda del tesoro.

Si alguna vez vais a ver las Estancias de Rafael, no os dejéis avasallar por el maremágnum turista y dejad que la luz de La Escuela os invada. 

viernes, 18 de julio de 2014

LA GRAN OLA

La gran ola.  Hokusai. Imagen tomada de Wikipedia
Cuando vi por primera vez una fotografía de esta obra de Hokusai, me sentí profundamente atraído por ella. No sabía nada de su autor, ni de la pintura japonesa, y mucho menos del género ukiyo-e. Pero la imagen se me hacía totalmente atractiva.

Posteriormente sufrí una pequeña decepción al enterarme de su pequeño tamaño —poco más de un palmo de largo— y de que era un grabado, por lo que había numerosas reproducciones —el prurito de lo único y original— en todo el mundo.

Al margen de los afectos y tensiones que nada tienen que ver con la obra en sí, lo primero que me atrae de esta imagen es el color y la forma. No puedo quitar los ojos de esa inmensa y redonda ola azulada a punto de caer. El color me seduce y, una vez seducido, me dejo deslizar por su magnética curva hacia el nacimiento de la siguiente.

Sin embargo, lo que más me impresiona es que estando ante un mar embravecido, donde tres barcazas están seriamente amenazadas, yo no percibo desasosiego, incertidumbre o peligro, sino una gran belleza que parece garantizar que en esa escena no va a ocurrir nada malo a los marinos que la protagonizan.

Cosas del arte o de mi sensibilidad atrofiada.

jueves, 17 de julio de 2014

EL PAÍS DE JAUJA

El País de Jauja. Brueghel
De entre la larga lista de los lugares inexistentes que la humanidad ha ido imaginando Jauja es, quizá, el más infantil e inocentemente gamberro de todos ellos. Los que consiguen acceder a él pueden disfrutar sin ningún esfuerzo de cuantos manjares y bebidas queramos imaginar. Es algo así como el paraíso de la gente glotona, el cielo de los que se abandonan a sí mismos y, sin esfuerzo ninguno, pueden deleitarse con todo tipo de golosinas.

Resulta al menos curiosa esa insistencia —de todas las culturas y de todas las épocas— en idear lugares mágicos donde se puede vivir satisfaciendo necesidades, generalmente materiales, sin ningún esfuerzo. La literatura, tanto popular como culta, tiene una larga tradición y una poderosa inventiva. De ella quiero entresacar dos ejemplos que me han llamado la atención. 

El primero tiene que ver con mi ignorancia. Desconocía que el País de Jauja y el de la Cucaña fueran lo mismo. Parece que el texto más antiguo que ha llegado hasta hoy es Il Fabliaus de Coquaigne, siglo XIII, donde se nos dice: El país se llama Cucaña, donde más se duerme más se gana (versos 25 y 26). En el British Museum conservan alguna ilustración italiana del XIX relativas a este no-lugar.

El segundo ejemplo es del Decamerón, ese divertido clásico italiano del siglo XIV. Lo he estado revisitando estos días y me he encontrado con que, sin saberlo, resulta que vivo en el País de Jauja, y yo sin darme cuenta. En la octava jornada, tercera novela, se dice lo siguiente: Maso respondió que la mayoría (habla de unas piedras mágicas) se encontraban en Berlinzón, tierra de los vascos, en un país que se llama Jauja, en donde se atan los perros con longaniza. [En otras versiones, en lugar de Jauja, utilizan Bengodi].

