sábado, 24 de diciembre de 2016

VER UN MUNDO EN UN GRANO DE ARENA

Tal vez nadie haya recogido —sin quererlo, desde luego— mejor que William Blake una aproximación poética a la idea de la inflación cósmica, es decir, al momento previo a la inflación cósmica, cuando nos remitimos a esa cosa infinitamente pequeña e infinitamente caliente. Blake, claro, no podía intuir lo que cosmólogos, astrofísicos, físicos teóricos y demás componentes de la tribu nos empezaron a enseñar a comienzos de los años 80. 

Los cuatro primeros versos con los que se abre el poema Augurios de inocencia, en la traducción de Jordi Doce, dicen así:

Ver un mundo en un grano de arena
y un cielo en una flor silvestre,
tener el infinito en la palma de la mano
y la eternidad en una hora.

No es que el místico inglés hiciera referencia al momento inmediatamente anterior a la expansión extremadamente rápida del universo inflacionario que es la que nos explica la enormidad, uniformidad y planitud del universo en el que hoy nos desenvolvemos,
Imagen tomada de Wikipedia
pero a mí me gustan especialmente estas coincidencias poético-científicas en las que, por un momento, la expresión artística y la manifestación racional de un hecho complejo de la naturaleza concuerdan. O dicho de otro modo, cuando las dos culturas se dan la mano sin saber que se la están dando.

2 comentarios:

  1. Una feliz Navidad mi estimado Jesús, recibe un fuerte abrazo con amor.

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    Respuestas
    1. ¡Gracias, Sergio!

      Los mismos deseos y el mismo abrazo para ti.

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