miércoles, 18 de mayo de 2016

CORAZÓN GIGANTE, CUANDO LO EXCEPCIONAL SE INSERTA EN LO COTIDIANO



Suele darme bastante pereza comentar películas. De hecho, esta misma iba a quedarse en blanco, pero una conversación entre dos adolescentes sobre el valor y la cobardía escuchada en el tren de vuelta a casa me ha empujado a escribir estas líneas.

Un niño grande, un inadaptado, un friki, un estrafalario, una persona al margen de los gustos y costumbres de la moda... Un tipo bueno en el buen sentido de la palabra bueno. Corazón gigante, como fácilmente se puede intuir por el título, nos cuenta la historia de un ser humano excepcional cuya grandeza reside en la naturalidad de sus gestos.

La película recorre unos pocos días antes del cumpleaños de Fúsi y otros pocos días después, suficientes para contarnos una historia completa y ofrecernos un personaje entero y convincente. La forma de utilizar la cámara y los planos son de lo más eficaces para contarnos la historia que se nos cuenta.

Aparentemente fría, la película está llena de calor y, desde luego, es uno de los mejores ejemplos que conozco para ilustrar la frase de J. B. Say: No deja de ser humillante para una persona de ingenio, saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo.

Absténganse empedernidos defensores del cine de acción y de la comedia romántica.

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