No os quiero dar envidia, pero así es la cosa. No andéis buscando más porque el País de Jauja está aquí. Lo dice Boccaccio, todo un clásico.

martes, 15 de julio de 2014

UN POEMA DE BERTOLT BRECHT



PREGUNTAS DE UN OBRERO ANTE UN LIBRO


Tebas, la de las Siete Puertas, ¿quién la construyó?
En los libros figuran los nombres de los reyes.
¿Arrastraron los reyes los grandes bloques de piedra?
Y Babilonia, destruida tantas veces,
¿quién la volvió a construir otras tantas? ¿En qué casas
de la dorada Lima vivían los obreros que la construyeron?
La noche en que fue terminada la Muralla china,
¿adónde fueron los albañiles? Roma la Grande
está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los erigió?
¿Sobre quiénes triunfaron los Césares? Bizancio, tan cantada,
¿tenía sólo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida,
la noche en que el mar se la tragaba, los habitantes clamaban
pidiendo ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿El sólo?
César venció a los galos.
¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero?
Felipe II lloró al hundirse
su flota. ¿No lloró nadie más?
Federico II ganó la Guerra de los Siete Años.
¿Quién la ganó, además?
Una victoria en cada página.
¿Quién cocinaba los banquetes de la victoria?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién paga sus gastos?

Una pregunta para cada historia.


lunes, 14 de julio de 2014

LA CLARIDAD ES UNA VIRTUD QUE LOS FILÓSOFOS NO SIEMPRE POSEEN

Me sentí atraído por la filosofía antes que por la poesía. Seguramente, buena parte de la culpa haya que echársela a mi profesor de 6º, el profesor Rovira. Esa pasión adolescente por descubrir y entender el mundo, por hacernos con las respuestas a las preguntas de siempre, por intentar saber por qué hacemos lo que hacemos, a mí me empujó hacia la filosofía. Me fascinaba la forma de explicar y de construir conocimiento que leía en sus textos. Me parecía que nadie lograba acercarse más a la esencia de la realidad que ellos.

Pero además de los momento de placer, los más, sobrevenían los de desesperación, porque no era capaz de entender lo que leía. Mi lado salvaje y antiacadémico siempre me ha empujado hacia el autodidactismo. Ese margen de libertad hay que pagarlo con rodeos, equívocos y todo tipo de tropezones. Hoy, después de muchas vueltas, soy capaz de disfrutar con lecturas muy diversas y de entablar un diálogo con algunos de mis más queridos monstruos e incluso de decirles que, desde mi punto de vista, están equivocados.

Con algunos otros, ante los que me sentía claramente acomplejado porque no lograba entender lo que decían, poco a poco he ido entablando otra relación e he ido comprendiendo que la dificultad no era tanto mía como de ellos. A veces con muletas, otras con mucha paciencia, he ido descubriendo lo que querían decirme y, lo más importante, que eran ellos los que no sabían decir lo que querían decir. Esto, que puede sonar un poco brutal, no quiere decir otra cosa que no siempre la virtud de saber explicarse acompaña a los grandes pensadores.

Esta carencia, en muchas ocasiones, la interpretamos como deficiencia, como torpeza nuestra, pues no entendemos lo que allí nos dicen y llegamos incluso a pensar lo grandes que son, precisamente porque no somos capaces de entenderlos. Dicho de otra manera más coloquial: son buenísimos, sólo hay cuatro capaces de entender su pensamiento. Y cuanto más oscuros sean da la impresión de que tienen que ser mejores pensadores.

Ahí está el error. Son filósofos, son pensadores y su material de trabajo son las palabras, patrimonio común de todos los hablantes. No se trata, por poner un ejemplo, de física de cuerdas, para la que sí hace falta un lenguaje muy especializado como es el lenguaje matemático de última generación, que incluso se está inventando sobre la marcha para poder seguir realizando investigación, para poder seguir generando conocimiento.

Ya sé que en ocasiones hay que ponerse muy técnicos, que el problema que se trata de explicar es una cuestión muy específica, que no todo puede decirse con términos genéricos. Ya sé que no siempre la parte de la realidad a la que  se refieren es simple y evidente para todos nosotros. No obstante, cualquier realidad puede ser reducida a palabras, que lo inefable no forma parte del conocimiento compartido. Y si algo es la filosofía, en mi opinión, es razonamiento público, argumento que se somete a la discusión de toda la sociedad. Y para eso es conveniente ser claros y precisos. Es una virtud, no un defecto.

domingo, 13 de julio de 2014

UN POEMA DE EZRA POUND

Fotografía tomada de National Geographic


EL DESVÁN

Ven, apiadémonos de los que tienen más fortuna que nosotros.
Ven, amiga, y recuerda
     que los ricos tienen mayordomos en vez de amigos,
y nosotros tenemos amigos en vez de mayordomos.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.

La aurora entra con sus pies diminutos
     como una dorada Pavlova,
y yo estoy cerca de mi deseo.
Nada hay en la vida que sea mejor
que esta hora de limpia frescura,
     la hora de despertarnos juntos.


              De Disfraces. Mondadori, 1999. Trad. Javier Calvo.

sábado, 12 de julio de 2014

NÉSTOR BASTERRETXEA, LECCIÓN DE HUMANIDAD

Despierto esta mañana con la noticia de la muerte de Néstor Basterretxea a quien tuve la suerte de conocer, y a quien quiero recordar hoy como último agradecimiento. 

No voy a contaros aquí sus virtudes como artista ni su biografía. Páginas hay muy autorizadas donde podéis encontrar ese tipo de información. Solamente quiero destacar mi anécdota personal, que ilustra muy bien su enorme humanidad y su sencillez.

Posiblemente fuera el curso 84-85, ya no recuerdo, cuando me encontraba trabajando en un colegio con alumnos de 8º curso de EGB. Dentro del programa de CCSS se veía el arte contemporáneo y yo, atrevido, quise acercarlo de la manera más directa posible a los grupos con los que trabajaba. 

Alguien me dijo que Basterretxea tenía la casa-taller en la falda del Jaizkibel. Uno de los grandes del arte contemporáneo vasco vivía y trabajaba en la misma comarca en que se hallaba el centro. Aunque no creía que fuéramos a conseguir una visita, para por si acaso, llamé. ¡Cuál sería mi sorpresa cuando oí que Basterretxea aceptaba encantado!

Con toda la paciencia del mundo les fue explicando a los alumnos cuanto quisieron preguntar y más. Nos dejó hacer hacer fotografías e, incluso, les preparó un pequeño refrigerio. Aquella tarde aprendimos más sobre abstracción y figurativismo que con todos los libros que habíamos manejado en el aula.

Después de eso volví a solicitar una visita un par de veces más. Siempre igual de amable y asequible, me atendió pacientemente. En una de ellas surgió por casualidad mi interés por la poesía y me contó algunas anécdotas sobre León Felipe, a quien había escuchado en directo recitar sus poemas en Buenos Aires y sobre quien yo andaba preparando un recital. 

No he tenido la ocasión de conocer a grandes personalidades de la cultura. Él fue el primero y, tal vez, el último. Él me mostró que no está reñido el genio artístico con la proximidad, que se puede ser un artista de talla internacional sin dejar por eso de seguir siendo una persona amable y asequible.

Gracias, Néstor, por tu lección de humanidad.

Fotografía realizada hace menos de un mes en la cripta de Arantzazu
En este vídeo del Museo Oteiza nos relata cómo fue el proceso de las pinturas de la cripta.

viernes, 11 de julio de 2014

PABLO NERUDA CUMPLE 110 AÑOS


Saúl Yurkievich inicia su trabajo introductorio en estas Obras Completas de esta manera: Pablo Neruda (1904-1973) fue merecidamente el poeta más famoso de su tiempo. Harold Bloom escribió en su polémico El canon occidental: Ningún poeta del hemisferio occidental admite comparación con él. Frases grandilocuentes aparte, no seré yo quien contradiga a uno de los mayores conocedores de la obra de Neruda, ni al crítico literario más famoso, porque desde que descubrí al chileno cuando andaba por los 16, no he dejado de leerlo, regalarlo, promocionarlo y emocionarme con él. 

Comencé leyendo las sencillísimas y tiernas Odas elementales, aptas para todos los públicos y especialmente apreciadas por poetas adolescentes que llevan el corazón entre los dedos y necesitan decir humildemente cuál es su mundo y qué es lo que quieren. Después vinieron los románticos, desesperados y melancólicos Veinte poemas de amor... con los que han aprendido a susurrar palabras enamoradas, como mínimo, un par de generaciones en todo el mundo. Más adelante, Amado Alonso me enseñó a disfrutar las Residencias. A partir de ahí, me bañé en los oceánicos versos del chileno con delectación y con lujuria —inabarcable el majestuoso Canto general— porque de las lecturas de sus poemas siempre se sale enamorado de la vida.

Y mañana cumple esos 110 espléndidos años de los que todos los que gustamos de la poesía tenemos que felicitarnos —incluso los que no gusten de su obra, que los hay—, porque Neruda ha sido un regalo para este género, ,ya que nadie como él ha logrado acercar tanta gente a las más pequeñita y humilde de las artes. ¿Quién si no ha logrado vender más de 10 millones de ejemplares con un título? Y esto es, incuestionablemente, un regalo para la poesía.

Desde aquí mi más cálido abrazo poético para los responsables de la página Fundación Pablo Neruda que han organizado para mañana, sábado, un recorrido Neruda por Santiago, una hermosa manera de celebrar el aniversario de un poeta que sigue estando vivo entre nosotros. Los que no podemos pasearnos por Santiago nos conformaremos con hacer el recorrido virtualmente y seguir leyendo su poesía.

LA BARBARIE DE LA VIRTUD, de Luis Gonzalo Díez

El problema del siglo pasado no fue sólo la destrucción causada por los totalitarismos, sino la inspiración virtuosa de la misma, el razonamiento ideológico que la encauzó por la senda de lo que Todorov ha denominado la "tentación del bien". Las vanguardias revolucionarias, jacobinos, nazis y bolcheviques, dilucidaron en su filosofía de la historia el impulso moral de su capacidad política, la legitimación de la voluntad de poder necesaria para obligar a la recalcitrante realidad humana a cicular por las vías de su pregonado destino histórico. Aquellas minorías políticas fanatizadas literalmente empujaron a la vieja sociedad en la dirección prefijada por su ideología. De tal modo que, según ellas, lo que estaban haciendo era un ejercicio expeditivo de virtud, pues respondía a la conquista histórica de la verdad (p 193. Los subrayados son del autor).

Este es el antepenúltimo párrafo del libro, pero que, a mi entender, es un estupendo resumen de la tesis que defiende el autor y que el mismo título (me encanta ese oxímoron) recoge fielmente, y es por lo que he abierto este breve comentario utilizando las propias palabras del autor y no las mías. 

Por si no quedara claro del todo, me apresuro a decir que lo que el trabajo de L. G. Díez plantea es el problema que generan las defensas radicales de la pureza de la idea, los mesianismos, los fanatismos del bien, las ideologías trascendentalistas, es decir, todos aquellos iluminados que vieron qué había que hacer y cómo había que hacerlo para conseguir una sociedad mejor, un mundo más libre y más justo, e intentaron imponer su visión al resto de la sociedad.

El texto se ocupa de los dos últimos siglos de nuestra historia política, esto es, de la época que se abre con la Revolución francesa y que supone el inició de cuantos movimientos socio-políticos se han producido en el mundo occidental originados por una doctrina ideológica, por un pensamiento político, por el empuje de una vanguardia altamente convencida de la validez de sus ideas.

Lo mejor de la exposición es que resulta honesta y se va construyendo sobre argumentos y razones de otros pensadores que han vivido el tiempo histórico del que se ocupa, no trata de esconder su posición intelectual y en todo momento ofrece el material que maneja a la discusión del lector. Un libro para el debate desapasionado de las ideas, donde lo que importan son los argumentos.

jueves, 10 de julio de 2014

ALFA Y OMEGA BAJO LA LLUVIA, de Itxaro Borda

Itxaro Borda es una escritora importante de la literatura vasca en euskara, con una obra poética —además de narrativa— larga y reconocida.

El caso es que buscando información en la red sobre Eli Tolaretxipi, me encuentro con la traducción que ella y Kape Fernández hicieron del poemario de I. Borda, Alpha eta omega euripean, y del que no he podido averiguar nada, excepto que existe esa traducción al castellano, al parecer publicada por J. Navas, de Córboba. Tampoco he podido localizar el libro en papel en ninguna biblioteca, ni en euskara ni en castellano, excepto en la Biblioteca Nacional y en el Koldo Mitxelena, pero desde aquí remiten a una dirección electrónica. He acudido a librerías de viejo y el resultado ha sido el mismo. 

Sin embargo, el libro —en castellano— existe en la web y se puede leer. Otra cosa es que sea sencillo encontrarlo... si lo buscamos por el camino aparentemente más lógico, es decir, a través de susa-literatura.com o por medio de armiarma.com, que son los dos grandes espacios donde se aloja casi toda la literatura vasca. Y lo curioso, lo extraordiariamente curioso es que sí está ahí, pero resulta imposible llegar a él utilizando el título o el nombre de la autora, a no ser que dispongamos de un enlace, dos para ser más exacto. Un caso verdaderamente extraño. De hecho, en los espacios dedicados a la autora en los que se da noticia de sus títulos, Alpha eta omega euripean no aparece nunca.

Y para abrir boca, mientras os decidís a leerlo en su totalidad, os dejo un poema, el primero de la colección. Que lo disfrutéis.

         I

Al principio —alfa— fue la nostalgia
dueña y señora del mundo
en la profundidad de los corazones desgarrados
que se empapaban en la sucesión de los días lluviosos.
al principio —beta— fue el miedo
el pilar que sostenía la nostalgia
en las playas donde nos deteníamos
horas y horas a contemplar el viento del norte.
al principio —gamma— fue la esperanza
la única herida que compensaba el miedo
en las calles desiertas
por las que caminábamos.
al principio —delta— el deseo de volar
se extendió durante los largos mediodías de otoño
cuando contemplábamos las palomas atravesar
los cielos mudos.
al final —omega— fue el amor
la fuerza gigantesca
que nos impulsó a mendigar.

Y ya puestos a leer, si queréis ir un poco más lejos, os dejo el enlace al trabajo que bajo el título Poética de resistencia en Itxaro Borda Tina Escaja, profesora y escritora, publicó hace un año.

Feliz lectura.

miércoles, 9 de julio de 2014

AMAIA JAUREGIZAR

Liburua erosteko esteka

Con este poemario ganó el Premio Felipe Arrese de 2008. De él he cogido el último poema.

LAPURRA

Ispiluak askorako balio dezake, baina
ispiluak ezer gutxirako balio du.
Egia esan, ikusi nahi duzuna ez ikusteko
eta ikusi nahi ez duzuna ikusteko baino ez du balio.

Bart, etxeranzkoan, taberna aurreko farolaren
argiaren gerizpean garbitu nituen begiak,
margotu ezpainak...
Ikusi gura nuena erakutsi zidan itzalak,
ikusi gura ez nuena estolden artean gorde,
tabernako ispiluak ez bezala.

Musu-markaz bete zitzaizkidan maindireak.
Musuak, beharbada, ispiluak kenduko zizkidan.


LADRÓN
El espejo puede valer para muchas cosas, pero / no vale para casi nada. / A decir verdad, no vale nada más que para mostrarte lo que no quieres ver / y para que no veas lo que deseas ver. // Anoche, de vuelta a casa, a la sombra de la luz de la farola / del bar de enfrente me limpié los ojos, / me pinté los labios... / La oscuridad me enseñó lo yo que quería ver, / lo que no tenía ganas de ver lo escondió en el alcantarillado, / no como el espejo del bar. // Las sábanas se me llenaron de restos de besos. / Los besos, tal vez, me los robó el espejo.